"solo cuidate, no creo poder resistir perder a lo único que me queda"

Tú mirada estaba fija en la televisión de tú habitación, era lo único que podías hacer desde que habías sufrido el accidente que te había dejado postrada en una cama, en un inicio fue un golpe de lo más duro, te gustaba hacer deportes y actividades en el aire libre y ahora ya no lo podrías hacer más, te sentías totalmente sola, tus padres seguían con sus negocios y a pesar de saber que en estos momentos más los necesitabas pero aún así la única atención que recibiste fue una nana que te había criado y que ahora se encargaba de ayudarte en
todo.
Todo había cambiado en tú vida, ahora tenias profesores particulares, solo podías salir en silla de ruedas y sin contar las constantes terapias a las que tenías que asistir por obligación, lo único que aún se mantenía era tú novio, Brett, él era uno de tus pilares fundamentales, no te veías sin él en tú vida.
Alguien golpeó la puerta así que paraste la película que estabas viendo, no mucha gente te venía a visitar, así que más o menos creías saber de quien trataba.
-Adelante - dijiste para que luego una sonrisa surcara tú cara al ver de quien se trataba - hola cariño.
-Hola - dijo con una sonrisa para sentarse a tú lado -¿como te sientes?
-No me quejó - dijiste -¿y tú?
-Tengo un pequeño problema - dijo con una mueca - las cosas han estado algo complicadas, con la manada y Satomi, nuestras cabezas tienen precio.
-Eso es horrible - dijiste - pero se que no sólo viniste a decirme eso, se que vas a hacer algo por eso pero lo único que te pido es... - suspiraste- solo cuidate, no creo poder resistir perder a lo único que me queda.
-Volveré, te lo juro - dijo para luego besar cortamente tus labios - no podría dejarte atrás.