Capítulo 2.

Era media tarde cuando llego, Toru lo miro con molestia y fue a la barra a mirarlo – buena tarde

- Tu de nuevo

- Dije que vendría

- No vengas seguido, me caes mal

- Solo vengo a relajarme, veras, mi trabajo me tiene estresado

- Ajam ¿Qué vas a querer?

- ¿no preguntaras?

- Me vale tu vida la neta carnal

- Quiero un whisky

- Te serviré un vodka

Toru le dio media vuelta, su personalidad estaba matando al mafioso, pero le gustaba el reto.


Al día siguiente también volvió, y el siguiente, llevaba 4 días asistiendo y el quinto, Toru no estaba. Espero por el hasta la media noche, pero jamás apareció. - ¿esperas a Toru? No viene los jueves

- ¿Por qué me interesaría? – se quejó, aun así, miro aquel hombre - ¿Por qué no viene los jueves?

- Se va de fiesta

- Interesante...

El mafioso anduvo por todos los alrededores buscando al alborotador de Toru. Lo encontró a varias calles, cerca de las afueras, estaba con algunos hombres que se veían de dinero, pudo notar a lo lejos su habilidad para robar la cartera y el dinero, era hábil y rápido. Se despidió de ambos hombres y volteo a verlo fijamente, con ojos amarillos y brillantes. Akutagawa trago saliva. Se emparejo a él rápidamente, como una ráfaga fugaz. – Ya veo, posees un tigre también – menciono el mafioso y el chico sonrió

- ¿Qué haces aquí? Akutagawa de la port mafia

El azabache mayor sonrió – solo relajarme

- ¿vienes por mi o por mi bar?

- No, en verdad, solo relajarme

- ¿Cuál es el motivo?

- Te reirás si te digo

- Escucho y luego rio.

- Tu querido igual, Atsushi de la Agencia Armada – menciono – me hizo prometer no matar a nadie

Toru se sostuvo un momento, pero se soltó a las risas, grandes carcajadas – ya es suficiente

- Aguafiestas, los carteles dicen que eres una máquina de matar.

- Te acabo de decir, hice una apuesta con el tigre de la agencia

- Ya veo, entonces ¿Por qué me buscas a mí?

- Realmente eres relajante

Toru volvió a reír – relajante tu abuela, ¿te relaja que te avienten un tiro? Si que eres raro

- Supongo que si – suspiro – entonces ¿robas?

- Nah, debían al bar, tome lo de sus cervezas – menciono sonriente – si robará la vida seria aburrida, el trabajo duro y maldecir a muchos es mucho más divertido

- Ya veo, eres loco, pero no una persona incorrecta

- Me siento más un anti hero y no como la de Taylor Swift

- En serio no se de la mitad de lo que hablas

Toru se sentó en una caja y le sonrió – y tu eres un mafioso muy torpe.

- Akutagawa Ryunosuke. Encantado

- Nakajima Toru, no estoy encantado, pero es un fortuito momento para conocernos ¿quieres venir?

- creí que los jueves salías de fiesta

- Hago lo que quiero los jueves, es mi día de descanso. Cobro dinero, como todo el día, juego videojuegos, atrapo perros, tengo sexo, como un helado

- ¿sexo?

- Si, sexo, paupau chicha pau

- ¿no eres menor de edad?

- Que los 16 años no te desmotiven, soy bueno en todo

- Los chicos de ahora hablan demasiado

- Señor todo poderoso asesino, algo me dice que eres totalmente virgen

El mayor se sonrojo y Toru sonrió – lo sabía.

- Cállate

- No te preocupes, doy clases los jueves no cobro mucho

- Que idiota eres...

Toru no paraba de reír, y ciertamente si, estaba relajado.

Siguieron caminando un poco más hasta un puesto de comida ambulante, tenia dos sillas, Toru prefirió dejarle la silla a una señora y el se sentó en una caja de cartón, comía arroz y fideos como si jamás hubiese comido antes – entonces, cuéntame más de tu apuesta con mi clon

- Oh eso... si, es sobre no matar en seis meses y si lo cumplo tendremos una pelea a muerte, lo sentenciaré a su muerte ese día

Toru lo miro, sorbio su fideo y volvió a reír como loco – por dios, eres experto en confesiones amorosas

- No es amor

- Aaay por favor Onodera, ese wey por fin se confeso y Miushi solo tuvo que graduarse de la universidad, así que a otro perro con ese hueso ¿Quién promete algo así? Si no es amor

- No es amor, es mi némesis

- Ajam y por eso buscaste a alguien igual que tu némesis para relajarte

- Si

- Si, super creíble compadre.

- ¿Qué quieres decir?

- ¿no vez lo que yo veo? Te escucho diciendo mi Némesis esto y aquello, pero estás aquí buscando de alguien idéntico que no ubica nada, o sabe algo solamente para relajarte y hablar. Eres un usurero que busca satisfacer sus banales pesares con un pobre chico inofensivo como yo

- Muy poético de tu parte

- Tengo alma

- No tengo ese tipo de alineamiento con Jinko, solo es relajante platicar contigo, pero si no me crees me iré

- Chao, chao

- Pequeño tonto

Akutagawa se retiró, Toru simplemente fue a su hogar, sus padres seguían trabajando en el bar.

El mafioso recorrido la noche algo estrellada, miraba entre los edificios y al final se sentó en uno de ellos al ver la ciudad, suspiro agotado, las palabras de aquel chico retumbaban en su cabeza con molestia.

Tenía razón, había algo que lo hacia buscarlo, y algo aun más grande que evitaba que pelearan. Era un sentimiento de compañerismo, pero no era fuerte, ni siquiera prudente, solo era – "Jinko con cabello color negro"


...

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top