Derek+Enojo=Peligro P.2

Ya había pasado un día desde el incidente en el colegio y su ataque de pánico.
Y cuánto quería que hubiera sido más. Había tenido tiempo para reflexionar luego de que Derek lo llevará a su cama, y lo dejará descansar. Bien qué sabía que estuvo mal, y pensaba que "aprendió la lección". En otras palabras, no quería una zurra. Se puso colorado con ese pensamiento, y no es qué no lo hayan zurrado antes, pero no estaba acostumbrado.
Eran las diez de le mañana con algo, y él estaba sentado en el sofá de el "living". Los chicos sí asistieron a clases, pero Derek dejó que no fuese. Y él también, no quería ver a Stiles ni en figurita, ni siquiera a Scott. Aun qué el último no tenía nada que ver, igual.
-Isaac, ¿necesitamos hablar de esto?-. La pregunta de el moreno hizo que levantara la cabeza, negando suavemente-. Bien, entonces. Ya sabes como es. En mis rodillas, vamos-. El pelinegro palmeó sus muslos, indicándole que se pusiera allí-.
-Ya aprendí la lección-. Gimió bajito, con los ojos aguados-. No lo volveré a hacer. Nunca jamás-. Le aseguró, mientras se alejaba de a poco, con sumo disimulo.
-Lo sé, pero me tengo que asegurar de eso. Ahora, ¡a mis rodillas!-. El grito sonó más a una reprimenda, y se dio cuenta de que el pelinegro se había percatado de sus acciones no tan disimuladas-. Estás en serios problemas, Isaac. Ayer no te castigue porque estabas mal, pero no pienses que vas a escapar de mí-. Le advierte, con el enojo floreciendo en su garganta, tomando al ruloso del ante-brazo, antes de que sé dé cuenta, y poniéndolo boca abajo en su regazo-. Y viendo que no vas a cooperar, tendrás tres más-. Dictamina, sintiendo el cuerpo tieso, y en peso muerto de su beta. Suspira, y le da un chirlo fuerte sobre los leggins.
-Noooo. ¡Ya me iba a poner!-. Sé queja, con la respiración rápida, dejando lo sumiso de el día anterior muy enterrado-. ¡Espera, espera!-. Le pide, al sentir un picor muy conocido en su trasero, y sé remueve con brusquedad, rechinando los dientes y cerrando los ojos al sentir dos azotes más.
PLAFF PLAFF
-¡Cuidado con la forma en la que te diriges a mí, Isaac!-. PLAFF PLAFF PLAFF
Dejó caer su mano con más fuerza, llevando la otra hacia la espalda del menor, reteniéndolo-¡Soy tu alfa y me debes respeto! PLAFF ¿Desde cuándo andas de matón? PLAFF ¡Aún no aprendes a controlar tu fuerza! PLAFF ¡Pudiste haber salido lastimado! PLAFF PLAFF
-¡Pero no fue así!-. Su lado racional le decia que debía mantenerse callado, pero el lado más irresponsable, el que lo llevó a hacer una broma de mal gusto, lo obligó a abrir la boca-.
ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS
Derek había tomado el cinturón, no supo cómo ni cuándo, pero sintió horriblemente el ardor en su trasero. Claro que sí.
-¡Nooo! Perdón, perdón. Sniff Der... Der, perdón-. ZASS-. ¡Tu alfa, Isaac! Recuerda eso cuando quieras hacer otra tontería, ¿estamos?-. Dejó de torturar la retaguardia de su sollozante muchacho, acariciando su espalda con dulzura-. ¿Hay otra cosa más que deba saber?-.
Anoche escucho a sus betas mencionar a Danny. Sabía de ante mano que Isaac había hecho algo, pero esperaba paciente a que él mismo se lo dijera-.
-No-. Se apresuro a decir el ruloso, ignorando el ardor en su trasero, dejando de llorar por la impresión. "No pudo haberse enterado de Danny, ¿O sí?"-.
-Isaac...-. Gruño su alfa, haciendo que se encoja en su regazo, y rápidamente llevo las manos a su trasero, cubriéndolo. Si iba a mentir, mejor estar preparado.
-¡Ya me pegaste, basta! Eso fue todo lo que paso, ¡nunca le pegué a Danny!-
Y solito se mando al frente.
-Manos fuera-. Le ordena, soltándole una fuerte palmada en ambas manos, aunque tampoco era para exagerar.
-Auuuuuuu. ¡Me duele, Dereeeeek!-. Gimoteo bajito, pero retirando las manos con lentitud, formando un puchero encantador, pero imperceptible para el mayor-.
-Más te vale que no llores, que ni empecé. ¿Cómo es eso de que golpeaste a Danny! ¡Un HUMANO! ¡¿Mediste tu fuerza?! ¡Porque yo no voy a medir la mía!-. Le asegura, repartiendo cintazos a diestra y siniestra por el culo del cachorro. Isaac cerró los ojos con fuerza, soltando sollozos de un niño de cinco años, según él.
-¡Nunca más vuelvas a hacer algo así!-. ZASS ZASS ZASS ZASS ZASS

Finalizo la tunda con cinco cintazos bien dados, y dejó el cinto a un lado del sofá, para acariciar la espalda del cachorro jadeante, lleno de lágrimas y mocos-. No va a volver a pasar...-. Dice quedito, y el alfa le cree, ya que la peste a arrepentimiento inundaba el loft-
-Shhh, shhh. Ya sé, ¿bien? Mañana te disculparas con Danny, sin peros. ¿Sí?-. El menor no tenía ninguna intención de moverse, así que Derek simplemente sigue mimándolo, acariciando su espalda, escuchando como los sollozos pasaban a ser lloriqueos, y luego hipidos-. Nunca más, o sino vas a saber que es una buena zurra-.

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