Coral se encontraba realizando su tarea de matemáticas durante a la hora de la merienda. No la había hecho en su casa debido a que había estado algo ocupada con el equipo de porristas durante todo el día que le evitó hacerla. Así que se apartó de sus amigas para tener espacio y no distracción. Sin embargo, al parecer su plan había fallado porque a lo lejos escuchó la voz aguda sin ser molesta de una castaña con lentes, que al parecer iba corriendo por lo agitado que se escuchaba su respiración.

—¿Qué te sucede? —preguntó Coral cerrando su libreta mientras la arrastraba hacia un lado y ponía cara de molesta.

—Ya lo hizo —afirmó la castaña mientras tomaba un bocado de aire.

La rubia con cola de caballo la miró sin entender el código de sus palabras, así que se encogió de hombros.

—Alexa —volvió a decir entrecortado.

Coral estaba confundida. ¡Por el amor de Dios, que alguien le dijera algo!.

—¿Qué hizo Alexa? —cuestionó una vez más la rubia, conteniendo su desesperación.

Debido a la cara asustada de Lana sabía que no eran unas muy gratas noticias.

—Publicó tu foto en el periódico escolar. Tristan será viral —respondió entre suspiros mientras le entregaba el periódico abierto en la dichosa foto.

Coral al leer que su nombre estaba ahí, se quedó congelada. Pero parpadeó frenéticamente, como si por arte de magia, la foto y nombre desapareciera.

¡Por favor tierra, trágame!, pensó cada vez que leía su nombre en el papel.

Maldita Alexa, la iba a matar sin duda alguna, ¡por eso no se había pasado por ahí!.

—Mátame —le suplicó a Lana después de haber digerido la información. Lana negó con la cabeza, acompañado de una sonrisilla traviesa—. ¡Por favor, será más fácil a mirar a Tristan en clase de química!.

—Por favor, si yo huelo amor en el aire entre ustedes dos cada vez que los veo juntos —rió la castaña mientras le quitaba el periódico de las manos a la rubia.

—Tú no eres mi amiga —la acusó con el tenedor de plástico color amarillo que se encontraba a lado.

Lana arrastró su trasero por la banca de plástico para alejarse un poco de la asesina que Coral quería ser.

—Yo no fui la que publicó tu foto, si alguien debes de matar, esa es Alexa.

Alexa iba caminando en dirección a sus dos amigas, pero se detuvo en seco cuando escuchó un poco la conversación de las otras chicas. ¿Pero qué había hecho ahora?.

—¿Quién me va a matar y por qué? —cuestionó la chica de ojos castaños mientras cruzaba una de sus piernas por el banco, a lado de Lana. Quedando un poco lejos de la chica del tenedor.

—Al parecer Lana te va a matar a ti, y no sé por qué, además de la foto del amargado.

—¿¡Por qué no me habías avisado que la ibas a publicar!? —exigió saber mientras bajaba el tenedor para verse menos amenazadora.

—No le vi importancia, tu sabías que la foto se iba a publicar —se defendió Alexa mientras arrugaba la nariz.

—Pero yo esperaba que fuese dentro de un par de años, cuando ya no estudiáramos aquí, de preferencia.

—Pero tú estás loca —rió Alexa—. No, a mi equipo de producción le gustó y pues fue para esta semana. Por eso, ¿no tienes otra foto de otra persona?. A mi equipo le gustó demasiado que quieren que te integres, yo ya les expliqué que no tienes mucho tiempo. Pero de igual manera se apreciará que nos donarás algo de tu trabajo.

Coral no supo si llorar o reír, estaba entrando en una crisis emocional. Y a Alexa lo único que le importaba era su estúpido periódico. Así que de un seco golpe colocó ambas manos sobre su rostro mientras colocaba sus codos en el borde de la mesa para tomar un poco de aire y poder controlar sus nervios, aunque creía que no había remedio para su enfermedad.

—¿Es en serio lo que me estás preguntando? —farfulló sin mirarla a los ojos, ocultando su vergüenza.

—¿Qué? —Alexa le restó importancia ó al menos intentó hacerlo—. No le veo el problema de haber publicado la foto, tú nos cediste la foto.

—Pero esperaba también que me avisaras para poder prepararme. ¿¡Cómo voy a ver a Tristan de ahora en adelante!? —interrogó—. Quizás se enoje.

—Pues lo mirarás con los ojos —intentó bromear Alexa, pero fue un fracaso total.

Coral rió sin humor.

—Estoy frita —admitió Coral mientras juntaba sus labios frotándolos entre sí mientras cerraba sus ojos, luego los abrió mostrando su penetrante mirada verdosa para mirar una vez más a su amiga.

—Yo sé que no se enojara, te ama. —Lana arrastró su mano hasta llegar a la rubia y darle un leve apretón para apoyarla.

—Y yo sé que mataré a Alexa. —Coral miró a la castaña—. Por eso te sentaste a lado de Lana, ¿verdad?.

Alexa asistió con la cabeza acompañado de una sonrisa de oreja a oreja.

—Pero también apoyo a Lana, él te ama y no se enojaría por algo tan absurdo.

—Espero y tengan razón. —Suspiró Coral una vez más.