La siguiente clase pasó exactamente lo mismo; Tristan fue ignorado por la chica rubia y eso lo dejaba desconcertado, ya casi ha culminado la semana y la chica no lo quiere ver ni en fotografía.

—Ya me cansó la actitud de Coral —farfulló entre dientes mientras la miraba fijamente.

—Tri, no quiero ser molesto pero si tanto te desagrada, ignórala. ¿Por qué le pones tanto empeño a fastidiarla?, ese empeño deberías de entregarlo a las materias que vas reprobando —susurró Zack mientras veía su cuaderno para disimular la conversación—, ya déjala tranquila.

—Nop. —Negó con la cabeza—, me gusta amargar su día.

—Ay Tristan, ya no sé que decirte. Pero hoy no quiero ser parte de tus mensajes.

—Esta bien; puedo buscar otros. —Sonrío.

Se giró un poco del lado opuesto del mejor amigo y se encontraba la chica más gruñona de todo el salón. Si él era irritable, ella era mucho peor. Zack sonrió victorioso, el jueguito que Tristan tenía ya le estaba cansando bastante. Y quizás si dejaba ser parte de ello por fin dejaría a la rubia.

Pero Zack estaba erróneo, Tristan se inclinó hacia al frente y le pidió de favor al chico que pasara la voz.

—Claro —respondió el compañero sin importancia.

Tristan giró un poco el ostro y sonrió victorioso.

—"¿Por qué me ignoras?, ¿prefieres evadir la verdad a que confrontarla?".

El chico intentó memorizarse el mensaje, pero cuando Tristan lo estaba susurrando, no le prestó mucha atención. Entonces volvió a pasar lo mismo; la voz empezó a correr entre los compañeros hasta que finalmente llegó a la rubia.

—"¿Por qué me ignoras?, ¿prefieres confrontar la verdad y evitarla?".

—"¡Qué no me ignores!, ¿prefieres saber la verdad o la evito?"

—"Duele que me ignores, ¿quieres saber la verdad?".

—"¡Deja de ignorarme, ¿qué verdad tenemos?!".

—"¡Deja de ignorarme, ¿cuál es nuestra verdad!?".

—"¡Deja de ignorarme, ¿qué verdad necesitamos?!".

—"¡No me ignores, ¿qué hago para estar en paz?!".

—"¡No me ignores, quiero volver a estar bien contigo!" —susurró Lana en el oído de su amiga.

Lana miró de reojo hacia atrás para poder visualizar a su enamorado no tan enamorado. Él se encontraba ansioso de la respuesta; ella bufó y rodó los ojos. ¡Sí, otro punto más a su favor!.

—Esto se te va a salir de las manos, déjala —insistió Zack—, no porque odies al mundo debes hacerlos sentir mal.

—¿Estas en tus días o qué? —Tristan río.

Eso le irritó más a su amigo.

—Me esta cansando siempre tu mismo juego. —Miró con dirección al pizarrón y volvió a anotar lo que necesitaba—, pero no me digas que no te lo advertí.

El resto de la clase Zack ignoró por completo a su mejor amiga. No entendía como era posible siendo él una persona bastante comprensiva y simpática, Tristan era todo lo puesto a él. Eran dos polos opuestos y quizás eso los unió porque su balanza estaba equilibrada.

Pero lo que tenía claro Zack, era que si Tristan no cambiaba algo siendo positivo para él, lo terminaría alejando para terminar con su amistad. A veces las diferencias en una amistad era benefactora, pero en otras veces también era desastrosa sino sabían manejarlo.

—Prometo bajarle al asunto —soltó por fin el pelinegro.

Estaba consiente que a veces podía ser odioso y le agradecía a Zack que era muy tolerante, pero tenía miedo de ser la gota que derrame y quiebre el vaso y terminar con eso. No iba a cambiar su personalidad, pero la modificaría un poco para no perder a su mejor amigo.