Capítulo 26

NISA.

Decidí momentáneamente hacer caso a las recomendaciones de Alexei, si hay algo que no quiero es poner en riesgo mi familia, esas pequeñas... no me tienen con ellas, yo no soy capaz de volver y quizá por cuanto tiempo sea así, en cambio Can sí que está y conociéndolo como lo conozco, no debe despegarse de ellas ni un solo minuto, eso es bueno, él las mantendrá a salvo mientras yo intento volver.

Me encuentro sentada frente al idiota que me contrato, no lo conozco, pero se ve como alguien que cree que tiene el mundo en sus manos, un ricachón fetichista, como describieron los chicos, que cree que podrá hacer lo que quiera conmigo.

— Y dime, linda ¿Cómo es que no eres una Liars sexual? Nos la pasaríamos muy bien, podrías firmar un contrato especial conmigo.

Es un cerdo, ya me imagino el tipo de fiesta que hará y por qué necesita seguridad, muchos deben quererlo muerto.

— Mi contrato no dice nada sobre firmar acuerdos especiales, tampoco me obliga a tener sexo — cruzándome de brazos— Soy una Liars arma, mataría por usted y sus invitados, pero hasta ahí — empujando el piso con los pies para hacer retroceder la silla y evitar que me toque— ¿Necesita algo más de mí?

— Uy, por eso me gusta contratar Liars arma, son unas completas perras mal humoradas, hace bien tu trabajo y te recomendaré.

Sonreí amable, borrando el ceño fruncido.

— Gracias señor. Compórtese y yo me comportaré para no ir al cuarto de castigos a propósito para evitar ver su asqueroso rostro otra vez.

Descruzando los brazos para firmar el contrato y empujarlo hacia él.

— Sutil — dijo el hombre firmando también— Y con carácter.

— No tiene idea de cuento.

Entró mi oficial a cargo y me golpeó en el rostro con la fuerza suficiente para reventarme el labio, pasándose por el culo la regla de no dejarnos marcas.

— Discúlpate, perra.

Jalándome del cabello para hacerme levantar la cabeza y ver al cerdo frente a mí.

— Lo siento señor, no comí mi desayuno habitual y si no como lo mismo cada mañana, tengo un día de mierda, y como verá, aquí no sirven ice coffee con brownies.

Sonriendo irónica, ganándome que estamparan mi rostro con la mesa, provocando que me sangre la nariz, al menos, no se me rompió, eso es bueno.

— ¿Qué mierda haces? Está prohibido dejarles marcas.

Dijo otro Oficial que entró a la sala de firma, reprendiendo al oficial que me sujeta por el pelo bastante enojado, bufa y posiblemente tiene unas impresionantes ganas de matarme, debo hacer bien el trabajo o sí que va a matarme.

— Mi anterior dueño no me golpeaba así, pero también lo irritaba bastante.

Sonreí puntualizando.

— ¿Firmaste ya?

Preguntó el oficial que probablemente me salvó de una posible paliza... ahora, ya veremos después.

— Sí, ya he firmado.

— Fuera entonces, faltan más.

Asentí y me puse de pie acomodando mi cabello, escupí un poco de sangre en el basurero antes de salir por la puerta abierta, limpiando la sangre de mi nariz que sigue saliendo con el dorso de la mano, guiñándole un ojo al montón de chicos que ahí había, haciendo reír sutilmente a Jeff y Alexei, digamos que el humor negro y el ir seguido a la sala de castigo se hizo muy lo nuestro, me agradan.

Como pensé, sí que me castigaron por mi actuar, sin almuerzo y sin cena, más dos horas en la sala de castigo, sujeta a la columna de fierro en el piso, atada con cadenas desde el cuello, las muñecas y los tobillos, completamente inmovilizada mientras usan mi boca sin descanso, ya se me durmió la mandíbula y apenas siento las extremidades, me mojan con agua congelada cada tanto, tirito de frio, pero no he borrado la sonrisa de mi rostro ni una sola vez.

— Basta, carajo, basta ¡Basta!

Cruzándome el rostro de un puñetazo.

— ¿Qué pasó oficial? Yo no estoy haciendo nada, estoy recibiendo humildemente mi castigo, nada más.

Irguiendo la postura, sonriendo otra vez.

— Te voy a matar, maldita perra, voy a matarte.

Sujetando las cadenas alrededor de mi cuello para asfixiarme, apretando con fuerza, quitándome la posibilidad de respirar cualquier bocanada de aire.

— Dijeron que no la matáramos Darret ¿Lo olvidaste?

Lo reprendió el otro oficial que sólo se divirtió con mi boca hasta ahora.

— Está faltándome al respeto.

— De hecho, no lo hace, sólo te irrita que no llore como las otras.

Gracias oficial, le daré trato especial, extra menos irritante por esto la próxima vez que lo vea, abriré la boca con gusto en el próximo castigo para que me arranque de los brazos de la muerte.

No morderé la próxima vez, lo juro... o lo intentaré, al menos.

— Vete de aquí.

Dijo el oficial caminando hasta mí para soltarme, permitiéndome respirar por fin, sujetándome cuando me desestabilicé por llevar mucho tiempo en la misma posición mientras tosía y respiraba largas bocanadas de aire, mis pulmones duelen por la falta de oxígeno, pensé que iba a morir.

— Sal de aquí — repitió soltándome, pero manteniendo los brazos ahí en caso de que los necesitara— Ahora.

— Sí señor — me las arreglé para decir— Gracias.

— No hago esto por ti, perra.

Dijo y de todas maneras me acompañó a la puerta y cerró tras de mí, quedándose con su compañero dentro, como si intentara cuidarme.

— Me dice perra, pero estoy segura que es de esos Player que busca salir de este lugar y se hizo oficial, lo ayudaré, seré una de sus perfectas, pero sólo para él, los demás que se jodan.

Acariciándome el cuello, viendo a Alexei ser sacado a empujones de otro cuarto de castigo, Yakov sale tras él, y lo jala por el cabello para detenerlo, susurrándole algo al oído que lo hizo paralizarse por completo, comenzando a temblar, Alexei es... es un tipo duro ¿Qué le habrá dicho para quedar así?

— Hoy por ti, mañana por mí, amigo. Espérame.

Girando en redondo, arriesgándome a otro castigo mientras bajo por las escaleras de servicio y subo al conducto de la ventilación para evitar ser vista por las cámaras, saliendo directo en la cocina, encontrándome con mi buen amigo el chef.

— Una mamada y un polvo por chocolate.

Ofrecí, viendo que voltea a verme lentamente, cambiando su expresión seria cuando se trata de comida, hasta una sonrisa completamente seductora.

— Dos mamadas, una follada, y te dejo sacar el chocolate que quieras, llegaron esos que te gustan de cacao amargo.

En realidad, ese no me gusta mucho, pero es el favorito de Alexei.

— Trato hecho.

— A bodega entonces — llevando las manos a su pantalón— Este es el mejor trato que hecho.

— Ni que lo digas.

Abriendo la puerta, dejándolo pasar y cerrando con seguro, arrodillándome frente a él, esperando.

Digo, es el mejor trato, porque el sujeto es un precoz, diez minutos y ya estaba de regreso en el conducto de la ventilación con el chocolate dentro de una bolsa reciclable para no hacer ruido, fueron dos minutos por mamada, y cuatro por el sexo, ni siquiera lo tiene grande, es... es nada, un sacrificio que estoy dispuesta a hacer por algo de comer y chocolate para mi amigo, para subirle el ánimo.

Trepé la ventana de Alexei con más agilidad que la primera vez, saltando dentro de su cuarto, viéndolo sentado en su cama, llorando.

Al sentirme dentro, abrió los ojos de golpe y se los secó, intentando calmarse, pero no parece funcionar.

— ¿Qué demonios haces aquí?

— Te vi al salir del cuarto, te castigaban al mismo tiempo que a mí — sonriendo triste— Te traje algo para subirte el animo — moviendo la bolsa con chocolate— Sé que es difícil hacerse el fuerte siempre, pero yo no te delataría, yo no usaría tu debilidad a mi favor.

Acercándome.

— ¿Por qué eres buena? Apenas me conoces.

— Porque sin conocerme alguien me ayudó, me permitió vivir y me ayudó a sobrevivir, así que decidí que si alguien así se presentaba frente a mí, yo sería su Engin.

Acercándome a él para acariciarle el cabello, permitiendo que apoyara su cabeza en mi vientre.

— ¿Su Engin?

— Así se llama quien me salvó.

— ¿Y sigue vivo?

Su voz suena menos temblorosa.

— Sí, él es el padre de mi esposo, un hombre bueno que crio a un hombre estupendo, son mi familia.

— Suena a que tienes una gran vida fuera de aquí.

— Sí, la tenía.

Entregándole su chocolate favorito.

— Gracias.

— Oh, no hay de qué, me costó diez minutos de mi vida nada más.

Carcajeó.

— ¿Qué te pidió esta vez?

— Dos mamadas y un polvo.

— ¿Todo eso en diez minutos?

Preguntó sorprendido, levantando la cabeza.

— Decepcionante ¿No crees?

— Ni que lo digas, ese hombre debe estar en la gloria justo ahora mientras tú te ríes a sus espaldas de su precocidad.

— ¿Quién es el precoz?

Preguntó Jeff dejándose caer dentro del cuarto acompañado de un ruido sordo.

— ¿Tú qué haces aquí?

Preguntó Alexei.

— Vi que salías del cuarto de castigo y parece que no fui el único que se preocupó — sonrió— Robé alcohol, e invité a un par de personas, se encargan de la comida.

— ¿Los gemelos?

Pregunté.

Son los únicos amigos de los que ha hablado.

— Sí, Logan y Luke ya vienen.

— Debí sacarme la lotería con amigos como ustedes — dijo Alexei— Gracias chicos...

— No es nada, estamos viviendo en la mierda, es justo que tengamos en quien apoyarnos.

Dijo Jeff tomando asiento junto a Alexei, tomó mi mano botó la bolsa con chocolate al piso y la apoyó sobre su cabeza, ahora mantengo una mano sobre cada uno.

— Yo también quiero mimos, estoy triste.

Dijo Jeff.

— ¿Triste por qué?

Acariciándole el cabello también, parece un crío.

— Es el cumpleaños de mi hermano, debe pensar que lo abandoné cuando no fue así, yo sólo abandoné a nuestra madre — sonaba abatido— Daría lo que fuera por ir a verlo justo ahora, detesto aquí.

Se me parte el corazón, todos tenemos personas que extrañamos carajo, no soy solo yo.

— He estado practicando, las clases de canto, ya sabes — acariciando el cabello de ambos, Alexei regresó a su postura anterior, apoyando la frente en mi vientre, sus hombros se agitan cada tanto, debe seguir llorando— Hay una canción que... me es esperanzadora, me hace pensar que saldré algún día y podré retomar mi vida desde donde la dejé.

— ¿Me la cantas?

Dijo Jeff con la voz rota, debe estar muy triste el pobre.

— Por supuesto, ven aquí.

Dejando que se apoyara como Alexei sin dejar de acariciarles el cabello mientras comienzo a cantarles Lovely de Billie Eilish.

Espero poder salir de aquí un día

Incluso si eso toma toda la noche o cien años

Necesito un lugar para esconderme

Pero no puedo encontrar alguno cerca

Quiero sentirme viva

Afuera no puedo luchar contra mi miedo

¿No es encantador estar completamente solo?

Un corazón hecho de cristal

Mi mente de piedra

Hazme pedazos desde mi piel hasta mis huesos

Hola... bienvenido a casa.

Caminando sin tiempo

Buscando un lugar mejor

Hay algo en lo que pienso

Siempre está en mi espacio mental

Pero sé que algún día podré salir de aquí

Incluso si eso toma toda la noche o cien años

Necesito un lugar para esconderme

Pero no puedo encontrar ninguno cerca

Quiero sentirme viva

Afuera no puedo luchar contra mi miedo

¿No es encantador estar completamente solo?

Un corazón hecho de cristal

Mi mente de piedra

Hazme pedazos desde mi piel hasta mis huesos

Hola... bienvenido a casa.

En cierto punto de la canción, Jeff también comenzó a llorar, se abrazó a mi cintura como un crío, peleando por parte de mi abdomen con Alexei quien no parecía querer soltarme tampoco, ambos lloran, dos hombres gigantes que están rotos.

En ese momento fue mucho más visible para mí que yo no soy la única que sufre y soporta golpes o humillaciones, todos queremos volver a cierto lugar, todos queremos volver a ver a nuestras personas.

— ¿Aquí es la fiesta o es una reunión de maricas?

Voltee con rapidez al escuchar una voz desconocida, dos sujetos completamente iguales entraron al cuarto partiéndose de la risa.

— Sí, sabemos que aquí es una mierda — dijo el gemelo que estaba en el piso— Yo soy Luke, él es Logan, diferéncianos por los aretes hasta que logres saber quien es quien — sonrió— Te mostraría el culo tenemos lunares en diferentes lugares, si nos vieran desnudos, todos podrían diferenciarnos, pero no, maldita ropa ¿Por qué hay que ocultarnos bajo la ropa? Es injusto.

Automáticamente se me pasó el abatimiento con este par de gemelos tontos, ya veo por qué Jeff los mantiene cerca, son su terapia.

— Bueno, muéstramelo entonces.

Lo anime a modo de broma para distraerlos y que no vieran a los hombres que intentan componerse entre mis brazos, fue una sorpresa total ver que realmente se bajó los pantalones... y su gemelo también.

— Vaya... bonito culo.

Los felicité.

— Gracias, estamos orgullosos de eso — sonrió Logan— Pero no vinimos a lucir el culo, vinimos a comer y a fumar la hierba de la paz para hacernos todos amigos.

Sacando un par de porros de su bolsillo.

— Nunca he fumado hierba.

Admití.

— Bueno, felicidades, esta será tu primera vez entonces.

Dijo Luke, acercándose para colocar un porro entre mis labios, el que le acaba de robar a su gemelo.

— Ok, ustedes me enseñan como.

Dejándome caer en la cama entre Alexei y Jeff, de nuevo ocultos tras esa mascara de chulería.

— Trajimos frituras y más comida basura — acercando las bolsas que robaron— Tuve que follarme a la sirvienta del comandante, fue un buen trato.

Dijo Logan.

— Es bueno saber que no soy la única que se folla gente por favores — dije yo— Robé chocolate de la cocina, me follo al chef, disfruten.

Esa noche apenas dormimos, siete de la mañana cada quien escapó a su cuarto rezando porque no hubiesen solicitado nuestros servicios por la noche, debemos prepararnos para salir hoy al medio día, los gemelos irán también al trabajo, eso es bueno, podemos escaparnos por ahí y hacer de las nuestras, no todo tiene que ser trabajo siempre, si no nos ven, no pasará nada malo.

***

Parte del trabajo es pasar desapercibido, llevo puesto un vestido azul ajustado, escote generoso y sin espalda, un corte en el muslo derecho para acceder más fácil al arma que llevo oculta ahí acompañado de siete cuchillos de oro que luego del trabajo podré conservar, un regalo del cerdo que me contrató.

Voy montada en unos bonitos tacones de cristal, joyas adornan mis manos, muñecas y cuello, dos colgantes de diamante y cristal en mis orejas, llevo el cabello recogido para resaltar las clavículas que por alguna razón parece volver locos a los hombres, me veo bien, me gusta, y me gusta más pasear en limosina para llegar a dicha fiesta fingiendo ser una invitada más, Alexei como mi compañero en esta ocasión, el archivo dice que mi rol hoy es ser la novia de este sujeto, es conveniente, así podré hablar con él sin que los oficiales lo vean como una insolencia o un complot en su contra, así podré hablar con alguien.

— Decidí que me robaré el móvil de todas maneras.

Dije yo tomando una copa de champagne de la charola más cercana.

— Estás cometiendo un error, si tu esposo es quien dices que es, va a venir a buscarte.

— No si no le digo donde estoy, sólo sé que estoy en Rusia, no tengo idea del lugar específico.

— Si yo tuviera ese poder, y si estuviese casado con una mujer que parió a mis hijos, a la que digo amar, revisaría cada rincón de Rusia hasta dar con su paradero y no descansaría hasta encontrarla. Y yo sé que la encontraría.

Dijo tomando un vaso de liquido ámbar con un enorme hielo, bebiendo.

— Can confía en mí.

— Han pasado dos meses desde que llegaste aquí, si yo fuera él, estaría vuelto loco.

— No está vuelto loco, debe mantenerse cuerdo por nuestras hijas, Can sabrá poner sus prioridades en orden, primero son ellas.

— Robalo entonces y confía en que no va a encontrarte.

— No le diré dónde estoy.

— Eso podría funcionar — dijo mirándome de reojo— Te cubriré.

— Gracias Alexei.

— No me agradezcas, no sé si te hago un favor o estoy condenándote, sólo... no... no digas dónde estás, ya sufres lo suficiente como para sufrir por una perdida.

— Lo sé, no cometeré ningún error, sólo... aprovecharé la primera oportunidad que tenga y le robaré el móvil.

— Que sea una buena oportunidad, no actúes a lo tonto.

— Aprendo bien aquí, no soy tonta, sólo dame cinco minutos.

— Cinco minutos, Nisa, no más.

— Dime Ángel cuando estemos rodeados de otras personas, Nisa no es nadie aquí.

Mirando a mi alrededor.

— Sólo lo dije para que no olvides quien eres, tú eres Nisa Vural, no Ángel, no lo olvides, eres más que una Liars y tienes que salir de aquí, no te acostumbres.

— Gracias, Alexei.

— No es nada, ahora vete.

Asentí y dejé mi copa vacía sobre la mesa, preguntando a un sujeto del personal por el baño, me dio las indicaciones y rápidamente llegué al segundo piso y esperé mi oportunidad tranquilamente, apoyada contra la pared, hasta que el sujeto ebrio del millón de dólares, muy suertudo, se me apareció.

— Hola señor ¿Usted sabe dónde está el baño?

— Que curioso, señorita, yo iba para allá mismo.

Sonriendo ladino, todos los hombres de por aquí parecen ser igual de sucios, todos quieren solo sexo.

Lo cual es conveniente para mí ahora.

— ¿Podría señalarme el lugar?

Pregunté acariciando su pecho, descendiendo en caricias hasta sentir el bulto pesado de su móvil en el bolsillo, bingo.

— Por supuesto — ofreciéndome su brazo— Por aquí... ¿Su nombre?

— Ángel, mi nombre es ángel.

— Bueno ángel, mi nombre es Vladimir, es un gusto.

— Lo mismo digo.

Abrió la puerta para mí y me dejó pasar, claro que el muy sinvergüenza entró conmigo y yo le hice saber que estaba muy a gusto con eso.

— Ponle seguro — dije— No queremos ser interrumpidos.

— Por supuesto.

Echándole seguro, llevándose las manos directamente a los pantalones después, esa fue mi señal, golpeándolo en el rostro con fuerza, se inclinó hacia adelante para parar el sangrado de su nariz mientras me maldice, esa fue mi oportunidad para golpearlo en la nuca, haciéndome a un lado para dejarlo caer.

Adiós, idiota.

— Haber, donde estaba...

Revisándole los bolsillos.

¡Bingo!

Tomé su móvil desbloqueándolo con su dedo, buscando con rapidez el teclado numérico, a sólo dos números de teléfono que yo sé de memoria, el de mi abuela, y el de Engin, así que llame al segundo, esperando... más bien rezando porque me atendiera.

— ¿Quién habla?

Suena molesto, debe tener un mal día.

— ¡Engin! ¡Engin, maldita sea, Engin! — llorando de alivio— Oh carajo... sí contestaste.

— ¿Nisa? ¿Nisa eres tú? ¿Realmente eres tú?

— Sí, soy yo, soy yo, estoy bien, dime ¿Cómo están mis hijas? ¿Cómo está Can? Dime que no les hicieron nada por favor.

— Están bien, están muy bien, las niñas son hermosas, sanas y fuertes, pero Nisa... ¿Qué carajos pasó? ¿Quién fue? ¿Yakov? ¿Cómo lo hizo? Te buscamos semanas completas, nos llegaron unos restos con un montón de ADN de diferentes chicas, entre ellos estaba el tuyo, Can... al comienzo se negaba a la idea de que estuvieras muerta, pero no hayamos rastros de ti, pensó que realmente te mató, él... él estaba convencido de que encontrarías la manera de comunicarte con nosotros, pero nunca pasó, él... te hizo una tumba junto a tu abuela, va tres veces por semana como mínimo con las niñas, te extraña como no tienes idea.

Lloré mucho más, eso no me lo esperaba.

— Engin... no sé dónde estoy, me contrataron como asesina, me mantienen viva apenas y vigilada todo el tiempo, apenas y pude robarme un móvil para poder hacerles saber que estoy bien, pero escúchame, no me busquen, estoy con gente aún más peligrosa que ustedes o cualquier otra mafia, es una organización demasiado grande, enfermiza, y no quiero arriesgarlos.

— Can va a buscarte de todas maneras si le cuento que vives.

— Intento darle paz a él, a ti, a Ceren, mis hijas... no quiero que crezcan y piensen que estoy muerta, o peor, que las abandoné. Yo voy a escapar de aquí un día, espero y sea pronto, voy a huir y regresaré con todos ¿De acuerdo?

— ¿No tienes certeza de eso? ¿De volver?

— No lo sé... aquí... si no soy perfecta, van a colgarme, así que... sólo vivo el día a día, pero me esfuerzo, me esfuerzo por sobresalir, así que... confía en que regresaré.

— No puedo decirle a Can que vives — le tiembla la voz— Apenas y se está recuperando, se mantiene fuerte únicamente por Melek y Milenka, si le digo que vives y te tienen cautiva, perderá la cabeza y yo lo necesito cuerdo aquí, no puedo perderlo a él también.

Mi labio tembló.

— Él piensa que estoy muerta, Engin.

— No puedo decirle que vives y después... si algo sale mal y mueres de verdad... yo no... no puedo hacerle eso, Nisa, deja que te busque, dame cualquier pista e iré por ti.

— No puedes ayudarme Engin, nadie puede, si les digo, morirán, dije un par de mentiras aquí que los mantienen fuera de todo, si abro la boca, van a morir.

— ¿Qué puedo hacer por ti entonces? ¿Cómo te ayudo? — suena desesperado— ¿Por qué me llamas cuando no puedo hacer nada? Me duele Nisa, te extraño, eres... eres como mi hija, te quiero y te quiero aquí, eres mi familia, y saber que sufres... no tienes idea de lo doloroso que es.

Engin está llorando...

Fui egoísta, no debí llamar, debí seguir el consejo de Alexei, sólo estoy haciendo daño.

— Desde un comienzo mi vida fue una mierda, quizá sí muera, Engin, piensa en que morí, no tiene caso seguir adelante cuando no tengo certeza de si lograré salir.

— No me digas eso, maldita sea ¿Por qué me llamas cuando tienes pensado morir? ¿Es que es un juego para ti la muerte?

Me reprendió con odio puro.

— Amar a Can fue un juego perdido, a mí nunca me pasan cosas buenas, no sé por qué creí que sería distinto — secándome las lágrimas— Perdón por llamarte, Engin.

— Nisa... no hables así, tienes que ser fuerte, si dices que puedes huir, pues huye, que te estaremos esperando.

— Pueden pasar años, Can puede conseguir a otra mujer que criará a mis hijas con él.

— No lo permitiré.

— Sabes que no puedes interferir en su vida, nos prohibiste amarnos y ya viste como terminó todo. Legalmente estoy muerta allá, nada le impide volver a casarse.

— No hables así, Nisa, no tienes idea de lo que pueda pasar.

— ¿Y tú sí?

Increpé.

— Sólo... sólo asegúrate de mantenerte viva, lo demás lo arreglaremos en el camino, llámame de nuevo ¿Sí? Por favor... sólo necesito escuchar tu voz, insúltame, ódiame, lo que sea, sólo... llámame.

— Dale un beso de mi parte a mis hijas y diles que las amo.

— Lo haré, Ángel, no dudes en que lo haré.

— Gracias Engin... gracias y... adiós...

— Adiós, bonita, cuídate por favor...

No quise responder, la verdad es que no tengo ni la menor idea de cómo voy a salir de aquí.

Limpié mis huellas del móvil y acomodé al sujeto en la bañera para que, quien entrara pensara que cayó borracho dentro y no fue capaz de levantarse, afortunadamente no le sangró la nariz, lo golpee con la suficiente fuerza para que duerma el resto de la velada, que esté ebrio ayuda a la situación, puedo estar tranquila, no va a delatarme.

Regresé a mi posición con Alexei, tomando una copa de champagne, bebiendo el contenido de un trago, viendo la pregunta impresa en su rostro.

— Me fue mal —dije sin más— No debí llamar, fui egoísta y sólo le hice más daño porque no pueden ayudarme.

— Debiste dejar que pensaran que estás muerta, dar esperanza es cruel, no lo vuelvas a llamar, no si no tienes la certeza de que vas a ser libre.

Miré el águila en mi muñeca y el también miré la LS, dos Nisas completamente diferentes, una libre y una cautiva, una que daría lo que fuera por vivir y la otra que daría lo que fuera por una muerte limpia, rápida y fácil para dejar de sentir, de sufrir.

No sé a cuál obedecer aún.

— No los llamaré otra vez, no seré egoísta, Engin... Engin estaba sufriendo...

— Tener que quedarse de brazos cruzados es... difícil... porque... — levantó la cabeza con premura, mirando a su alrededor— ¡Cuidado!

Me empujó en el momento exacto, la bala apenas y me rozó la mejilla, ya sabía yo que este sujeto tiene enemigos, por mí, dejar que lo maten por asqueroso, pero si quiero ser perfecta y servirle a La Academia, debo protegerlo con mi vida, dispararle a todo quien muestre señales de ser mi enemigo y procurar que no me den en ningún punto vital, ya suficiente daño me he hecho en el pasado, puedo sobrevivir a un poquito más.

Yo debo vivir.


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BUENAS BUENAS PECADORAAAS

COMO LAS TRATA LA VIDA?

ME TRASPAPELÉ Y TRAJE CAPITULO DE TEATRO JAJAJAJAJA PEEERO MAÑANA VUELVO CON CONDENAME

ESTE CAPITULO RE FLUYÓ, LO ESCRIBÍ SUPER RAPIDO Y ES QUE TENÍA LA IDEA COMPLETITA EN MI CABEZA

Y SÍ, ALCANCÉ A HACER TODO LO QUE TENÍA QUE HACER JAJAJAJA ASÍ QUE NO SE PREOCUPEN QUE NO DEJÉ NADA DE LADO

NISA ESTÁ SOPORTANDO COMO TODA UNA CAMPEONA

ALEXEI LO PASA HORRIBLE AHÍ DENTRO, YA VEO POR QUÉ PERDIÓ LA CABEZA, POR QUÉ ERA ASÍ DE DESPIADADO, TODO TIENE RAZÓN

JEFF TAMBIÉN, LO JUSTIFICO DE SUS ACCIONES LUEGO DE VIVIR TANTAS ATROCIDADES, LOGAN Y LUKE, ESTÁN TAN GUAPOS COMO EL DÍA EN QUE LOS DEJÉ IR

ENGIN... ME DUELES Y TE AMO, LLORO CONTIGO PAPI CHULO

NISA CORRE POR TU VIDAAAA

NOS LEEMOS EL SIGUIENTE CAPITULO BEBAS

BESITOS EN LA COL

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