Las clases ni siquiera habían comenzado, pero Yoongi lo único que quería en ese momento era largarse, la falta de sueño por el estudio le había hecho sentir sumamente agotado, Yoongi definitivamente quería dormirse inclusive estaba considerando como una gran idea esconderse en el almacén del gimnasio para tomar una larga siesta en lo que el día escolar terminaba.

—Debí quedarme en casa —menciono para sí mismo mientras soltaba un largo bostezo, sintiendo como sus ojos acumulaban lagrimas debido al bostezo que había dado, llevo el dorso de su mano izquierda hacia su rostro para poder de aquel modo restregar sus parpados cerrados y quitar el excedente de las pequeñas gotas.

Yoongi definitivamente mataría a su profesor de inglés por obligarle a estudiar para el próximo examen, el cual se llevaría a cabo en dos semanas, pero esas dos semanas se pasaban tan ligeras, que cuando menos lo esperase, ya tendría que estar presentando el examen, así que no debía de perder el tiempo, era consciente de eso.

Miro con decepción los libros que se encontraban en su casillero, todo estaba hecho un desastre, pero tampoco era como si le importará mucho lo que estaba allí, después de todo, terminaría por olvidarse de esos tontos libros después de que terminase con sus estudios, ¡la libertad estaba cerca! Aunque sabía que la universidad lo esperaba, así que la libertad no le duraría mucho.

—¡Vaya! —Yoongi apretó los dientes con fuerza al escuchar aquella voz, cerró los ojos con fuerza, esto debía de tratarse de una maldita broma—. No esperaba encontrarte tan pronto, gatito.

Yoongi rodo los ojos antes de por fin tomar la pequeña puerta de su casillero y cerrarla, sus sienes estaban palpitándole en colera, debía de controlarse, apenas iba a comenzar el día, no podía enojarse, no ahora, no cuando se había prometido que, a pesar del sueño, este no sería un mal día, y debía de cumplir con ello, aunque por supuesto, la presencia de Park Jimin no le estaba ayudando mucho. Con pesadez decidió encarar al playboy de quinta, esperaba que ese idiota estuviera lo más alejado de él para que no le fastidiara, pero para su mala suerte, Yoongi se percato de que Jimin mantenía una distancia poco prudente entre ambos.

Cosa que definitivamente Yoongi detesto en el momento.

—Por lo que veo no conoces el significado de espacio personal —Yoongi resalto las ultimas dos palabras, haciendo que Jimin rodará los ojos al escucharlo—, ahora será mejor que te muevas de mi camino.

—Al parecer alguien amaneció con el mejor humor del mundo —comento, haciendo que Yoongi elevará ambas cejas—, ¿qué?

—Perdón, pero —Yoongi sonrió ladino—, nunca creí que un neandertal como tú, lograse comprender el sarcasmo —Yoongi elevo sus manos hacia su pecho juntándolas para comenzar a dar pequeños aplausos que apenas y eran escuchados—, Felicidades, Park, ¡al parecer si eres inteligente!

Jimin apretó la mandíbula con fuerza, ese chico en verdad que era un maldito dolor en el trasero, pero no importaba, muy pronto podría dejarlo en ridículo e inclusive cerrarle esa enorme boca suya.

Sería la más dulce de sus venganzas.

—¿No piensas largarte? —la voz de Yoongi lo volvió a regresar de sus pensamientos.

—Escucha, Yoongi, será mejor que dejes de comportarte muy a la defensiva conmigo —Yoongi frunció el ceño al escuchar aquello—, no sabes con quien te estás metiendo.

—Sí sé con quien me estoy metiendo —menciono Yoongi—, y no me atemoriza, ¿crees qué solamente por creerte el supuesto rey de aquí, nadie te puede poner en tu lugar?

—¿Crees que dejaré que alguien tan patético como tú me ponga en mi lugar?

Quizás las cosas no estaban saliendo como Yoongi esperaba, pero no dejaría que ese pedazo de mierda lo insulte y mucho menos que lo amenace de aquel modo, Jimin no tenía derecho alguno en hacer algo como aquello, Yoongi sonrió levemente para después relamer la comisura de sus labios levemente, cosa que llamo a Jimin la atención de inmediato.

—Una amenaza tan vacía como esa no me detendrá, Park —dijo Yoongi para después y sin mucho cuidado colocar su mano derecha justo en medio del pecho de Jimin para empujarlo y así apartarlo de él—, no tienes nada que pueda hacerme sentir amenazado.

—¿Eso crees? —Jimin sonrió con satisfacción a pesar de haber recibido aquel empujón.

—No lo creo, lo sé —dijo Yoongi para después darle la espalda y comenzar a caminar.

—Sí en verdad lo sabes, entonces ¿no te importará lo que haga?

—Puedes hacer lo que te venga en gana, me importa una mier... —pero Jimin lo interrumpió.

—Entonces le diré a Jungkook lo que sientes por él.

Yoongi detuvo sus pasos en cuanto escucho aquellas palabras, pronto su corazón le traiciono, acelerando sus latidos, sintió como su garganta se cerraba lentamente, trago saliva para destensar aquel nudo que se estaba formando, y se preguntó, ¿cómo era posible lo que escucho? No, esto debía inclusive ser parte de su imaginación, nadie sabía aquello, nadie más que sus amigos, y eso era todo, pero, ¿por qué Park Jimin lo sabía?

—No te atreverías... —menciono Yoongi en voz baja, Jimin sonrió de oreja a oreja al escuchar aquellas palabras.

Pensó que inclusive eso no afectaría a ese chico que parecía ser un hueso duro de roer, pero se equivocó, es igual de blando que un pétalo de rosa, fácil de desgarrar, le agradecería a Kuyng por lo que le había dicho, nunca pensó que funcionaría.

—¿Estás seguro de que no lo haría? —Jimin comenzó a dar pasos largos y lentos hacia Yoongi, quien escuchaba como los pasos de aquel idiota se acercaban hacia él, en cuanto Jimin se encontró de nuevo a una distancia cercana a la espalda de Yoongi, fue cuando de nuevo hablo—. ¿Qué pasa, gatito? ¿Te comió la lengua el ratón? —soltó una suave risa—. ¿Sabes? No entiendo porque te gusta mi amigo, pero creo que deberías olvidarte de él, tiene novia.

¿Él tiene novia? No, eso no podía ser cierto, nunca la ha visto, quizás Jimin le estaba mintiendo, pero sus palabras parecían tan seguras que ni siquiera podía creer lo que estaba escuchando, debía ser una mentira, una muy buena mentira, Yoongi lo presentía, pero algo en aquella risa burlona y esas palabras de Jimin le hacían pensar que no era una mentira que todo era real.

—Es mentira —dijo Yoongi y entonces se giró sobre su eje para encarar a Jimin, quien seguía con aquella estúpida sonrisa en el rostro—. ¡Él no sale con nadie!

—¿Estás seguro?

—¡Sí, maldita sea!

—Bien, entonces ¿por qué no le dices tus sentimientos?

El silencio volvió a hacerse presente entre ambos, Jimin esperaba por una respuesta de parte de Yoongi, pero no hubo alguna, no una inmediata, y Yoongi definitivamente no sabía que demonios hacer, a él le gusta Jungkook desde que había entrado a la escuela, nunca se lo ha demostrado porque tenía miedo, debía admitirlo, estaba asustado del hecho de poder ser rechazado por aquel chico, aunque sabía que Jungkook jamás se comportaba como alguien que fuese una persona horrible.

—¿Acaso tienes miedo de decírselo? —Yoongi aparto la mirada—. El gatito esta asustado, si quieres puedo decírselos por ti, aunque creo que no lo tomará muy bien que digamos.

—¿Qué?

—No conoces a Jungkook, gatito —Yoongi n podía creer lo que estaba escuchando—, y créeme que no te gustará ser rechazado por él.

—Él no es como tú... —menciono Yoongi, y era verdad, Jungkook siempre traía una sonrisa, era algo desobligado, pero era muy amable, escuchar que Jungkook podía ser alguien malo no estaba en sus conceptos de él, Jimin solamente le estaba mintiendo, estaba seguro de eso—, él ni siquiera puede ser comparado contigo, él es mejor que tú, él...

—Sí es tan lindo como piensas, ¿por qué no le confiesas tus sentimientos?

—No lo haré.

—¿Qué? ¿Tienes miedo a que te mande a la mierda? —Jimin suspiro levemente mientras negaba con la cabeza—. Me equivoqué contigo, gatito, pensé que te tratabas de una fiera sumamente valiente, pero ahora veo que sólo eres un gatito atemorizado...

Quizás Yoongi no estaba pensando muy bien las cosas en aquel momento, pero Jimin lo estaba sacando de sus casillas de nuevo, y está vez no era un grandioso día como para hacerlo enojar, y ya estaba furioso por escucharlo hablar de ese modo, así que no pensó mucho lo que dijo.

—Se lo diré —menciono Yoongi—, y verás que estás muy equivocado, él no es como tú, no tiene novia, sé que me mientes.

Ni siquiera dejo que Jimin hiciera un comentario más, dándole la espalda de nuevo, Yoongi comenzó su camino hacia su aula de clases, no necesitaba escuchar otra estupidez salir por los labios de ese tarado, Jimin se quedo en medio del pasillo, sonriendo satisfecho por lo que había escuchado, aquel gatito se enojaba con facilidad, y esto le haría tener la mayor de las humillaciones, después de todo, Jungkook nunca se ponía feliz cuando tenía declaraciones de amor, le parecían ridículas y más si eran tardadas, él siempre rechaza a toda persona que se le declara, su novia estaba con él debido a que Jungkook había sido directo con ella y le había dicho que debían salir, cosa que acepto, llevaban casi cuatro años juntos, Yoongi se llevaría el mayor rechazo de todos.