Capítulo 13
NISA.
Tuve menos tiempo del esperado para decidir mi destino, no había que ser muy inteligente para saber que los Volkov dominan Rusia, razón por la cual no puedo ir a cualquier lugar, no señor, debo ir a Moscú dónde Alexander y Jelena son los que manejan en lugar, ahí estaré segura.
Y probablemente se enterarán de mi llegada en algún momento, en Turquía no se mueve nada sin que los Vural o yo lo sepamos, eso quiere decir que en Rusia será igual, debo moverme con cuidado y sigilo, pero primero, la recuperación, me tomaré un tiempo para sanar tanto por dentro como por fuera, y para eso, necesitaba alejarme de todos los que me recordarán lo sucedido, todos quienes me mirarán con lastima y me preguntarán constantemente cómo me encuentro.
Yo necesitaba ir dónde no me conocieran para poder sanar, el problema es que yo no sé estar sola y no lo pensé hasta que vi el avión ganar altura y sobrepasar las nubes, la presión en el pecho me estaba ganando, hiperventilo, y todo lo que quiero es bajar y regresar a casa con las personas que sé que velarán por mí.
No sé qué tan buena idea sea esto... no sé si pueda continuar adelante yo sola.
— Señorita ¿Se encuentra bien?
Preguntó la azafata en cuanto la señal para quitarse los cinturones se activó, acercándome un vaso de agua que sin duda recibí, bebiendo de un trago, tenía la boca seca.
— Estoy bien, sólo... ya casi es hora de mi medicación, me puse nerviosa, sólo eso.
— ¿Necesita ayuda con algo?
— Oh no, muchas gracias, puedo sola.
— Está bien, puede llamarme si necesita cualquier cosa.
Se alejó y tal como dije, tomé mi medicación, me puse los auriculares e intenté dormir, debo relajarme y pensar bien las cosas, no debo ser una tonta, no debo perder la cabeza por algo como esto, debo aprender a vivir sola, me esperan largos meses por delante.
***
Al dejar el aeropuerto, me golpeó otra vez la idea de la soledad, llegué a Moscú ¿Ahora qué?
¿Busco un hotel? ¿Un depa para mí? ¿Una casa? ¿Cuánto tiempo me voy a quedar? ¿Cuánto dinero debo cambiar? ¿Debo usar mi apellido ruso o el turco?
— ¿Qué mierda estoy haciendo aquí?
Riendo sin gracia, sujetando ambas maletas esperando a que la luz del semáforo cambiara de color para caminar Dios sabe dónde, aguantándome el dolor y ganándome las miradas incómodas de ciertas personas, soy consciente de lo fea que se ve mi cara ahora, me hice una operación hace poco y debo estar de todos colores menos lo normal.
— Dejen de mirar maldita sea...
Hablando en turco, regañándome internamente porque aquí ese idioma no lo comprenden, debo acostumbrarme al ruso.
La luz se puso en verde y comencé a caminar, mirando el piso en todo momento, escuchando los comentarios de las personas que me rodeaban, en su mayoría mujeres mal intencionadas que disfrutan de reírse de las vidas ajenas para que las propias no parezcan tan patéticas.
— Métanse en su vida, mierda.
Esta vez recordando el idioma en el que quería hablar para ser comprendida, tropezándome con una piedra grande, mi cuerpo no tenía la fuerza suficiente para recuperar la estabilidad, terminando de rodillas en el piso, las personas siguiendo su camino, ignorándome, hablando más.
Tengo que salir de aquí.
Tengo que salir de aquí.
Tengo que salir de aquí.
Quiero regresar a casa.
Quiero regresar a casa.
Quiero regresar a casa.
— ¿Te encuentras bien, señorita?
Un sujeto en traje de medico se me acercó, acuclillándose frente a mí.
— No — admití— No, yo... — tragando grueso— Me cuesta respirar, me duele el cuerpo y... yo... yo...
— Tranquila, ok, tranquila, primero tenemos que salir de la calle ¿De acuerdo? ¿Quieres que llame a alguien por ti? ¿Algún familiar o amigo?
Negué viendo borroso, las lágrimas amenazan con salir.
— No, estoy sola, no tengo familia, no tengo amigos, yo... yo no tengo a nadie — sujetándome la cabeza— Demonios... ¿Por qué vine aquí? ¿Qué estaba pensando? Soy una tonta...
El pánico me sujetó y no me soltó más, me ahogué tanto que en cierto punto dejé de respirar y perdí la conciencia, y de mí no supe más.
***
ALÉN.
Bajé de la ambulancia con la chica desconocida, dando el registro de sus signos vitales y la gravedad que presentan las heridas de su cuerpo, si bien están bien tratadas, debido a su gravedad, ella no debería estar deambulando por ahí, menos sola, ella necesita ayuda y está sola.
— Alén ¿No acabas de salir de turno? ¿Qué haces aquí?
Preguntó Mike, amigo, compañero y colega médico, siguiéndome el paso, mi chica desconocida es su paciente al parecer, eso es bueno.
— Sí, era el plan ir a casa, dormir y esperar a mi marido, pero como verás, el destino no tenía los mismos planes y me cayó una chica desde el cielo.
Arrastrando las maletas de la chica, colgándome su bolso a un costado, debo verme muy gracioso ahora.
— ¿Qué fue lo que le pasó?
— Sufrió un ataque de pánico en la vía pública, al parecer viene del aeropuerto, sin familia ni amigos, tiene heridas graves por el cuerpo, debió pasar momentos horribles, supongo que el agobio le ganó, necesita descansar y sentirse segura.
— Te conozco Alén, no creo que sea buena idea.
Entrando a urgencias para comenzar a trabajar, puedo extender mi turno un poquito para ayudar a quien lo necesita.
— ¿Crees que Pete se enoje si llevamos una chica a casa? Él siempre dice que todo está muy ordenado y sin vida, que le hace falta el toque femenino, podría ser su regalo de navidad, ya se acerca.
Cerrando la cortina para poder revisar mejor a la chica.
— Bueno, Pete siempre te da en el gusto, así que no lo sé — encogiéndose de hombros— Pete es bombero, tiene el mismo corazón frágil que tú, de seguro acepta.
Descubriendo que recostarla de espaldas no fue la mejor de las ideas, ahora está todo manchado de sangre, su espalda es... joder, no sé ni como describirlo ¿Qué le hicieron a esta chica?
— Ok, no vamos a revisarla aquí, vamos a internarla, ella necesita cuidados y el mejor de los tratamientos, es una chica, su cuerpo no puede quedar con marcas, necesitará cirugía para evitar las feas cicatrices que de seguro le quedarán en la espalda, Pete ¿Me asistes?
— Por supuesto amigo, deja que le haga exámenes de sangre correspondiente antes y mañana a primera hora ingresa a pabellón ¿Será tuya?
— Sí, yo me quedo con esta paciente, comenzaré con el papeleo, llama al camillero y que la suban a la quinta planta, yo me quedo con las maletas y las subo en cuanto le haga el ingreso, necesito hacerle unas cuantas escalas de valoración y antropometría, pero eso puede esperar, necesito averiguar quién es primero y eso debe aparecer en sus documentos personales que espero y cargue consigo.
— Yo me ocupo amigo, tú piensa cómo contarle a tu esposo que ahora tienen una roomie, será divertido.
— Sí, será divertido cuando ella pueda valerse por si misma y el dolor no la consuma, el dolor nos hace delirar, necesito que esté bien para que pueda tomar decisiones sobre su tratamiento y sobre su vida, ella necesita apoyo y si no tiene a nadie, bueno, puedo dárselo, lo que das recibes, el karma es real amigo.
— ¿Al menos sabes el nombre de tu desconocida que te cayó del cielo?
— Ni idea, pero lo averiguaremos.
Asintió y entonces comenzó a moverse, subiendo a la chica hasta el piso que le pedí mientras yo iba al mesón arrastrando las maletas aún para hablar con las bellas enfermeras y solicitar un nuevo archivador para mi nueva paciente, rellenando los campos en el lugar.
— Veamos quién eres, chica desconocida.
Revisando su bolso pequeño, encontrando su billetera, en ella estaba su carnet de identidad, bingo.
— Nisa Yildiz, turca, 20 años, soltera.
No había carnet de crónico por lo cual puedo asumir que es una mujer sana, lo que sí encontré es un pase de estudiante, ella estudia comunicación audiovisual, una carrera con un amplio campo laboral aquí, podría comenzar por ahí, hacer el traslado y seguir sus estudios en Moscú, hay varias universidades que imparten su carrera, yo conozco al directo de la universidad estatal de Moscú, puedo hablar con él para que acepte el traslado, también hablaré con Andreas, la chica necesitará ayuda psicológica y no porque crea que está loca, todos deberíamos ir seguido para conocernos mejor a nosotros mismos y resolver esas trabas que nos complican el hacer lo que deseamos.
— Sí, comenzaremos su tratamiento desde ahí.
Firmando y colocando mi timbre encima, llevando el archivador conmigo para hacerle una serie de preguntas cuando despierte y un par de exámenes pequeños, todo debe ir registrado y bien detallado.
Arrastrando las maletas otra vez ya en el ascensor, el móvil de la chica comenzó a sonar, en él, muestra el nombre de Can Vural ¿Será su novio? ¿Será él quien causó esto en el cuerpo de la chica?
— Ya verá ella más tarde si quiere contestar o no, yo no diré nada hasta saber con qué clase de persona podría estar hablando.
Dejando atrás el ascensor, buscando a Pete para ir dónde dejó a la chica, las enfermeras estaban encargándose de la herida más grande y cambiándola a la bata de hospital, está despierta por lo que me dijeron, un poco desorientada, pero consciente y orientada en tiempo y espacio, eso es bueno.
***
NISA.
Miré con un poco de pánico a las mujeres que estaban trabajando en mí, yo estaba en la calle y luego... y luego...
— Señorita, usted se encuentra en el hospital — explicó una de las chicas que parece ser enfermera— Tuvo un pequeño accidente, se desmayó, pero el doctor Ivanov la encontró y la trajo aquí, le aseguro que está en buenas manos.
Ahora recuerdo...
Sufrí un ataque de pánico, cierto doctor intentó calmar mi ansiedad, no pude equilibrarme y entonces todo se puso negro, luego desperté aquí.
— ¿Pueden agradecerle por mí? Fue muy atento y amable.
— Puede agradecerle usted misma, él está aquí fuera esperando, será su doctor de cabecilla.
Entré un poco en pánico al no ver ninguna de mis pertenencias ¿Y si las perdí? ¿Cómo se supone que sobreviviré si no tengo mis cosas? No me queda de otra que esperar a que estas mujeres terminen y entre el doctor para poder consultarle, así que cooperé, las dejé ponerme en todas las posiciones posibles, les dije los lugares dónde me dolía y si tenía alguna enfermedad o alergia, a lo cual respondí que no, estoy 100% sana... en teoría, porque físicamente no parezco muy sana.
De todas maneras, me sacaron varios tubitos de sangre para hacerme los respectivos exámenes médicos para comprobar mi estado de salud y sólo entonces podrán darme algún medicamento y ajustar la dosis de anestesia que usarán mañana en mí, al parecer mi espalda necesita cirugía, mierda, no tenía idea.
— ¿Cómo te sientes?
Preguntó el hombre que recuerdo de antes arrastrar mis pertenencias hasta dejarlas junto al mueble blanco junto a la ventana del costado derecho de la habitación, luego vino hasta mí, tomando asiento en la silla junto a la camilla, dándome toda su atención.
— Mejor, es sólo que... estaba asustada, estar sola en un lugar desconocido es... aterrador.
— Vi su carnet de identidad, usted es turca ¿Qué la trajo a Rusia?
— Soy rusa originalmente, mi madre se fue a Turquía para seguir a mi padrastro y ahí me dieron la nacionalidad, sólo quería volver a mi país de origen.
— ¿Qué le sucedió a su madre? ¿Tiene contacto con ella aún?
Si no fuera por ella, mi vida hubiese sido muy diferente.
— No hablo con mi madre, ella tiene una orden de alejamiento, violencia domestica — expliqué— He vivido con mi abuela prácticamente toda la vida.
— ¿Y su abuela vive aún?
Mentiría si dijera que no se me oprimió el pecho al pensar en Asya, la extraño demasiado.
— Ella... murió hace menos de una semana, era mi único familiar vivo.
— Vaya, lo siento... no quería revivir su duelo, lo lamento mucho.
— No es su culpa, tranquilo, son preguntas de rutina, lo sé.
— ¿Cómo lo sabe? ¿Visitó hospitales muy seguido?
¿Indaga sobre una posible violencia domestica?
— De pequeña sí, lo hacía seguido, mi padrastro me pegaba mucho, los doctores siempre preguntaban estas cosas — suspiré— ¿Veré un psicólogo también? Hace un tiempo que no veo uno.
— Sí, creo que será necesario que veas uno, y un psiquiatra también, te ayudará.
— Usted es el doctor, haré lo que me diga que haga.
— El criterio personal es importante también, Nisa. Si hay algo que te incomode o no quieras hacer aún porque no te sientes lista, dímelo con total confianza — levantándose hacia mis cosas, acercándome el móvil— Te ha llamado mucho un tal Can Vural, parece urgente ¿Es tu novio?
— Es mi jefe — sintiendo el calor familiar de la preocupación recorrerme— ¿Le contestó usted? ¿Le dijo algo?
Si Can se hace la idea de que estoy con otro hombre, va a perseguirme y no quiero que lo haga, quiero intentar vivir por mi cuenta o jamás podré hacerlo, jamás tendré criterio y moriré siento una marioneta sin mente propia.
— No le contesté, puede estar usted tranquila, pero dígame ¿Él le hizo esto?
Señalándome.
Y su preocupación no hizo más que darme risa, provocando que luego me quejara y abrazara mis costillas dañadas, reírse fue mala idea.
— Can Vural es... ¿Cómo lo explico sin que suene cursi? Él es... alguien especial, me cuida, me mima a su manera, me deja hacer todo lo que yo quiera, adapta los lugares a mi comodidad y es capaz de recorrer el mundo entero a pie sólo para asegurarse de que yo estoy bien.
— Entonces ¿Por qué está aquí y no con él?
Curioso.
Yo me pregunto lo mismo.
— Porque... para él soy sólo su secretaria, una competente, soy muy buena en lo que hago, y temo que, si cruzo la línea de lo personal y lo laboral más de lo que ya hice, él se alejará o yo me asustaré y terminaré alejándolo. Tengo problemas con las relaciones personales, problemas con el compromiso específicamente, podrá gustarme mucho alguien, pero no soy capaz de mantener una relación y sé que con Can me va a pasar, así que intento mantener las distancias.
Lo más posible al menos.
— Ok... entonces, no tienes a nadie más, estás sola.
— Sí, estoy sola, pero puedo costear la estadía en el hospital, no se preocupe de eso.
Alarmándome un poco de que quieran correrme de aquí también, no sé cómo funciona esto ¿Se pagará ahora o después? ¿Cómo se aseguran de que un paciente no los estafará? Como parte de Las Águilas, los hospitales estaban prohibidos para nosotros, demasiado riesgoso.
— No preguntaba por eso — riendo mientras niega— Yo decía porque... si no tienes dónde ir, mi pareja y yo vivimos en una casa demasiado grande para nosotros dos, podríamos vivir como roomies ¿Qué dices? De esa manera puedo supervisar mejor tu tratamiento y tú tendrías un lugar estable al que regresar a diario, es importante el sentimiento de pertenencia para iniciar un tratamiento psicológico.
— Bueno... ese es un ofrecimiento muy amable de su parte, pero no quisiera ser una molestia, ya es demasiado que me trajera aquí, señor.
Sintiendo las mejillas calientes por la vergüenza, debo verme muy desesperada e incapaz de vivir por mi cuenta si me hizo un ofrecimiento así.
— Mi nombre es Alén Ivanov, 33 años, médico cirujano, estoy casado, mi pareja es hombre, no sé si tengas problemas con eso, y bueno, no tengo hijos, pero sí un gato que se cree uno, es un gusto.
Extendiendo su mano hacia mí.
— Y-yo... mi nombre es Nisa Yildiz — estrechando su mano— Tengo veinte años, estudio comunicación audiovisual, pero congelé la carrera, he estado haciendo mi pasantía en una compañía de entretenimiento en Turquía por dos años, pero también soy modelo, promotora, reportera, secretaria, he hecho comerciales como actriz, y un poquito de otras cosas.
Lo ilegal me lo guardaré para mí mejor.
— Bueno Nisa ¿Qué me dices? ¿Quieres convertirte en mi roomie? Sin presiones, si no quieres no importa, pero si quieres, sería fantástico.
— La verdad es que no tengo nada y vivir acompañada será mejor que vivir sola — sonriendo— Se lo devolveré de alguna manera, doctor Alén.
— Sólo Alén para ti — guiñándome un ojo— Quitemos las formalidades que viviremos bajo el mismo techo en cuanto de dé el alta.
— Y en cuanto a su pregunta sobre su pareja, no, no tengo problemas, soy bisexual, y estoy totalmente a favor de las demostraciones libres de amor, que uno viene al mundo a disfrutar, experimentar y vivir, no a mantenerse oculto por un puñado de gente reprimida que refleja sus frustraciones en nosotros.
— Bien dicho, niña, ya me caes bien, mi esposo estará encantado, lo llamaré para que se pase luego del trabajo — poniéndose de pie de un brinco— Vendré a verte en un rato más ¿De acuerdo? Traerán la comida dentro de poco, los exámenes estarán listos antes de mañana temprano para saber cómo proceder contigo, pero tranquila, estás en las mejores manos.
Sonriente dejó el cuarto escuchándolo desde mi posición hablar con un tal Pete, se ve emocionado y feliz, me agrada el sujeto, pero ahora... ahora debo llamar a Can o ese hombre comenzará a buscarme.
Busqué su nombre en mis registros y marqué llevando el móvil a mi oreja, sorprendiéndome al oírlo en cuanto marqué, no lo dejó sonar ni una sola vez, estaba esperando a que le devolviera el llamado.
— ¿Se puede saber para qué tienes móvil si no lo atiendes, Nisa?
— Estoy bien, estoy bien — viendo el saturómetro en mi dedo, conectado a una maquinita pegada a la pared que cuenta mis signos vitales— Estoy recorriendo mi nuevo apartamento, me entretuve de más y no escuché el móvil.
Mentí.
— ¿Nuevo apartamento? ¿Cuánto tiempo piensas quedarte? ¿Dónde estás?
— Estoy en una escala solamente, mañana sale mi vuelo otra vez, mi destino es Colombia — mentí otra vez— Para perfeccionar mi español y seducirte al puro estilo latino, de seguro eso va a gustarte, solo espera.
— ¿Colombia? ¿No crees que está muy lejos? ¿Y si me necesitas? Digo, a mi familia, si necesitas a mi familia.
Se apresuró a corregir para que no me hiciera ideas extrañas, Can me lo dijo no una vez, sino que varias, me quiere muerta y es más que evidente que si no fuera por Engin, su fantasía de convertirme en un montón de huesos se haría realidad.
— Puedo valerme por mí misma, pero gracias por la preocupación, te enviaré mensajes seguido para hacerte saber que estoy bien, no te preocupes y confía un poco más en mí.
— Me preocupo, Nisa. Tú no estás bien ni física ni psicológicamente, temo que hagas alguna estupidez, Jelena dice que la viste con decepción, tú no querías ser salvada.
Y no quería, yo... yo deseaba ir con Asya, quería morir y dejar de vivir el tormento de vida que me tocó, ya estoy cansada de tanto sufrimiento, son pocas las veces que he sido feliz.
— No haré nada, dije que volvería y volveré, mi vida está ligada a la tuya, eres mi jefe, mi dueño, yo firmé ese documento ¿Recuerdas? Por tanto, viviré hasta que decidas que ya no lo merezco.
— Esos pensamientos son los que me preocupan, Nisa, yo no puedo ponerle punto final a tu vida y que tú lo aceptes como si nada.
— Pero eres mi dueño.
— Eres una persona, no una cosa, mételo en esa cabeza tuya. Cabezota.
Me regañó.
Rodé los ojos y suspiré, imaginando su cara de hastío, le encanta discutir conmigo, aunque diga lo contrario.
— Estoy un poco cansada así que voy a dormir, pero te estaré comentando si hay algún cambio.
— Si no me hablas, te hablaré yo. Y si no contestas, como ahora, voy a dar vuelta el mundo buscándote y sabes que te voy a encontrar.
Tragué grueso, esa amenaza suena muy tentadora.
— No desapareceré, llamaré seguido.
— Más te vale, adiós, montón de huesos.
Cortando sin más.
— Eres un vejete aburrido, Can Vural — sonriendo— Pero no voy a desaparecer, sólo debo sanar.
Acomodándome mejor en la camilla para dormir un poco, me siento realmente exhausta, necesito reponer energía para poder seguir adelante.
***
Al rato después las enfermeras me despertaron para ayudarme a acomodarme en la cama, la comida estaba aquí, no se ve muy apetitosa, pero a mal clima, buena cara, así que me lo comí todo, incluida la ensalada y el postre, felicitándome a mí misma por haber comido algo diferente y sin mayores problemas debido a mi TOC.
Debí decirle eso al doctor, quizá el psicólogo pueda hacer algo al respecto.
— ¡Nisa tengo noticias!
Llevé la mano a mi pecho, sorprendiéndome por su aparición sorpresiva, justo estaba pensando en él y llega aquí.
— Casi me mata de un susto Alén.
— Lo siento, es que llegaron los resultados de sus exámenes y tenemos un pequeño problemita para la cirugía de mañana, digo, no es un problema realmente, pero siempre existe un pequeño porcentaje de que algo salga mal, este es un porcentaje muy pequeño, pero como médico, debo informarle.
— ¿Qué es? ¿Qué está mal conmigo?
¿Qué más?
¿Qué más puede estar mal en mí?
— Según sus análisis de sangre, usted presenta la hormona gonadotropina coriónica humana o más conocida como HCG, esta hormona se presenta entre seis a ocho días posterior a la fecundación. Usted está embarazada.
Tuve que sujetarme de las barandas de mi camilla porque esa información sí que no me la esperaba.
— Pero yo me cuido, tomo pastillas anticonceptivas y soy muy constante, muy cuidadosa.
— ¿Qué pastillas toma usted?
Le di el nombre y su cara me lo dijo todo, algo había mal con ellas.
— Hubo un par de lotes de pastillas anticonceptivas que salieron defectuosas, eso hizo que un gran porcentaje de mujeres terminaran embarazadas... Y bueno... cómo decía, siempre existen riesgos en una cirugía, la de mañana tiene cierto porcentaje de aborto espontaneo ¿Qué quiere hacer?
Hice una rápida lista de pros y contras en mi cabeza para decidirme.
Pros:
Tendría que volver a casa para contar la noticia... aunque no sé si sea muy pro.
Mejor borraré esta alternativa, no es nada bueno.
Estoy sola. La idea de tener una familia me gusta mucho.
Contras:
Engin se enojará con Can. Y no queremos que eso suceda.
Can me pediría abortar porque sabe que no estoy bien como para cuidar de otro ser vivo.
De seguro can no quiere tener hijos ¿Por qué querría si su vida ya es perfecta, así como está? A su edad ya debería estar casado y no es el caso.
Los Vural tienen muchos enemigos, pondrían en peligro la vida del bebé constantemente.
Joder... no suena bonito, no suena nada bonito, pero el hecho de tener familia me hace ilusión... la balanza está equilibrada.
— Bueno, que pase lo que tenga que pasar — mirando a Alén— Si aborto, entonces no era para mí el camino del embarazo, pero si salgo victoriosa, seguiré adelante — mirándolo— ¿Tu esposo aceptaría un inquilino o inquilina más?
— ¿Bromeas? Estará encantado. Felicidades, Nisa, y espero que todo salga bien mañana.
Yo también lo deseo... deseo que salga bien, que por una vez en la vida las cosas me salgan bien, estoy cansada de perder.
— Ya veremos si es para mí o no, no quiero hacerme ilusiones antes de tiempo.
— Cuando se quiere, se puede, manifestaré por ti entonces.
— Gracias Alén, otra vez.
— Por algo soy tu médico, mi deber es velar por tu estabilidad completa, ahora, a descansar, ve algo de televisión, si tienes hambre puedes pedirles a las enfermeras que te ayuden, te aseguro que no hay nada que un Por favor y un Gracias no solucione.
— Gracias por el consejo.
— No hay de qué.
Abandonando el cuarto, dejándome a solas con mis pensamientos.
Yo embarazada...
— ¿Habrá sido acción tuya, Asya? — mirando las nubes por la ventana— Si es niña no le pondré como tú, es de mala suerte ¿Recuerdas a los cuatro perritos que tuve? Todos murieron, y todos se llamaban igual, así que olvida que le pondré Asya a la chiquilla si es niña.
Apoyando la mano en mi panza, ilusionándome de todas maneras a pesar de que mañana puede ir todo fatal.
Y debería inclinarme más por la opción negativa, para mí nada nunca sale bien, debería pensar en que mañana tendré un aborto espontaneo en vez de pensar en nombres para bebés, que tonta soy.
— No quiero hacerme ilusiones, pero... soportaste bien la paliza que nos dieron... quizá soportes mañana también... quizá.
Y si sobrevive, tendré que cambiar mis planes, comenzando por desligarme de los Vural, no podría vivir sabiendo que Can me odia, o que tuvo problemas con Engin por mi culpa, no quiero amarrar a Can a una vida que no va con él, por lo tanto, me haré cargo por mi cuenta, no le daré más problemas a su familia, no más.
Can podrá encontrar otra competente secretaria, hay muchas, demasiadas, que matarían por el puesto, como yo. Sólo tienen que buscar a alguien desesperada que no tenga nada y voila, una chica como yo, sin razonamiento propio, que haría todo con tal de pertenecer.
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BUENAS BUENAS BBCITAAAS
LES DIJE QUE LE CAPITULO IBA A SER 15% SUFRIMIENTO NADA MAAAAAS
AHORA HAY QUE VER COMO LE VA A LA BEBA EN SU OPERACIÓN
YO TAMPOCO QUIERO HACERME ILUSIONES PORQUE NISA TIENE MUY MALA SUERTE SIEMPRE
CAN SIGUE OCULTANDO LO QUE TODAS VEMOS MÁS QUE OBVIO
NISA ES CIEGA, SIN DUDA.
ALÉN YA ME AGRADA, QUE HOMBRE MÁS AMABLE
YA VEREMOS QUE RESULTA DE TODO ESTO
NISA QUIERE SURGIR, ASÍ QUE VAMOS QUE SE PUEDEEE
NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO BEBAS
COMO SE CUMPLIÓ RAPIDO LA META DE LOS 200, REGRESÉ RAPIDO JAJAJAJAJA
LO PROMETIDO ES DEUDA
BESITOS EN LA COLA A TODAS, BONITO DOMINGO
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