❥Capítulo cinco I Segunda parte
Lana tocó el hombro de la chica de cabello rubio bien recogido en una cola de caballo en alto, pero ella se agitó de un lado al otro para que no la molestará. Ya sabía lo que la castaña quería y realmente no estaba satisfecha con eso, pues ese día sería el segundo mensaje que le rechazaría a Tristan.
—Ay, no. No se me antoja responderle a ese traidor —habló sin dejar de hablar a la castaña.
—¿Entonces le digo que no quieres hablar con él? —insistió Lana mientas alzaba sus cejas de arriba hacia abajo, intentando ser coqueta.
—No mujer, mejor que sienta mi ausencia.
—Bien, le diré eso.
—Bien —respondió sin importancia la rubia volviendo a prestar atención a la clase de química.
Lana sonrió victoriosa, pues Coral no se dio cuenta lo que acaba de hacer. Entonces se inclinó hacia atrás, donde Zelena esperaba que le pasaran el mensaje. Eso era bastante divertido y la sacaba de su aburrida clase.
—Zel, ¿podrías pasar el mensaje?.
—Por supuesto Lana, ¿qué quieres que diga?.
Lana suspiró, buscando la frase perfecta, sin sonar muy grosera para que Tristan no dejase de molestar a Coral. Que fuera misteriosa e integrante a la vez, y tuviera un mensaje subliminal pidiéndole que no la dejase en paz.
—"No pongas más leña al fuego y con un par de palabras no arreglas nada. Las acciones son verídicas". —La castaña volvió a sonreír, para ella, era el juego de palabras mejor dicho en toda la historia.
Zelena rodó los ojos sin que la castaña viera, no entendía mucho el mensaje. Pero sonaba a que lo estaba mandando al carajo, por lo que redujo el mensaje, además ahorraría varias palabras.
—"Deja de poner leña al fuego y vete al carajo". —Ese fue el mensaje de Zelena, mejor dicho que el anterior.
—"Deja el fuego y vete al carajo".
—"No juegues con fuego y vete al carajo".
—"No fuego y vete al demonio".
—"Quémate en el fuego, demonio".
—"Enciende en el fuego, demoño".
—"Arde en el infierno, demonios".
—"Arde en el infierno, demonio." —repitió Zack un poco confundido. ¿Por qué Coral estaba comparando a Tristan con un demonio?.
El maestro dejó de hablar por un segundos para decir cuales problemas debían de resolver—. Por gfavor, resuelvan los últimos cinco problemas de su libro en la página doscientos ochenta y siete.
Coral anotó las instrucciones en una esquina de su cuaderno, pero se acordó de algo; le dijo a Lana que le mandará un mensaje a Tristan. Pero la castaña no lo habrá hecho, sería incapaz de hacerlo, ¿verdad?.
Agitó su cabeza de un lado al otro, negando. Giró su cuerpo y habló con su amiga.
—No lo hiciste. —Abrió sus ojos azules de par en par, en señal de una súplica.
—¿Qué cosa? —preguntó con un tono de voz inocente.
—Lo hiciste —afirmó ceñuda—, te voy a matar.
Coral se giró aun más para ver al pelinegro con disimulo, esperando a ver su reacción para ver si ya llegó o no. Porque una vez que el mensaje se enviaba, no había nada que lo pudiera detener.
Tristan arrugó sus cejas al escuchar el mensaje de su mejor amigo. Sonrió feliz, Coral estaba enojada con él. ¿Por qué alguien se entusiasmaba si lo aborrecían?.
—¿Por qué sonríes? —cuestionó confundido Zack mientras escribía en su libreta los ejercicios del libro.
—Porque creo Coral ha vuelto a odiarme.
—Quizás nunca lo hizo. —Zack colaboró, encogiéndose de hombros.
—Tal vez, pero volvimos a ser los de antes.
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