10

Eli, Trixie y Kord partieron directamente hacia la Ciudadela, con la esperanza de encontrar alguna pista respecto a Tad. Sabían que sin Flautista no era una gran amenaza, sobretodo al no tener control completo sobre las babosas. Pero ellos también estaban en una situación similar, sobretodo Eli, al tener a sus mejores babosas como humanos.

—Ya casi llegamos —Anunció el Troll quien iba a la delantera.

El plan era simple, si estaba, había que capturarlo y llevarlo a Estalagmita 17, donde probablemente pasaría un largo tiempo; de no estar, buscar alguna pista que los lleve a él. Sonaba fácil, el problema es que no lo era.

Llegaron al lugar, y estaba tal cual lo habían dejado la última vez, entraron y recorrieron el lugar, se separaron para abarcar más espacio. Kord fue a la sala de controles a revisar si seguían en funcionamiento, Trixie se dirigió hacia las reservas, Eli fue a donde tuvieron su último duelo.

Miraba los alrededores, no veía indicios de que alguien hubiera estado ahí desde hace un largo tiempo, caminó sobre los escombros tratando de no hacer mucho ruido. Todo se veía sombrío, sin energía, lo más aterrador era el gran agujero que estaba en parte cubierto con escombros.

—Y pensar que logró sobrevivir allá abajo... —Pensó en voz alta el Shane.

Ciertamente lamentaba aquel día, de verdad pensó lograr cambiar de opinión a Tad. No le importaba quién fuera su padre, sentía que él podía ser algo mejor. Quería entenderlo, pero se veía tan cegado por la ira que no pudo hacer más que combatir con él.

—¿Nada por aquí? —Preguntó Trixie, llegando al lugar sacando de sus pensamientos al Shane.

—No, es un hecho de que estuvo aqui, pero no consigo nada sobre su paradero —Respondió—, ¿Conseguiste algo?

—Las reservas están completamente vacías, supongo que el Clan Sombra se encargó de eso —Informó.

—Tiene que estar por aquí...

El Shane le hizo una seña para que lo siguiera, se dispusieron a buscar entre los antigüos laboratorios, la oficina de Blakk, habitaciones y nada.

—No entiendo dónde podría estar...

—No tiene mucho lugar que recorrer, no pudo ir tan lejos —Comentó Trixie tratando de aliviar los pensamientos del Shane.

—Tal vez, no lo sé.

Un silencio algo incómodo se situó entre ambos lanzadores, Trixie quiso desviar el tema.

—¿Preocupado por nuestras babosas?

—Más o menos, pero sé que podrán llevarse bien con ella, tengo fé en eso.

—Ya veo...

—¿Hay algo que te molesta de eso?

—No tanto, me preocupa que vuelva a aparecer aquella extraña ladrona —Recordó la chica— es extraño ¿Sabes? Ese momento, en la persecución, y antes cuando desapareció como si nada ¿No te llama la atención?

—Casi me había olvidado de ella —Confesó el Shane recordando aquella enigmática ladrona— ¿No han habido reportes de robo o algo que pueda estar relacionado con ella?

—Nada, al parecer esa persona nos tiene en la mira, pero extrañamente sólo se nos ha aparecido dos veces, además ¿Para qué querría aquel artefacto? —Se preguntaba recordando el posible objetivo de la ladrona.

—Quien sabe, lo mejor sería destruirlo una vez vuelvan a la normalidad nuestras babosas. Sería peligroso que cayera en manos equivocadas.

—La misma función me hace pensar ¿No tendrá un objetivo diferente? Siento que el Clan Sombra nos ocultó detalles...

—Puede ser, pero eso deberemos descubrirlo nosotros.

——————

En el refugio tampoco todo era paz y amor exactamente. Por más que el grupo de babosas tratara de integrar a Flautista en alguna actividad ella simplemente se rehusaba o burlaba de ellos. Más de una vez trató de golpear a Burpy y él a ella por sus diferencias.

Propusieron juegos, alguno simple para reemplazar la violencias por algo más competitivo. Pero para qué.

—Te comes +2 y ¡Uno! —Gritó victoriosa Flautista. Pero eso no inquietó a la Infierno.

—Te bloqueo, cambio, bloqueo, bloqueo, bloqueo, ¡Uno! ¡Y te comes +4!

La sonrisa de victoria de la chica se remplazó por una de molestía, Burpy por otro lado se mantenía invicto ante 5 rondas. La chica su carta enojada mientras Burpy se burlaba de ella.

—M-Mejor cambiemos el juego —Propuso Joules mirando preocupado el grupo.

—¡O lo mejoramos! —Tornado sacó otro mazo de cartas, pero aparte sacó unas 8 en blanco—, mismas reglas que el uno, pero en estas podrán personalizar lo que quieran que salga.

¿...Para qué?

El juego inició bien, juntaron ambos mazos para hacer más divertido (o largo para preferencia de los demás) el juego, iba ciertamente bien. Burpy puso en el centro su octava carta, en su mano quedaban unas 4

—"Di dónde está Tad o come +10" —Leyó en voz alta la carta personalizada que sacó Burpy, quien le veía con una sonrisa inocente.

—¿Y bien?

Flautista le devolvió la sonrisa, notoriamente falsa y tomó las 10 cartas.

—"Admite que te gusta... O come +20"

Leyó en voz alta Burpy, quien tranquilamente, tomó el mazo de cartas, y en un movimiento tomó las 20.

—Cambio color a verde —Indicó sacando la carta para el cambio de color. Flautista disgustada tomó otra carta del maso.

Burpy colocó otra carta verde, Flautista nuevamente tomó una carta del maso, y así estuvieron como por unas 6 cartas.

—¡Maldición dame un verde! —Gritó enfadada tomando otra carta mientras la infierno seguía colocando verdes.

—¿Qué le pasa a la "princesita"? ¿Ya se esta enfadando? —Se burló colocando otra carta.

—¡Cállate imbécil! —Silenció la chica tomando otra carta del maso, que evidentemente no era un verde—. PERO--

—¡Awws ya va a hacer rabietas! —Dijo entre risas colocando otra carta verde.

—¡Al fin! —Dijo victoriosa, el chico había puesto un 4 verde y ella en contra puso un 4 azul. Pero no duro nada ya que Burpy colocó otro 4 verde— ¡AAAAAHHH!

—¡JAJAJA! —Estalló en risas Burpy.

Flautista ya cansa de las burlas, soltó las cartas y se lanzó sobre la infierno tratando de ahorcarlo, pronto Tejedora y Masa interfirieron para evitar algún muerto.

—Si, cambiemos la estrategia —Habló Tornado mirando al par de babosas, quienes se miraban de mala gana.

—¿Estas bien? —Preguntó preocupado Joules a Burpy, quien tenía una mano sobando su cuello.

—Si, estoy bien —Le respondió con una sonrisa despreocupada.

—Que horror —Comento haciendo un gesto de asco al ver a ambas babosas juntas—, ya olvidenlo, déjenme ir y dejaré de hacerles la vida imposible.

—¿Por qué te cuesta tanto colaborar con nosotros? —Afrontó Dirigible ya cansado de la actitud tan negativa por parte de la chica.

—¿Qué no lo entienden? ¡No quiero estar aqui! ¡Me quiero ir!

—¡Pero no puedes! —Alzó la voz Tornado— Nos guste o no te debes de quedar.

—¡Ay por favor! ¡Ni siquiera ustedes me quieren aqui! ¿¡Por qué molestarse por hacerme sentir cómoda si lo único que ustedes desean es que me vaya!?

—¡Nosotros no deseamos eso! —Negó Tornado—, queremos que vuelvas.

—¿¡Volver de dónde!? —Siguió discutiendo Flautista, se le estaba colmando la paciencia.

—¡A ser la misma chica que conocimos antes de que nos traicionaras! —Confesó Tornado enojada, también se le estaba acabando la amabilidad—, la pasábamos bien, si, nos controlabas de vez en cuando pero jamás te pasabas. Era divertido jugar y estar contigo ¿¡Te dió igual todo eso o qué!?

Sus palabras cayeron pesado al grupo, el sentimiento era ciertamente mutuo. Flautista parecía también afectarle las palabras, pero no lo quería admitir.

—Ustedes nunca me agradaron. Todo fue parte de nuestro plan ¿Y sabes qué? Tienes razón, no sentí nada cuando les dí la espalda y--

La chica no pudo continuar, Joules le había dado una bofetada que la calló de inmediato, dejándola inmóvil unos segundos.

—No digas cosas asi, duelen. ¿O tampoco sabías eso?

Flautista fue a reclamar, pero una vez se dió la vuelta simplemente quedó muda al ver el rostro enojado de Joules, pero sus ojos le decían otra cosa, estaban cristalinos.

—Te vas a quedar sin amigos a este paso.

—Me da igual.

—Pues que triste es tu caso.

Se dio la vuelta y se dirigió al patio. No quería seguir esa discusión, Flautista vio a los demás y se veían heridos por sus palabras, cambiando la expresión de la chica a una de confusión, enojo, miedo. Dirigible y Masa ni siquiera le dirigían la mirada, Tornado tenía la vista baja y Burpy seguía en el suelo, mirando con enojo a la chica, pero tampoco quería seguir discutiendo. No tenía caso, el chico se levantó y fue a donde Joules, Tejedora se cruzo de brazos y también se alejó de la chica.

Flautista estaba inmóvil, la habían dejado casi sola en su lugar, fue al mueble y se sentó de mala gana, ni siquiera podía escapar gracias a la presencia de Tejedora, quien cada tanto le echaba un ojo, y Masa junto a Dirigible estaban cerca de su única salida, las ventanas no era una opción gracias a su incapacidad de volar. Nuevamente estaba atascada ahí.

Sola.

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