🕸️~ Miguel

Yo y hobie estábamos caminando por la ciudad en fechas decembrinas, está de más mencionar que la nieve y el frío se hacían notar bastante y mi humor no estaba muy bien que digamos. En un segundo escuché solamente mis pisadas y note que hobie se había detenido.

— oye ¿No crees que podrías necesitar uno de estos? — señaló con su dedo pulgar la vitrina de una tienda, adentro había muñecas de todo tipo.

Yo quedé fascinada, la última muñeca que tuve me la dió mi padre antes de caer en vicios y desaparecer y tenía más o menos 4 o 5 años. Al instante mi emoción se fue cuando enfríe mi cabeza y pensé mejor las cosas

— ya no soy una niña no tengo la necesidad de comprar esas cosas, prefiero gastar el dinero en algo que de verdad necesite — le respondí de forma sería y seguí caminando

— ¿soy yo? ¿O eso sonó a tu mamá? — me dijo siguiéndome el paso

Y tenía razón, si algo me enseño mi madre es que no hay que adquirir estupideces que solo sirven como decoración sin nada que me pueda ser útil. Soy ese tipo de personas que prefiere lo útil antes que "lo que te hace feliz"

— Oye darte un gusto de vez en cuando no te hará daño — insistió hobie ya estando a mi lado y ambos caminando al mismo ritmo

— ¿No eras tú el que estaba en contra de estas cosas? — pregunté sin siquiera verlo

— creo que no comprendiste el concepto de ese ideal ____ — respondió

— ya da igual, estoy muy grande para esas cosas — le dije un poco molesta y camine con más prisa para evitar seguir con aquella conversación que solo me causaba estrés

Aunque actualmente daría lo que fuera por volver a hablar con el.

Han pasado al rededor de tres días desde la visita de los demás arácnidos, me preguntó que habrá sido de ellos. Por otro lado tampoco eh tenido ningún éxito buscando al Miles de mi universo, trato de no pensar lo peor pero sabiendo como es esta ciudad puede que sea lo más probable.

En estos momentos me encuentro sentada en la cama de mi habitación justo en la orilla frente a la televisión cambiando de canal una y otra vez buscando algo bueno que ver, tener el día libre no era tan divertido como creía. Cambiaba de canal una y otra vez pero en la pantalla solo podían verse programas malos e infomerciales aburridos que ponen a la venta artículos completamente inútiles. Suspiré y resignada decidí mejor apagar la televisión y simplemente recostarme en la cama y esperar a quedarme dormida, eran como las 06:30 y ya casi oscurecia por lo que los ruidos de la ciudad no eran tan molestos a esta hora y la luz del sol se desvanecía poco a poco, por fin estaba quedándome dormida poco a poco cuando una luz naranja comenzó a molestar mis ojos y poco a poco los abrí. Por alguna extraña razón estaba alguna clase de agujero naranja exagonal en mi techo y el hobie de otro universo se asomaba en el.

— Hola ¿ocupada? — me preguntó con esa sonrisa característica de el

Yo renegue y rodee los ojos, puse una almohada en mi rostro para cubrir la molesta luz de mi vista

— ¿qué carajos haces aquí? — me queje

— ¿No puede venir a visitarte un buen amigo? —

— Tú no eres mi amigo — le aclare quitándome la almohada del rostro

— ¡ouch! Eso dolió — dijo de forma sarcástica — anda levántate de ahí y ven conmigo —

— ¿para que? —

— Tú solo ven —

Hobie se agachó y me extendió la mano para que yo la tomara y lo siguiera, lo pensé unos segundos y luego suspiré y lo hice, total no tenía nada más que hacer. Extendí mi mano a la suya y no se con que fuerza me alzó hacia arriba con él hasta quedar a su lado y ver cómo el portal se cerraba.

— ¿qué carajos? — pregunté anonadada

— ten, ponte esto —

Una mujer negra con un gran cabello afro tomo mi mano y puso una pulsera extraña en mi muñeca

— con esto podrás quedarte aquí sin ningún problema —

— ¡¿quedarme?! —

— hey, tranquila, lo que Jessica quiere decir es que te quedarás pero solo un rato — me explico entre risas hobie señalando a aquella mujer explicando mejor lo que había dicho para aclarar

Ammm ¿ok? ¿y que hago aquí exactamente? —

Mire a mi al rededor, parecía ser alguna clase de cuartel pero todo estaba muy oscuro y distinguía bien nada.

— vas a responder todas las preguntas que nosotros te hagamos — me respondió Jessica

— ¿ahora me dirán dónde está Gwen? — preguntó hobie acercándose a la mujer y alejándose un poco de mi

— cálmate, lo sabrás en su momento chico malo, primero tiene que hablar ella y luego soltaremos a Gwen —

Eso me dejó preocupada y confundida, seguía sin saber qué carajos sucedía y la verdad me estaba frustrando

— no entiendo ¿preguntas? ¿de que clase?— pregunté dirigiéndome a ambos

— Espera a qué el te diga—

Jessica con sus ojos señaló una plataforma en la que estaba un hombre grande y fornido de espaldas con un traje azul con algunas marcas rojas, bajaba de manera lenta y yo solo lo veía con molestia, en estos momentos estaría cómodamente dormida pero no, tengo que tolerar estás estupideces.

Cuando finalmente llegó a su punto deseado se dió la vuelta y me habló.

— _____, la spiderwoman más irresponsable que existe en todo el spiderverso — dijo dirigiéndose a mi

— ¿y usted es? — pregunté ya queriéndome ir de ahí lo más pronto posible

— mi nombre es Miguel o'hara y Dirijo una sociedad arácnida encargada de...—

— ¿cómo dijiste? ¿Miguel ojera? — pregunté interrumpiendolo

— O'hara — me corrigió exaltado apretando los dientes

— ¿mojarra? —

— o'hara — volvió a corregirme

— ¿maraca? — dije ya en tono de burla

— como sea — dijo respirando profundo para evitar enojarse de sobre manera — pedí que vinieras aquí por qué tengo algunas preguntas que hacerte

ok señor pizarra, pero rápido que es mi día libre o no lo quiero pasar en este basurero —

Miguel renegó y llevo dos dedos a su nariz tratando de encontrar la poca paciencia que tenía, voltee a ver a hobie y su mirada solo miraba al mayor con seriedad y enojo, parece que tampoco le hacía mucha gracia estar aquí. Solo queda esperar que no se trate de nada malo.

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