Capítulo 25

CAN.

Acompañé a las enfermeras hasta la estación de bebés, o al menos así le digo yo, ellas le dijeron con otro nombre. La cosa es que dejaron a mis bebés en unas incubadoras para poder tratarlas sin riesgo a que se cayeran, me hicieron participe de todo el proceso, le dimos el primer baño rápido con la intención de que no pescaran un resfriado, todo aquí estaba temperado, así que no sufrirán frío alguno.

Me enseñaron a cómo ponerles un pañal y cómo limpiarles el culo, se supone que no debo ocupar toallas húmedas por el diablo sabe qué cosa ¿Y ahora qué hago yo con el montón de paquetes que compre? Les hice la pregunta y me dijeron que eventualmente podría hacerlo siempre y cuando fueran hipoalergénicas, sin alcohol ni aditivos, así que me uniré al club de padres babosos e idiotas que leen las etiquetas de todo lo que compran para cuidar el culo de sus bebés.

Luego les pusieron las vacunas, dijeron que eran obligatorias para todos los recién nacido y yo accedí, investigué, no le pondrán nada extraño a mis niñas, papá siempre estará para protegerlas.

Lo siguiente fue que le abrieran las orejas, Nisa les compró unos aretes preciosos de oro y diamantes, pequeños puntitos de luz en las lujosas orejas de Milenka y Melek, las niñas más importantes de Turquía, mis princesas.

— Señor, su esposa solicitó en el ultimo control una sesión fotográfica para las bebés, si usted lo desea, está todo preparado.

— Sí, lo recuerdo — sonreí— Nisa babeaba por fotografías como las que nos enseñaron, hagamos esas fotos.

Llevamos a las bebés hasta otra habitación, todo estaba repleto de animalitos de felpa, paredes de colores pastel, juguetes, cunas, canastitas y demás, todo de suaves colores, y en un rincón, un telón claro, flashes, cámaras, una plataforma, tulls de colores, mantas y otras chucherías, Nisa se volverá loca cuando vea todas estas fotografías.

— Ok señor, nosotras las acomodaremos y usted puede ir viendo el resultado en la computadora de aquí, saldrán preciosas.

— Ok, me quedaré por aquí para no entorpecer su trabajo, con cuidado, que son las herederas de los Vural y no quieren saber lo que soy capaz de hacer si algo sale mal.

— Por supuesto señor.

Dijo la más valiente en medio de un temblor, la otra sólo se puso pálida, cobarde.

Vi en todo momento como acomodaban a mis princesitas, la primera fotografía fue de ellas con una bonita diadema clara con una flor pequeña en el costado, recostadas en un gran cojín acolchado y peludo rosa, cubiertas por una mantita rosa, abrazándose, me encantó esa fotografía.

La segunda fue de ellas recostadas panza abajo, utilizando sus bracitos para apoyarse, duermen tranquilamente, se ven cómodas, eso es bueno, lo disfrutan.

La tercera fue de ellas con una diadema de flores en la cabeza envueltas en mantas rosa como burritos.

La cuarta fue de mis niñas recostadas en una canasta apoyadas en una manta rosa que se ve muy suave, llevan una bonita diadema, lila para Milenka, rosa para Melek, recostadas de lado, tomándose de la mano, se ven hermosas carajo, hermosas.

La ultima fotografía fue de ellas recostadas en un suave cojín afelpado color crema, las rodean las flores, están cubiertas por una manta verde azulada, ambas con la misma diadema verde agua con una flor al costado de sus cabezas, se abrazan y hasta parecen sonreír, esa acción involuntaria enmarcó la fotografía.

Ya está, las haré enmarcar, haré gigantografías para ponerlas por toda la casa para poder verlas siempre.

— ¿Pueden darme una copia en el móvil hasta que estén listas para imprimir? Quiero mostrárselas a mi esposa.

Dije yo.

— Por supuesto señor Vural, el fotógrafo se las compartirá enseguida, le llevaremos el resultado final al cuarto de su esposa, ya debe estar ahí.

Asentí y vestí a mis pequeñas bestias, un trajecito blanco para cada uno con una nube sonriente en el centro, insisto, encuentro ridícula esta ropa de bebé tan feliz y colorida, ya papá les comprará algo acorde a Las Águilas, sólo esperemos a que mamá se de vuelta. Luego les puse sus bonitos calcetines tipo zapato encima de sus pies, un gorrito rosa para sus cabezas con un gran compón, me ayudaron a sujetarlas colocándome una en cada brazo, yendo hacia el pabellón de maternidad, directo al sector de las cunas dónde se quedarán mientras tanto, acercándome al amplio cristal para encontrarme con mi familia, Engin y Ceren corrieron en cuanto nos encontraron, sacaron fotografías como locos, mi mamá lloró, las bebés son... son preciosas, son perfectas, sacaron mi cabello, un rubio oscuro, y ahora que abrieron sus ojos, me di cuenta de que sacaron los ojos de su mamá, azules, casi celestes, tienen su nariz pequeña y perfilada, y esos labios en forma de corazón, sacaron su misma tez clara y lechosa, son una parte de ambos, hicimos un par de bebés preciosas.

— Las llevaremos con su esposa dentro de un rato para que se alimenten — dijo la enfermera, ayudándome a acomodarlas en sus cunas, asegurándome de que estuvieran bien identificadas antes de abandonar la salita y dejar seguridad ahí también— Usted puede ir con ella mientras tanto.

— Muchas gracias por su ayuda ¿En qué habitación está?

— 342, señor.

Di media vuelta y tomé el ascensor para llegar más rápido, recorrí el pasillo mirando las fotografías de nuestras hijas en mi móvil, Nisa se va a volver loca cuando las vea.

Aceleré el paso cuando vi a la policía entrar y salir del cuarto, hablando por sus radios, todos parecen preocupados, empujé a uno para ver la cama vacía y las cosas de mi esposa aquí, Nisa no estaba.

— ¿Qué ocurrió? ¿Dónde está mi mujer?

Pregunté al mismo sujeto al que empujé antes, el corazón me late tan fuerte y tan rápido que me abomba los oídos.

— ¿Es usted su esposo?

— Si, maldita sea ¿Dónde está mi esposa?

— Hubo un... atentado, señor, el área de quirófanos es una carnicería ahora, los médicos que la trataban están muertos, la seguridad que usted dejó, muertos, y no hay rastros de Nisa Vural, no podemos encontrarla, cerramos el hospital como medida preventiva, pero no podemos encontrarla.

Las palabras de Yakov resonaron en mi cabeza, él fue paciente y esperó el mejor momento hasta... hasta atraparla, él la tiene, la encontró.

Empujé al maldito policía y grité a mi gente que extendieran la búsqueda, aquí en el hospital, helipuertos, aeropuertos, bunquers, en Rusia si es necesario, pero Nisa va a aparecer, ella aparecerá porque yo le hice una promesa, le juré que iba a estar con ella siempre, que la protegería, pero... pero la descuidé un momento y... le fallé.

Los siguientes tres días prácticamente acampé fuera de la salita de las bebés, entraba para darles su leche en formula, las cargaba, les cambiaba el pañal, les daba el amor que... que Nisa no ha podido darles porque no he podido encontrarla, la angustia y el miedo se instalaron en mi pecho de forma permanente, si sigo cuerdo es única y exclusivamente por Milenka y Melek, sólo por ellas.

Al cuarto día les dieron el alta y pudimos ir a casa junto a Engin y Ceren, esa misma tarde, lanzaron... trozos de una chica pelinegra de piel lechosa a la casa, estaba... hecha picadillos, entre los pedazos había dos anillos, el de compromiso y el de matrimonio que le di a Nisa hace ya tantas semanas, también la pulsera de zafiros azules que no se quitaba nunca, y había una nota de Yakov.

Yo gané. Felicidades por el parto.

Ese hijo de puta... me la quitó.

Me encantaría decir que este montón de carne y huesos no es Nisa, porque mandé a analizar lo que quedó, había ADN de muchas chicas aquí, también había ADN de mi mujer, bien podría estar muerta, bien... uno de estos pedazos podría ser suyo.

Yo... le fallé.

***

NISA.

Hice mi mejor intento de guardarme el dolor físico para mí, Leorio me enseñó que el dolor es debilidad, y si le muestro debilidad al enemigo estaré en peligro, por lo tanto, no debo dar muchos detalles de mi vida a los sujetos frente a mí, pero sí que me servirán para obtener más información de este lugar, debo saber a lo que me estoy enfrentando.

— ¿Y bien? ¿Qué lugar es este? ¿Realmente estoy en Rusia? Sé sus nombres, pero me encantaría saber cuánto llevan aquí.

— Bueno, tienes muchas preguntas y yo odio las preguntas — dijo el tal Alexei— Tengo veintiún años, efectivamente estás en Rusia, genio, esto es La Academia, tu infierno y tu tumba si no sabes comportarte. Llevo aquí lo suficiente para saber lo que te digo.

Jeff negó irritado, bebiendo un trago de su botella.

— Lo que quiere decir mi amigo aquí presente, es que nunca sales de aquí a menos de que sepas el secreto. Por cierto, tengo veintiuno igual que este tonto, pero yo soy estadounidense, me arrastraron aquí, estaba en el lugar y el momento equivocado, así que no eres la única extranjera, es obvio que rusa no eres, tu acento es extraño.

— Irónicamente sí soy rusa, sólo que he vivido en otro país casi toda mi vida, soy turca y tengo veinte. Ahora ¿Cuál es ese secreto?

Estos son detalles que sí puedo revelar de mí.

— Tienes que embarazarte o convertirte en oficial y hacer cinco sujetos perfectos igual de vacíos, fríos y sin corazón que tú a esas alturas, capaces de amar a voluntad, matar y destruir todo lo que le ordenen —dijo el rubio— a eso aspiramos nosotros, tú eres mujer, embarazarte es más fácil, siempre es más fácil para ustedes, podría hacerte el favor, ambos podríamos — señalando a Jeff con la cabeza— así no sabríamos quién es el padre y no tendríamos que hacernos cargo.

Ok, Alexei es el patán y Jeff se hace el amable porque quiere meterse entre mis piernas, tomo nota.

— No puedo quedar embarazada — suspiré— Así que mi objetivo es el mismo que ustedes, hacerme oficial, y no me menosprecies por ser mujer, mira que puedo patearte el culo fácilmente.

— ¿Tú? ¿La momia viviente? No puedes ni siquiera moverte, haces muecas cuando hablas ¿Por qué ordenaron no tocarte? ¿Tienes alguna ITS? ¿Gonorrea? ¿Por qué eres especial? Llegaste en nivel tres, eso no ocurre.

Rodé los ojos, Alexei realmente es irritante.

— Me quitaron el útero antes de venir aquí — mirándolo con odio, realmente quiero matarlo— Así que no puedo quedar embarazada, no tengo ninguna ITS, imbécil, y no soy especial.

Ambos abrieron los ojos de sorpresa.

— ¿Te quitaron el útero? Pero eso está prohibido — dijo Jeff— Este lugar es una mierda y tiene mil reglas que pueden cagarte la vida, pero siempre dejan una pequeña puerta abierta como salida, las dos opciones que te dijimos.

— Bueno, me quitaron una de esas opciones, el hijo de puta que me atrapó dijo que quería que sufriera, así que supongo que esto es peor que la muerte.

— Te trajo Yakov.

Señaló Alexei.

— ¿Lo conoces?

Ahora sí que me interesaba la conversación.

— Yakov — gruñó— Ese hijo de puta va a morir por mi mano tarde o temprano, Jeff te lo dijo, mujer momia, ese bastardo es un cáncer, mantente alejada de él.

Parece haber algo personal aquí.

— Por cierto, mi nombre es Ángel, no tengo apellido, no soy más que un perro que sigue ordenes, trabajé para una mafia desde joven, era la que daba las ordenes en mi escuadrón, sé hacer de todo, soy una sicaria, quizá por eso llegué en nivel tres, manejo cinco idiomas y prácticamente puedo hacer todo lo que me ordenen, nunca dije que no a una orden de mi dueño, fui comprada antes, esta es la segunda vez.

— ¿Y quien te compró antes? ¿Qué mafia?

Ahora sí que tengo la atención del rubio.

— Esa historia la dejaré para otro día, díganme ¿Cómo sobrevivo?

— Sólo tienes que hacer todo lo que te digan, tienes que ser perfecta en cada clase, tienes...

— ¿Clase?

Fruncí el ceño, interrumpiendo al pelinegro.

— No me interrumpas niñita, que se me van las ideas — dijo Jeff, extendiendo la botella hacia mí— Sí, hay clases, clases de defensa personal, preparación de venenos, armas de todo tipo, clases de seducción en las que te obligarán a tener sexo en público para corregirte, van a enseñarte a amar a voluntad, te enseñarán el arte del coqueteo, usarán tu cuerpo para transformarlo en un arma, vas a aprender como mínimo quince idiomas, clases de conducción de motocicletas, son más prácticas, y muchas otras mierdas. No hables con nadie a menos de que quieras que te follen hasta la muerte, los oficiales son unos cobardes, no nos dejan interactuar porque temen que nos revelemos a ellos. Hay salas de castigo, normalmente vamos seguido ahí, te torturan de formas horribles pero sin dejar marcas, eso te baja la calidad como objeto, Alexei y yo vamos ahí seguido, digamos que no nos comportamos nunca, pero somos tan buenos que nos mantienen vivos, a eso aspira, sé buena y te van a permitir respirar un día más, si no eres perfecta, van a colgarte delante de todos los Players y Liars para darles una lección, si no dan la talla, serán los siguientes.

— O sea que sí es como una academia real, sólo que me violarán seguido, me maltratarán hasta que desee morir, y me van a vigilar en todo momento, además, no podré tener amigos, así que estoy sola.

— Sí, básicamente ese es el resumen, a tu salud, felicidades por haber ingresado al infierno.

Chocó su botella con la que yo tenía y a pesar de su molesta ironía, bebí, entregándosela a Jeff.

— Y eso de no tener amigos, es una vil mentira — dijo Jeff— Alexei y yo somos algo así como amigos, sólo hay que asegurarse que no nos atrapen y ya. Mañana toca mi cuarto, roba algo de la cocina, solemos robar cosas de vez en cuando, idealmente que sean cosas diferentes, pero compartimos neurona con este imbécil y robamos lo mismo hoy, nuestro error.

— ¿Esto es una invitación formal al club de los simios?

Señalándonos.

— Tómalo como quieras, a mí me es conveniente tenerte cerca, Yakov parece conocerte.

— Más de lo que crees, fingí querer casarme con su hijo, lo seduje muy bien, fui contratada para hacer eso, conclusión: Alguien abrió la boca, Yakov se enteró, mató a mi único familiar vivo, su hijo me dejó ahí para morir, la espalda llena de gusanos, desangrándome, bla bla bla, llegaron por mí, viví, recibí un rubí de sangre, pasó un tiempo y llegué aquí, fin. Esa es mi historia.

— Entonces tú y yo parecemos tener el mismo objetivo, te dejaré participar de mi venganza, chiquilla.

Dijo Alexei.

— No, esto es una competencia, el que llega primero a él, se lo queda, yo tengo muchas razones para quererlo muerto, así que no me quedaré al margen.

— Disfruta el segundo lugar entonces, Ángel.

— Vas a ver mi culo solamente, Petrova.

— A mí me gustaría verte el culo, Ángel.

Dijo Jeff, bebiendo.

— Sí, seguro te gustaría. Ahora fuera de aquí, necesito descansar y mañana será un día largo.

— No tienes idea de lo largo que va a ser, descansa, porque no vas a tener muchas noches tranquilas a partir de ahora. Ocho de la mañana en el comedor, toma la izquierda, el ascensor, piso menos uno. Llegar a nivel cinco es la meta, estás en el tres, suerte.

Entonces se fue.

Dejaron el cuarto por la misma ventana por donde entraron, y por si las dudas, le puse seguro haciendo un esfuerzo sobrehumano al dejar la cama, no sé si puedo confiar en ellos aún.

Regresé a la cama apagando las luces y refugiándome bajo las mantas, cerrando los ojos para ir a dormir, estoy cansada, no me costará dormirme.

— ¿Cómo estarán las niñas y Can? ¿Estarán preocupados? ¿Me odiará por desaparecer así? Debo encontrar la manera de avisarle que estoy viva...

Pronto...

Me dormí antes de lo pensado y desperté demasiado pronto, la alarma que no recuerdo haber puesto casi me revienta los tímpanos, había ropa en el closet en un rincón de la habitación, supongo que es lo que debo usar, no es diferente a la ropa de trabajo con Las Águilas, espero lograr acostumbrarme pronto.

Tomé un baño rápido, me cambié las vendas, usé la maldita faja con la que llegué, recuerdo vagamente haber escuchado a alguien decir que debo usarla por al menos dos meses, y al ponérmela... no me reconocí, mi cuerpo está... diferente, los pechos un poco más grandes, la cintura estrecha, el vientre plano, culo generoso, todo estaba en su lugar, todo muy bien puesto, extraño mi panza en su lugar... ni siquiera me sale leche ya.

— Haber estado embarazada parece un sueño ahora, no hay rastros de ello.

Volteando con rabia para volver a la habitación, vistiéndome con esos shorts y top del negro más absoluto, zapatillas que ahora sí podía anudar por mi cuenta, até mi cabello, aseguré la liga en mi muslo con la navaja que había encima, entonces revisé mi horario, primero toca clase de idiomas, veamos con qué me salen, me aburriré si es uno que yo ya manejo, Engin era buen profesor, contrató profesores también.

Extraño Turquía.

Si regreso alguna vez, nunca me quejaré por el exceso de seguridad.

Salí de la habitación y seguí las instrucciones de Alexei para ir directo al comedor, no quiero llegar tarde, se supone que debo seguir las reglas, ser perfecta, ascender, y...

Pegué mi espalda a la pared y asomé la cabeza ligeramente, Alexei está saliendo de una habitación seguido de... Yakov, el primero llora con rabia, secándose las lagrimas con el brazo, cojea.

— Más te vale ser mejor la próxima vez, asqueroso hijo de puta, traje a mi juguete personal para que se entrene, es un perro sin modales, y tú no vas a ponerle las manos encima antes que yo, a ese Ángel voy a corromperlo yo primero.

El asco me recorrió el espinazo, están hablando de mí, lo atraparon yendo a mi habitación al parecer, pero ¿Por qué sólo Alexei? ¿Por qué no Jeff también?

Según las reglas, no puedo ir simplemente y hablar con él, si nos atrapan juntos podría ser peligroso y Alexei no se ve con ánimos de querer hablar, más bien parece querer darse un tiro para acabar con su sufrimiento, el pobre debe de estar viviendo un infierno, ahora entiendo su ironía y mal humor, es su forma de sobrellevar todo esto.

— Maldito hijo de puta, Yakov, voy a matarte.

Seguí mi camino cuando fue seguro, bajé al menos uno y me formé en la fila, todos visten como yo, muchos parecen robots, demasiado ordenados, las espaldas demasiado rectas, muchos modales a la hora de comer realmente se esfuerzan por ser perfectos.

Me forcé a mi misma a parecer interesada por engullir alimentos, me duele el cuerpo y no dejo de pensar en mis bebés, muero por saber cómo están, quiero cargarlas, besarlas y prometerles cosas que pueda cumplir, quiero besar a Can, decirle que estoy viva.

— Un dólar por tus pensamientos.

Me sobresalté al escuchar la voz de Jeff susurrar a mi lado, estaba con su bandeja, deslizándola por el mesón para servir mis alimentos.

— Me topé con Alexei y Yakov hoy antes de bajar.

— Ah... sí, nos atraparon cuando íbamos bajando — suspiró— A mí me llevaron a la sala de castigos, a Alexei le tocó su torturador habitual, Yakov es un perro maldito que no lo suelta hasta verlo llorar.

— ¿Por qué te ves tan normal? ¿Qué te hicieron?

— Bueno... me ahogaron, usaron electricidad, me golpearon con tubos y toallas calientes, fui amarrado al piso y me llenaron la boca de porquerías hasta vomitar — enumeró muy tranquilo, sirviéndose un poco de todo lo que vio— Me drogaron, recibí un par de látigos, alguien abusó de mí, no sé si fue mujer u hombre, me vendaron los ojos para que me dolieran más los golpes, luego...

— Ok, me quedó claro — sacudiéndome el miedo de encima— No es un lugar al que quiera ir.

— No, definitivamente no quieres ir ahí, pero te aseguro que irás antes de lo que piensas, todos van al menos una vez, yo voy casi siempre.

Tomé mi bandeja y caminé hacia la mesa más cercana, Jeff tomó asiento un puesto más a la derecha, dejando el espacio vacío entre nosotros para no levantar sospechas.

— Buenos días.

Alexei se dejó caer en la silla frente a nosotros, comiendo con la cabeza agachada para simular su conversación con nosotros.

— ¿Qué tienen de buenos, Alexei? ¿Me puedes decir?

Respondió Jeff, con mal humor.

— Son buenos porque ese viejo de mierda ya no está por aquí.

— Entonces sí que son buenos días.

Le respondió el pelinegro y ambos comenzaron a comer como si no hubiese un mañana, como si no hubiesen sido castigados hasta hace menos de una hora.

Su fortaleza es envidiable, quiero ser así.

Al terminar el desayuno, nos dividimos, tengo clase de idiomas, italiano específicamente, luego portugués, después alemán, la siguiente clase fue de plantas medicinales con las que hacer venenos, tuve éxito en esa clase, Engin me enseñó como hacer veneno desde las plantas, y me enseñó a ser tolerable a ellos, luego tocó el almuerzo, me serví pequeñas cantidades, debo comer si no quiero perder fuerza, y ahí llego ese par otra vez.

La siguiente clase fue sobre seducción, me tocó calentar a un sujeto, engatusarlo hasta poder robarle lo que ocultó en el bolsillo sin que se diera cuenta, lo logré, no es algo que no haya hecho antes, muchas veces usé mi femineidad como arma, en mi anterior trabajo, ser mujer era visto como una debilidad y eso lo transformé en una fortaleza, suelen verte como el sexo débil, incapaz, alguien que debe ser protegida, nunca se esperan que uno sea mejor que ellos en todo, nunca se esperan el golpe.

Gracias a Engin, podré sobrevivir aquí.

***

Dos meses posterior a mi llegada a La Academia, recibí mi bienvenida tardía y mi primera visita al cuarto de castigos, sufrí abusos, golpes, casi me morí unas tres veces, me reanimaron luego haber empujado mi rostro dentro de una artesa repleta de agua congelada hasta que no pude aguantar más, me llegó agua a los pulmones y se paró mi corazón.

Afortunadamente manejan el RCP y tenían un DEA, ya saben lo que dicen, los gatos son astutos y suertudos, dotados con nueve vidas, ya perdí tres... o cuatro, quizá sí me medio morí cuando fui secuestrada por Yakov e Ilias ¿Quién sabe?

Debo asegurarme de sobrevivir a este lugar, si pude con esta noche, puedo con todo lo demás.

— Vaya... te ves de la mierda ¿Te encontró Yakov?

Pregunté a Alexei, me lo encontré en el pasillo en lo que regresaba a mi cuarto, cojeando, mojada y con más moretones que piel clara.

— ¿Y a ti qué te interesa? Preocúpate por tus asuntos, te ves peor que yo.

— Robé chocolate de la cocina.

Giró el rostro y me miró.

— Debiste empezar por ahí, estaré en tu cuarto en cinco.

Asentí.

— Por supuesto, robé esos chocolates de café que te gustan, y unos blancos, también dulces y rellenos de manjar, ah, y unos de frutilla.

Alzo una ceja en mi dirección, dejando de caminar.

— ¿Y cómo sacaste todo eso sin que lo notaran?

— Oh, claro que lo notaron, me cogí al chef principal, pase libre a la cocina, de nada.

Medio sonrió y negó lentamente.

— Eres una maldita perra loca ¿Te castigaron por eso?

— Sí y no.

— ¿Cómo es eso?

— Me castigaron porque era toque de queda y estaba fuera, alcancé a esconder el chocolate antes de que lo vieran, así que te espero.

— Ya sabía yo que me convenía ser amigo tuyo, como dije, las chicas lo tienen más fácil, mueven el culo y ya tienen todo lo que desean.

— No tienes idea de lo que deseo, es algo que no puedo conseguir moviendo el culo como dices.

Sólo quiero salir, ver a mis hijas, ver a Can, nada más, no pido nada más.

— Siento que no habrá chocolate para mí si sigo por este camino.

— Así es.

— Mejor me callo.

— Es lo mejor, eres inteligente, Petrova.

— Lo sé, gracias, lo soy. Te veo en un rato.

— Te veo en un rato.

Cada quien tomó su propio camino y me dirigí directo a la habitación, yendo directo al baño para tomar una ducha caliente, estoy congelándome.

Con una toalla en la cabeza y otra alrededor de mi cuerpo, regresé al cuarto, sorprendiéndome al ver a Jeff y Alexei sobre mi cama, comiendo chocolate, leyendo la nota que hay sobre la caja blanca con cinta dorada.

— Tu primer trabajo, felicidades.

Dijo Jeff.

— ¿Qué es?

— Guardias de seguridad para una exclusiva fiesta, los ricos son fetichistas, prepárate para ver las cosas más extrañas que podrías imaginar.

— Y vamos contigo, nos contrataron a los tres y otro puñado de idiotas — señaló Jeff, levantando su propia nota— Dentro de la caja hay ropa, zapatos e instrucciones, el contrato se firma un día antes para delimitar las reglas y los límites, será fácil y podremos tomar algo de aire.

Con mucha suerte podré robar un móvil y hacer una llamada, los únicos teléfonos que me sé de memoria son el de Engin y el de... Asya, si lo llamo y le digo que estoy viva, le digo que estoy en Rusia, vendrá por mí, me ayudará.

— Oh no, conozco esa mirada, ni lo sueñes.

Giré el rostro hacia Alexei tomando un chocolate para pasar el mal sabor de boca.

— ¿Qué crees que estoy pensando?

— Pedir ayuda ¿No es así? —suspiró— Cualquiera que sepa de La Academia es reclutado, Ángel, eso o la muerte, este lugar es exclusivo, se mueve mucho dinero aquí, es ilegal, más ilegal que cualquier mafia, ni siquiera la Bratva podría someter a este lugar, La Academia hace sus propias reglas.

Estoy jodida.

Si les digo, tendrán problemas, problemas aún más grandes que Yakov.

— Te pusiste pálida, pensé que no tenías más familia, dijiste que tu único familiar vivo había muerto en manos de Yakov.

Dijo Alexei tirando de mi mano para que me sentara en la cama, estos dos meses han probado que puedo confiar en ellos, me han tapado en varias ocasiones, me han enseñado a sobrevivir.

— Sí... bueno, quizá no les dije todo, familiares de sangre, la única que me quería murió, pero yo no vivía sola cuando me atraparon.

— ¿Qué puede haber de bueno ahí afuera que te haga ponerte así de mal? La esperanza es para tontos, tienes que ser consciente en que pronto no vas a salir ¿A quién querías hablarle?

Preguntó Jeff.

— ¿Puedo confiar en ustedes?

— ¿Ves como si pudiéramos decirle a alguien algo de cualquiera? Estamos en la misma posición que tú.

Tan amable como siempre, Alexei hace que me sienta estúpida en ocasiones.

— Estoy casada, me quitaron el útero minutos después de parir, tengo gemelas y muero por verlas, tuve la oportunidad de abrazarlas una vez, mi esposo es el jefe de Las Águilas, la mafia turca más grande — mostrando el emblema en mi brazo— Y debe pensar que estoy muerta, necesito hacerle saber que sobreviví, y necesito saber que Yakov no le hizo nada a mis hijas.

Ambos pestañearon repetidas veces, sorprendidos por los nuevos detalles que les di sobre mi vida, ellos me contaron sobre sus familias también, sé que Jeff tiene un hermano y una madre con los que ya no habla, sé que Alexei tiene padres y un hermano al que cree que mató, porque no se quedó para averiguarlo, y sé que ambos no tienen nada fuera de aquí.

— Ok, puedo darte una mano, tengo amigos, más amigos que ustedes dos, amigos, casi hermanos, nos atraparon al mismo tiempo — dijo Jeff— Son gemelos, les falla el cerebro en ocasiones, pero son confiables, podría preguntarles si pueden enviar un mensaje anónimo, a ellos no los vigilaran tanto como a ti, eres nueva y el objetivo de Yakov, les preguntaré.

— No sabes cuanto te agradezco el intentarlo.

— ¿Cuál es el nombre de tu esposo?

— Can Vural, vive en Turquía, en Estambul, mi compañía, él me regaló una compañía, deben buscarlo ahí, la compañía lleva mi nombre.

— ¿Se llama ángel?

— Ángel no es mi verdadero nombre, yo soy... soy Nisa Yildiz, bueno, Nisa Vural luego de casarme, apresuré mi boda porque Yakov pidió mi cabeza, pensamos que Turquía lo pensaría dos veces antes de traicionarme, subestimé al hijo de puta ese y caí aquí, así que... mi esposo debe estar furioso.

Alexei silbó.

— Tú sí que tienes una gran historia detrás, eres una mujer valiosa, tu esposo de seguro pagaría billones por ti.

— Lo haría, sí, pero si se entera de dónde estoy, pagará el precio y necesito que sea libre y cuide de nuestras hijas.

— Sabia respuesta, lo mejor es que no se entere, no le mandes mensajes tampoco — recomendó el rubio— Luego de escuchar tu historia, con su influencia y su poder, quizá y con muy mala suerte, se enteraría de este lugar, lo matarían antes de poder acercarse lo suficiente y tus hijas quedarán solas, lo mejor es que salgas por tus propios medios y luego los busques, esa es mi recomendación.

— Bueno, Alexei tiene razón... es cruel, pero ahora mismo es lo más sensato.

Can me buscaría, es cierto, pero entonces ¿Qué hago? ¿Qué puedo hacer?

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BUENAS BUENAS BELLEZAAS

COMO LAS TRATA LA VIDAA?!!

AHORA SUPIMOS MÁS O MENOS CÓMO LO PASÓ CAN, ÉL ESTABA MUY ILUSIONADO CON SUS HIJAS

LES HIZO HASTA FOTOS DE CATALOGO

PERO CUANDO FUE AL CUARTO PARA VER A SU ESPOSA, SE ENTERA DE LAS NOTICIAS

AAAAY MADREEEEEEE

LO PEOR FUE LA MUJER EN PEDACITOS... O LAS MUJERES EN PEDACITOS PORQUE SE CONFIRMÓ QUE HABÍA MÁS DE UNA AHÍ, LOS ADN NO ERAN DE SOLO UNA, AUNQUE SÍ HABÍA ADN DE NISA, LO QUE LO HARÍA DUDAR

ÉL PENSARÁ QUE ESTÁ MUERTA?

LUEGO TENEMOS A ALEXEI EL IRONICO QUE PARECE ODIAR A TODO EL MUNDO, ENTIENDO SU ODIO CON YAKOV, YO TAMBIÉN LO QUIERO MUERTO

NISA HASTA EL MOMENTO RESPIRA... AFORTUNADAMENTE, ESPEREMOS QUE LOGRE SALIR ADELANTE Y NO PIERDA LA CABEZA

DEBERÍA AVISAR A CAN?

YA LO SABREMOS

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO BELLAS

BESITOS EN LA COLA

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