~Capítulo 3~

—¿Qué es el Círculo de Khanna? —preguntó Persephone, inquieta.

—Mi grupo de amigos —respondió Barnaby.

Los dos entraron en la sala que, como muchas otras en Hogwarts, era más grande de lo que aparentaba. Parecía una sala de entretenimiento con muñecos de prácticas, calderos para pociones y mapas del castillo por las paredes.

Había bastante gente allí. Persephone reconoció a Badeea Ali, el chico de Gryffindor amigo de Cedric y el prefecto Charlie Weasley.

—¡Barnaby! —gritó una persona que Persephone llevaba días evitando.

Maya Gardener se acercó hasta ellos más enfadada que un gnomo al que le habían robado su oro. Persephone por instinto se quedó un poco más atrasada que Barnaby.

—Ya llegué —dijo Barnaby—. Creo que dije que tardaría un poco.

—Olvidaste mencionar que ibas a traer a otra de primer año —respondió Maya.

«¿Otra?», pensó Persephone confundida. Entonces los vio. Cedric, Anastasia y los gemelos Weasley también estaban allí.

—Toda ayuda es bienvenida, tú misma lo dijiste una vez.

—Apenas acaban de llegar a Hogwarts —replicó Maya—. No tienen la experiencia suficiente.

—¿Recuerdas tu primer año? —preguntó Barnaby.

—No pienso ser la niñera de nadie —respondió Maya, ignorando por completo la pregunta—. Malfoy queda bajo tu responsabilidad. Si le pasa algo será tu culpa.

—Me hago cargo, y si querés que cuide de los demás de primero, también lo haré.

—No, que cada uno aguante con sus invitados.

Maya se alejó para hablar con una chica de Slytherin que Persephone no conocía.

—Eso ha estado cerca —susurró Barnaby, aliviado.

—¿Qué le pasa a Maya? —preguntó Persephone.

—Está enfadada con todo el mundo, no es nada personal contra ti. Antes no era así, de verdad.

No sabía si era bueno o malo. Los demás presentes hablaban con cara seria, como si se preparasen para una batalla. Persephone tenía miedo de lo que sucedería.

—Ve con los demás de tu año —dijo Barnaby—. Iré con vosotros después, tengo que hablar con Maya y Mérula.

—¿Es Mérula Snyde? —Era la hija de unos mortífagos que estaban en Azkaban; había oído a su padre mencionarlos en alguna ocasión.

Barnaby asintió con la cabeza antes de irse. Persephone se fue a su vez con los de su edad.

—Esto sí que es una sorpresa —dijo Cedric cuando fue con ellos—. No me dijiste que también ibas a venir.

—No lo sabía hasta hace un rato —murmuró Persephone—. ¿Qué hacéis vosotros aquí?

—Mi amigo Ben me trajo —respondió Cedric—. Dijo que tenía un buen nivel de Encantamientos y de duelo y que podría ayudar.

—Nosotros obligamos a nuestro hermano —dijo uno de los gemelos—. Soy George, por cierto.

—Es injusto que toda la diversión sea para él y para Bill —respondió el otro—. Yo soy yo Fred.

—No les hagas caso —dijo Anastasia—. Es al revés.

—¿Acaso eres nuestra madre? —preguntó el primero que había hablado, que era George según él mismo y Fred según Anastasia—. Sólo ella es capaz de distinguirnos. ¿Cómo sabes que no estás equivocada?

Anastasia puso los ojos en blanco.

—Fred suele ser el primero en hablar y George el segundo —le dijo a Persephone y a Cedric.

—¿Y a ti quién te trajo? —preguntó Cedric.

—Nos escuchó hablando con nuestro hermano y nos siguió —dijo uno de los gemelos.

—Y nosotros como buenas personas no le dijimos nada —respondió el segundo.

Las conversaciones empezaron a apagarse a su alrededor. Barnaby fue a su lado y Maya se subió a una tarima acompañada por Mérula.

—Gracias a todos por venir —empezó a decir Maya—, sobre todo después de decir el curso pasado que no íbamos a seguir reuniéndonos.

»Como la mayoría sabéis, la maldición de la última bóveda no parecía actuar sobre el castillo como las otras. ¿Qué sentido tenía buscarla entonces si no era peligrosa y R había sido eliminado? Estábamos equivocados. R sigue buscando la Última Bóveda, la más peligrosa de todas. Esta semana, Patrica Rakepick ha sido vista cerca del Lago Negro.

Varias personas murmuraron. La tal Rakepick debía ser alguien importante para ellos. No sabía si los demás sabían más que ella; más tarde le pediría a Barnaby que le contase todo... si es que se quedaba hasta el final. No quería meterse en líos, y tenía el presentimiento de que estaba cayendo en uno muy grande.

—La última bóveda no es como las demás —continuó Maya—. Por el momento, sólo sabemos que está relacionada de alguna manera con el lago. Y que tiene algo por lo que vale la pena si Rakepick se ha arriesgado a volver.

—¿Cómo sabéis que es Rakepick? —preguntó un chico de Ravenclaw—. Sería muy estúpida si volviese tras...

—Porque tengo ojos en la cara, Egwu —cortó Mérula—. Yo la vi, y era ella. Ha vuelto para acabar su trabajo.

—La mayoría ya conocéis los riesgos y nuestro modo de actuación —añadió Maya—. ¿Volverías a ayudarme?

Persephone quiso irse, pero le dio vergüenza hacerlo al ver que nadie más se marchaba. Parecía que estaba metida de lleno en la búsqueda de la Bóvedas Malditas.

Por supuesto, todos los allí presentes dijeron que sí.

—Nos dividiremos en grupos para cubrir más terreno —dijo Maya. Aunque todo el mundo había aceptado seguir con ella, su cara seguía igual de seria—. Ya sabéis cómo trabajamos.

Bueno, los de primero no tenían ni idea.

—Vosotros, los de primero venid conmigo —ordenó Maya—. Veamos de qué sois capaces.

Les hizo ir a un rincón apartado donde puso a prueba sus habilidades. Los encantamientos de Cedric obtuvieron su visto bueno, aunque el resto no tuvo tanta suerte. Maya Gardener era una examinadora más terrible que los encargados de los EXTASIS, y no dudaba en señalar todos los fallos que veía.

—Si no queréis que os eche, vais a tener que esforzaros —les dijo seria—. No quiero que seáis los mejores de vuestra clase, sino magos funcionales. Quiero que sepáis defensa básica, preparar pociones útiles y que tengáis conocimiento de hierbas y de animales fantásticos. En resumen, quiero que seáis magos casi funcionales. Podéis pedirle ayuda a cualquier miembro del Círculo, pero si me entero que estáis retrasando la misión, os vais. Esto no es ningún club.

Todos asintieron por miedo.

—Bien, aquellos que os han invitado os informarán sobre las reuniones. No quiero quejas, no quiero fallos y sobre todo no quiero chivatos.

⎯⎯ 🌻⎯⎯

Persephone llevaba más de media hora mirando hacia el techo de la habitación. La respiración de sus compañeras de cuarto era calmada. Todas dormían menos ella.

Por las barbas de Merlín, ¿en qué lío se había metido? Sus padres se enfadarían con ellas cuando se enterasen. Draco tal vez la atosigaría con miles y miles de preguntas sobre todo la aventura... si es que todas las historias de las Bóvedas Malditas eran verdad y vivía para contarlo.

Se acostó de lado, decidida a dormir aunque en su mente no paraban de ocurrir todo tipo de escenarios.

Solo esperaba que no ocurriese el peor de todos los casos posibles: ser expulsada de Hogwarts.

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