Era domingo por la tarde, Toru se relajaba sobre una hamaca en su habitación, podía ver por la ventana, el piso de madera era fresco – ese maldito loco no volvió, es un alivio – menciono. Tenía el viernes, el sábado y lo que iba del domingo. Toru por fin se rindió y parece que su critica constructiva dio fruto.

Toru se relajó, comenzó acariciando su pezón con su mano derecha, entonces llevo la izquierda dentro de su pantalón – no está mal, tenemos algo de material en mente... nah, veamos porno. – Toru se levanto y fue cuando vio aquella sombra oscura que lo hizo gritar - ¡QUE HIJO DE PUTA! NO, no hagas eso cabron

- No deberías hablar así, tienes 16 ¿no?

- No tienes derecho a juzgar mis palabras ¿Qué haces en mi habitación?

- ¿Qué puedo decir? – menciono sentándose en la ventana cómodamente – pensé en lo que dijiste

- ¿y por eso me interrumpes la porno?

- Eres un animal andante

- Soy un tigre, rey de la selva

- Ese es el león

- De la jungla, de mi casa y mis pantalones, así que largo, voy a jalarme el pescuezo 

- Vamos, hablemos

- No quiero, vete, iba a jalármela rico

- Creo que me gusta Jinko

- El ogro... Enamorado de una princesa

- En serio, y dije gusto, no amor.

- ¿y que quieres de mí? ¿Por qué me interrumpes?

- Tu ayuda

- No voy a masturbarte maldito loco

- No maldito asqueroso, quiero... practicar

- ¿Qué putas dices?

- Deja de insultarme y vamos a hablar, metete el chorizo y hablemos 

- No, quería jalármela, no hablar, vuelve mañana con un contrato o dinero o solo no vuelvas y déjame en paz

El mayor suspiro cansado, termino de entrar en la habitación y abrió la puerta – oh, no están tus padres

- Pues no, no quiero que me escuchen gimiendo

- Entonces te la jalas por que no están ellos

- Duuu

- Te proporcionaré un lugar donde puedas hacerlo tanto como quieras si me ayudas en esto

- ¡ja! No quiero nada tuyo sucio, ruin y asqueroso

- Debe haber algo que quieras

Toru se cruzó de brazos – bueno, quiero tu ayuda, en el lugar y momento que sea, en lo que sea

- Todo excepto algo sexual

- Me parece un buen trato, oh y no puedes lastimarme

- No gracias, tu no te mueres, tú te multiplicas

- Exacto

Toru extendió su mano - no, lávate y metete el pene a la ropa

- Ash, delicado

Toru fue a su baño a lavarse, al salir. Tomaron sus manos, tenían un trato. – entonces, ¿vienes conmigo?

- No, me daré una jaladita, te veo en dos horas

- ¿Por qué?

- Es cuando mis padres vuelven, así que puedo evitarlos

- Eres raro

- Lo sé, pero vamos, te veo en dos horas

- Lávate las manos por favor

- Si, si, si

2 horas después, ambos chicos se vieron cerca al muelle.

Toru miro a Akutagawa y esté a él, - entonces, ¿ahora qué?

- Tengamos una cita

- ¿Por qué maldita sea? ¿Qué hice Diosito para merecer esto?

- Te trataré bien, ya lo dije, quiero practicar

- Eres demasiado pasiva para ser mafioso

- Preferiría ser el activo...

- Fuertes declaraciones, bien, vamos gorda, tengo ganas de un buen postre

- ¿me dijiste gorda?

- Si, si, vamos

Fueron caminando juntos, Toru apenas era un adolescente emocionado que adoraba pasear – oye, oye mafiaboy

- No me llames así, intento ocultarlo

- ¿Cómo te llamo mafiaboy?

- Ryunosuke

- Uuuh el suke-chan – menciono burlón

- Basta

- Anda, Ryunosuke, cómprame un algodón de azúcar

- De acuerdo

El mayor compro un algodón de azúcar, Toru estaba comiéndolo con gran delicia, Akutagawa notó aquel colmillo que sobresalía al momento de morderlo, pero comía totalmente feliz. Toru miro al mafioso mirarlo, y extendió la mano - ¿Qué se supone que haga?

- Tómame la mano imbécil

- No me insultos gato arrabalero

- Toma mi mano, entrelaza tus dedos, se romántico maldito asesino

El mafioso tomo la mano del menor, ahora iban caminando lado a lado por el muelle, Toru termino su algodón y llevo el palo de madera al bote de basura, cuando lo tiro, miro al mayor y esté suspiro - ¿Vamos a cenar? Te compraré algo delicioso

- Me gusta el chazuke

- Bien, vamos por chazuke

- ¡si!

Toru y Akutagawa estaban disfrutando de la comida, el mafioso estaba tranquilo y la verdad es que Toru también, cuando terminaron de comer, el mayor pago y tomo la mano de Toru por inercia, lo llevaba hacia su hogar – haces bien tu trabajo Akutagawa

- Si, es simple contigo, pero estas tranquilo

- Intento actuar como el chico agente, siempre dicen que es amable y tranquilo

- ¿has escuchado de él?

- Me han confundido tanto con él que siento que lo conozco

- Comprendo, debe ser algo fastidioso

- Si, algo... - suspiro – pero bueno, incluso estoy siendo su reemplazo aquí

- Ah, cierto, pero...

- Oye ¿y si me llevas a un antro el próximo fin?

- ¿Por qué? Eres menor de edad

- Por eso, quiero bailar y demostrar quien soy yo, tengo potencial

- De acuerdo, pero pasaré por ti a la escuela

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Quiero verte en uniforme escolar

- Que maldito pervertido eres

Así, la semana nueva comenzó y Toru como siempre hacia de las suyas, era el chico loco de la escuela, los chicos malos incluso lo obedecían a él, un chico especial sin escrúpulos, ese era Toru.

Llego el viernes cuando el alumnado pasaba a su lado, el chico vestido totalmente de negro, lentes, algunos temieron de ello, los chicos malos pensaron que tendrían un rival, entonces, Toru corrió hacia él – esperaste mucho

- No tanto ¿vamos?

- Si

Al irse, todos viendo esa escena, el chismorreo comenzó.

...

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