— Izquierda, derecha, un, dos, tres... — indicaba Hobi a sus compañeros. Debían aprender los nuevos pasos para el siguiente comeback que tomaría lugar en algunas semanas y debían mostar avances lo más pronto posible.

Estaban todos muy cansados, las épocas de comeback implicaban un gran desgaste tanto emocional como físico. Porque más de la mitad del día ensayando terminaba cobrando su cuota.

Por ejemplo, confundirte un paso.

— Ay, perdón... — dice Jimin luego de equivocarse.  Ríe para pasar el momento, siendo seguido por Taehyung y Jin.

Hoseok suspira y asiente, comprensivo. Normalmente era el más estricto, pero en estas situaciones tan estresantes la presión podría ser capaz de hacer que incluso el mejor bailarín se equivoque.

— Para la próxima presta más atención — dice de forma tosca Yoongi, mirando al gran espejo de la sala de ensayos —. Y esto es serio, no se rían... No falta mucho para grabar el MV y en estás condiciones es imposible.

Jimin abre y cierra la boca intentando contestar, mas no lo logra.

Ninguno de los restantes integrantes de Bangtan supo que decir ante aquello, simplemente enmudecieron pensando en qué sucedía con Yoongi. Porque más allá de la notable lejanía entre los muchachos, él nunca le hablaría así a su dongsaeng. Jamás se le ocurrió regañarlo o siquiera mirarlo de esa forma, sino que todo lo contrario.

Yoongi siempre trató con amor y paciencia a Jimin, no importaba cuán terrible haya sido su día o cuánto mal humor cargase.

Algo sucedió con él.

Hoseok — luego de un poco de valentía y la mirada suplicante de Namjoon — termina la jornada admitiendo mentalmente que todos necesitaban un descanso. Algunos más que otros.

Min sale disparado a los pasillos de Bighit Entertainment siendo seguido por un muy ofendido y enojado Jimin.

¿Quién se creía él para hablarle así? Si, es su hyung... Pero no por ello tiene vía libre para hablarle de esa forma. Podría soportar críticas constructivas de toda clase y quizá esas mismas palabras de un mero coreógrafo, pero de Min Yoongi jamás.

Lo perseguía por los pasillos intentando llegar a él pero aquél hyung caminaba demasiado rápido. ¿Habría hecho ejercicio durante su tiempo de distancia? ¿O simplemente sus ganas de escapar de él son así de inmensas?

— ¡Hyung! — dice al lograr tomarlo por un brazo — ¿Qué es lo que pasa con usted? — Yoongi voltea lentamente y aleja su brazo de Jimin con cuidado de no hacerle daño.

— Nada — responde para seguir caminando, dejando a un confuso Park Jimin parado en aquél pasillo.

Él nunca le habría hablado así y mucho menos lo habría dejado con la palabra en la boca. Este no es su hyung, no es ni la sombra del hyung del que se enamoró.

Pero aquello no era su culpa. Él no iba a perseguirlo para pedirle perdón por una tonta equivocación cuando el que se merece disculpas era él.

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— Jimin-ssi... — Jungkook había llegado recientemente al dormitorio.

Se había quedado un tanto preocupado con lo sucedido entre sus hyungs, por lo que decidió comenzar averiguando la versión de Min del inminente problema, continuando con la de Park.

— Jungkookie, ¿pasa algo? — Jimin estaba en el sillón de dos cuerpos ubicado en su cuarto. Abre los brazos pidiendo Jungkook un abrazo, tal y como acostumbraban desde trainees.

Jungkook rápidamente se sienta en aquél sillón, abrazando a su hyung por los hombros mientras el contrario apoya su cabeza en sus hombros.

— Estoy un poco preocupado por Yoongi hyung y tú... ¿Qué es lo que pasó?

Jeon ya había hablado momentos antes con Min — razón por la que tardó más en llegar al hogar de aquellos siete — pero quería saber también de la perspectiva de su pequeño hyung.

— No lo sé, sólo que desde los MAMA me ignora aún más y hoy sólo me habló de esa forma tan brusca... Tu sabes que estamos acostumbrados a toda clase de comentarios, pero que justamente él me haya hablado así... No lo sé. No parece Yoongi hyung, él no es así.

— Mucho menos contigo — Jimin levanta la vista a su dongsaeng, haciendo una sonrisa débil y triste.

Cuando el otro iba a invitarlo a ver una película allí mismo — con el fin de distraerse —, al maknae le suena el teléfono.

Tratando de que Jimin no vea el mensaje, lo lee.

"¿Estás en la casa?" — envía Yoongi.

"Si, hyung. ¿Porqué?" — contesta.

"¿Está Jimin ahí contigo?" — devuelve.

"Si, Yoongi hyung. Está al lado mío, ¿pasó algo o va a hacer lo que acordamos?" — ¿la charla que tuvieron habría funcionado?

"Solo alejalo un rato del dormitorio o de su cuarto por lo menos." — pide el rapero.

"Como quiera, hyung."

Con una excusa un tanto extraña y repentina, Jungkook invita a Jimin a jugar videojuegos en su cuarto. No hacían falta muchos motivos, porque sabía que Jimin accedería sólo si se lo pedía.

— Jimin-ssi, ¿jugamos un rato? — el bajito atina a negarse pero rápidamente accede al ver la cara de súplica del más joven de la familia — ¡Vamos, hyung! Tae tampoco llegó y no quiero jugar sólo... — hace un tierno puchero.

—  Yah, te salvaste solamente porque eres lindo... — golpea su hombro con suavidad, riendo.

Acto seguido, ambos se levantan y se dirigen al cuarto del Golden Maknae.

— ¿Qué estará planeando, hyung? - se preguntaba Jungkook mientras elegía un videojuego con Jimin — Espero que esto no se arruine más.

Debía confiar en su hyung de ojos gatunos.