extra 1; being boyfriends phase [part 2 with nsfw].

contenido:

25.4: con Gypsy de fondo (6k palabras) 

25.5: "esta vez, solo tomó un instante caer en el abrazo del otro" (4k palabras)

disclaimer: 

ambientar en serio ayuda mucho, espero y puedas leerlo con las canciones recomendadas.

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25.4: con Gypsy de fondo.

advertencia: +18 (NSFW)

https://youtu.be/0uxQmUj0028

Gypsy - Fleetwood Mac

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"Mmh... Gguk-" cuando su boca fue cerrada de nueva cuenta, Taehyung no supo nada más qué hacer, más que seguir con ese fuerte besuqueo que llevaba desde hacía poco más de cinco minutos "G-guk... detente"

Al separarse, el aludido pudo ver el fuerte sonrojo de su pareja. Tanto en mejillas como en su cuello, Jeongguk pudo observar el color rojo sobre esa suave piel que tanto amaba besar. No obstante, también pudo ver la mirada brillosa en esos lindos ojos color avellana, aquellos que eran protegidos por aquellos anteojos de armazón dorado que tanto amaba usar, y que en este preciso momento, se encontraban un tanto empañados gracias a la temperatura elevada que el beta (ahora) castaño había producido.

"¿Por qué?" musitó con suavidad el pelinegro, apretando la cintura de su pareja y por inercia, acercándose al beta castaño que abrió demás sus lindos ojos brillantes al sentir cierta protuberancia chocar contra él. Sin embargo, pareciera ser que Jeon Jeongguk no lo había sentido o notado, ya que solo sonrió inmensamente ante aquella reacción tierna de Taehyung "Eres muy lindo, TaeTae~"

"Gguk... t-tú" el beta tragó con dureza, colocándose más rojo de lo que ya se encontraba cuando supo qué era aquella protuberancia que chocaba contra él en la parte baja del alfa "A-abajo... t-tú..."

El alfa miró inocentemente hacia la parte que Taehyung había mencionado, avergonzándose de manera inmediata al ver lo que aquel besuqueo había provocado en él. Así que con toda la fuerza del mundo, se volteó, dando la espalda a Taehyung que seguía un tanto avergonzado y sonrojado ante aquel hecho que, si más recuerda, se había vuelto un tanto común entre ellos cada vez que los besos que se daban a la hora de dormir, se prologaban demasiado al punto de prender cierta chispa que, desde hace cuatro meses (que son los que llevan viviendo juntos) aún no se dignaban en apagar.

"T-tae, cielo... ¿Podrías esperar afuera? ¿Por favor?" el hombre todavía seguía dándole la espalda a Taehyung, pero su cabeza se había girado un poco a él, sonriendo de manera que sus ojos formaban dos líneas suaves; tal y como si no estuviera escondiendo una erección.

"Pe-pero-"

"Y-yo estaré bien ¿Sí? Solo espera en la recepción por mí ¿De acuerdo?" sus ojos grandes y negros le miraban con ternura, a lo que Taehyung solo pudo asentir con un poco de dificultad antes de salir de la oficina de Jeongguk y tomar asiento sobre su lugar de trabajo.

La temperatura a las afueras de aquel edificio, eran un poco más calurosas como para ser el inicio de mayo. El sudor perlaba en la frente de todo aquel que se encontraba caminando en las calles de Seúl, ni hablar de aquellos que corrían a toda velocidad para alcanzar al andén y al autobús: el sudor comenzaba a brotar de sus cuerpos y por obviedad, estos se pegaban a sus prendas, causando incomodidad inmediata. Sin embargo, en este elegante e inmenso edificio, los trabajadores gozaban de un caro y renombrado aire acondicionado, casi olvidándose de que la sorpresiva temporada de calor a las afueras del lugar, abochornaban a todas esas personas que caminaban bajo aquel sol abrazador.

Taehyung tenía en cuenta aquellos hechos, pero aun así, su mente seguía rebuscando otra posible respuesta ante su problemática dada y creada por él:

¿Desde cuándo el calor había comenzado a entrar en contacto con él, a pesar de haber cierto artefacto que alejaba aquella sensación calurosa de su cuerpo?

Esa era una duda bastante sencilla de responder, pero Taehyung se negaba en responderla de manera clara, mucho menos cuando sabía que en cierta parte de aquella respuesta, hacía a Jeongguk parte de aquella solución.

'Hacía calor' sin querer, Taehyung comenzó a hablar consigo mismo internamente, cerrando los párpados cansados mientras su espalda se recargaba sobre el cómodo asiento giratorio 'Y olía... él oía bien... olía muy bien'

Taehyung sabía que Jeongguk era un tanto sensible ante los aromas a su alrededor. No muy seguido compraba perfumes o lociones y si alguien le regalaba ese tipo de obsequios, él solo los mantenía guardados en el sótano para después poder regalarlos o si no dárselos a ciertas personas en modo de obsequios. Al volver a pensar en ello, él rio sin querer en ese mismo instante, en donde su rostro yacía apaciguado y relajado, dejándose llevar por aquel pequeño suceso que hizo a sus labios surcar una suave sonrisa.

Aunque aquello no duró mucho, ya que de igual manera, a su mente viene el hecho de que el propio aroma de Jeongguk era bastante masculino y encantador. Esto calmó su repentina sonrisa y alteró su mente de igual manera, volviendo a colocar sus labios en una fina línea temblorosa, producto de aquellos recuerdos creados bajo la ancha carpa oscura que eran las noches desde hacía cuatro meses, aquellos que había estado pasando con Jeongguk y aquellos que llegaron en ese mismo instante en la soledad de su espacio de trabajo.

Era una madrugada de un sábado. Horas antes, los dos acababan de hablar de ciertas pautas a tener en cuenta en cuanto a cierta inversión internacional que Model haría; sin embargo, las horas sin querer se fueron yendo, causando somnolencia en ambos gracias al cansancio acumulado en aquel viernes anterior. No obstante, los dos todavía pudieron caminar hacia su cuarto y tomar un baño por separados antes de acurrucarse y dormir con plenitud en aquella cama matrimonial.

En aquella madrugada, Taehyung sin querer despertó de manera rápida, encontrándose con el cuerpo de Jeongguk abrazado al suyo mientras su cabeza yacía en su brazo derecho, dormitando lánguidamente como si aquella extremidad suya se tratara de una almohada nueva y cómoda.

En ese instante, lo primero que el castaño pudo ver al bajar su mirada hacia aquel cuerpo casi encima de él, fue una mata de cabellos negros y largos, completamente revueltos y suaves. Sin embargo, al levantarse un poco, Taehyung pudo encontrarse con la nariz pálida de Jeongguk, respirando compasadamente de manera tenue, siendo una prueba de que Jeongguk realmente disfrutaba esa posición para dormir.

Justamente ahí y de manera repentina, pudo sentir el olor suave que desprendía su pareja. Un leve toque a canela comenzó a indagar en su nariz. Claro que frunció el ceño al olerlo, pensando en que quizás Jeongguk había olvidado apagar la estufa y ahora la canela se encontraba quemándose gracias al agua evaporada. Es por ello que decidió levantarse para ir y ver si aquello pensado era cierto, pero Jeongguk aun adormilado no le dejó, lo cual provocó que fuera envuelto en sus brazos, ahora estando sobre el pecho del alfa y con su nariz rozando suavemente el cuello cálido del pelinegro.

En ese instante, él pudo olisquear el leve aroma a canela provenir de ese cómodo lugar. Su nariz rozaba la piel de Jeongguk de manera bastante cercana. Ahí, él se dio cuenta de lo tersa que era y de lo delirante que llegaba a ser ese, que aunque pequeño, olor a canela. Solo bastaron segundos de aquel minúsculo aroma para que sin querer, Taehyung inhalara con profundidad aquella esencia, cerrando los ojos con lentitud al absorberlo por sus fosas nasales y mantenerlo firme en su mente.

Su cuerpo temblaba, su garganta tragaba con fuerza y sus manos ansiaban querer tocar a la persona a su lado, esa que le abrazaba y que lo mantenía demasiado cerca al punto de sentir sus latidos suaves contra su pecho. Quizás por ello (sino es que fue un hecho), que Taehyung no se cerró a la idea de abstenerse e irse a dormir a otro lugar para relajarse, ya que con lentitud y un poco de confianza en él, hicieron que sus manos se deslizaran por la espalda de Jeongguk. Pero esta vez, se trató de algo distinto a las que solía hacer siempre, ya que sus manos se deslizaron por debajo de la prenda blanca que cubría la desnudez de su cintura para arriba.

La piel de su pareja era cálida y suave en la parte baja. Su ascensión de palmas sobre aquel lugar que raramente veía sin prenda alguna, le hicieron saber que aquella persona a su lado realmente hacía ejercicio y que no era mentira que él salía a correr los tres primeros días de la semana a horas tan tempranas.

Taehyung podía sentir la fuerza de los músculos de su novio. El largo de su espalda era sin duda alguna, una fuerte y hermosa que presumía de un par de músculos que lo ayudaban a lucir esos sacos negros y esas camisas blancas, esas que a veces yacían con un par de botones deshechos y que eran acompañadas por sus corbatas flojas, dándole a Taehyung y a algunos afortunados, una imagen fresca y totalmente distinta de ese CEO Jeongguk que siempre iba con el traje acomodado hacia reuniones afuera y dentro del edificio de Model.

Sus palmas cubrieron los omóplatos de aquel hombre que pestañaba poco a poco al sentir el olor dulzón de Taehyung, no obstante, también comenzó a despertar cuando sentía como su espalda era acariciada por un par de manos temblorosas y cálidas que se aferraron a él.

"Cielo ¿Estás bien?" su voz ronca retumbó en su oreja derecha, causando que sus ojos se abrieran de más y saliera con rapidez de la cama para irse a esconder al baño por un momento.

Jeongguk se impresionó ante ello, pero no preguntó más y solo durmió cuando Taehyung salió y volvió a dormirse a su lado.

"¿Tae? ¿Estás dormido, cielo?" ante la voz de Jeongguk, Taehyung abrió sus ojos y se encontró con Jeongguk sin saco y con las mangas remangadas. Ya no tenía puesta la corbata, pero lo que más le impresionó, fue que el pelinegro con el cabello algo enmarañado, llevara puesto un par de gafas de armazón dorado y negro "O-oye ¿Estás bien? Me estás espantando, Tae"

Cierto, su novio estaba hablándole.

"E-e-estoy bien" se levantó con rapidez Taehyung, colocando su saco sobre su dorso derecho para después tomar su maleta y caminar hacia el lado de Jeongguk "Estoy listo ¿A dónde-?"

Justo en la entrada del elevador con las compuertas abiertas, el castaño fue tomado desprevenido. Los labios que comenzaron a ser demasiado familiares con él, volvieron a callarlo de manera suave y tierna que duró solo cinco escasos segundos, siendo suficiente tiempo como para colorar de nueva cuenta sus mejillas en un color rojo intenso.

Al separarse, una sonrisa floja y sincera se formó sobre los labios de Jeongguk. Taehyung lo miró con impresión, pero no tuvo tiempo de siquiera reclamarle por tan repentina acción porque de pronto se halló en el interior del elevador, siendo cargado de los muslos por su pareja quien reía felizmente al volver a notar el nerviosismo y timidez en Taehyung, a pesar de haber estado haciendo aquello por más de dos meses en el trabajo.

"Iremos a comer y a tomar algo ¿Estás de acuerdo, osito?" esa sonrisa grande que achicaba los ojos negro de Jeongguk, lo hacían sonrojarse aún más al saber que su novio lucía más tierno de esa manera.

"N-no lo haré si no me bajas" eso contestó. ¿Y después?... Después veremos qué pasó.

*

Tomar alcohol, no entra en la lista de las pocas cosas que Kim Taehyung puede hacer de manera sencilla. Es decir, él solo necesitaba de tres vasos de soju para poder decirle hola al Kim Taehyung ebrio que no era visto por cualquiera, a excepción de Jeongguk y un par de amigos cercanos que vieron la rapidez con la que caía dormido en la mesa o al lado de ellos. Sin embargo, esta vez pareciera ser que su tolerancia al alcohol había cambiado, pues ahora, él solito llevaba seis botellas vacías sin siquiera parpadear de sueño o siquiera hacer un escándalo en aquel restaurante de carnes fritas. Al contrario, pareciera ser que Taehyung se había calmado demasiado, al punto de estarse preguntando por qué demonios no había bebido soju en esa cantidad por casi diez o más años.

"Entonces ¿Realmente no estás ebrio, Tae?" preguntaba Jeongguk, sonriendo lánguidamente frente al castaño que mantenía su rostro recargado sobre su palma derecha, viendo a Jeongguk con una calma bastante anormal de la que siempre era conocido.

"Un poco... ¿Por qué preguntas?" el beta no balbuceaba y eso impresionaba mucho al alfa frente a él.

"Porque estás más callado de lo normal" contesta el pelinegro, sonriendo todavía más al ver como su novio parpadea seguidamente antes de terminar de beber aquella séptima botella verde "¿Quieres otra, TaeTae~?"

"N-no..." contestó, soltando después un suspiro para finalmente recargarse sobre la mesa, comenzado a dormitar mientras negaba con la cabeza y se acurrucaba entre sus brazos "Tengo sueño... estoy durmiéndome en la mesa, Gguk"

Sin embargo, Taehyung realmente no lo hizo. Él solo se acomodó entre sus brazos, viéndolo directamente a los ojos con las mejillas rojas, y todo gracias al alcohol ingerido en aquella noche. Quizás tenía sueño, pero al estar ebrio, pareciera ser que no sabía que tenía que cerrar los ojos para poder dormirse... a no ser que Taehyung volviera a tener aquella manía de dormir con los ojos abiertos.

"Tae, cielo ¿Sigues durmiendo con los ojos abierto o... o por qué estás mirándome así?" mientras lo decía, Jeongguk se había levantado para ir a sentarse a su lado, y comprobar aquello dicho antes. No obstante, la mirada de Taehyung estuvo siguiéndolo, dándole a conocer que realmente su novio estaba viéndole con suma atención "¿Qué? ¿Soy muy guapo?"

Sonriéndole ladinamente, Jeongguk preguntó al lado de un Taehyung serio y con la mirada suave en él. Sin embargo, esto lo hizo sentir un poco nervioso, así que solo procedió a tratar de quitarse los anteojos de sus ojos para poder juguetear con ellos, pero no se esperaba que Taehyung tocara su muñeca para que estos volvieran a su lugar inicial "Ah... ¿N-no quieres que me los quite?"

Taehyung negó tres veces de manera lánguida, y Jeongguk asintió a ello. Segundos más tarde, sintió como la cabeza de su novio fue a caer sobre su hombro derecho. Al sentir la leve caída, Jeongguk dirigió su mirada al castaño, volviéndose a encontrar la mirada intrigante de Taehyung que decía varias cosas, pero a la vez nada.

"Tae... n-no quiero sonar grosero, cielo, pero... pero me estás espantando con tu mirada ebria. ¿Te sientes bien? ¿Quieres que ya nos vayamos? ¿O acaso quieres hacer algo más y no quieres decirlo?" preguntó el hombre de cabellera negra, esa que llegaba hasta el inicio de sus pómulos y que caía en forma de cascadas con pequeñas mareas onduladas en ella, dándole un aspecto más jovial y uno bastante encantador que se completaba con el par de antejos en él "Tae, osito ¿Estás escuchándome?" lo tomó por las mejillas rojas, haciendo que el aludido parpadeara seguidamente antes de volver a enfocar su mirada en él "¿Qué quieres hacer? Haremos lo que quieras. Lo haré ¿Bien? Solo dime qué es lo que quieres ha-"

"Tengamos sexo... en casa"

La repentina respuesta, solo le hizo abrir un poco más sus ojos. Un color rojo apareció en sus mejillas y en sus orejas, sintiéndose de repente apenado al saber que Taehyung quería hacer algo que él también quería hacer desde hacía tiempo... pero su pareja estando ebria.

"T-tae, cielo, escucha esto que te diré. Estás algo ebrio y no creo qu-"

"Pero yo quiero tener sexo contigo ¿Es por eso que e-estoy mal, Gguk?" cuando dijo aquello, Jeongguk solo pudo tapar sus ojos con algo de vergüenza en él, además de negar rápidamente de manera nerviosa y con sus manos aun cubriendo su mirada "Además, no estoy muy ebrio y-y si quiero hacerlo ¡Es p-por culpa tuya!"

"¿Cul-culpa mía?" preguntó el pelinegro con inocencia, alejando sus manos de su rostro mientras observa el puchero y el ceño fruncido de Taehyung "¿Q-qué hice, Tae?"

"Usar anteojos... de-despeinar tu cabello... no abrocharte los tres primeros botones y-y... y que tengas tu corbata deshecha" diciendo aquello último, Jeongguk es capaz de ver la manera fuerte con la que Taehyung toma de aquella prenda para halarlo y acercarlo hacia él. Jeongguk abrió de más sus ojos y sus mejillas se sonrojaron cuando vio la mirada brillante de su novio. El deleitante aroma a manzanas de Taehyung comenzó a penetrar sus fosas nasales, pero él ni siquiera tuvo de reaccionar como el alfa que era, sino que solo se volvió a quedar sin palabras en el instante en que Taehyung volvió a hablar "Gguk... hagámoslo ¿Sí?"

*

source: illusion by fargo.

-

El señorito que ansiaba tener un encuentro íntimo, terminó durmiéndose en el instante en que su espalda y trasero quedaron tumbados en el asiento de atrás en el coche del pelinegro.

Taehyung había querido besar a Jeongguk en el instante en que terminó de decir aquella peligrosa frase, sin embargo, Jeongguk solo pudo tapar su boca y decirle de manera lenta y amable que fuera al coche mientras él pagaba la cuenta.

Taehyung lo hizo, asintiendo y caminado lentamente hacia la salida del restaurante. Jeongguk en tanto, soltó un suspiro profundo, pensando en que ese hombre iba a volverlo loco con la ternura con la que decía ese tipo de cosas. Rio al pensar en ello de nueva manera, y minutos después de haber pagado la cuenta, procedió a ir su auto para encontrarse con la sorpresa de que el castaño se hallaba tranquilamente dormido en la parte de atrás. Esto lo hizo reír y sonreír un poco, colocando una manta azul sobre el cuerpo de Taehyung, quien no se despertó ni cuando el auto se detuvo en la casa de ambos.

La señora Choi (noona de Jeongguk y quien ayudaba en la casa), se había ido hacía dos horas y por ende, la casa se encontraba sola. Esto notó Jeongguk al entrar con un Taehyung adormilado en su espalda, quien accedió a despertarse un poco para subir sobre él y ser llevado hacia la tina para poder ser bañado por esta misma persona.

Jeongguk había quitado las prendas de Taehyung poco a poco. Él tragaba duramente y se sonrojaba de vez en cuando, al ver lo linda y lo suave que se veía la piel de castaño frente a él. La camisa y el pantalón fueron retirados con ayuda suya, haciendo que el adormilado beta quedara en ropa interior, haciendo dudar al pelinegro si quitar aquella prenda era posible.

Habían estado viviendo por cuatro meses ya, pero la timidez y quizás hasta la vergüenza, todavía podía ser vista en ambas personas si se trataba de entrar en aquellos terrenos más íntimos. Es decir, Taehyung y Jeongguk, no estaban muy acostumbrados a la idea de ver más allá de lo que sus prendas diarias ocultaban. Lo más lejos que habían llegado, fue aquella vez en que Jeongguk había salido de tomar un baño: una toalla se encontraba ceñida a su cintura, dejando ver a Taehyung la desnudez de su torso y pecho, haciendo que Taehyung (un tanto incómodo, quizás), saliera con rapidez de la habitación hacia la sala en la parte de abajo y durmiera en aquel sitio sin querer.

Habiendo sucedido aquello, el alfa dejó de comportarse deliberadamente, dándole su espacio a Taehyung, además de respetar su presencia. Poco a poco, los dos volvieron a retomar aquellas acciones dulces que tenían de vez en cuando: tal y como besarse con moderación en su cama o en la sala, abrazarse a la hora de ver cierto anime que Taehyung también accedió a ver y un par de cosas más. Pero eso sí, existía una línea que Jeongguk había trazado y que no iba a romper hasta el día en que Taehyung lo dijera. No se había propasado con él y si hubo veces en las que acariciaba la piel del castaño, eran aquellas veces que Taehyung había dado luz verde a ello.

Las insinuaciones sexuales no existían entre ambos (lo cual era raro porque era lo primero que Jeongguk hacía al tener a un nuevo amorío). El respeto era mutuo y eso hacía dulce la relación, además de aquellas demostraciones afectivas entre ambos. Jeongguk y Taehyung estaban felices con ello, pero vamos, hay algo dentro de él (Jeongguk) que quiere hacer algo más que aquellos besos que lo dejaban duro, y que eran causa de aquellas consolaciones que se daba con ayuda manual o con el agua fría de la regadera.

'Quién sea que esté arriba, dame fuerzas, por favor'

Sin embargo y volviendo al momento, el Taehyung ebrio y semi dormido, al sentir que ya no tenía sus demás prendas puestas, y al ver que se encontraba en el baño, quitó su ropa interior sin vergüenza alguna y se dirigió a la bañera caliente llena de espuma, sumergiéndose un par de segundos antes de volver a la superficie y poder recargarse sobre una orilla de la bañera.

Esa imagen de él, fue la que impresionó a un apenado Jeongguk, quien había alejado la mirada en el instante en que vio como el castaño quitaba aquella prenda restante de manera normal. Sin embargo y luego de un par de segundos más tarde, Jeongguk se acercó a él para poder lavar su cabello y poder ayudarle a lavar su espalda. Él estaba agradecido de que Taehyung todavía estaba un poco despierto como para lavarse en aquellas partes que Jeongguk no podía tocar.

Veinte minutos después, Jeongguk salió del baño para darle una bata. Al escuchar que su pareja se había colocado la bata, entró de nueva cuenta para ofrecer a Taehyung su cambio de ropa, quien gustosamente aceptó asintiendo con la cabeza, mientras abrazaba aquel conjunto azul marino entre sus brazos. Este pequeño hecho, hizo al alfa sonreír y darle un beso sobre su mejilla húmeda, diciendo que iba a dejarlo vestirse en la habitación ya que ahora él iría a tomar un baño antes de irse a dormir.

Dieciocho minutos después, Jeongguk salió con su pijama puesta y con una toalla sobre su cabeza. Se había lavado ya los dientes y ahora solo le quedaba secarse el cabello e ir a la cama a dormir con Taehyung pero, este último, se encontraba sentado con la mirada lánguida sobre el suelo, alzando la cabeza en el momento en que el alfa salió del baño.

La pijama azul de Taehyung estaba a su lado y al parecer, este pequeño hecho hizo que Jeongguk captara la idea de que su novio quería que lo ayudara a vestirse, lo cual fue cierto en el instante en que Taehyung le miró y entregó la pijama a él.

Así que por ello, tomó la camisa con cuidado, diciéndole a su castaño que se quitara la pijama. Pero después recordó que quizás el beta no se había colocado la ropa interior y trató de decirle que todavía no se la quitara, sin embargo, fue demasiado tarde y Taehyung había quitado aquella prenda de él, dando a ver que aquella prenda pequeña de la cual Jeongguk se encontraba asustado, era realmente la única que se había colocado.

Jeongguk rio y sonrió con ternura, vistiendo la camisa sobre la desnuda piel de Taehyung que olía a duraznos (que de seguro, fue por aquella loción que se había untado mientras él se encontraba bañando). Esto también lo hizo sonreír un poco más, dejando un pequeño ósculo en la frente de su novio que seguía sentado con los ojos a medio dormir mientras esperaba ser completamente vestido, hecho que sucedió segundos después y que fue el boleto para ir al baño, lavarse los dientes y caer rendido sobre la cama.

El alfa había ido a tomar un tomo de manga en la biblioteca y cuando llegó a la habitación, se encontró con la linda imagen de Taehyung durmiendo pacíficamente sobre la cama y con la lampara de su lado apagada.

No quiso hacer mucho ruido y solo cerró la puerta con suavidad, caminando descalzo hacia su lecho de amor para poder acostarse al lado de su pareja. Estando ahí, besó la frente de Taehyung, murmurando un buenas noches antes de darse vuelta y apagar la luz de su lado. Estaba a punto de volver hacia Taehyung, cuando de pronto, sintió un par de brazos ceñirse sobre su torso.

"Gguk..."

"¿Sí? ¿Qué pasa?" inquiere el pelinegro con suavidad.

"Podemos... ¿Podemos hacerlo?"

Solo la lampara de Taehyung se encontraba apagada. No había otro ruido más que las cigarras a las afueras del hogar y el sonido de sus respiraciones. Había algo de miedo en Jeongguk (si es sincero), pero a la vez, algo dentro de él (cofcofcof bajo él también cofcofcof) le decía que de igual manera, Taehyung quería dar el siguiente paso en la relación. Es decir, Taehyung estaba dando permiso de derribar esa barrera gigante que había construido hacía cuatro meses con tanto dolor y esfuerzo ¿Estaba listo para hacerlo? ¿Finalmente había llegado el momento? ¿Ahora?

"¿E-estás seguro, Tae?" el pelinegro se había dado la vuelta de manera rápida al escuchar a Taehyung decir aquello, encontrándose con la mirada firme de aquel hombre.

"Sí, y-yo... yo quiero hacerlo ¿Tú... tú no quieres...?"

"¡Cla-claro que quiero!" casi gritó, pero se relajó en el instante en que se dio cuenta de su desesperación "Es solo que... que..."

"¿Qué?"

"Que no sé si lo estás haciendo por lo de esta mañana en la oficina" murmuró Jeongguk, mirando a los ojos al castaño impactado "Tae, no quiero que nuestra primera vez sea por una erección mía y te obligues a hacerlo. Por mi parte, pienso que-"

"Oye, espera ¿Estás culpando a tu erección de que yo quiera tener concúbito contigo ahora?" susurra con algo de impacto, haciendo que Jeongguk frunza el ceño al oír aquella palabra formal.

"¿Con qué-?"

"Gguk, n-no es por eso que quiero hacerlo" interrumpe Taehyung, jugando de repente con la orilla de aquella sábana gris y con la mirada sobre ella "Es solo que... que desde hace tiempo q-que quería intentar hacer ese tipo d-de cosas... contigo. Pe-pero tenía vergüenza de decirte que quería hacerlo. Así que hoy, cuando vi otra vez que tú-" responde con suavidad, haciendo que Jeongguk tome su mentón para poder verlo a los ojos e interrumpir su respuesta "Gguk... yo en serio estoy listo y-y ya no estoy ebrio, lo juro"

https://youtu.be/MmA4V_JGy7I

Talking to Myself - Gallant

Una sonrisa apareció en los labios delgados de Jeongguk, riendo en el instante en que Taehyung puchereó al escucharlo reaccionar de aquella manera ante su comentario. Sin embargo, ese leve enojo desapareció en el momento en que el pelinegro le comenzó a besar de manera lenta en los labios, volviendo a establecer un ritmo suave que fue aumentando en el momento en que sus labios fueron chupados y mordisqueados.

Las manos del castaño no se resistieron esta vez, así que no se contuvo en entremeter sus manos delgadas, debajo de aquella prenda blanca que cubría al impresionante cuerpo del hombre que estaba casi apretándolo contra la cama. Claro que había sentido varias veces la magnitud que aquellos besos podían a llegar a ser, sin embargo, casi siempre se quedaban a medias y gracias a ello, Taehyung no había podido saber con claridad cuál era el límite de ellos. Pero este día o mejor dicho, esta noche, él podría saberlo de primera mano.

El amor y el gusto entre ambos estaba siempre de por medio en aquellos besos que se daban, pero esta vez, había otras cosas añadidas a ello: la sensualidad y el libido estaban más que presentes, siendo aquella la razón por la que esta vez no se detendrían a detener cierto acto que habían estado postulando desde hacía meses.

Jeongguk se encontraba entre las piernas de Taehyung, besándolo arduamente mientras sus manos no se limitaban a apretar su cintura o a acariciar el largo de sus piernas sobre aquella prenda delgada color azul. No obstante y a pesar de que los besos que se encontraban dando estaba casi envolviéndolos en una nube casi erótica, Jeongguk pareció notar que había algo que molestaba a Taehyung, siendo aquello, la prenda blanca que prohibía a su pareja acariciar de buena manera su cuerpo.

"¿D-de qué te ríes?" preguntó Taehyung sonrojado hasta el cuello, respirando frenéticamente mientras trataba de recuperar su respiración.

Sin embargo, no se atrevió a decir algo más cuando el hombre entre sus piernas procedió a quitarse la playera blanca que molestaba a Taehyung. Por inercia, él desvió su mirada mientras tapaba parte de su boca con ayuda del dorso de su mano derecha. Se encontraba tímido y aunque él se sentía listo para hacer ese tipo de cosas íntimas con su novio, de alguna manera, esa confianza en él comenzaba a descender cuando vio lo fuerte y... y sensual que era el cuerpo de Jeongguk.

Su mirada de pronto cayó de nueva cuenta en él: músculos aquí y allá. Su abdomen estaba realmente trabajado y aunque no estuviera tan marcado, era obvio que Jeongguk era ese tipo de hombre normal que hacía ejercicio mínimo tres veces a la semana. Los músculos en sus brazos eran notables. Había escuchado de él que lo máximo que levantaba, eran solo diez kilos. Taehyung lo había llamado tonto y se había reído de él, pero ahora... pareciera ser que Jeongguk en realidad sí estaba cumpliendo con su honestidad prometida.

La piel de su pareja era un poco más clara que la suya, pero esto no era un defecto, de hecho, esto solo hizo que sus manos picaran por querer tocarlo. Jeongguk vio la manera en como la mirada de Taehyung pasó de ser tímida, a estar ensimismada por su cuerpo. Claro que tuvo algo de pena al principio, pero después no la tuvo cuando sintió como los dedos delgados y largos de Taehyung, comenzaron a acariciar su abdomen.

"L-lo siento" había dicho el castaño al sentir como su muñeca era tomada de manera repentina "Gguk-"

"Sé que lo sientes... pero ¿También me dejarías a mí sentirte?" sus ojos grandes que usualmente eran tiernos y grandes, ahora eran traviesos y felinos. Añadiendo el hecho de que su voz se encontraba ronca y que una sonrisa de lado se asomaba sobre sus labios rojos, estaba de más decir que el ambiente entre ambos era caliente "Entonces ¿Qué dices? ¿Me dejarías?" un beso fue a parar sobre los labios del castaño sonrojado, asintiendo de manera lenta al hombre que se sostenía con una mano mientras que con la libre, era capaz de desabotonar aquella camisa estorbosa.

Taehyung tragó duramente al sentir la respiración de alguien más contra su abdomen. De repente, los dedos de sus pies se encogieron contra la cama mientras sus manos fueron a agarrarse firmemente sobre la espalda dura del hombre que se encontraba entre sus piernas, y que había comenzado a besar, chupar, pellizcar y morder sus pezones rosas y erectos, de una manera suave pero fuerte a la vez.

Él había soltado un gemido algo agudo, y aunque había querido reprimirlo en los siguientes casi cinco minutos, Taehyung lo logró hacerlo cuando ese hombre grande entre sus piernas, había salido de su escondite para besarlo vorazmente, a la vez en que embestía contra su masculinidad de forma descarada y sensual.

Las manos grandes y gruesas del pelinegro, habían despeinado la cabellera castaña del beta, quien había hecho lo mismo con él, además de haber rasguñado la espalda fornida de aquel hombre que al separarse de él, pudo ver la imagen más erótica que haya visto en su vida: había un sonrojo intenso en el rostro de su novio; su boca boquea por más oxígeno mientras su mirada yacía brillante y semi abierta gracias a tremendo morreo que se dieron. Sin embargo, había algo más que le llamaba la atención, y era la manera inconsciente en cómo mordía sus labios de manera sensual mientras su delgada mano derecha, torpemente señalaba el mueble al lado de él.

"¿Quieres que apague la luz?" preguntó Jeongguk con su cabello más lacio de lo común cubriendo su mirada, hecho que se vuelve a disipar en el instante en que su mano derecha, echa para atrás aquella cabellera color ébano "Tae, cielo, el condón-"

"E-eso no-"

"¿Sin... sin condón?" había dicho Jeongguk con una felicidad que ni él mismo imaginó.

"¡NO! ES DECIR... N-no me refiero a e-eso" logró decir Taehyung, alejando un poco a Jeongguk de él "Mis lentes... dámelos"

"¿Por qué?" la inocencia de Jeongguk, fue algo que hizo al castaño avergonzarse de nueva cuenta.

"P-porque no puedo verte bien" el beta no había visto directamente al alfa a los ojos, así que por eso, se impresionó en el instante en que su quijada fue tomada entre esa mano grande, topándose con sus anteojos puestos en ese hombre sin playera alguna que cubriera parte de su desnudez y que mantenía una gran erección debajo de aquel deportivo gris "¿Por qué-?"

"¿Te calienta que use lentes, cielo?" el sonrojo era extremo en Taehyung y aunque intentara refutar aquello dicho, él no pudo hacerlo cuando Jeongguk volvió a recostarse sobre él y sentir aquel gran problema que el pelinegro tenía abajo "¿Qué pasa? ¿Me los quito?"

Taehyung se había rendido segundos después, y el pelinegro lo supo en el instante en que su pareja había exhibido su cuello. No lo dudó más y procedió a inaugurar aquel lugar como su favorito y como suyo, besando y mordiendo esa sensible parte que hacía a Taehyung boquear y gemir al sentir como era casi devorado por esa bestia grande sobre él.

Sin embargo, esto duró tan solo un poco, pues Jeongguk sabía que tenía que atender ambas erecciones que se restregaban de manera descarada y sensual. Tenía un dolor inmenso en su hombría desde el instante en que había profanado los pezones de su novio y había visto una preciosa imagen erótica de él. Ya era tiempo de pasar a la siguiente fase.

De la nada, Taehyung dejó de estar bajo cierta persona, aquella que pasó a tomar lugar detrás de él mientras sus manos no se limitaban a acariciar sus pezones hinchados de tanto pellizcar y morder; también esas gruesas extremidades no se detuvieron a dejar ese pantalón azul marino en él, sino que trataban de manera lenta y delicada, quitarla junto con su ropa interior de manera definitiva. Una, dos, tres y cuatro mordidas o hasta más, fueron a parar sobre la parte trasera de su cuello, haciéndolo gemir y arrugar la almohada bajo él cuando esas manos volvieron a acariciar su pecho, pezones, ingle y finalmente, aquella parte suya íntima que yacía erecta y que necesitaba eyacular.

Estaba desnudo (o parte desnudo), con un hombre detrás de él que apretaba sus piernas y que jugueteaba con su masculinidad de manera divertida. No podía ver a Jeongguk, pero quizás este le leyó la mente y se había alzado un poco para sonreírle y besarle de manera voraz y lasciva en la boca, no dándose cuenta cuando el alfa había alejado de sí las prendas que cubrían sus piernas.

Mientras se besaban, las manos delgadas de Taehyung habían ido a parar sobre la mano del alfa, esa que se encontraba ahora sobre su ingle, sobando y apretando esa rellena parte que a Jeongguk al parecer, gustaba de apretar y sobar. Sin embargo y justo cuando Jeongguk iba a decir algo romántico al separarse del castaño sonrojado y arruinado solo por esos pequeños toques, este último tomó aquel miembro erecto y grande (en serio, grande) que había estado chocando contra su trasero desde hacía ya bastante tiempo.

Un gemido había salido de Jeongguk y Taehyung sonrió ante ello. No obstante, la orden que causó el ultimátum de aquella noche y el inicio de algo bello y paradisiaco, fue Taehyung diciendo la pequeña frase de dos palabras del año:

"Métela, hyung"

Jeon Jeongguk, el alfa indomable que había tenido a todos a su merced, quien había sonrojado hasta a un hombre alfa fornido en esos momentos íntimos y quien había sido catalogado como un hombre alfa ejemplar, hoy había sido domado y sonrojado ¿Qué por quién? Por una mirada felina, una voz ronca y profunda, una mano cálida y grande, y por un trasero suave y grande.

Claro que había dicho un claro 'Métela', pero Jeongguk no lo haría de manera tosca y tonta. No. Tenía que darle a probar a Taehyung, un poco de lo que era ir y subir al cielo. Así que sus dedos procedieron a tantear en la parte de atrás del beta, tomando prestado los fluidos que todo omega y beta producen en aquellos momentos en que sucedía la excitación de la persona.

Primero intentó con un dedo y de manera inmediata, procedió a introducir otro. El castaño entre sus brazos soltaba quejidos ante el salir y entrar de los dedos. A Taehyung le dolía y Jeongguk lo sabía, pero un par de besos sobre su mejilla, al igual que un par de palabras dulces, hacían que él soportara aquello hasta el tercer dedo.

Logrado aquel primer paso, Jeongguk musitó que ahora era turno de él y no de sus dedos. Taehyung, sonrojado hasta el cuello y con la mirada oculta en la almohada, asintió tres veces, volviendo a apretar la almohada pero soltándola en el instante en que su interior fue llenándose por el miembro del pelinegro cubierto por el plástico del condón.

Un gemido agudo había salido de esa ronca voz. Jeongguk se había alzado un poco para ver a su pareja, encontrándose con el hecho de que la mirada de Taehyung yacía más brillante de lo común, viéndolo jadeante y boqueando mientras un par de gemidos salían de él. No pudo contenerse más y volvió a besarlo, mordiendo sus labios, chupando su lengua e introduciéndose más hasta que Taehyung se separó de él para decirle de manera jadeante:

"¿Y-ya? ¿Y-ya está... está adentro?"

"Falta u-un poco"

"¿En-en serio?" Jeongguk asintió, besando su mejilla de manera pequeña y restregando su nariz sobre ella mientras dejaba a Taehyung tomar un descanso "Bien... puedes se-seguir"

Una mano del pelinegro yacía sobre el muslo y parte de la ingle del castaño, levantando un poco aquella extremidad para poder adentrarse totalmente y hacer soltar un gemido más aguado a esa persona que sintió el cielo por un momento.

"Lo encontré" había dicho Jeongguk, quien volvió a levantarse un poco para ser testigo de esa reacción erótica en su pareja "Tae, cielo, comenzaré ahora y... y sé que sería mejor con Gypsy de fondo pero esta vez-"

"Con-continúa... y-ya antes de q-que me arrepienta"

Su masculinidad comenzó a chocar contra el trasero de Taehyung. Con ello, también comenzó a apretar aquella parte suave y carnosa que siempre hacía lucir de manera más que bien a Taehyung. Por esto mismo, comenzó a dar las estocadas más rápido, sonriendo ladinamente al ver el rostro jadeante y perlado de sudor que Taehyung le estaba dando a él y solo a él. Sin embargo, parecía ser que no solo a él le agradaba ver a alguien en este momento, pues Taehyung también parecía gustar que él trajera sus anteojos puestos mientras entraba y salía de él.

Casi nunca veía a Jeongguk con anteojos. Decía que se veía mal con ellos, pero la vista ya estaba fallándole desde hacía casi cinco años y necesitaba usarlos. Sin embargo, él prefería usar lentes de contacto en vez de usar lentes y por eso, eran muy raras las ocasiones en que podía verlo con un par de anteojos que lo hicieran lucir bastante guapo y sexy.

Así que en ese instante, en donde Jeongguk está jodiéndole (por así decirlo) y con sus anteojos puestos, Taehyung realmente pensaba en que su excitación estaba subiendo gracias a ello. Pero no solo era él quien quería ver a su persona amada usar anteojos, sino también Jeongguk, el alfa que alejó sus anteojos de él para colocárselos de manera torpe a Taehyung, quien pudo tener una vista más clara de aquel hombre jadeante y sonriéndole que volvió a besarle mientras daba profundas estocadas en él.

Su cuerpo en tanto fu acariciado por las manos de Jeongguk. Sus pezones volvieron a ser apretados y su miembro erecto fue acariciado por la mano venosa del hombre que volvía a morder su cuello en el instante en que Taehyung gemía de manera consecutiva al sentir la profundidad de las estocadas rápidas que estaba recibiendo. De igual manera, sus anteojos estaban empañados, y su frente y cuerpo estaban cubiertos de sudor. Estaba llegando a un punto que no podía explicar con palabras, pero lo más cercano a ello, sería decir que se sentía como una liberación de todo un poco en escasos segundos.

Jeongguk terminó en el condón y Taehyung sobre la mano de él, y con una mordida significativa que ahora significaba una prueba más de que Jeongguk, el casi indomable hombre, realmente hablaba en serio de pasar toda una vida y otras más con él.

25.5: "esta vez, solo tomó un instante caer en el abrazo del otro".

*El título fue extraído, mientras que la escena principal fue inspirada en las últimas escenas entre Hua Cheng y Xie Lian (solo que con su debida modificación) del penúltimo capítulo, del quinto libro de la novela "La Bendición del Oficial Celestial" (2017) por Mo Xiang Tong Xiu.

manhua: Tian Guan Ci Fu

art made by my beloved STARember

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canciones utilizadas:

https://youtu.be/vNK2kJ3a70o

love is all around - wetter.

https://youtu.be/EzxU5-22Fqg

cloudy - sancrib.

https://youtu.be/C3N1EZ0YhAQ

doukyuusei - Koutarou Oshio with Yuuki Ozaki from Galileo Galilei

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El olor del chocolate es delicioso y encantador. Las burbujas en ella, además de aquel pálido humo que serpentea hacia arriba, es sinónimo de que la bebida está caliente y es digna de disfrutar en esa mañana fría de aquel sábado, esa que a pesar de ser apenas las seis de la mañana, pareciera ser que la madrugada nocturna se encuentra en pleno apogeo.

Taehyung porta su pijama azul marino. Sus cabellos castaños están un tanto peinados pero aun así, todavía hay rastros de que se encontraba en cama hacía ocho minutos. Al darse cuenta de ello, solo opta por sonreír hacia su reflejo en el microondas al haber sacado su bebida mañanera; con lentitud, el castaño se dirige hacia la sala del hogar a tomar asiento, antes de poder seguir viendo esa serie animada que comenzó hacia tres meses y todo gracias a Jeongguk.

Sin querer, había despertado demasiado temprano aquel fin de semana, y aunque se había encontrado enredado en un par de brazos fuertes que lo mantenían cálido en esas frías noches de agosto, Taehyung pudo escaparse de ese cálido lugar para ir hacia la cocina y deleitarse de buena manera con ese chocolate caliente que su paladar aprecia en el instante en que prueba la espumosa bebida dulce.

"¿Tae-ah? ¿Qué haces tan temprano viendo televisión?" es la señora Choi quien le pregunta con cierta impresión al arribar al hogar "¿Y Jeongguk?"

"Buenos días, noona" responde Taehyung, dejando el teléfono sobre la mesa mientras sonríe y coloca su atención sobre la señora de apariencia fresca "Quise levantarme para tomar un chocolate caliente de manera repentina, pero estoy bien. Gguk sigue durmiendo pero ¿Qué tal usted? ¿Durmió bien?"

"¡Dios! ¡Buenos días a ti también, Tae-ah! ¡Casi se me olvida!" dijo la señora con una sonrisa apenada, dejando las llaves sobre el mueble al lado de la puerta y caminando directamente hacia la cocina con las bolsas en mano, acción que Taehyung notó "Y dormí bien, muy bien que fui a comprar los productos más frescos para que coman más rico de lo usual~ ¡Oh, mira la hora! ¡Tengo que irme, Tae-ah! Dile a Jeongguk-ah que regresaré en una semana tal y como acordamos ¿Está bien?"

"Está bien, noona. Ten cuidado en tu viaje y disfrútalo mucho"

"¡Claro que lo haré! ¡Ustedes también cuídense! ¡Nos vemos y muchas gracias!"

La señora Choi había cumplido 55 años hacía dos días. Jeongguk y Taehyung, junto a los padres del alfa, y con Soobin, Yeonjun y un nuevo Eunwoo, hicieron una pequeña fiesta a la señora que había cuidado muy bien de Jeongguk desde hacía casi más de veinte años, que fue cuando comenzó a cuidar del pequeño y primer hijo del matrimonio Jeon. Era la noona del alfa, una mujer omega que a pesar de no haberse casado y no haber tenido hijos, era bastante feliz ayudando al hombre que vio crecer desde su temprana adultez.

Cada año, Jeongguk festejaba su cumpleaños junto a ella. Taehyung también estaba presente, pero esta vez, ya no sería como el mejor amigo de su casi hijo, sino que ahora sería como la pareja oficial de aquel hombre que posaba de flor en flor, en búsqueda de aquella que fuera especial sin saber que ya la tenía a su lado. Eso les había dicho a ambos mientras los restantes escuchaban atentamente, sonriendo felizmente cuando ella relataba con emoción los recuerdos que creó con ellos desde que se volvieron amigos.

"Buenos días" un beso había ido a parar sobre sus cabellos y después, un Jeongguk semi despierto con solo un deportivo como prenda sobre su cuerpo, se había ido a sentar al lado suyo, abrazándolo por la cintura mientras su cabeza se posaba sobre el hombro de Taehyung "Umm, dijiste que no ibas a ver One Piece hoy~" puchereó, pero Taehyung siguió viendo la animación frente a él.

"Tú y Yeonjun me retaron a verlo. Así que aquí estoy cumpliendo mi promesa"

"Ah~" dijo el alfa entendiendo la situación, también colocando atención en la animación "Así que en verdad no quieres hacer vestir esos conjuntos amarillos, eh... ¿Tan feos están?" murmuró.

El castaño colocó en pausa la animación y volteó a ver a Jeongguk de manera obvia. Sin embargo, el pelinegro solo atinó con sonreír de manera grande, achicando sus ojos cuando vio que Taehyung hablaba realmente en serio.

"¿Tú vestirías conjuntos amarillos por todo un mes, amor mío?" en ese momento, Jeongguk abrió lentamente sus ojos, tragando duramente y sonrojándose de manera leve al escuchar aquel pequeño mote no tan usual de Taehyung "Yo sé la respuesta, y es claramente un gran no. Ahora, acompáñame a ver este anime y-"

"¿Podemos hacer el amor en el sofá?"

"- ayúdame a... ¿QUÉ?"

"¿Sí? Prometo que ahora solo será una vez... o dos"

"¿Q-qué? ¿Por qué t-tan de repente?" el sonrojo de Taehyung había vuelto a aparecer sobre sus mejillas y Jeongguk en serio lo había amado.

"¿A caso no se puede? ¿No quieres hacerlo aquí?" Taehyung había sido acorralado contra el sofá. De alguna manera, Jeongguk había quedado entre sus piernas, colocando sus manos sobre sus muslos mientras intentaba convencerlo en hacer cierta actividad en aquel lugar.

"Gguk, y-yo... ¿Qué e-estás haciendo?"

"Bien, no hagamos el amor aquí, pero... ¿Qué tal si yo te hago feliz hoy?" esa sonrisa ladina sobre los labios del pelinegro y aquel pequeño beso que dejó sobre sus labios, le dijeron que Jeongguk se saldría con la suya "No hemos intentado hacer esto, así que si yo te enseño hoy, quizás en-"

Taehyung lo había empujado con fuerza, impactando a Jeongguk y haciéndolo caer de sopetón sobre el suelo cubierto de aquella alfombra gris, esa que aminoró su golpe. Sin embargo, segundos después, el castaño tomó de igual manera con fuerza su muñeca, levantándolo y encaminándolo escaleras arriba con cierta rapidez que Jeongguk solo había visto en la oficina.

"T-tae, cielo ¿Q-qué haces? E-estás apretando muy fuerte m-mi muñeca- auch" al dar vuelta sobre aquella esquina, Jeongguk se había golpeado la frente, pero Taehyung no vio aquello y siguió derecho hasta llegar a la habitación "¡T-tae! ¡Oye! ¿D-desde cuando te volviste... agresivo...? ¿Q-qué haces? Le-levántate-"

"No" respondió con firmeza, olvidando el hecho de que en la carrera que hizo desde la sala a la habitación, había hecho a Jeongguk golpearse la frente y haberlo aventado con fuerza a la cama "Yo... yo quiero in-intentar hacer aquello"

"¿Qué? ¿La mamada-? Auch, o-oye-" el castaño había pellizcado su pezón, pero después, solo sintió como su rostro iba a recargarse sobre su pecho.

"N-no lo digas así... tonto"

"Lo siento, Tae. Es solo que... bueno, n-no sé si realmente q-quieras hacerlo" Jeongguk rascó su nuca al no saber qué decir en esta ocasión "¡P-pero si lo quieres hacerlo, no te obligues! ¡¿Bien?! ¡Y-yo entenderé!"

Contrario a la expresión que Jeongguk pensó que Taehyung haría, ese castaño suyo rio y sonrió, achicando sus ojos protegidos por aquellos anteojos, mientras su cabello se encontraba algo desarreglado que para nada le caía mal. Jeongguk sintió otra vez su corazón palpitar fuertemente. Sus mejillas se sonrojaron al igual que sus orejas; su mirada se iluminó y se impactó cuando de repente, las dos manos de Taehyung tomaron su rostro con delicadeza para besarlo tiernamente. Segundos después, se separó de él y le habló de manera suave:

"Quiero hacerlo ¿Bien?"

Desde el día en que habían tenido contacto íntimo, las veces en que lo hacían a la semana, se convirtieron en casi quince o más. La libido de ambos era realmente insaciable y aunque Taehyung dijera que él estaba bien con solo dos veces al día, Jeongguk era testigo de primera mano que era capaz de tres o hasta cinco rondas más.

Había kinks que ambos habían descubierto en esos cinco meses desde aquella primera interacción. Al alfa realmente le gustaba ver la cara destrozada en sudor y lágrimas de Taehyung bajo sus anteojos. También le encantaba ser montado por ese menudo cuerpo delgado que presentaba mordidas y hematomas por casi todo su cuerpo. No era fanático de las cuerdas o el amarre con las otras personas con quienes tuvo sexo, pero con Taehyung, Jeongguk realmente había descubierto otro kink suyo al ver lo precioso que su novio lucía al ser amarrado de las muñecas con sus corbatas negras, o al vendarle los ojos mientras gemía y se retorcía en la cama al no poder tocar su propia erección, al mismo tiempo en que recibía toda la magnitud de Jeongguk bajo él.

No obstante, no solo era él, ya que Taehyung también había descubierto desde el primer día, que si Jeongguk portaba anteojos mientras lo jodía por atrás, él realmente era capaz de soportar otras dos rondas más. También descubrió que de alguna manera, le encantaba ser amarrado y ser vendado mientras Jeongguk hacía de las suyas con él en toda su merced.

Pero, si hubo algo que realmente impactó a los dos en pleno acto, fue que la voz profunda de Taehyung diciendo que quería montarlo, sonó a una orden que hizo crecer más la erección de Jeongguk, quien sumisamente, salió de él y se recostó gustosamente mientras sentía como sus muñecas eran juntadas con las grandes manos de Taehyung al mismo tiempo en que este último, bajaba y subía con fuerza y velocidad en su erección.

Todo esto apareció en la mente de Jeongguk mientras sentía como la boca húmeda de Taehyung cubría gran parte de su miembro erecto. Las venas estaban resaltando en su hombría y aunque al bajar la vista, lo único que podía ver era una mata de cabellos cafés desarreglados, él mismo podría decir que con tan solo sentirlo, ya se encontraba viendo una imagen erótica y caliente de la boca de su castaño jugueteando con ese pedazo de carne entre sus delgados labios.

Taehyung sentía la boca llena. Sabía de primera mano que Jeongguk era grande y aunque tuvo un poco de nerviosismo al hacer aquello, poco a poco, la confianza en él aumentó cuando sintió como la mano de Jeongguk se enredó sobre sus cabellos mientras le incitaba a ir más profundo.

Su hombría llegó hasta la garganta de su pareja, y justo cuando pensó que esto había acabado y estaba listo para besar tiernamente a Taehyung, Jeongguk sintió como sus bolas eran chupadas de manera lasciva y fuerte, haciéndolo soltar un gemido y otro más fuerte cuando Taehyung desde abajo le miró con sus ojos felinos, lamiendo sus dos amigos y finalmente, aquel falo erecto que se había restregado sobre su mejilla y sobre sus labios... Dios, arruinó el rostro de Taehyung en tan solo dos segundos.

*

"¿Por qué seguimos rentando bicicletas cuando podemos comprarnos dos?" preguntó Taehyung sobre aquella bicicleta rentada.

"Porque me agrada gastar dinero en cosas que me gustan ¿Algo más?" respondió felizmente el pelinegro a su lado.

"Sí, ¿Podemos ir ya a comer?"

"Claro... ¡El último en llegar tiene que lavar los platos por los próximos dos meses!"

Taehyung se sorprendió al escuchar aquello y despertó de su sueño de hambre disimulado cuando terminó de escuchar lo que Jeongguk había dicho, quien por cierto, llevaba la delantera con un poco de ventaja al haber sido el primero en arrancar. Sin embargo, Taehyung no se quedó atrás, de hecho, también comenzó a pedalear con más fuerza, esquivando a toda persona con velocidad y elegancia, llamando la atención de más de uno al ver que aquel hombre de gabardina gris y bufanda negra, podría tratarse de un verdadero olímpico.

Por parte de Jeongguk, quien conducía como un adolescente en plena juventud y quien esquivaba a la gente con dificultad, no llamaba mucho la atención y si lo hacía, era por las disculpas que daba a las personas que había golpeado sin querer con su bicicleta. Por accidente, casi tira a alguien y esta persona le gritó en pleno apogeo de conglomeraciones al lado del río Han. Jeongguk se disculpó varias veces e intentó darle dinero para compensar su caída, lo cual funcionó e hizo que algunos rieran ante la situación. Sin embargo, esto hizo que Jeongguk perdiera la competencia que tenía contra un Taehyung sonriente que yacía sobre su asiento favorito con dos platos de ramen y un par de sodas sobre la mesa.

"Eso no cuenta" dijo mientras tomaba asiento frente al castaño.

"¿Quién dice que no?" en cambio contestó Taehyung, bebiendo de la soda antes de volver a hablar "Te aseguro que si hubiera sido un mal competidor como tú y me hubiera topado con esa situación, también me hubieras obligado a lavar los trastos por esos dos meses"

"Claro que no" respondió el alfa, colocando su chaqueta negra al lado suyo mientras se recargaba sobre los dorsos de sus manos como base para ver desde esa distancia a Taehyung "Osito, sabes que yo te hubiera dado otra oportunidad ¿Qué dices? ¿Eh? ¿Hacemos otra carrera?"

"No. Perdiste y acéptalo como el alfa que eres" Taehyung había tocado su nariz con un toque suave y ante ello, Jeongguk solo pudo sonreír rendido mientras se levantaba a comer.

Era fin de semana y como siempre, la pareja salía a divertirse en el parque y a tener un poco más de aire fresco a los alrededores del río Han. Añadido a ello, también estaba el hecho de que el clima se había hecho un poco más fresco y ambos gustaban de salir y dar un paseo sobre aquellas bicicletas rentables del parque.

Octubre estaba en su segunda semana y ambos llevaban nueve meses siendo una feliz pareja con sus bajos y altos, lo cual era normal. Dentro de ese lapso de tiempo, habían sucedido varias cosas a su alrededor; tales como que Yoongi y Jimin habían tenido a su pequeña hija en Septiembre, más específicamente, en el cumpleaños de Jeon, hecho que recordará como el día en que la fuente del omega castaño se rompió e impactó a los presentes al punto de ir todos al hospital. Una linda niña nació también el mismo día que él y sí, no dudó en decir que la niña sería preciosa igual que él.

Otro hecho que sucedió (pero tres meses atrás), fue que Yeonjun y Soobin se graduaron, y con ello, el pase a su universidad estaba ya destinado. El primero seguiría en Seúl, pero en otra área de la ciudad mientras que Soobin, un chico prodigio de todo el colegio, iría a Shanghái con una beca especial para estudiar robótica.

Un mes después, los dos partieron a sus destinos, no sin antes despedirse y prometerse que a pesar de la distancia, todavía seguirían queriéndose de la manera en que estaban haciéndolo. Pero, si llegase el día en que encontrarían a otra persona a quien llegarían a querer de la misma forma en que ambos lo estaban haciendo, sería mejor que no desperdiciaran la oportunidad que apareció en su vida. La despedida fue un poco triste, pero esto no fue suficiente como para arruinar su primer día en la universidad y el resto del semestre.

Seokjin fue otra persona que volvió a creer en que todo pasaba por algo. Su negoció prosperó y si lo había sido, fue por las remodelaciones un poco más juveniles que hizo en su cafetería y que también le habían dado la confianza de abrir otras dos sucursales más que fueron un total éxito. Sin embargo, no solo fueron el ámbito social y económico en los que sobresalió, sino que también intentó tener éxito en el amor, fracasando en varios intentos que ni siquiera él pudo contar. No obstante y dos semanas después del último un amorío, intentó el último y nuevo amorío... o no tan nuevo, ya que de luego de saber que Namjoon estaría de regreso en Seúl, pensó en serio en intentar algo con esa persona de bonitos hoyuelos y aura relajante. Cosa que funcionó y que llevó a ambos intentar una bonita relación que ya llevaba más de cuatro meses.

Hoseok en cambio, decidió seguir enfocándose en el trabajo y a darse un par de noches libres para ir a bares a reunirse con un par de amigos y de vez en cuando, salir con personas que llamaban su atención. Pero a principios de agosto, Hoseok fue movido a París, justo en la nueva sucursal que Model abrió y que sería un buen comienzo para él en vivir en un nuevo país. 'Estoy de caza', fue lo que supo Jeongguk cuando preguntó que tal se la estaba pasando en su nuevo hogar.

Los padres de Jeongguk estaban felices viviendo en Seúl y de vez en cuando, tenían cenas o desayunos con ellos en los restaurantes callejeros de la ciudad. La última vez que sucedió, fue hace dos semanas, ya que ahora, los señores Jeon estaban de vacaciones en Japón. Sin embargo, los padres de Taehyung estaban en Daegu y aunque Jeongguk había querido ir a visitarlos, Taehyung le había dicho que sus padres estaban algo ocupados, pero que ellos le dirían el día en que estuvieran libres parar pasar el tiempo con ambos.

"Cierto ¿A que se refería Soojin al decirte gracias aquel día?"

"¿Qué?"

"Ese día que rompió conmigo, vi como te agradeció por algo"

Ambos se encontraban sobre el pasto. Taehyung yacía sentado mientras que Jeongguk había preferido recostarse y colocar su cabeza sobre los muslos del beta que veía con atención todo el panorama frente a él: nubes rojas y naranjas con el sol ocultándose en ellas; ambas se reflejaban sobre el calmado río Han y daban un bello panorama que era digno de plasmar en una pintura.

"Bueno, yo solo le dije que si quería tener algo serio contigo, ella debía aclararlo, ya que podría lastimarte con sus acciones. Recuerdo que también le dije que tú la querías de verdad, pero al escucharme decir esto, ella me respondió que eso era lo que no quería escuchar" contestó de manera normal, acariciando sin querer la cabellera de Jeongguk "Después, salió del aula y se dirigió a ti. Eso es todo"

Hubo un silencio para nada incómodo. Las aves volaban sobre las nubes pintadas y un par de ellas se alojaban bajo las copas de los árboles. Varias personas caminaban por el lugar; los adolescentes jugaban con sus patinetas y uno que otro bailaban coreografías de bandas de k-pop; los niños corrían y jugaban con pelotas o con otros juguetes con sus padres a pocos metros de distancia cuidándolos. Todo emanaba tranquilidad y felicidad, y desde la vista de Jeongguk, quien tenía la perfecta vista del rostro de Taehyung desde abajo, supo que en verdad todo a su alrededor estaba bien.

"¿Te digo algo?" el pelinegro se había levantado de su cómodo asiento, tomando asiento detrás del castaño, colocando entre sus piernas a Taehyung mientras lo abrazaba por detrás y besaba su mejilla izquierda, sonriendo en el instante en que vio la manera en cómo su pareja sonreía al sentir un cosquilleo sobre sus costados y sobre su mejilla "Ese día, en el cumpleaños de Chen-"

"¿Chen? ¿El idol?"

"Sí" respondió, recargando su mentón sobre el hombro de Taehyung "Ese día, hice de todo un poco para que vieras que yo en serio te amaba ¿Te diste cuenta?"

"Quizás" dijo el castaño, enredando sus dedos con los de Jeongguk y viéndole a los ojos.

"¿Quizás? ¿Por qué?" el ceño fruncido de Jeongguk apareció, pero Taehyung lo quitó con su dedo antes de hablar.

"Porque estabas demasiado rojo y porque tu corazón palpitaba mucho" respondió, volviendo a mirar el paisaje frente a él "Pero no lo pensé mucho. ¿Sabes? Yo solo pensé que quizás estabas demasiado feliz por haber salido otra vez juntos. Aunque si soy sincero, puedo decirte que si pasó por mi mente que en serio estabas así porque gustabas de mí... pero lo descarté, porque pensé que era mi primera vez teniendo el ego muy alto" Taehyung rio y Jeongguk hizo lo mismo, recargando su frente sobre la espalda del castaño.

"Tonto"

"Lo sé y lo siento" dijo Taehyung con una sonrisa hacia Jeongguk, quien miró atentamente a ese bello detalle, sintiendo de nueva cuenta su corazón latir de sobremanera "¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?"

"Sí, al amor de mi vida" respondió y el hombre castaño rio, negando mientras su mejilla era besada por el pelinegro que le abrazaba con cariño y fuerza "Ya que estamos siendo sinceros, yo también lo haré..."

Hace 16 años.

Andenes de Seúl; 17:45 pm.

El día de hoy, definitivamente había resultado bastante pesado en lo que iba del año. El día comenzó con dos exámenes seguidos de dos horas cada uno. Fue hasta las doce de la tarde en que pudieron comer algo y aunque Taehyung no quería hacerlo, Jeongguk le obligó a hacerlo para tener más fuerzas y seguir con el último examen del día.

Terminando aquel último examen de dos horas igual, ambos se enfrentaron a las cinco clases restantes del día. Dos de matemáticas, uno coreano, uno de química y el último de inglés. Al terminar, las cinco de la tarde pudo verse en el reloj de mano de Taehyung; él se sentía cansado y casi succionado por la escuela, pero de solo recordar que tendría que hacer más deberes en casa, como lavar la ropa y cuidar de su hijo de dos años... cielos, ésta definitivamente no era la vida de un chico adolescente de tan solo dieciséis años.

No obstante, sonrió al pensar en que por fin podría ver a Yeonjun en un par de minutos. Solo debía bajarse del andén en un par de estaciones más, salir, caminar veinte minutos más y descansar en casa con su pequeño hijo a su lado mientras su abuela le decía que le prepararía un té luego de su descanso.

Jeongguk vio esa sonrisa suave de un Taehyung durmiente sobre su hombro. Él se encontraba hablando de que lo llevaría a casa antes de irse a la suya, sin embargo, al no escuchar la negativa de Taehyung, decidió hablarle y verle a la cara, topándose con que ese muchacho en serio se había dormido sobre su hombro con total confianza.

El andén se detuvo y un par de personas salieron, dejando solo a Jeongguk con Taehyung y con dos personas más al otro extremo del metro. Esto no despertó al beta castaño, ni mucho menos la voz del transporte decir que irían a la siguiente estación y ni siquiera el movimiento del andén.

Fue entonces, al ver la completa languidez de Taehyung mostrarse en su rostro, que Jeongguk decidió contemplar aquel rostro joven y lindo. El cabello de él estaba más largo y aunque Taehyung le había dicho que quería cortárselo pronto, Jeongguk rogó de manera silenciosa que no lo hiciera tan pronto, porque a él realmente le encantaba la manera en como el viento jugueteaba con su cabello en cada vez que salían a conducir las bicicletas rentadas a las orillas del río Han.

También Jeongguk gustaba de los ojos y sonrisa de Taehyung. Esta vez, sus párpados estaban cerrados y no podía verlos, sin embargo, esto no era un impedimento para que nadie notara la belleza de él. Es decir, hasta con los ojos cerrados y con sus labios delgados cerrados, Taehyung se veía etéreo y precioso.

Cuando Taehyung sonreía, cuando reía y cuando enfocaba su atención en las cosas que amaba, era lo más lindo que había visto en su corta vida. Su amabilidad, su forma de ver la vida, su manera de actuar y su presencia, era aquello que Jeongguk aprendió a querer y a amar en solo un año, y aunque piense que es demasiado pronto como para decirlo, él ve a Taehyung como su primer amor. Claro, él no se lo había dicho y aunque no sabía cómo decírselo o si iba a decírselo alguna vez, él podría intentarlo hoy.

'Demonios, estoy rojo y el corazón me late con mucha fuerza'

Jeongguk pensó en varias cosas en ese instante. Estaba a pocos segundos de llegar a la última estación y tendría que despertar a Taehyung para decirle que tenía que bajarse. Era una de las pocas oportunidades que tendría en su vida y aunque quisiera tener varias, Jeon sabría que tendría que aprovecharlas a toda costa ¿No?

¿Estaría bien hacerlo... decirlo?

El andén se detuvo. Taehyung despertó en el instante en que nombraron la estación. Era su parada y aunque tuvo un poco de sueño y casi se caía, logró levantarse y despedirse con una sonrisa de Jeongguk, quien le sonrió de nueva cuenta y gritó un hasta mañana en cuanto el andén comenzó a andar de nueva cuenta.

"Sí lo escuché" murmuró el Taehyung de 32 años con un sonrojo en el rostro.

Jeongguk había contado aquello con diversión. Estaba contando uno de los momentos más valientes que había tenido en su vida, sintiéndose mejor al contar un secreto que había enterrado en lo más profundo de su mente. Pero al momento de escuchar la respuesta de Taehyung, su risa se detuvo y volteó un poco a Taehyung para confirmar aquello.

"Me gustas, Taehyung... en serio me gustas" respondió el castaño mientras un leve viento movía hacia una dirección sus cabellos "E-eso fue lo que dijiste ¿No?"

La mirada de Taehyung se topó con la suya. Ambos pares de mejillas estaban sonrojadas y sus miradas yacían con todo el nerviosismo del mundo, casi siendo el reflejo de ambas personas de hace 16 años que no tenían idea de que ambos, eran el primer amor del otro.

"S-sí, eso dije"

Un silencio se había formado y aunque las miradas dijeran nada, de alguna manera dejaron que entre ellas se comunicaran. Sin embargo, el viento del otoño comenzó a hacer de las suyas de manera repentina, interrumpiendo su mirar y haciendo que Jeongguk ocultara el rostro de Taehyung en su cuello, abrazándolo con fuerza mientras se recostaba con él encima sobre el pasto.

Risas y gritos llenaron el lugar. La luz de la tarde se había vuelto un poco más oscura y el sol estaba desaparecido totalmente. Las farolas comenzaron a encenderse y aunque la farola que estaba a unos cuantos metros de ellos no se había encendido junto a las otras, Jeongguk pensó que realmente no la necesitaba para apreciar el lindo rostro sonrojado de Taehyung.

"Lamento haberme tardado tanto, Tae" murmuró Jeongguk, besando castamente los labios del castaño "En serio lo lamento"

"N-no lo hagas" contestó el castaño sobre él, recostándose sobre el pecho del pelinegro "Mejor... mejor disfrutemos el ahora y olvidemos lo malo del pasado"

"Tienes razón" respondió Jeongguk, enredando sus brazos en el beta mientras admiraba la belleza del cielo azul que estaba oscureciéndose y que mostraba la belleza de la luz de algunas estrellas en ella "Esta vez, solo tomó un instante caer en el abrazo del otro"

"¿Qué?"

"Nada, solo que leerás otra novela más por recomendación mía" Jeongguk sonrió y lo abrazó un poco más, sintiendo sin querer la sonrisa suave de Taehyung "Descubramos el amor juntos, Tae. Hoy, mañana y siempre"

no puede ser que lo hice, sigh.

si las escenas explícitas no fueron buenas, una disculpa, hace mucho que no escribía ese tipo de escenas TT

es la primera vez que utilizo varias canciones y yo en serio siento que escribí todo lo que quise escribir en este capítulo.

eso es todo. gracias por leer y nos vemos en la siguiente fase. adivina cuál será, ahhhh

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