Capitulo 3;
Sorpresas. 

Caroline's POVs

Tomé un vestido primaveral el cual que me llegaba por encima de las rodillas, exactamente tres dedos, agarre las converse y luego una chaqueta de cuero beige del mismo tono que mis zapatos.

Solté el moño que tenía hecho dejando que sus ondulaciones naturales salieran a la luz, me maquille un poco y baje las escaleras con mi cartera en la mano.

La tía Elisa estaba sentada en uno de los muebles favoritos de mi mamá, quién se estaba arreglando su cabello.

—Kate, sólo te estoy diciendo que tiene que ser una sorpresa para Mel. —mamá cargaba esa sonrisa amplia loca similar ante la mía cuando apenas pensaba en un plan enorme, las palabras de mi tía le habían dado el foco de ideas.

Estaba segura.

Entre a la habitación sonriendo.

—Buenos días, mamá. ¡Hola tía! —ambas sonrieron ante mi presencia y la primera en levantarse fue la rubia.

—Mi pequeña sobrina/hija, ¿cómo estás? —me rodeo con sus brazos alegremente besando mi cabeza para alejarse y dejar que mi empalagosa madre me abrazara ahora.

—Mi pequeña Caro, ¿por qué estás creciendo tan rápido?

—¡Ay mamá! —me reí ante lo que dijo besando su mejilla alegre.— se supone que debo crecer, ¿no? —bromee escuchando la risa de mi tía para luego verla. —¿Y Santi?

Santiago era el hijo de mi tía Elisa, era como un hermano para mí.

—Se fue temprano al instituto, ya sabes le tocaba reunirse con el equipo de fútbol antes de las clases. —respondió y en mi mente me imaginé otra cosa.

Estoy más que segura que ese tonto se fue a buscar a Emily, esos dos son tal para cual, es más, voy a aplicar la de cupido con ambos.

—Oooh, claro. —me limité a responder.— o tal vez fue a esperar a su amada desde temprano. —tanto como mi madre y mi tía se rieron entendiendo el chiste.— nos vemos después, adiós mamá y tía.

Salí de la sala pasando directo a la puerta, la casa de al lado era donde vivía Dan, así que apresurándome toque la puerta tal y como habíamos quedado cada que venía.

—¡Caro!, que bueno verte. —dijo Alexandra apenas me vio con una gran sonrisa.

—¡Tía!, ¿está Dan? —ella asintió y respondió que apenas estaba desayunando así que después de preguntarle cómo estaba ya dentro de la casa ella dijo que tenía que ir a ver unos papeles en su oficina y después me dejó sola.

Entre a la cocina escuchando el tarareo de mi querido amigo.

—¡Daaaaaan! —este se giró hacía mí con una ceja alzada comiendo su sándwich tranquilamente.— flojo, te toca llevarme, a Max se le averió el auto.

Él negó divertido antes que yo le lanzara un trozo de pan que había tomado riéndose.

—Ehhhh, no lo creo. Por cierto, Hola Dani, ¿cómo estás?, yo bien gracias, ¿podrías llevarme al instituto? —ironizó haciéndome reír ahora a mí, primero por la voz chillona que había hecho y segundo porque se veía gracioso.

—Ya ya, deja el sarcasmo, bolsa de flojera. —me puse seria entrecerrando los ojos dándole una mirada desafiante. —levanta tu trasero y nos vamos al instituto de una! —él alzó las manos en son de paz tomando su bolso y las llaves del auto aparte de su sándwich.

—Tranquila, duen... digo, enana. —sonrió divertido saliendo de la casa conmigo detrás, llegamos a su auto y él pasó tranquilamente adentrándose.

Cuando me subí conecte mi celular con la radio del auto, inmediatamente empezó a sonar la playlist variada desde Justin Bieber a One direction.

Dan iba a apagar la radio apenas sonó la primera canción pero con la mirada que le di suspiro largamente retirando su mano del reproductor.

Llegamos al instituto al cabo de unos minutos y cuando iba a bajarme mi celular sonó, pensé que sería mamá pero no era ella.

De: Tío Ale
Hey sobrina, podrías decirle a Emily que no llegue tarde, por favor, no me responde el teléfono, estoy preocupado porque se fue en el auto, sí la ves dile que se comunique conmigo. 

Es loco pero es así, Emily es la hija del tío Ale, una locura total primero porque es un padre sobreprotector al igual que el tío Justin con Melione.

Le envié una respuesta afirmativa para después abrir la puerta del auto, apenas bajé vi a Gabi haciéndonos señas extrañas pero todas apuntaban en que debíamos acercarnos, así que eso hicimos.

—¡GABOOOO! —me lance a sus brazos y él me recibió inmediatamente riéndose para después revolver mi cabello como solía hacerlo cada que me veía.

—Hermano. —saludó a Dan con un puño ya que yo ahora parecía una especie de mono encima de él, me acomode contra su espalda haciendo reír a Dan ahora y que Gabi soltara un suspiro resignado.—Tenemos que ir al campus, y por lo visto, tú me harás hacer doble trabajo. —reí asintiendo y él empezó a caminar a la par de mi otro mejor amigo.

Los tres nos dirigíamos precisamente a donde se suponía que debían estar las locas de mis mejores amigas.

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