Scott Mccall
"Creo que deberías irte"
Estabas en tu comoda cama mirando el techo y escuchando música, para ti esto era de las cosas más relajantes y en estos momentos era lo que más necesitabas. Habías descubierto que tú novio aún sentia cosas por su ex novia y para rematar no te habías enterado de la mejor manera sino que cuando ambas salieron "heridas", pero lo de ella prácticamente era sólo un pequeño corte y tú casi te habías desangrado, él corrió en su ayuda. Eso te había dolido demasiado y tampoco te fue a visitar al hospital, querías creer que esto se debía a todo el problema con lo de Stiles internado en el hospital psiquiátrico pero aunque quisieras creer eso sabías que sólo sería una mentira.
Estabas tan concentrada que no notaste que alguien había entrado a tu habitación por la ventana que habías dejado abierta, Scott muchas veces te había dicho que era peligroso pero ahora había servido para su beneficio. Scott toco tú hombro logrando que pagarás un salto y te sacaras los auriculares.
-¿¡Que haces aquí?!-gritaste pero luego recordaste que tus padres estaban abajo así que bajaste el volumen.-¿qué haces aquí?- susurraste.
-Venía a verte-dijo con una pequeña sonrisa que resultaba encantadora pero que con esfuerzo logró resistirse.-quería saber que tal tú herida.
-Esta bien-dijiste de manera seca.
-¿Ya ha curado?-pregunto acercándose a donde estabas en la cama pero tú te movias para estar lejos de él.
-No soy nada sobrenatural Scott, demoró en sanar y aún no lo hago debo estar en reposo así que necesitó estar tranquila-dijiste mirándolo mal.
-Queria verte-admitió
-Pues ya no quiero verte aqui-dijiste levantandote- quiero que te vallas, necesitó estar tranquila.
-Debemos hablar-dijo aceptando lo inevitable- Lo que paso esa noche...
-Ya no importa-dijiste de manera rotunda- lo hecho, hecho está, ya no hay marcha atrás. tú decidiste y yo ahora debo decidir.
-Por favor no lo hagas-dijo de manera lastimada, Pero sabías que no estaba ni la mitad de lo que tú estabas.
-Ya no hay nada entre nosotros, todo se acabó- dijiste aguantando las ganas de llorar que no habías notado que tenias- Creo que deberías irte.
Él no dijo nada, sabía que el lo había arruinado todo así que tan rápido como vino se fue. Cuando él ya no estaba te permitiste llorar como tanto habías querido pero no habías podido. Ahí se iba tú primer amor y tú primer corazón roto.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Dedicado a Sonrisitasfunny
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top