22: La hora de la batalla
22: LA HORA DE LA BATALLA
Después de un día de la inspección, Spider se acercó a Mi'ite con una bandeja llena de frutas frescas y algunos animales asados que él había atrapado y cocinado por sí mismo. La mirada amable en sus ojos transmitía una genuina preocupación por el bienestar de Mi'ite y sus dos hijos por nacer.
—Quiero asegurarme de que estés bien alimentada. Estoy seguro que Lo'ak me mataría si no cuido de ti—dijo Spider con una sonrisa burlona mientras colocaba la bandeja frente a ella—. Estas frutas son de la mejor calidad que pudimos encontrar en la zona, y los animales asados proporcionarán la proteína y los nutrientes que necesitas para mantenerte fuerte y saludable durante tu embarazo.
Mi'ite se sorprendió por el gesto amable de Spider. Había esperado enfrentarse a la hostilidad y la indiferencia de los humanos, pero en cambio, encontró compasión y preocupación por su bienestar. Agradecida, tomó una de las frutas y dio un bocado, saboreando su frescura y dulzura con gratitud.
Spider se sentó a su lado, compartiendo un momento de tranquilidad mientras Mi'ite disfrutaba de su comida. No había prisa ni tensión en el aire, solo una sensación de calma y conexión compartida entre ellos. A medida que conversaban sobre la infancia de Lo'ak, Mi'ite comenzó a sentirse más cómoda con la presencia de Spider, encontrando consuelo en su compañía y en el gesto amable de traerle comida nutritiva.
El doctor Ian también los acompañó, asegurando que prefería comer en presencia de Mi'ite en vez que en presencia de los avatares. Decía que eran muy cascarrabias, ruidosos y mandones. Mi'ite no pudo estar más de acuerdo con el biólogo.
Ya con el estómago lleno y el corazón más ligero, Mi'ite agradeció a Spider por su generosidad y amabilidad. Por un breve momento, pudo olvidar las tensiones y los peligros que la rodeaban, concentrándose en el presente y en el cuidado ofrecido por aquellos que estaban dispuestos a ver más allá de las diferencias y encontrar una conexión genuina entre ellos.
Sin embargo, parecía que los avatares se ponían nerviosos con el acercamiento que había logrado con los humanos, ya que ingresaron en la caja metálica y sacaron a empujones a sus dos únicos aliados.
Ella no pudo hacer nada, tanto Spider y el doctor Ian habían dicho que no hiciera movimientos bruscos. Quiso reírse de ellos al verlos tan preocupados por su embarazo. Si supieran que su madre fue capaz de capturar un pez grande estando embarazada.
Ahora Mi'ite yacía recostada sobre aquel piso duro y frio. Su mente vagaba constantemente hacia Lo'ak, su esposo amado, quien seguramente había ido a las Islas Metkayina a buscar ayuda. Cada día que pasaba sin él a su lado parecía una eternidad, y la añoranza por su compañía se convertía en una presencia constante en su corazón.
Spider le había contado que había escuchado a uno de los avatares, que Lo'ak traería a Jake Sully para intercambiarla con ella. Pero Mi'ite dudaba que su esposo siquiera pensara en hacer tal trueque, así que seguramente había ido a las Islas solo para buscar ayuda.
En medio de su preocupación, Mi'ite se deleitaba en acariciar suavemente su vientre redondeado, donde la vida florecía y crecía con cada latido de su corazón. La sensación reconfortante de sus bebés moviéndose dentro de ella le recordaba la maravilla de la vida y la promesa del futuro que les aguardaba. Pero también avivaba aún más su deseo de compartir esa alegría con Lo'ak, de sentir juntos el milagro de la vida que habían creado juntos.
En esos momentos de soledad, Mi'ite encontraba consuelo en la certeza de que pronto estarían juntos nuevamente, compartiendo juntos la dicha de ser padres. Pero también albergaba un secreto emocionante que ansiaba compartir con Lo'ak, una noticia que llenaba su corazón de alegría y emoción cada vez que pensaba en ello.
Que no solo estaban esperando un bebé, sino dos. Gemelos, una bendición doble que multiplicaba su felicidad y su amor. La idea de tener no uno, sino dos pequeños seres que llevarían su sangre y su espíritu llenaban a Mi'ite de un gozo indescriptible, y ansiaba el momento en que pudiera compartir esa emoción con Lo'ak.
Quería que él la estrechara en sus brazos. Que le cantara las canciones de su antigua tribu. O que le contara todas las travesuras que hizo cuando era un más joven.
Quería estar con Lo'ak.
Había llegado el día tan esperado para él.
Lo'ak se encontraba en el corazón del campamento de los Metkayina, rodeado por la agitación de su gente mientras se preparaban para partir hacia el territorio donde le habían arrancado de los brazos a Mi'ite. La determinación ardía en los ojos de cada guerrero, mientras se armaban y equipaban con todo lo necesario para el enfrentamiento que se avecinaba.
El sonido de las armas siendo cargadas resonaba en el aire, mezclándose con los murmullos de los preparativos y los cantos de guerra que emanaban de los labios de los guerreros. La tensión era palpable, pero también lo era la resolución y la voluntad de luchar por su tierra y su pueblo.
Tonowari, con su imponente figura y su mirada decidida, lideraba a su gente con determinación y coraje. Se movía entre ellos, dando órdenes y asegurándose de que cada uno estuviera listo para la batalla que se avecinaba. Sus ojos brillaban con una mezcla de determinación y preocupación, consciente del peligro que enfrentarían, pero también de la importancia de defender su hogar y su forma de vida.
A su lado, Lo'ak y Jake se reunían para darle una última repasada a la estrategia de ataque, discutiendo en voz baja mientras trazaban planes para enfrentarse a los avatares de la RDA. Cada guerrero estaba comprometido con la causa, listo para luchar con valentía y sacrificio si era necesario.
—¡Ao'nung, mi hijo, se quedará a cargo mientras yo voy a rescatar a mi hija!—habló Tonowari hacia todo su pueblo—. ¡Su palabra será ley hasta mi regreso!
Toda la familia de Mi'ite partiría, solo dejando en las Islas a Ao'nung y al pequeño bebé de un año y medio. Después, Tonowari, Ronal y Tsireya partirían junto a los guerreros.
—Es hora, hijo—Neytiri puso una mano en el hombro de Lo'ak, dándole un apretón para transmitirle fuerzas.
Con un brillo de determinación en sus ojos, Lo'ak montó en su Ikran, el poderoso vínculo entre él y su montura era palpable en el aire. A su alrededor, los guerreros Metkayina se preparaban para seguirlo, armados y listos para la batalla que se avecinaba. Con un grito de guerra que resonaba en el bosque, Lo'ak lideró a su pueblo hacia el lugar donde había construido un hogar junto a Mi'ite.
El rugido de los Ikran de su familia resonaba en el aire mientras los guerreros empezaban a sumergirse en el agua, montando unión con los Skimwing, formando una impresionante formación que cortaba tanto a través de las nubes como en el oceano.
Lo'ak lideraba la marcha con determinación, su mente enfocada en el objetivo que se avecinaba: Rescatar a la persona que más amaba.
A medida que se acercaban al bosque donde habían construido su hogar, los guerreros Metkayina se preparaban para lo que les esperaba. Como había sido planeado con anterioridad, los guerreros Metkayina se escondieron en las profundidades de las aguas hasta que vieran la señal.
Las ramas de los árboles se mecían suavemente con la brisa mientras el sonido de la vida salvaje resonaba en el aire. Era un lugar que Lo'ak conocía bien, un refugio seguro donde él y Mi'ite habían construido una vida juntos.
Lo'ak sintió un torbellino de emociones en su interior cuando vio una enorme embarcación anclado en las orillas del bosque. Y alrededor de aquel gigante barco, había robots que poco a poco se iban metiendo al mar, lo mismo ocurría con las lanchas con arpones.
Fue entonces que la vio. Después de tres días largos y sombríos, ahí estaba... siendo sujetada por dos avatares.
Solo pudo centrarse en ella. En sus ojos verdosos y en aquellos rizos que lo volvían loco. Ni siquiera se dio cuenta de la presencia de Spider, que estaba delante de ella.
—Prepárense—ordenó Jake a su familia por medio del intercomunicador.
Neytiri, Kiri y Neteyam estaban mucho más atrás. Dejando casi solos en el aire a Lo'ak y Jake.
Lo'ak observó el perfil de su padre con tristeza antes de girarse hacia en frente y hacer un asentimiento a Quaritch.
—Lo siento, padre.
—¿Qué-?
No hubo tiempo de que Jake Sully pudiera ver la traición a su costado. No pudo evitarlo.
Bajo la mirada sorprendida de Mi'ite, el Ikran de Lo'ak derribó fácilmente al de Jake, botándolo al océano en segundos. El Ikran de Lo'ak dio una vuelta sobre sí para zambullirse bajo el agua y atrapar el cuerpo de Jake con sus garras.
—¡Lo'ak, ¿Qué estás haciendo?!—la voz sorprendida de Neytiri se escuchó por el intercomunicador. No solo fue ella quien habló, Kiri y Neteyam lo hicieron también. Lo'ak tuvo que cortar la comunicación para que su culpa no acrecentara.
Puso el cuerpo de su padre sobre la embarcación e hizo que su Ikran lo aplastara un poco para que no escapara.
—¡Lo'ak, no!—gritó Mi'ite, pidiéndole con los ojos que no aceptara el cambio. La Metkayina se retorcía con fuerza a pesar de tener a dos avatares sujetándola con fuerza.
Lo'ak se mordió el labio, se puso una máscara de seriedad y se giró hacia Quaritch.
—Mi padre por mi mujer, ese era el trato—extendió la mano hacia Mi'ite—. Cúmplelo.
┎─────«❀»─────┒
¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
┖─────«❀»─────┚
¡Oh, por dios! Lo'ak decidió traicionar a su familia por Mi'ite... ¿Qué ocurrirá después de esto?
¿Quaritch cumplirá con su parte y le dará a Mi'ite? ¿O cambiará de opinión?
Espero que les haya gustado el capítulo ♡ Nos vemos en el siguiente capítulo
Psdt: El próximo capítulo es el último
SÍGUEME • COMENTA • VOTA
Tiktok: Krissmd
Instagram: Kriss.sama
● Kriss-sama
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top