❥Capítulo ocho I Segunda parte

Coral se sentó con su bandeja con un pan y un vaso de leche con chocolate en frente de Alexa y Lana. Alexa sonrió con dulzura porque había traído más piezas de pan porque les había llevado uno a Lana y Alexa. Las tres empezaron a entablar una conversación amena.

Coral metió una dona de chocolate en su boca, llenando la comisura de sus labios de chocolate. Maldito momento en que hizo eso porque Tristan estaba pasando en frente de ella y gracias a que no despegaba sus ojos sobre la espalda, él volteó y al verla hecha un desastre, hizo una mueca que le rompió el alma por un instante.

—Es un idiota, no puedes tenerlo todo. Con mucha suerte y te envió rosas la semana pasada —. Alexa tomó la mano de su mejor amiga, dándole un leve apretoncito para darle animo—. ¿Sigues guardando las rosas en tu refrigerador?.

Coral se sonrojó, dándole la respuesta. Pero después de mirar a Lana confusa, decidió continuar—. Es que así las flores tardan un poco más en marchitarse, y las veo seguido porque voy mucho al refrigerador —explicó con una sonrisa y como respuesta se encontró con una Lana ahogaba en carcajadas.

Al terminar de comer, las tres chicas tomaron un camino distinto porque sus casilleros no estaban juntos y, necesitaban sacar libros y útiles. Coral miró la cámara fotográfica profesional que su mamá le había regalado el día del partido, y decidió tomarla para colgarla en su cuello. Desde ese día se había vuelto muy obsesiva con tomar fotos a paisajes y cosas bastante artísticas. Había tomado ese hábito.

Caminó por el pasillo con una gran sonrisa y su mundo se congeló por un instante cuando notó al chico que le robaba suspiros y sonrisas idiotizadas. No podía creer el efecto que tenía sobre ella porque ni siquiera se hablaban mucho.

Tristan estaba en una posición muy artística, sentado en la banca de costado, ella podía observar su exquisito rostro y su delicada y linda nariz. Tenía una pierna sobre la banca mientras que la otra estaba tocando el suelo. Él tenía la mirada gacha, escribiendo algo que no podía notar. Además detrás de él se mostraba un día soleado con el sol brillante y las nubes esponjosas.

Colocó la cámara en su rostro para enfocar al lindo chico, se aseguró que los estudiantes que se atravesaban, pareciese un poco difuminados. Y cuando atrapó la escancia correcta, inmortalizó aquel momento. Sonrió con satisfacción y se giró sobre sus propios talones para seguir su camino.

Cuando estuvo segura que él no la reconocería, se inclinó sobre las taquilla y empezó a ver la fotografía de su cámara. Miró la última y sonrió. Aun era un tabú para ella, un chico que pareciese rudo y sin corazón podía ser tan detallista y atento.

Sintió como alguien le había soplado en el oído, por lo que le soltó un gran susto. Soltó su cámara para llevarse las manos hacia el pecho. Afortunadamente la correa evito que la cámara cayese. Miró de reojo y se encontró con su mejor amiga quien la miraba divertida.

—¿¡Qué demonios te sucede a ti, mujer!?. ¿Qué pretendes, que muera de un susto? —. Coral arrugó su nariz mientras la miraba sin expresión en el rostro para demostrar que no estaba jugando.

—No es para tanto, tú eres una exagerada —dijo, tratando de aminorar el regaño—. ¿Qué hacías con tu cámara? —indagó mientras la tomaba del cuello de la rubia y se ponía a ver la foto que Coral veía.

Era demasiado tarde cuando Coral intentó evitarlo; la chica ya la había visto.

—¿Por qué le tomaste una foto al chico de corazón frío? —preguntó sin dejar de observar la pantalla.

—Porque me nació, quise inmortalizar el momento en que se veía tan sereno. Además se ve lindo —. Coral le arrebató de las manos la cámara.

—No es que él sea lindo, sino tu eres una excelente fotógrafa. ¿No te gustaría ayudarme con el periódico escolar? —invitó con voz coqueta mientras sonreía de oreja a oreja, asegurándose de mostrar todos sus dientes.

—No creo mujer. Este tema yo le hemos hablado en varias ocasiones y aceptaste mi decisión.

—Pero eso fue antes de saber que eres una chica excelente. Me gusta esa foto par un articulo escolar sobre el estrés de la escuela. ¿No te haría ningún daño que me la pasarás, verdad?. ¿Me dejarías usarla? —. Alexa pestañeó frenéticamente, mostrando señal de desesperación—, las fotos regularmente suelen ser pésimas y casi nadie lo lee por la misma razón, ya que no es atrayente ante el ojo del espectador. Pero tú me ayudarías a cambiar eso.

—No sé —susurró mirando fugazmente la foto.

—Por favor —insistió Alexa con ojos muy grandes mientras juntaba ambas manos de manera suplicante.

—¿Y si Tristan se enoja? —indagó Coral para sí misma.

—¿Por qué se enojaría, porque sacas su belleza?. ¡Por supuesto que no, será agradecido contigo!. Además tu dices que es un chico compresivo, por lo tanto, comprenderá que te inspiraste en él y que yo necesito la foto para que más estudiantes lean el periódico y así evitar que el Director nos clausure —. Lloriqueó con un puchero en sus labios.

—Creo que es una buena acción, y creo que tienes razón. Él lo entenderá —aseguró con una sonrisa en los labios fruncidos mientras alzaba uno de sus hombros y le daba una rápida mirada a la cámara para volver a mirar a su amiga.

—¡Por supuesto que tengo razón, nena!. ¡Eres la mejor! —Alexa se acercó a su mejor amiga para plantarle un beso en la mejilla, energética.

Pero por supuesto que Alexa no tenía la razón.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top