9.

- Hyung, creo que tenemos que hablar... - el recién despierto suspira mientras deja pasar a Jimin.

- Claro, Mochi.

Jimin ingresa con la caja de mochis al cuarto de Yoongi, el cuál estaba bastante ordenado.

No podía retractarse ya, estaba frente al hyung que lo había rechazado dispuesto a perdonarlo. Quizo huir, quizo ignorar aquél significativo paquete pero eso no iba a ser posible.

Quería solucionar las cosas con su hyung, así signifique que su corazón se rompa una tercera vez.

- ¿Vamos a caminar, hyung? - propone Jimin.

Yoongi asiente y toma una chaqueta de su armario. Jimin, por su parte, lleva en su mano aún la caja de mochis.

Varios minutos después, donde se limitaron a caminar en silencio, lograron encontrar un humilde y poco conocido parque. Aquél lugar habia sido testigo de varias caminatas de aquél par, lugar que siguen eligiendo dada su poca exposición.

Se sientan en una banca y en medio de sus cuerpos Jimin posiciona la caja abierta de mochis.

- Jimin, yo...

- Lo perdono, Yoonie hyung. - hacía tiempo que no estaba así con su mayor. De alguna manera extrañaba el vínculo estrecho que tenía con Min.

Yoongi baja la cabeza y trata de articular las palabras exactas. Park toma un mochi y empieza a ingerirlo mirando hacia el suelo.

- No, espera. - dice Min. - Necesito pedirte perdón por cómo te traté, sé que te dolió muchísimo y créeme que a mi me dolió aún más. - aún mantiene la mirada al suelo. - Yo... - levanta la mirada. - Mochi, espero que realmente puedas perdonarme. - Jimin levanta la vista a los ojos de su hyung, un poco desorientado al escuchar ese apodo provenir de los labios de Yoongi.

Ese melodioso sonido... quisiera escucharlo todos los días.

- Está perdonado, hyung. - contesta. - Cuando lo dije fue muy en serio. - come otro pedacito de mochi, los cuales estaban realmente deliciosos. Sin darse cuenta, la comisura de sus labios se ensucia. - Sólo quería que fuera capaz de decirmelo en persona, ya que este último tiempo parecemos dos desconocidos.

Yoongi nota la suciedad en la cara de Jimin e inconscientemente la limpia con sus dedos. Al darse cuenta de sus acciones, sus mejillas enrojecen como a cualquier adolescente avergonzado.

Jimin, por su parte, se queda tieso.

- Uhm... - intenta el rapero desviar la atención hacia otro tema. Empieza a tocar levemente sus orejas en señal de nerviososmo. - ¿Cómo has estado?

- Bien, últimamente estoy pasando mucho tiempo con Jongin hyung. - hace caso omiso a la evidente evasión de lo sucedido. Yoongi toma un mochi para intentar mantenerse ocupado y ordenar mientras sus sentimientos.

Jongin, otra vez Jongin.

Nunca en su vida se consideró celoso, pero podría apostar que celos era exactamente aquello que sentía en ese preciso instante.

De todas formas, era plenamente consciente de que no tenía derecho alguno a sentir celos del miembro de EXO. Jimin no era su novio.

No era su novio porque, una vez más, Min Yoongi fue muy cobarde.

Y eso... Eso no hacía más que hacerlo sentir aún peor.

- Jongin-ssi... - hace una pausa. - Me alegro mucho, Mochi. - sonríe a fuerzas, intentando mantener sus sentimientos a raya.

- ¿Usted, hyung?

¿Él? ¿Qué podría estar haciendo?

Desde que se alejó de su Mochi sus mejores amigos han sido las letras de sus canciones, el Genius Lab y un americano todos los días. No había más.

- Oh, ¿yo? - pregunta. - Excelente, estos últimos meses logré componer y producir mi próximo mixtape y algunas canciones para el siguiente album.

- ¡Woah, hyung! - comenta, impresionado. - Ha trabajado mucho, debería descansar.

- Si, debería... - ríe.

Su estudio es su lugar seguro y producir le da esa paz que en otras circunstancias no tiene. Por eso, y como un maniático, se encerraba días enteros a producir.

Si, debería descansar... no es sano vivir así.

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