Flashback

- Jiminnie... - llama Yoongi al en ese entonces pelinaranja. Era una tarde cualquiera hace algunos años, donde ellos estaban pasando tiempo juntos en el modesto estudio de Min - ¿Te gustaría aprender a tocar el piano?

Desde hace tiempo quería preguntarselo. Siempre que lo veía tocar, el menor se mostraba especialmente entusiasmado y curioso. Hacía preguntas que Min adoraba responder, hasta que se dio cuenta que esa curiosidad podría derivar en sus ganas de aprender a tocar como él.

- ¡Claro, hyung! - el de cabello color menta corre su cuerpo un poco, dejando un espacio en aquella pequeña banca frente al piano, espacio que palmea invitando al otro a sentarse.

Cuando Jimin ya había tomado asiento a un lado de su hyung, este empezó a enseñarle una a una y lentamente las notas básicas.

- Esta es una melodía que está rondando en mi cabeza desde hace un tiempo... - cuenta - Escuchá y observá el posicionamiento de mis manos. Luego de eso te enseño una por una las notas una vez más, ¿si?

- Si, hyung. - Jimin sonríe.

Acto seguido, el rapero comienza a tocar la lenta melodía sin nombre ni letra, ante la atenta mirada y atención de Park.

Al finalizar, busca la aprobación del menor como acostumbraba. Particularmente a él podía gustarle o no algo, pero siempre pediría la opinión de Jimin.

- ¿Qué te parece?

- Es muy hermosa, Yoongi hyung... - esta vez Park lo mira a los ojos

Yoongi sonríe, logrando el mismo efecto en Jimin. Esta clase de escenas son exactamente lo que sus compañeros llamaban "the smile effect": si cualquiera de los dos cruzaba miradas con el otro, sonreirían sin poder evitarlo.

- Te la obsequio, en ese caso... - deja de mirar al menor - De alguna forma me hace acordar a ti. - Jimin lo abraza suavemente, pero Yoongi continúa cambiando de tema - Bueno, entonces la primer nota es... - empieza a enseñarle al instante en que rompen el abrazo.

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- Ay, pequeño... - suspira - ¿Qué locura habrás hecho esta vez? - dice sonriendo triste.

Yoongi deja la carta a un lado y presta atención al contenido de aquél pendrive. En su interior sólo había un archivo de audio el cual - sin titubear - cliquea luego de ponerse sus auriculares.

Cierra los ojos y se recuesta contra el respaldo de su asiento, sin saber qué esperar. De repente puede sentir la melodiosa voz de su menor, como si estuviese cerca suyo cantándole al oído.

- Nada de esto es por casualidad... - empezó a cantar Jimin en aquella grabación. Tocaba el piano, por lo que pudo escuchar.

Recuerda aquella melodía perfectamente, aunque años después y con la letra que Jimin le puso era más que perfecta en comparación. Era exactamente la misma que le había obsequiado mucho tiempo atrás cuando decidieron que Jimin aprendería a tocar también.

En ese momento no era un sonido muy elaborado, pero era especial. Había caído a su cabeza una loca idea y no había podido evitar plasmarla, no era completamente su estilo y no entendía porqué siquiera la había llevado a la realidad.

Pero tocarla frente a Jimin le dio sentido: no estaba destinada a ser suya, sino de su dongsaeng de dulce voz.

- Recordó la melodía después de tanto tiempo... - piensa Yoongi sonriendo tiernamente. Saber que conservaba en sus recuerdos un momento tan bello aún luego de todo lo malo que le sigue haciendo pasar lo emocionaba de alguna manera.

La canción finaliza un par de minutos después dejando a Yoongi un tanto sorprendido.

Iba a quitar el audio cuando la voz de Jimin, después de una pausa vuelve a irrumpir en sus oídos.

- Yoonie hyung, ¿le gustó la canción? - pregunta. Inconscientemente Yoongi asiente - Usted solía decir que la melodía le recordaba a mi, ¿recuerda? - ríe con melancolía - La letra que escribí para esa melodía me hace acordar a usted, creí que sería un buen trabajo en equipo. ¿Sabe que yo quería convertirla en un dueto y pedirle que rapee a mi lado? - Yoongi cierra los ojos con fuerza - Pero no se pudo. Aún así cada palabra, cada verso lo escribí pensando en usted. Sé que debe estar sorprendido con todo esto, y en serio disculpe por quitarle tiempo valioso, pero necesitaba hacerlo - hace una pequeña pausa. Luego de ello su voz parece quebrarse levemente, lo cual Yoongi nota - Lo amo, ¿sabe? Nunca se lo dije en voz alta y no sé si me atrevería a hacerlo en su cara. Pero inevitablemente lo hago desde el día en que lo encontré en los pasillos del edificio... - su voz se quiebra un poco más al punto de ser poco disimulable - Lo amo como sé que no debería amarlo, lo amo como más de lo que un dongsaeng ama a su hyung o un amigo ama a otro amigo. Por esa razón, este audio... - respira profundo. - Si usted siente lo mismo que yo por usted, por favor búsqueme, llámeme... Haga cualquier cosa que me de alguna pista de que este amor tan fuerte que siento no es solamente cosa mía. Pero, - su tono se vuelve un poco más profundo - si no siente lo mismo por mi, por favor ignore esto y así seguiré con mi vida de la mejor forma posible... Puedo continuar siendo solamente su compañero de grupo aunque al inicio me duela. - sin darse cuenta, Yoongi empieza a llorar - Lo amo, hyung, decida lo que decida.

El audio termina dejando al rapero con furiosas lágrimas cayendo por sus mejillas.

Su pequeño lo amaba tanto cómo él, y eso lo ponía muy feliz. Pero Min sabe bien que esa relación no puede ser de ninguna forma: si alguien supiese algo, sus carreras y sus sueños se esfumarían al instante.

Nada le dolía más en este mundo que lastimar a Jimin, al amor de su vida, pero para él no había otra opción.

- Lo siento, Jimin... Me encantaría poder decirte que también estoy enamorado de ti.