17

Salir corriendo mientras todas las miradas estaban sobre ti era vergonzoso, pero en ese momento en lo único que Yoongi podía pensar era en encontrar algo de agua, había salido a los jardines, dejando de lado las aulas, y había ido directamente hacia la parte trasera de la biblioteca, sabía que allí había una zona en la que se encontraría algo de agua.

En cuanto llegó, busco con la mirada en las paredes, y soltó un suspiro al ver el sistema de tubos que conectaban hacia la biblioteca, y de la pared, logró ver lo que podría llamarse su salvación, un grifo, de inmediato apresuro los pocos pasos que le faltaban para por fin colocarse de rodillas justo debajo de la boquilla del grifo y con su mano derecha, logró girar la llave del grifo para poder abrirlo, de inmediato sintió como la corriente de agua caía por sus cabellos.

Su respiración era entrecortada debido a que no se había recuperado por completo de la carrera que había hecho para escapar de todo lo que había pasado, el agua lavaba poco a poco sus cabellos, despojándolos de aquel liquido rosado, el aroma del yogurt poco a poco iba disminuyendo y ante los ojos de Yoongi, caían las gotas y los chorros de agua combinados con aquella bebida.

Trago en seco, recordando todo lo que había acontecido en tan sólo unos instantes, cuando menos lo espero, Jungkook le había echado aquello en la cabeza, nunca hubiera pensado que Jungkook sería capaz de hacerle algo como aquello, ni siquiera entendía la razón por la que lo hizo.

Cuando el agua solamente era visible, Yoongi cerro de nueva cuenta el grifo, y sin más dejo que su cabello siguiera escurriendo, su corazón palpitaba más tranquilo, pero eso no quitaba el hecho de que se sintiera sumamente destruido.

Una leve risa lo saco de sus pensamientos, Yoongi se quedo allí de rodillas en el suelo, mientras escuchaba aquella risilla, totalmente llena de burla, mordió su lengua con leve fuerza.

—Jungkook se ha lucido —y esa voz, esa maldita voz, Yoongi apretó los dientes con fuerza—, pensé que solamente te gritaría, pero está vez se ha superado.

Jimin no podía evitarlo, había sido divertido ver a Yoongi salir corriendo de su aula de clases, y más al ver que tenía el cabello sumamente empapado en yogurt, nunca se imagino que Jungkook hubiera actuado de esa forma, casi siempre les gritaba a las personas que se le declaraban, pero esto había sido de sus hazañas más grandes, y estaba muy impresionado, y definitivamente se sentía sumamente bien ver a la persona que te había humillado, ahora ser humillada por completo, Yoongi había quedado como un completo desperdicio frente a todos.

—Vamos, gatito —dijo Jimin no pudiendo evitar sonreír con satisfacción—, ¿esperabas que te respondiera bonito? —soltó un largo suspiro—. Apuesto a que tu príncipe azul se fue por los suelos, ¿o me equivoco?

Las palabras que decía Jimin no eran del todo mentira, ciertamente a Yoongi se le habían ido por completo las ganas de que le siguiera gustando una persona tan grosera como Jungkook, pero eso no quitaba el hecho de que estuviera sumamente molesto, no estaba en sus planes confesar lo que sentía por Jungkook, jamás lo estuvo, y él como un idiota se había dejado llevar por las palabras de Jimin para que le dijera todo a Jungkook, ¡había sido completamente manipulado! Y eso era suficiente como para que Yoongi quisiera golpear a Jimin.

Cerró sus manos formando puños, su respiración era pesada, esto había ido demasiado lejos para él, el idiota que ahora mismo se estaba riendo de él le había hecho pasar la mayor de las vergüenzas, ahora por culpa de ese maldito, había confesado sus sentimientos, había sido rechazado y humillado frente a toda la clase y parte de la escuela, y ahora tenía el cabello empapado, y ese maldito aroma de frutas no se quitaba. Yoongi había llegado a su límite de paciencia.

—Eres... —hablo Yoongi haciendo que Jimin elevase ambas cejas al escucharlo—, eres... —Yoongi se giro sobre sus talones, encontrándose con la odiosa presencia de Park Jimin a unos metros de él—. ¡Eres un pedazo de mierda!

Jimin rodo los ojos, pero no podía evitar querer reírse, ahora mismo ver a Yoongi con el cabello mojado le hacía sentirse levemente apenado, se veía como un gatito que había sido mojado por la lluvia, un gatito muy enojado.

—¿Qué? ¿Ahora soy yo el malo? —Jimin negó con la cabeza sin dejar de sonreír—. Te advertí que no te gustaría el rechazo.

—¡Fuiste tú, maldito bastardo, quien me reto a confesarme!

—Te equivocas, gatito, tú me desafiaste —menciono Jimin—, dijiste que él no era mala persona, y bla, bla, bla —soltó una risa—, y mírate ahora, pequeño, ¿quieres llorar?

—Vete a la mierda —bramo Yoongi, estaba sumamente enojado, se acerco a pasos pesados hacia Jimin—, eres un maldito desgraciado, desearía que se te pudriera el maldito pene para que se te cayera y te lo comieras en el desayuno, maldito hijo de... —Jimin había colocado su mano sobre los labios de Yoongi para que cerrará un poco la boca.

Jimin jamás creyó escuchar tantas groserías salir de una sola persona, aunque sabía desde un principio que Yoongi era una caja de malas palabras andante, pero esta vez se sorprendió, tomo a Yoongi por la cintura para brindarle un abrazo, aunque Yoongi seguía con el ceño fruncido mientras intentaba apartar su rostro de la mano de Jimin para que lo dejase en paz.

—Ya Yoongi —dijo Jimin, con algo de esfuerzo, logró que dejase de forcejear ante su agarre y lo miro a los ojos—, sé que fue doloroso, pero te advertí que no te gustaría, Jungkook no tiene un buen carácter cuando se trata de confesiones —Yoongi seguía mirándolo, en sus ojos había furia pura—, ese ceño fruncido tuyo te hace ver adorable.

Jimin aparto su mano de la boca de Yoongi, y la paso por su cintura, para reforzar su abrazo al cuerpo de Yoongi, mientras que Yoongi simplemente se la pasaba mirando a los ojos a Jimin, quería matarlo.

—Suéltame —dijo Yoongi.

—Si no lo hago, ¿qué harás?

—Te patearé, maldito —Jimin soltó una risa al escuchar aquella amenaza.

—Hey, hey —dijo Jimin al sentir de nuevo como Yoongi forcejeaba para que lo soltase—, tranquilo, gatito.

—Si no me sueltas de una maldita vez... —Jimin coloco su dedo índice sobre los labios de Yoongi.

—Silencio, pequeño —Yoongi alejo su rostro para que Jimin dejará de tocarle los labios—, haces demasiado alboroto cuando ni siquiera tuve la culpa.

—No te hagas el inocente, bastardo de mierda —y allí estaban de nuevo los insultos—, te haré pagar por lo que me paso.

—¿De verdad? —Jimin sonrió ladino—. ¿Qué harás, gatito?

Yoongi por el momento no tenía nada planeado, pero no es como si necesitase un plan sumamente elaborado, ya vería lo que haría para hacer que Jimin pagará por lo que había pasado, no se quedaría con los brazos cruzados.

—Te castraré mientras duermes —dijo Yoongi.

—No, encanto —dijo Jimin sin dejar de sonreírle—, sí lo haces, no podré darte placer.

—No dejaría que me toques ni, aunque mi vida dependiera de ello.

—Pues te estoy abrazando —le recordó, haciendo que Yoongi apretará los labios con fuerza—, y no veo que te estés quejando ahora.

Yoongi coloco sus manos sobre el pecho de Jimin y con todas sus fuerzas lo empujo logrando que Jimin por fin lo soltase de aquel aprisionante abrazo en que lo tenía, miro de nuevo a Jimin, quien parecía estar sumamente tranquilo, ni siquiera se había atrevido a insultarlo, cosa que le resultaba extraña, después de todo, ese idiota explotaba cuando lo insultabas, y se perdía ese coqueteo en su mirada, pero ahora ni siquiera los insultos parecían enfadar a Park Jimin.

—¿Seguirás mirándome, o te irás, gatito? —aquella pregunta saco de sus pensamientos a Yoongi.

—Púdrete, Park —contesto Yoongi—, ni que fueras la gran cosa como para mirarte.

—Sí eso es lo que crees, ¿por qué sigues allí parado en lugar de irte?

No recibió respuesta alguna, Yoongi no estaba de humor para seguir discutiendo, ya había sido suficiente, pero por más que quisiera irse para alejarse de ese bastardo, parecía que sus pies no querían responderle, desvió la mirada para dejar de prestar atención a ese idiota, levo sus brazos hacia su pecho, cruzándolos en el proceso, Jimin sonrió con diversión al ver como Yoongi inflaba levemente sus mejillas, seguía sumamente molesto por lo que había pasado.

—Ya, mi gatito —dijo Jimin acercándose a él para después colocar su mano sobre la cabeza de Yoongi, importándole poco que el cabello de Yoongi estuviera mojado, dio suaves palmaditas, pero Yoongi no le miro—, fue sólo un rechazo, lo superaras.

—Sólo deja de molestarme, imbécil.

Jimin soltó una risa al escuchar un nuevo insulto.

—Te veo luego, gatito.

—Ash... —mascullo Yoongi entre dientes, no podía creer que ese tarado podía seguir manteniendo esa sonrisa, pero Yoongi se encargaría de borrarla, nadie se burlaba en su cara y salía ileso para contarlo.

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