- Te juro por dios, Min Yoongi...
Jimin estaba sentado de brazos cruzados sobre la cama que ambos compartían, vistiendo sólo la holgada camiseta blanca de letras negras que le había quitado a su novio hacía ya tiempo atrás.
- ¿Qué ocurre, cariño? - se hace el desentendido.
- ¿Y me lo preguntas? - replica. - ¿Qué día es hoy, Yoongi?
- ¿Martes? - dice, dubitativo. - No, espera... Es miércoles...
Park se levanta de la cama y camina a pasos rápidos hacia la puerta de la habitación.
- Suficiente, me iré a dormir con TaeTae...
Antes de que pueda tocar la perilla de la puerta, Yoongi abraza a su pareja por la espalda, pasando sus brazos por su cintura. Planta un beso en su nuca y ríe con humor.
- No sé qué es tan gracioso, esto es algo serio. - dice.
- Feliz aniversario, mi amor... - dice. Voltea a Jimin y quita los cabellos que estaban sobre sus ojos.
Ese exacto día Min y Park cumplían dos años siendo novios y estaban muy entusiasmados de poder celebrarlo. Yoongi, contra el pronóstico del menor, había optado por fingir olvidar tal fecha y planear algo más grande.
Yoongi besa la nariz de Jimin, sin lograr que este suavice su expresión.
- Cariño...
- No.
- Yah~ - Frota su nariz contra la de Jimin, en un intento de sacarle una sonrisa. - Perdona por haber fingido que lo olvidé... Nunca podría olvidarme de nuestro aniversario... - acaricia su mejilla.
- ¿Osea que me hiciste sufrir todo el día a propósito?
- Un poquito, si... - reconoce. - Pero era para llegar a este momento. Te tengo una sorpresa... - anuncia. - Sólo... siéntate y cierra los ojos.
El mejor se sienta y cubre sus ojos con sus manos, tentado a espiar.
- ¡No los abras!
- No lo haré...
Busca entre los cajones dos objetos en particular y se para frente a Jimin, escondiendo sus manos tras su espalda.
- Puedes abrir los ojos... - Park obedece y observa a su novio de pie frente a él.
- No entiendo, bebé...
- Minnie... - el nombrado asiente. - La razón por la cual estuve tan distante hoy es porque debía cerrar los últimos detalles para tu sorpresa... - explica. - Nunca olvidaría el día en que comenzamos a estar juntos de forma oficial. No podría olvidar nunca el día en el que me convertí en el hombre más afortunado y feliz de este mundo... - Jimin sonríe. - Por eso mismo pasé mucho tiempo buscando los regalos perfectos para, de alguna manera, demostrarte cuánto me importa el amor que nos tenemos...
Yoongi se arrodilla, mientras Park lo observa con los ojos abiertos como platos. Enseña el primer objeto que estaba tras su espalda y el otro lo guarda en su bolsillo para después.
Abre la pequeña cajita de terciopelo rojo y mira a su amado con una mirada nerviosa y llena de amor.
- Park Jimin, ¿quisieras casarte conmigo? Prometo pasar el resto de mis días tratando que seas el hombre más feliz del mundo, como yo lo soy al tenerte a mi lado.
Jimin pone las manos sobre su cara y comienza a llorar. Entre incomprensibles balbuceos intenta expresar su respuesta.
- Si, quiero... Aunque estando contigo ya soy el hombre más feliz del mundo...
Yoongi sonríe emocionado y abraza con fuerza al amor de su vida. Luego de un beso cargado de sentimientos pone el anillo en el dedo correspondiente.
- Te amo tanto, Mochi... - acaricia sus manos.
- No tanto como yo a ti, Yoonie...
De su bolsillo Yoongi saca la segunda sorpresa: un par de llaves.
- ¿Qué es eso?
- Las llaves de nuestra casita... - dice con una gran sonrisa.
- ¡Min Yoongi! ¿Acaso estás loco?
- Está ubicada en un barrio privado, exclusivo para personas como nosotros cariño. Idols, actores, famosos en general que deseen tener una vida tranquila sin molestias. - explica. - Me aseguré de eso...
Jimin suspira.
- Nuestra propia casita. - repite. - Me gusta como suena eso...
No necesitaban exponer su amor ante el resto de los mortales. Era suficiente con poder sostener la mano del otro. ¿Para qué más?
Nadie tendría porqué saber, no era suyo el secreto. La vida y el amor de Min Jimin y Min Yoongi era solamente de ellos.
No, el resto no tenía porqué saber. Definitivamente estarían celosos...
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