03

—Maldición —dijo Jimin entre dientes al ver que de nueva cuenta había perdido en ese maldito video juego que ni siquiera recordaba el nombre.

—¡Sí! Sí, ahora me debes una cita con esa pelirrubia que tanto te persigue —menciono Jungkook.

Taehyung sólo rodo los ojos al ver aquella escena, era de los pocos días en que las tareas no se interponían a que tuvieran que evitar una reunión de amigos, ahora estaban en casa de Jungkook, reunidos en el sótano —el cual estaba perfectamente decorado debido a que Jungkook tiene una gran obsesión por esconderse del mundo real por unos momentos—, Taehyung regreso la lata de cerveza a sus labios para darle un trago.

—Quiero la revancha —dijo Jimin—, ni creas que dejaré que me venzas.

—Ya dejen eso —Taehyung no era un gran fanático de los video juegos, casi siempre le gustaba jugar los más sencillos que pudiera encontrar, pero no le gustaba jugar en consolas—, por si lo estaban olvidando, se suponía que hoy sería ver películas.

—Ni creas que me harás ver de nuevo esa asquerosidad de, el almuerzo desnudo —Jungkook se encogió en su sitio, todavía seguía muy asqueado con algunas escenas.

—Como si tus películas de Barbie no fueran el terror —Jungkook rodo los ojos.

—Sólo fue una vez, además fue divertida, inclusive no dejabas de mirar a la pantalla, y Jimin también era lo mismo.

—Seguramente Jimin pensaba como sería que una chica como Barbie se paseará por la escuela, inclusive ya tendría un método para llevársela a la cama —Jimin soltó una risa ante el comentario de su amigo—, por cierto, ¿qué va ser de Kuyng?

Jimin dejo de reír al escuchar eso, Kuyng ya estaba volviéndose un pesado desde la última vez que pasaron el rato, se suponía que iba a ser una tarde llena de sexo, y ese idiota se la arruina al decirle que ya debían de formalizar su relación, Jimin ni siquiera se pudo concentrar mucho en sus acciones debido a que Kuyng no dejaba de hablar de lo mismo.

—Se está volviendo un maldito pesado —contesto Jimin—, es hora de mandarlo a volar.

—¿Tan rápido? —Jimin asintió hacia la pregunta hecha por Jungkook—. ¡Vaya! Ya quisiera tener tu suerte con chicas y chicos, se ve que en verdad los traes a tus pies, amigo.

—No es complicado —se encogió de hombros—, solamente debes de saber escoger entre todas esas personas.

—¿Qué harás para mandarlo a volar? —pregunto Taehyung.

Ni siquiera Jimin sabía lo que podía llevas acabo para decirle a Kuyng claramente que no quiere tener nada serio con él, había muchas posibilidades, se le había pasado por la cabeza hacérselo saber de forma privada, así ni siquiera tendría que hacer un berrinche enorme frente a las demás personas, Jimin quería evitarse a toda costa una escena sumamente dramática en la que posiblemente saliera golpeado por Kuyng, aunque ese chico es todo un amor, duda mucho que siquiera le dé un puñetazo en el estómago.

—Quiero hacerlo en privado —dijo Jimin en respuesta—, aunque —soltó un resoplido—, ese tonto ha insistido mucho en que deberíamos de formalizar nuestra relación —hizo comillas con los dedos—, para que vean que somos una pareja —soltó un bufido.

—No sé porque lo quieres dejar, Kuyng no está mal —dijo Jungkook— es muy lindo, aunque créeme que pensé que inclusive tardarías en llevártelo a la cama, pero me equivoque.

—Sólo es cuestión de jurarles que los amas, que son lo único en tu vida, darle dos regalos, comenzar a besarlos para que de ese modo caigan por ti.

—A Kuyng le gustas, o eso tengo entendido —dijo Taehyung.

—Lo sé —Jimin sonrió triunfante—, pero eso no quita el hecho de que él a mí no me guste, jamás he querido una relación seria, y por más que me guste su lindo cuerpo, no es suficiente para mí, además esta insiste e insiste con lo mismo, ya hasta la cabeza me duele de tanto escuchar su voz aguda.

—Te entiendo —Taehyung sabía mucho de esas cosas, después de todo tampoco es alguien que duré mucho en sus relaciones—, ¿qué piensas hacer?

Jimin sonrió, se levantó del suelo y camino hacia el mini refrigerador que se encontraba al fondo del sótano, abrió la puerta del mismo, y saco una lata de cerveza para después abrirla y volver a cerrar la puerta, giro sobre su eje para mirar a sus dos amigos que parecían seguir impacientes por saber lo que hará para desligar su relación con Kuyng.

—Fácil —dijo Jimin para después darle un sorbo largo a su cerveza—, le prometí que daría a conocer lo nuestro como oficial —volvió a hacer comillas con los dedos—, frente a todos.

—¿Qué planeas, Park? —pregunto Jungkook mientras sonreía ladino.

—Lo dejaré en ridículo frente a toda la escuela, eso es lo que haré —Taehyung soltó una risa a medias al escuchar eso—, lo haré en la hora del almuerzo.

—Vaya, va a ser un almuerzo inolvidable —menciono Jungkook.

—Totalmente —Jimin dio un asentimiento al escuchar a sus dos amigos.

Sería un almuerzo inolvidable, Kuyng lo tendría en su memoria para todo lo que restaba del ciclo escolar, y posiblemente para toda su vida.

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