Cuando todos se fueron nos quedamos solos Hobie y yo en aquella azotea ¿Qué precio estoy pagando para que me toque está tortura?

★: Sigo sin entender por qué tú necedad de quedarte aquí, que sepas que no te necesito. - lo mire molesta-

Hobie: Lo se, pero algo más de ayuda nunca está de más. - me dijo con una sonrisa -

★: Estoy perfectamente bien sola.

Hobie: Bien, si tú lo dices, aunque estoy seguro de que no es así. Dime ¿Qué es lo que te tiene tan a la defensiva? - me preguntó en un tono más serio -

Me límite a solamente a hacer un bufido y comenzar a caminar fuera de ahí. Creí que me seguiría pero el se quedó de pie en el mismo lugar solo siguiéndome con la mirada.

Durante todo el camino a casa, como es costumbre, caminaba a paso lento y con poco ánimo. Los problemas en mi vida parecían no querer acabarse. Deje de lado mi identidad como Spiderwoman para no seguir haciendo daño pero... Aún así termino siendo así. La ciudad se estaba desmoronando, todo se caía a pedazos y la gente vive con temor a diario de si quiera salir de casa. Aún así no me sentía digna ni suficiente para ser esa heroína que los necesitan.

Seguí caminando undida en mis pensamientos hasta que llegue al edificio donde vivía. En un dolor de pecho punzante cada que lo veo en las mañanas cuando me voy y en las noches cuando vuelvo. Respire profundo y tragandome el dolor entre y subí por las escaleras hasta el departamento 276, esto ya que el ascensor llevaba meses sin funcionar y nadie se molestaba en venir a repararlo.

Una vez estuve frente a la vieja y desgastada puerta de madera del departamento, saque las llaves para abrir la cerradura y entre. El ambiente era frío y desolado siempre que entraba, se podía sentir el vacío. Camine hasta el sofá y me recosté boca arriba en él pensando en todo lo que había pasado en el día y más en las últimas horas.

Hobie: Es un buen lugar para alguien tan amargada

Apareció el de repente poniendo sus brazos cruzados en la cabecera del sofá estando detrás de te y mirándome son una sonrisa tranquila y fresca. Yo grité del susto al no esperar su presencia ahí.

★: ¡Ah! ¡¿oye que te pasa?! ¿cómo entraste aquí?

Confundida me reincorpore quedando sentada en el sofá. Hobie camino y se sentó a mi lado.

Hobie: Por la ventana, te seguí. - dijo poniendo sus manos entrelazadas detrás de su cabeza pareciendo relajado -

★: Si, me doy cuenta de que me seguiste ¿Por qué? - pregunté mirándolo confundida -

Hobie: Hay algo en ti que me parece extrañamente misterioso. Me da curiosidad saber cómo eres en realidad.

★: Yo soy así como me ves así que vete ya - le ordené señalando la puerta con mi dedo -

Hobie: Tranquila, no muerdo, solo quiero que seamos amigos.

★: Yo no necesito amigos, estoy perfectamente bien sola. Ya te dije que no es de tu interés lo que me pase, tú concéntrate en tu trabajo arácnido ¿Quieres? - me queje mirándolo molesta, luego me levanté del sofá y fui hacia la cocina por agua y una pastilla para el dolor de cabeza. Eso sí es que todavía hay, es difícil conseguir medicamentos en esta ciudad-

Hobie se quedó en silencio y examinó el lugar con la mirada, no perdía detalle de nada y ponía atención a todo lo que veía. No había una gran decoración y todo parecía estar ligeramente descuidado mas no llegaba al extremo. Mirando con atención noto que detrás de la televisión había una fotografía enmarcada que no se lograba distinguir muy bien. Curioso se levantó del sofá y camino hasta ahí tomando la fotografía en sus manos. En esa fotografía estábamos yo, Miles y hobie de mi universo, sonrientes y en un lindo día soleado en las calles de Nueva York, cuando nueva york era seguro y tranquilo.

Hobie: Este de aquí... ¿soy yo? - pregunto volteando a verme -

Lo miré y note la fotografía en sus manos, la sangre se me helo y mis nervios aumentaron a mil. Dejé caer el vaso de vidrio al suelo y corrí hacia el arrebatándole la foto de las manos.

★: ¡No toques cosas que no son tuyas! -  le grité muy molesta y llevándome la foto a otro lugar. La puse en un mueble que estaba a lado de la puerta como recibidor dejándola boca abajo para cubrirla -

Hobie: Entonces si soy yo ¿No es así? - murmuró de forma suave -

Me quedé en silencio unos segundos sintiendo mi cuerpo temblar y el dolor queriendo volver, pero una vez más hice lo posible por no dejarme ver mal.

★: Claro que no, son ideas tuyas, no eres relevante y no tienes nada que ver aquí.

Le reclamé sin mirarlo, Hobie camino hasta mi y poniéndose frente a mí se recargo en una pared mirándome fijamente sin ninguna expresión aparente.

Hobie: ¿Qué fue lo que pasó? - pregunto sin más, yo no respondí nada y le di la espalda -

Hobie: Murió ¿No es así? Por eso eres así, el está muerto y miles desaparecido. Eso debe ser muy duro para ti. - Dijo en voz baja poniendo su mano en mi hombro, en cuanto lo hizo yo lo empuje -

★: No te di permiso de hablar sobre mi vida y lo que siento. Es mejor que te vayas ya, no tienes nada que hacer aquí

Camine hasta la ventana y la deslice hacia arriba para abrirla y señalarle con mis manos abiertas la salida.

Hobie: Se nota que estás demasiado dañada, si algún día pierdes ese miedo a hacer amigos puedes contar conmigo ¿Si? Me gusta ser amigo de todo el mundo

Me dijo con una sonrisa para luego ponerse la máscara e irse. Cerré la puerta con fuerza azotando la y sentí mi garganta hacerse un nudo. Necesito mi navaja.