La mañana era fresca y linda, cuando el mejor detective de todos los tiempos se despertaba, su pijama dejaba ver su hombro, su cabello estaba totalmente revuelto, fue a paso arrastrado hasta el baño donde comenzó a cepillarse los dientes, para después tomar un baño y arreglarse. Por el, llego Fukuzawa y juntos dieron paso a la agencia armada de detectives. Sin deberlo o temerlo, Ranpo jugaba en el camino mientras Fukuzawa caminaba relajado y sin miedos.

Al llegar a la agencia, Ranpo miro en su buzón donde había chocolates, sonrió de esto, significaba que algo pasaría, entonces, cuando llego a la oficina, pudo saberlo. - ¿dices que dejaron una nota en tu laptop?

- Si Kunikida-san, es como un... ¿poema?

- Ya veo – expreso serio entonces miro a Ranpo – Ranpo-san, justo a tiempo, anoche tuvimos un intruso

Ranpo sonrió – no es nada malo – expreso sonriente llevándose sus chocolates a su escritorio – lo siento, soborno, es soborno – dijo para si mismo.

Recopilando el momento, un poco más temprano, Atsushi había llegado junto con Kunikida, el rubio le había avisado que necesitaban hacer unos movimientos antes de abrir, para después, hacer algo de papeleo e ir a la junta en el gobierno. Así que, por ello, habían llegado antes. Atsushi al llegar, tuvo que mover unas cajas y después se sentó en su escritorio para revisar sus papeles una ultima vez, allí fue cuando vio la carta.

Algo confundido, abrió el sobro que estaba frente a sus manos y comenzó a leer:

"Querido Atsushi.

No soy una persona de palabras, mis acciones valen más que lo que mi boca sale, pero sé usar muy bien mis manos, por esto te escribo.

Soy un admirador, un flechado por tu movimiento. Su fina sensación gatuna a devorado mi ser como un cazador a su presa. He temido de invitarte, pues me muestro indispuesto físicamente. Quisiera seguir dejándote cortejos decentes y poder enamorarte.

¿me permitirías una segunda carta?

Pd. Si dices que sí, deja un listón rojo en tu ventana."

- ¿qu-que es esto? – cuestiono ligeramente sonrojado y muy confundido.

Por su lado, Toru y Akutagawa estaban en el piso de la sala cuando los vio Tsuki - ¿Qué les pasa chicos?

- No sabemos si estamos enamorando a un chico o no

- ¿y ahora por?

- Vera – dijo el mafioso sentándose – me gusta un chico

- Uuuh chismecito – dijo Tsuki sentándose en la sala con ellos.

- Son igualitos – se quejo

- Saca el buche

- Ok, ok, está este chico, Atsushi.

- He oído de él. Es idéntico a mí, pero con cabello blanco

- Si... ¿no fueron gemelos?

- No creo que mi Sakura me ocultará un segundo hijo.

- Bueno, me gusta Atsushi

- Qué bueno porque serás mafioso, pero es menor de edad ¿Quién te enseño pedofilia?

- No me agrada, creo que mi jefe la practica

- Ay ay ay

- Como sea, el caso es que quiero conquistar al chico idéntico a tu hijo

- Eso no sonó bien, pero lo entiendo

- Se llama Atsushi, Toru y yo estamos escribiendo poesía para enamorarlo y cuando vea que soy yo, no le quede de otra más que amarme

- Que pésimo plan tienen ustedes dos

- Papáa

- Están, pero bien pendejos

- Señor, ya déjenos

- Lo arreglare

- Uuh uh uh uh papá luchón en acción

Así fue como esa misma tarde, Tsukishima llego a la agencia armada de detectives sorprendiendo a más de uno, Atsushi incluso trago familia – Atsushi-san, tu papá vino a verte – dijo Tanizaki sonriente

- N-no lo es – menciono avergonzado. – ¿no lo es verdad?

- Que yo sepa Sakura solo tuvo uno

- Uuuh es el papá de Toru ¿no es así?

- Si, mi hijo creo que te está causando problemas

- No, para nada ¿Cómo está? Ah, espere ¿necesita algo? ¿quiere sentarte?

- Si, bueno, ¿podemos hablar? No es fácil ser padre de un chico adolescente problemático con hormonas extras y una realidad bien distorsionada que le reza a su supuesto dios Miushi.

- Oh... eh, si, claro.

Así fue como Atsushi y Tsukishima terminaron en una cafetería no muy lejana de la agencia, Tsukishima había invitado al chico. – déjame darte mi tarjeta – menciono sacando una tarjeta de presentación, era de un bar.

- ¿Nakajima?

- Es mi apellido

- Yo... También soy Nakajima – menciono

- Una coincidencia más ¿no?

- Si, eso creo

- Así como con mi hijo, también nos parecemos ¿no es así?

- Demasiado señor Tsukishima

- Atsushi, ¿puedo pedirte un pequeño favor?

- Si, dígame.

- Bueno, Toru es alguien inestable, ¿crees que puedas pasar tiempo con él?

- ¿debería?

- Viene el verano, por favor sal con él, últimamente con él hay un chico peligroso, tiene una mirada fría, temo por mi pequeñín, por favor.

Atsushi se sorprendió – sí, claro, estaré pendiente de él

- Bien, ¿está bien si hablo con la agencia sobre tus pagos?

- Si, no se preocupe, atenderé a su llamado

- Sería bueno que te quedarás con nosotros, incluso, ese chico a entrado a su habitación

- De acuerdo. Me encantaré con ustedes

Tsukishima sonrió. Lo tendía totalmente atrapado. 

...

Tsuki quiere ayudar a su hijo, y le agrada Ryunosuke, pobre Atsushi... No sabe lo que viene

¡Gracias por leer!