18.
La cena termina sin muchos inconvenientes. Hoseok y Jungkook, a quienes les tocaba ese día, se encargaron de limpiar todo el desastre que hicieron al comer para cuando el reloj diera las diez irse a dormir.
Todo el lugar se encontraba en absoluto silencio, por lo que el escurridizo bailarín en pijamas tuvo que esforzarse para llegar al cuarto del mayor sin hacer el más mínimo ruido.
Toca delicadamente su puerta y segundos después es recibido por Min vestido en holgados pijamas.
- Te dije que no me iba a notar nadie... - ríe, ingresando al cuarto para tirarse sobre la cama. - ¿Qué quieres ver?
- Podemos continuar Haikyuu si quieres, la última vez te dormiste cuando apareció Yachi...
- Esa es una gran idea...
Yoongi se recuesta contra la cabecera de la cama mientras arrulla a Jimin contra su pecho. Pone play y continúan por donde dejaron.
Un buen rato después, empezaron las disputas.
- Kageyama es demasiado cruel con Hinata. ¡Lo trata demasiado mal cuando sólo se equivocó al bloquear! - dice Park.
- No digas esto, Minnie... Kageyama es así porque arrastra muchas cosas desde su pasado, bien sabes qué es demasiado exigente con todos y sobretodo consigo mismo.
- Pero eso no le da derecho a ser cruel con el pobre Hinata...
- No, claro que no. - reconoce. - Pero también hay que comprender porque Kageyama es así.
- Encima Shoyo confía en él ciegamente. - dice con un puchero. - ¿Y qué recibe a cambio? ¡Qué lo llame tonto todo el tiempo!
Yoongi se ríe, llegando a la conclusión de que los problemas de aquellos entrañables personajes podían transferirse a los suyos de alguna retorcida forma.
- ¿Sabes? - el menor lo observa. - Creo que nos parecemos bastante a ellos... - dice Min. - A Shoyo y Tobio...
- ¿Verdad? Hinata y yo luchamos hasta el final por nuestros sueños. - sonríe Jimin.
- Iba a decir que ambos eran muy bajitos, pero eso también cuenta...
- ¡Yah! Tú sólo eres un centímetro más alto que yo... - contraataca. - ¡Y en ese caso, tú eres tan amargo como Tobio!
Yoongi estalla en carcajadas, observando el ceño fruncido de su dongsaeng, que indicaba el nivel de indignación del que salían sus palabras.
- ¡No te rías, hyung!
Lejos de cesar su risa, Yoongi se acerca y besa a Jimin.
Si, aquellos dos se amaban con locura pero eso no impediría sus triviales peleas diarias.
•••
Jimin ingresaba con confianza a su cuarto, rondando las tres de la mañana, sin pensar que alguien estaría esperándolo plácidamente sentado en su cama.
Prende la luz para iluminar la habitación, llevándose un gran susto al ver a Taehyung de brazos cruzados.
- ¡TaeTae, por dios! - pone una mano en su pecho mientras cierra la puerta despacio.
Los demás miembros de Bangtan estaban descansando y no sería una buena idea despertarlos.
- ¿Qué hacés aquí? ¿Porqué no estás durmiendo? - continúa Jimin.
- ¿Cuándo me ibas a contar, ah? - dice, enarcando una ceja.
- ¿Co- Contarte exactamente qué? - pregunta.
Se recuesta en su cama, abrigandose bajo las sábanas.
- ¡Sobre Yoongi hyung y tú! - cambia su expresión a una gran sonrisa cuadrada y corre a refugiarse bajo las mantas con su mejor amigo.
- ¿Porqué pasó hoy? - dice. - Fue muy reciente y no tuve oportunidad de contarte...
- ¡Entonces puedes comenzar ahora! - dice Kim. - Soy todo oídos...
Jimin bufa, algo cansado y algo divertido por las actitudes del menor.
- Son pasadas las tres de la mañana, Taehyung-ah... Debemos dormir. - dice.
- Pero TaeTae quiere saber... - hace un puchero y Park revuelve sus cabellos.
- Lo sé, lo sé... Te prometo que a primera hora te cuento.
Taehyung se abraza al cuerpo de Jimin con fuerza y cierra los ojos.
- Ya lo creo que lo harás, Jiminnie. No te vas a escapar de TaeTae...
Jimin ríe. Su dongsaeng era simplemente algo de otro mundo.
Apaga las luces y se acuesta junto a él.
- Te quiero, Jimin-ah. Estoy muy feliz por ti... aunque no le cuentes nada a tu mejor amigo. - dice con humor.
- Yah, yo también te quiero TaeTae.
Mañana sería otro dia...
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