Parrish se acercaba cada vez más a ellos. Vi como Theo tomaba a Lydia y le ponía sus garras en el cuello.

- Atrás. Dije que retrocedieras.- Habló encajándole las uñas a Lydia y ella soltó un quejido.

Sentí como la sangre me hervía. Mis ojos se iluminaron y Stiles me miró. Me levanté y salí de donde estaba.

- Suéltala.- Ordené y Theo me miró. Su mirada era una mezcla de preocupación y culpa.

- Lia, no te metas en esto.-

- Entonces quita tus garras del cuello de mi hermana.-

Estiré mis manos y de estas salieron fuego.

- Tómenlos.- Ordenó Theo a las demás Chimeras.

- Ambos tienen fuego.- Se quejó Corey.

- Sanarás. ¡Hazlo!- Exclamó Theo.

Tracy nos miró a Parrish y a mí. Corrió hacia mi.

- Mala elección.- Murmuré.

Estiré mis manos deteniéndola y la elevé moviendo mi mano hacia arriba. Ella comenzó a moverse aterrada. Moví mis manos hacia arriba y hacia abajo bruscamente. Ella se estrelló contra el techo y luego contra el piso quedando inconsciente.

- ¡Theo, esto no está funcionando!- Exclamó Josh tratando de detener a Parrish pero él lo estrelló contra la pared dejándolo en el suelo.

Vi como Corey tomaba el brazo de Parrish. Parrish se prendió en fuego quemando a Corey para después lanzarlo lejos de él.

Theo tomó un tubo de metal para después lanzárselo a Parrish rápidamente.

- ¡No!- Exclamé cuando Parrish fue atravesado por este.

Él cayó de rodillas al suelo.

- No quiero hacerte daño.- Habló y ladeé mi cabeza.

- Yo no me estresaría.- Mis ojos brillaron de nuevo.

Moví mis manos haciendo que Theo cayera de rodillas al suelo y comenzara a ahogarse.

- Yo confié en ti. Confié en ti y tú lo único que hiciste fue engañarme y hacerme creer que me querías.- Hablé llena de dolor mientras él trataba de respirar con desesperación.

Sus ojos ya no tenían ese brillo que veía antes.

- Yo solo quería ser amada.- Moví mi mano y él soltó un quejido.

- ¡Lydia!- Escuché exclamar a Stiles y lo vi golpear la puerta.

Miré alrededor. Valack se había llevado a Lydia. Regresé mi vista a Theo y bajé mis manos para correr hacia la puerta donde estaba Stiles. Theo tosió fuertemente tomando bocanadas de aire.

Stiles se apartó y moví mi mano. La puerta salió disparada hacia el frente y ambos entramos.

- No la van a encontrar sin mí.- Escuché la voz de Theo.

Giré mi vista y vi como nos seguía. Stiles y yo corrimos por los pasillos.

- Lia.- Me llamó Theo y me detuve. - Yo también la quiero fuera de aquí. Y quiero ayudarte.- Tomó mi mano.

Quité mi mano.

- ¿Qué quieres en verdad?- Interrogué.

- Lo mismo que tú.- Respondió y alcé una ceja.

- No creo que tú quieras ahorcarte a ti mismo hasta la muerte.-

- Tengo su esencia. Puedo encontrarla.- Habló y suspiré .

- Entonces guíanos.-

Él asintió y comenzó a cambiar pero lo detuve.

- Pero si intentas algo otra vez te partiré en dos, ¿entendiste?- Amenacé.

Él bajó la mirada. Lo solté y siguió caminando. Stiles y yo lo seguimos.

[...]

Los tres entramos a los baños. Había tipos semidesnudos que se escondían al vernos.

Theo caminó hacia una dirección y apartó un tipo revelando una alcantarilla.

- Conduce a los túneles, ¿no es así?- Preguntó mirando la alcantarilla.

- Son kilómetros y kilómetros.- Respondió Stiles.

- Podrían estar en cualquier parte.- Añadí.

[...]

- Dijiste que tenías su esencia.- Hablé mientras caminábamos por los túneles.

- La perdí.- Respondió Theo.

- Pues, encuéntrala.- Habló Stiles.

- ¿Qué huelen aquí abajo?- Preguntó Theo.

- Químicos y materia fecal.- Respondió Stiles. - Aunque estoy seguro que la materia fecal eres tú.- Lo apuntó.

Theo rodó los ojos.

- Yo también lo huelo. Es todo lo que huelo. Y es por eso que intentaré otra cosa.- Pegó su oído a una tubería.

- Suerte con eso.- Tomé del brazo a Stiles y caminé por los túneles.

- Lia, sabes que no lo harás. Vas a tener que confiar en mí.-

Sus palabras me hicieron detenerme. Solté una risa seca y lo miré.

- ¿Confiar en ti? Me dejaste tirada en el bosque para morir.-

- Sabía que te encontrarían.- Se excusó.

- No confiaremos en el tipo que asesinó a su hermana a los nueve años.- Habló Stiles.

- Sí, tenía nueve años. También creía que un tipo de traje rojo bajaba por la chimenea para dejar regalos. Así que cuando se presentaron tres personas con máscaras de cuero y me dijeron que mi hermana quería que tuviera su corazón, también les creí.- Explicó Theo.

- Así que la descuartizaste y la mataste. Que bella historia.- Habló Stiles sarcásticamente.

- La vi caer al agua y congelarse en minutos. ¿Crees que tenía idea de lo que estaba pasando?- Se defendió Theo.

- Yo creo que la empujaste. Y creo que lo disfrutaste.- Atacó Stiles.

De la nada se escuchó un grito. Lydia. Mis ojos se iluminaron y miré alrededor.

- ¿En qué dirección fue eso?- Preguntó Stiles. - ¿De dónde proviene?-

- De todos lados.- Respondió Theo.

- Absolutamente todos.- Añadí.

[...]

Corría por un largo pasillo. Di vuelta y bufé al encontrarme con Theo y Stiles.

- Nada.- Habló Theo.

- Me siento tan inútil.- Me pasé las manos por la cara.

- Intentas salvarle la vida.-  Theo trató de reconfortarme.

Lo miré. Esto me daba un deja vu.

-Basta de patrañas altruistas. Quieres a Lydia porque ella te llevará a Parrish y quieres a Parrish porque el té llevará con la Bestia.- Habló Stiles.

- ¿Y? También la quiero muerta.- Respondió Theo.

- No, quieres robarle su poder. Sabemos que tienes las garras, Theo.- Hablé.

- Sabemos que estás buscando a Deucalion.- Añadió Stiles.

- Encontré a Deucalion.- Respondió. - Tienen razón. Voy a ayudar a Parrish a detener a la Bestia. Voy a tomar su poder. Y luego le voy a romper el cuello. Así que quizá no soy el bueno para ustedes, pero quizá sea el que les termine salvando el pellejo.-

Sus palabras hicieron mi sangre hervir. ¿Se supone que él sería nuestro salvador? Una persona tan fría, cruel y egoísta como él nunca podría ser más que un villano.

- No si te mato primero.- Estiré mi mano.

Él se estrelló contra la pared y me miró asustado. Moví mi mano hacia arriba y el subió por toda la pared, rompiendo una parte de las tuberías por El Fuerte impacto. Trataba de respirar.

- No eres más que un maldito traicionero que no le importa nadie.- Hablé y vi el terror en sus ojos. - No mereces vivir.- Mis ojos brillaron.

- Lia. Lia basta- Stiles me tomó del brazo. - No vale la pena.-

Theo cayó al suelo y tosió. Lo escuché reír y lo miré con rabia.

Vi como Theo se levantaba y fruncía el ceño. Él se acercó a una tubería que había roto.

- La escucho.- Habló y Stiles y yo lo miramos.

- Vaya, intentar asesinar a Theo dió buenos resultados, hay que intentarlo más seguido.- Habló Stiles.

Theo comenzó a correr por el pasillo y nosotros lo seguimos.

[...]

Llegamos a una puerta. Stiles golpeó la puerta.

- ¡Lydia!- Exclamé intentando abrirla.

Theo comenzó a golpear la puerta.

- Abre la puerta maldita sea.- Hablé mirando a Theo.

- ¡Eso intento!- Exclamó.

- Apártate.- Ordené y él se hizo a un lado.

Estiré mis manos, lista para tirar la puerta. En eso se escuchó el grito de Lydia. Cubrí mis oídos y mis ojos brillaron. Su grito estaba lleno de dolor.

Apreté los ojos y también solté un grito haciendo las luces parpadear. El sonido del desgarrador grito de Lydia penetraba mi cabeza. Cuando este paró respiré aceleradamente y abrí la puerta.

Entré y corrí hacia Lydia.

- Lydia.-

Le quité unos cables que tenía conectados en la frente con cuidado.

- Regresaste.- Susurró débilmente.

- Jamás te dejaría , tenemos que sacarte de aquí.- Respondí.

- No puedes. Es demasiado peligroso.-

- Lydia, una vez en tu vida escúchame y déjame salvarte la vida.-

Ella sonrió y asintió. Stiles y yo la ayudamos a levantarse y salimos rápidamente del cuarto dejando a Theo atrás.

[...]

- Intentemos mantenerla de pie.- Hablé mientras ambos la sosteníamos. - El plan no resultó así que necesitamos tu ayuda Lydia.-

- ¿Tenían un plan?- Preguntó.

- Sí. Era bueno en papel.- Respondió Stiles.

- No tanto en la realidad.- Añadí alzando ambas cejas.

Stiles abrió una puerta pero Lydia se quedó atrás y ambos la miramos. Ella soltó un quejido y se puso las manos en los oídos. Sabía lo que sucedería.

- No puedo contenerlo- Habló Lydia cubriéndose los oídos. - ¡No puedo! ¡Corran!- Exclamó.

Iba a gritar. Miré alrededor. Vi como Parrish venia seguido por Scott y Liam. Tenía que hacerlo o el edificio colapsaría.

Estiré mi mano alejando a Stiles lo más que pude y vi como Scott lo atrapó.

Me acerqué a Lydia rápidamente. Ella soltó un grito y la rodeé con mis brazos. De la nada de mí salió un ave de fuego. Era el fénix. Sonó una explosión que fue absorbida por el ave. Fuego corría por mis venas que se mezclaba con la adrenalina.

Sentí como todo me daba vueltas. Caí al suelo y vi como Parrish tomaba a Lydia y la cargaba. Sentí como unos brazos me tomaron.

Stiles.

- ¿Puedes levantarte?- Preguntó y asentí.

Me levanté y me recargué en su hombro. Estaba muy débil. Había absorbido una explosión.

- Lia, ¿estás bien?- Preguntó Liam.

- Salvemos a Lydia.- Respondí débilmente y ellos asintieron.

- Por aquí. Vamos.- Scott nos guió.

Todos caminamos rápidamente por el pasillo. Stiles me sostenía.

- ¿Qué...? ¿Qué pasa?- Preguntó Lydia confundida.

- Plan B.- Le respondió Parrish.

- ¡Liam, despacio!- Exclamó Scott.

- ¡Liam, espera!- Exclamó Stiles.

Liam tomó la reja y la abrió. Mason lo había logrado.

- Se los dije.- Liam sonrió.

Todos lo seguimos para salir de las tuberías.

[...]

Malia y Kira estacionaron la Jeep frente a nosotros.

- ¿Puedes pararte?- Preguntó Parrish mirando a Lydia y ella asintió.

Lydia se encontraba de pie mientras Parrish la sostenía.

- ¿Están bien?- Preguntó Malia mirando a Lydia y a mí.

- No, tenemos que irnos. Dame las llaves. Tenemos que llegar a la clínica.- Respondió Scott y Malia le entregó las llaves.

De la nada se escuchó un quejido. Parrish había sido herido y Tracy sostenía a Lydia.

- Lo siento, pero ella vendrá conmigo.- Habló Tracy.

- Está bien, Tracy, espera. No sabes que va a pasar.- Scott trató de explicarle.

- Me la voy a llevar. Eso es lo que pasará, y ninguno de ustedes me lo impedirá.- Respondió.

De la nada Tracy cayó al suelo. Scott atrapó a Lydia. Ahí estaba mi madre, había electrocutado a Tracy.

- ¿Alguien podría sacar a mis hijas de este infierno?- Habló preocupada.

[...]

Sostenía a Lydia. Estábamos en el asiento trasero junto con Stiles mientras que Scott manejaba. Escuché como la Jeep rechinaba.

- Scott.- Murmuré.

- Sí, estoy tratando.-

- Por favor Lydia, resiste, ya casi llegamos.- Traté de tranquilizarla cuando vi el dolor en su rostro.

Ella soltó un grito y todos nos cubrimos los oídos. Apreté los ojos sintiendo su grito hacer eco en mi cabeza.

- Lydia. Tienes que ser fuerte, sobrevivirás esto.- Tomé su rostro mientras respiraba aceleradamente. - Vas a sobrevivir.-

- Pero tú no.- Me miró preocupada.

- Lia, estás sangrando.- Habló Stiles y me toqué la nariz.

Vi sangre y sentía como también sangraban mis oídos.

Stiles me miró preocupada y Scott pisó el acelerador.

- Tranquilas, no dejaré que les pase nada.- Susurró Stiles y lo miré.

Recargué mi cabeza en su hombro debilitada mientras aún sostenía a Lydia.

[...]

- ¡Súbanla a la mesa!- Exclamó Deaton y nosotros le hicimos caso.

Él buscaba algo apresurado y Lydia soltaba quejidos de dolor.

- Sujétenla.-

Los tres sostuvimos a Lydia quien se retorcía de dolor.

Ella soltó un leve grito y todos se sacudió. Me cubrí los oídos y me alejé un poco.

Stiles me tomó de los hombros.

- No puedo. No puedo.- Repetí apretando los ojos.

- Lia, Lia, mírame.- Habló mientras respiraba aceleradamente. - Lia tranquila- Sostuvo mi rostro y lo miré.

No podía calmar mi respiración.

- Mírame. Concéntrate solo en mi voz. Sólo en mí, ¿sí?- Asentí mirándolo. - No dejaré que nada les pase. Ni a Lydia ni a ti.-

- ¿Lo prometes?- Pregunté.

- Lo prometo. Ahora salvémosla.-

Regresamos con Lydia.

- Necesito que la mantengan quieta.- Habló Deaton llenando una jeringa muy grande.

Deaton se acercó a ella y lo miré.

- ¿Qué es eso?- Pregunté preocupada.

- Muérdago.- Respondió.

- Deaton, tiene un maldito hoyo en la cabeza.- Hablé alterada.

- Confía en mí.-

Sostuve a Lydia y él le inyectó el muérdago en la herida. Una especie de pus salió de esta.

De la nada ella se levantó de golpe y soltó un grito desgarrador. Las ventana del la clínica se quebraron y puse sobre Lydia para protegerla. Sentí como Stiles se ponía sobre mí protegiéndome.

Todo se quedó en silencio y alzamos la mirada. Miré a Lydia. Aparté algunos vidrios de su rostro. Tenía los ojos cerrados, se veía pálida y apagada.

- Lydia. Lydia, lo hicimos.- Susurré. - ¿Lydia?- Traté de que reaccionara.

Miré a Stiles y a Scott. Ellos me miraron preocupados.

- Lydia, vamos, por favor. No, no, no, no me puedes dejar. Lydia tienes que despertar.- Tomé su rostro. - Lydia, por favor.- Rogué pero ella seguía con los ojos cerrados.

Tomé su mano y la miré desesperada. Sentía una gran impotencia. Ella tenía que estar bien.

- Lydia, Lydia abre los ojos, vamos. Lydia no me puedes dejar. Tú no.- Insistí desesperada.

Mis ojos se cristalizaron. Sentí mi corazón caer a mi estómago.

- Lydia te necesito.- Sentí un nudo en la garganta. - No, Lydia, vamos, vamos por favor.-

Vi como Scott y Deaton bajaron la mirada con una expresión triste y negué dándome cuenta de que estaba sucediendo.

- No, no, no.- Repetí y recargué mi cabeza lentamente en ella.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla cayendo sobre Lydia. Vi cómo esta brilló y fruncí el ceño. Lydia tomó una bocanada de aire.

Suspiré aliviada. Miré a los demás y ellos sonrieron.

- Hola Lia.- Habló Lydia y sonreí entre lágrimas.

Tomé su mano y la acaricié.

- ¿Puedes sentarte?- Pregunté y ella asintió.

Stiles y yo la ayudamos a sentarse. Giré mi vista y vi a mi madre.

- ¿Mamá?- Lydia la miró.

- Mis amores.- Corrió hacia nosotras y nos abrazó fuertemente.

Abracé fuertemente a Lydia y a mi madre. Miré a Stiles y sonreí.

- Nos salvaron la vida. Stiles nos salvó.- Hablé y vi como él sonreía. - Cumplió su promesa.-

Miré a Scott y le sonreí.

- Gracias.- Susurré y luego miré a Deaton y le sonreí.

Él asintió con la cabeza sonriendo.

- No voy a pagar por las ventanas.- Habló Stiles y reí un poco.

[...]

Stiles y yo nos encontrábamos sentados afuera de la clínica. Me abracé a mí misma sintiendo la fría brisa. Él se acercó a mí y me abrazó.

Recargué mi cabeza en su hombro y sonreí.

- ¿Por qué?- Pregunté y él me miró confundido.

- ¿Por qué que?- Preguntó.

- ¿Por qué siempre haces todo por mí? Es decir, no creas que no he notado como me rodeas con tus brazos, como te pones celoso e incluso como arriesgas tu vida por mí.- Expliqué y él me miró. - ¿Por qué?- Pregunté y él sonrió un poco.

Él bajó la mirada y luego la regresó a mí. Nuestros ojos conectaron. Sus ojos color miel tenían cierto brillo, sus labios rosados que estaban curveados ligeramente hacia arriba, sus lunares en su rostro que parecían pequeñas estrellas.

- Porque te amo.- Respondió y sentí mi corazón dar un brinco.

Mi corazón latía con fuerza. Me acerqué a él y tomé su rostro por fin besándolo. Sentí sus suaves labios en los míos. Él tomó mi rostro y cuando ambos nos separamos juntamos nuestras frentes.

- No sabes cuanto esperé por esto.- Susurré y él sonrió.

- Siempre te he amado y siempre te amaré. Siempre fuiste tú Lia, solo tú.- Susurró y lo miré.

Ambos volvimos a juntar nuestros labios. Al fin tenía al chico que había querido toda mi vida. Al fin era mío. Al fin podía tener mi final feliz con él.

Al fin estábamos juntos.

Al fin tenía a Stiles.

[...]