2. Conexiones

[***]

Kate ya no vió a Peter ese día. Después de sus clases, le insistió a Michelle que le diera un recorrido para observar cada rincón de Midtown.

Según las palabras de Michelle, Midtown no era más que una escuela promedio de Estados Unidos que no necesitaba ser recorrida. Pero ahí estaban las dos estudiantes caminando por un pasillo vacío con dirección al gimnasio. Hablaron del comportamiento de la mayoría de los chicos y de cómo parecía que existía el mismo estereotipo de toda escuela. Los populares jugadores de Fútbol de la escuela, los gamers, los nerds y demás.

Bromearon acerca de ello y Kate reconoció que Michelle no era cómo los demás pero sí  era agradable e igual de interesante que Peter en otra manera.

—¿Y tú quién eres? —decidió preguntar la chica nueva entre risas

—¿Quién soy yo? Bueno, soy Michelle, mucho gusto Kate —dijo ella con una pequeña sonrisa en su rostro y con orgullo de haber hecho una broma.

—No, ¿a qué estereotipo perteneces? —aclaró con una gran sonrisa.

—Oh, digamos que... soy La Vigía de la escuela Midtown —dijo exagerando el nuevo nombre que se había puesto—. La que ve todo lo que pasa en esta escuela.

—Oh, vaya —Kate soltó unas risas y cuando las detuvo siguió hablando—. La Vigía. Suena como un nombre cool. Como de super héroe.

—Sí... no lo creo, hay mejores.

—¿Qué opinas de Spider-Man? ¿No es un poco ridículo?

—Tal vez un poco pero sigue sonando cool —admitió y le señaló la puerta para atravesar el gimnasio.

Kate se quedó meditando en Spider-Man y se le ocurrió hacer preguntas sobre él a Michelle. Casi todas ellas fueron respondidas con un "no" o "no lo sé" por ella y pareció un poco obsesionada.

—Oye para, ¿a que viene esto de Spider-Man? No me digas que eres una de sus locas fanáticas porque desde que salió en internet nadie para de hablar de él —dijo Michelle un poco indiferente respecto al tema.

—¿No te agrada? Dijiste que era cool así que pensé que tú eras una de esas fanáticas —Michelle apretó los labios y negó—. Entendido, no lo eres.

—No lo soy —Michelle repitió pero continuó su frase—. No lo soy, pero me parece asombroso que haya un súper héroe en Queens. Hace sentir más segura a la gente.

Ambas asintieron y compartieron una leve sonrisa.

—¡Cuidado! —advirtió un chico desde la cancha.

Un balón de baloncesto iba directo hacia ellas. Las chicas dieron un pequeño grito y reaccionaron cubriendose sus rostros con los brazos para protección en caso de que las golpeara pero no fue suficiente porque el balón alcanzó a Kate tumbandola al suelo agresivamente. El balón cayó al suelo y dejó de rodar por el pie de un chico quién lo tomó y se acercó a ellas preocupado.

Otro chico las miró con una mueca muy visible, preocupado al ser él quién había lanzado ese balón.

—¿Están bien? —preguntó el chico con el balón y se inclinó para ayudar a Kate. Ella en el suelo con el cabello tapandole el rostro, se sentó y respondió asintiendo.

Se fijaron en sus muñecas y brazos. Michelle no pudo evitar hacer una mueca de dolor al ver lo rojos que los tenía y trató de no tocar en donde había sido el golpe para no causar más dolor aunque no lo demostrara. El chico le pasó el balón al culpable y lo miró con ferocidad. Junto con Michelle, la ayudaron a ponerse de pie con cuidado y de nuevo le preguntaron si estaba bien. Una vez más les respondió entre dientes con un tono molesto.

—Chica, no pareces nada bien, deja que te llevemos a la enfermería —dijo Flash con inseguridad, el culpable del incidente.

—Creo que ya hiciste mucho por Kate, Flash. ¿Que estás haciendo aquí? Creí que odiabas el baloncesto y preferías las ciencias y ser DJ —dijo Michelle con tono pasivo agresivo.

—Bueno pero eso fue porque nunca antes había jugado baloncesto y busco tener nuevos pasatiempos. Además, practicar un deporte ayuda a conseguir más seguidores los cuales necesito —respondió Flash a la chica cambiando su tono a uno más seguro e incluso irónico.

Kate emitió un pequeño bufido burlón. Se sintió un poco mareada pero al incorporarse y sostenerse por si sola se le quitó. Se acomodó el cabello que tenía en frente para tener mejor vista y sabiamente la usó para mirar molesta a Flash Thompson quién se sintió intimidado. Típico. Le sonrió a su nueva amiga para agradacerle y una mueca para dar a saber que se sentía avergonzada por el suceso. Nada mejor que te golpeen con un balón el primer día de escuela.

Volteó para agradecer al chico amable y de repente sintió una especie de conexión con él. Como si lo hubiese conocido de antes, así como lo sintió al ver a Peter toda esa mañana. Esta vez esa "conexión" se sintió aún más anormal y diferente llegando a formar un nuevo dolor de cabeza. Dos conexiones de ese tipo con dos chicos que acabas de conocer no es normal y seguramente no se debe a las hormonas ¿verdad?

Sin darse cuenta, había estado mirando fijamente y con el ceño fruncido a ese chico.

—Kate ¿cierto? Creí que el balón no te había golpeado en el rostro. ¿Segura que estás bien?

Una gota de sangre escurría de su nariz y comenzó a sentirse fuertemente mareada. El mareo se convirtió en un fuerte dolor de cabeza y un agudo sonido fue todo lo que escuchó.

Parecía como si alguien estuviera presionando su cabeza con agresividad para tener ese dolor. Tartamudeó al contestar pero no terminó su frase al sentir el contacto con el chico.

Solo bastó un pequeño toque en el hombro para que Kate se desplomara en el suelo, inconsciente.

[ *** ]

Poco a poco, Kate fue recuperando la conciencia. Pestañeó varias veces con fuerza esperando que eso solucionara la vista borrosa pero no logró nada. A su lado, escuchó una voz calmada pero con un tono de preocupación. A su vez, una gran sombra se apareció y empezó a emitir sonidos que ella no pudo comprender.

Se había desmayado, eso lo tenía seguro, pero todavía se le estaba haciendo difícil volver en sí. Por alguna razón, la recuperación estaba tardando y eso solo la exaltó más. La imagen borrosa que miraba empeoró cuando vió una sombra blanca acercarse a ella, lo que intuyó que se debió al procedimiento de una enfermera para revisar las pupilas.

De repente, los sonidos distorsionados se formaron en voces distantes. Esta vez pudo escuchar la voz de la enfermera y trató de contestar las preguntas que formuló. Trató de levantarse en un movimiento desesperado pero fue detenida por la profesional y por Michelle. Parpadeó una vez más y como de si un milagro se tratara, la imagen se clarificó mostrando una sala blanca con tintes amarillos, su mirada recorrió una parte de la habitación.

Asustada por saber que lo que fuera que estuviera pasando no era normal, se sentó en la cama para seguir instrucciones de la enfermera a la que pudo darle un rostro; de pronto, escuchó una tercera voz distante que le causó una fuerte punzada en el cerebro, haciendo que emitiera un grito.

Y de nuevo, estaba sin vista.

La voz se escuchó otra vez más fuerte y esta vez la punzada la sintió en el otro lado de su cerebro. Se dió cuenta del patrón y con todas sus fuerzas trató de mantenerse despierta para escuchar de nuevo la voz y saber de quién era.

A la tercera vez, escuchó la misma voz masculina que reconoció de esa misma mañana. Luchó por no caer rendida en la cama, sin embargo un fuerte mareo hizo su trabajo y finalmente cayó desmayada.

[ *** ]


Más tarde...

—Genial, más basura —exclamó Peter con emoción en su voz al examinar los contenedores.

Cada semana revisaba la basura de un lado de su edificio esperando encontrar chatarra para hallarle una finalidad útil. Así había encontrado los materiales que necesitaba para sus disparadores y una chaqueta roja que la terminó cociendo con el resto de su traje para Spider-Man.

Peter siguió revisando la basura a detalle a excepción de las bolsas negras que no traían más que comida podrida. Hacerlo semana tras semana tenía sus ventajas pero también le habían enseñado en dónde no buscar. De pronto, un hormigueo en el cuerpo le hizo sentir algo aproximarse y se adhirió a la pared.

Tal como una araña sintiéndose en peligro, Peter se movió rápido por la pared buscando un lugar seguro.

Escuchó un vocerío y esperó a que pasara para poder salir de ahí. El único grito de ahí que Peter pareció reconocer fue el de Flash, el chico que no se cansaba de hacerle la vida imposible. Se le revolvió el estómago cuando el grupo de chicos siguió avanzando y el punto ciego en dónde estaba se puso en peligro.

Uno, dos, cinco, diez y más chicos fueron pasando por ahí mientras gritaban sin parar burlas y comentarios sugestivos uno a otro. Contó con éxito a cada miembro del equipo de baloncesto y siguió esperando a los dos restantes que faltaban. Sin tardar, Flash y Coby pasaron charlando, riéndo y contando una historia que a Peter le hubiera parecido interesante si no estuviera en esa posición.

Se empezó a mover con lentitud y cautela de espalda a la pared y desplazó manos y pies hacia abajo; de la nada una paloma aterrizó por arriba de Peter y se preparó para defecar. Sin darse cuenta, la paloma disparó y su excremento cayó aplastado en su cabello poco peinado dando un grito ahogado.

Casi se le salió el corazón cuando Flash se quedó atrás del grupo, quieto frente al callejón que miró con singularidad. Observó los contenedores abiertos y presintió algo extraño que no pudo detectar. Por su parte, Peter se quedó estático, pegado casi por completo en la pared esperando que en cualquier momento su identidad secreta fuera descubierta.

Las pupilas de Thompson se movieron buscando algo extraño y finalmente miró arriba...

—¡Thompson! —fue detenido de manera abrupta por Whitler.

Flash volvió en sí y le esbozó una sonrisa divertida a su compañero.

—Creí escuchar a una niña gritar, la segunda vez este día —se burló y siguió caminando a la par del otro y desaparecieron de la vista del arácnido.

Peter sintió la habilidad de respirar otra vez y se dejó deslizar hacia abajo hasta tocar el suelo. Más relajado, sintió en su mano la plasta que yacía en su cabello e hizo una mueca de asco.

Tomó su mochila que dejó al costado del callejón y sacó de ella toallitas húmedas. Sorprendentemente desde que comenzó su carrera como vigilante en el barrio, las aves le habían hecho lo mismo en incontables ocasiones. Ya estaba preparado pero seguía siendo difícil lidiar con ello. Primero se desinfectó sus manos que apestaban a basura y luego se las pasó por el cabello, esperando quitarse la mayor parte.

Renunció a su búsqueda de objetos perdidos y caminó hacia la calle aún limpiando su cabello. Terminó de usar una de las toallitas y fuera del callejón alzó la vista. Sus cejas se elevaron y se hizo una gran apertura entre sus labios en forma de O.

Era Coby Whitler. Uno de los chicos más populares de Midtown, capitán del equipo de baloncesto y por si no fuera poco, fué quién detuvo a Flash de descubrirlo apenas hace unos minutos. Había regresado, ¿por qué?

—Hola Peter, ¿estás bien? —terminó la frase con un grado de extrañeza.

Peter abrió la boca para responder pero ningún sonido salió de su garganta, nuevamente estaba preocupado por su identidad secreta y que fuera un chico popular el que la descubriera le asustaba bastante.

Coby, arrugó las cejas aún esperando algún tipo de respuesta, cosa que no consiguió cuando Peter cerró su boca. Mirando aún con extrañeza la cara de sorpresa de Peter, decidió hablar una vez más:

—Sí eres Peter, ¿verdad?

Por su parte, Peter asintió pausadamente. Luego tragó saliva.

—¿Cómo sabes mi nombre? —se atrevió a preguntar sin pensarlo más.

—Bueno, eres el chico más inteligente de la escuela antes de mí —contestó y curioso echó una mirada al callejón—. ¿Qué hacías allí?

—¿Yo? Nada, sólo estaba... haciendo cosas —balbuceó mientras movía sus manos con incomodidad y bajaba la vista.

—Ajá —asintió él con curiosidad y sugerió con atrevimiento—:  Peter, si estabas con alguien, no hay nada de que avergonzarse.

Peter abrió los ojos de modo que se acoplaron con sus cejas elevadas y mostraron una excelente mirada de sorpresa, algo que divirtió aún más al chico popular.

—Yo no... —Peter trató de soltar una mentira pero nada se le ocurrió.

—No te esfuerces, sólo no lo hagas nunca en un callejón, es anti higiénico —añadió el joven y le dió unas palmadas, pasando de él.

Antes de que otra cosa ocurriese, Peter se volteó y gritó su nombre casi con desespero y frustración, sorprendiendo a ambos. Claro que en seguida, volvió a su conducta torpe y nerviosa.

—No hablarás con nadie de esto, ¿verdad? —preguntó con inquietud y añadió—: No viste nada.

La actitud repentina de Peter interesaron al otro y lo miró fijo con los ojos entornados, como con sospecha. Definitivamente Peter ocultaba algo y eso lo intrigó. Pensó en decir algo pesado, algo ingenioso como las mil cosas que cada día se le ocurrían pero solo se quedó inmóvil.

—Está bien —soltó sin más.

Peter no se lo esperó, los populares eran conocidos por hacerle la vida imposible a chicos como él, había recibido burla por parte de sus amigos y juró incluso que alguna vez escuchó un rumor sobre él en dónde Coby participó de manera indirecta. La actitud que había tenido hace unos momentos era diferente, entonces la mente de Peter Parker tuvo miles de pensamientos en dónde al final todo terminaba con rumores con él besándose en un callejón con un vagabundo hasta ser descubierto por la escuela como Spider-Man.

—¿Cómo se que no dirás qué me viste aquí? —inquirió Peter. Ni siquiera pensó que tal obsesión porque Coby olvidara haberlo visto ahí causara más misterio al asunto.

—No lo sabes —dijo con simpleza—. Solo vas a tener que confiar en mí, Parker.

Esas palabras no convencieron al recién vigilante, se agobió pensando en los posibles escenarios pero solo respondió con un asentimiento.

[ *** ]



Solo me tardé tres años en actualizar, pero una pizca de inspiración me vino. Perdón y la verdad espero seguir por aquí. Poquitas palabras pero quería actualizar algo jsjs.

goodnight, guys.

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