06: SU PROMETIDO

         —Hoy se sabrá quién será tu prometido—le dice Tonowari.

         —¿En serio?—pregunta con emoción, y no puede evitar que su mente divague en Neteyam.

         —La competencia se realizará hoy en la mañana.

         —¿Y puedo ir?

         Tonowari acaricia los cabellos de Mi'ite con dulzura—Tienes que entrenar, hija. Se fuerte para que tu futuro esposo este orgulloso de ti.

         Un leve sonrojo se instala en sus mejillas y parte de su cuello. Aquella mañana no pudo apartar sus pensamientos de Neteyam ni de la idea que podría casarse con él.

         Por otra parte, Neteyam y Lo'ak estaban siendo informados por Jake sobre una competencia frente al líder del clan Metkayina para ver cuanto habían avanzado en sus habilidades.

         —Demos todo de nosotros—le dijo Neteyam a su hermano.

         Lo'ak soltó un bufido por lo bajo: —Estoy seguro de que el Olo'eyktan te premiará a ti porque no estás vinculado a un Tulkun exiliado.

         —Oh vamos. No digas eso, hermanito—agitó los cabellos de Lo'ak con dulzura.

         —Solo digo la verdad—rodó los ojos el menor.

         Las cosas eran claras. La competición consistía en domar y controlar un Skimwing, una criatura poderosa y veloz tanto en el agua como en el aire. Este animal representaba la fuerza, la habilidad y la valentía, características esenciales para convertirse en un futuro líder y yerno en la tribu Metkayina.

         Sin que Neteyam y Lo'ak supieran la verdadera razón detrás de la competición, ambos se sintieron emocionados por el desafío que les esperaba. Ambos adolescentes eran guerreros audaces y valientes, y estaban listos para demostrar sus habilidades y capacidades en la competición.

         —Esto es importante—les dijo Jake antes de que se sumergieran en el agua.

         —¿Por qué la cosa es tan seria?—cuestionó Lo'ak sin entender el nerviosismo de su padre.

         —Tú tómatelo como un juego—bromeó Neteyam antes de empezar a nadar.

         Cada uno se acercó al Skimwing asignado, observando con cautela al animal majestuoso y poderoso que tenían delante. Sabían que esta sería una prueba que requeriría no solo fuerza física, sino también paciencia, intuición y respeto hacia el Skimwing.

         Ambos comenzaron a trabajar con el Skimwing, aprendiendo a entender sus comportamientos y a ganar su confianza. Pasaron días, incluso semanas, en el proceso de domar a la criatura, enfrentando momentos de frustración y desafío. Sin embargo, ni Neteyam ni Lo'ak se dieron por vencidos, sabían que esta competición era importante para su padre.

         Ya de por sí a Jake le había tomado semanas aprender a controlar un Skimwing, y eso que él era un guerrero experimentado que no se rendía ante nada.

         A medida que el tiempo pasaba, Tonowari observaba con atención a los dos jóvenes, evaluando no solo su capacidad para domar al Skimwing, sino también su ética de trabajo, su respeto por la naturaleza y su habilidad para aprender y adaptarse a las situaciones cambiantes.

         Finalmente, llegó el día en que Neteyam y Lo'ak tuvieron éxito en domar a sus respectivos Skimwings.

         —Quien llegue al coral nadando y lo pase volando, gana—soltó Neteyam entre sonrisas.

         —Hecho.

         Empezar la carrera sobre el Skimwing fue sencillo, permanecer sobre él no lo era.

         Estaban a mitad de camino cuando Neteyam decidió soltarse del animal. Pensando que le hacia un favor a su hermano al hacer que Lo'ak ganara la competencia y fuera visto con buenos ojos ante el líder del clan Metkayina.

         —¡Lo hice!—soltó Lo'ak desde los aires sobre su Skimwing.

         Que gran penuria.

         Si tan solo Neteyam se hubiera abstenido de no dejar que su amor de hermano lo cegara, la historia que estoy a punto de contarles no hubiera ocurrido.

         —Lo'ak—llamó Jake, pidiendo un momento en privado con su segundo hijo cuando vio la mirada de Neteyam sobre él—. Lo hiciste bien—felicitó con una sonrisa tensa en el rostro.

         Y entonces la segunda parte del plan comenzó.

         Abrazos cálidos, palabras elogiosas y expresiones de amor incondicional fueron parte de su estratagema para suavizar la idea de este matrimonio arreglado.

         —Si realmente quieres a la familia, aceptaras el compromiso.

         Pero a él le gustaba otra persona. La hermana de la persona al cual le querían comprometer.

         Sin embargo, sin ser consciente, una parte de él cedió. Cedió ante la presión de su padre y ante las pequeñas muestras de cariño que ahora le proporcionaba. Cedió, y él no se dio cuenta.

         Con el tiempo, Jake notó que Lo'ak había comenzado a ceder ante su manipulación. Aceptaba cada vez más la idea de casarse con Mi'ite, aunque todavía tenía dudas y conflictos internos. Aunque su corazón no estaba realmente involucrado, las muestras constantes de afecto de su padre la convencieron de que era la elección correcta.

         —Por la familia—había dicho.

         Desde que empezó la guerra con los humanos, Lo'ak deseó quitarle algo a su hermano: Autoridad, la atención de sus padres, su amor o simplemente ser alguien como él.

         Hoy en día lo había logrado. Captó la atención de su padre para él solo y lo hizo sentir orgulloso frente al líder del clan Metkayina, cosa que no había logrado en todo el año anterior.

         Pero tenía un costo: Casarse con la Metkayina de la cual su hermano gustaba.

         —Te unirás con ella, mi niño—las caricias que Jake le hacían difícil el acto de negarse—. Es por el bien de la familia—le había dicho. Y él le creyó.

         En el fondo de su corazón, Jake sabía que estaba forzando a su hijo a un compromiso sin amor, pero la perspectiva de la seguridad de toda su familia era demasiado tentadora para él como padre. Justificaba su manipulación con la creencia de que estaba haciendo lo mejor para él y sus hermanos, sin darse cuenta del dolor emocional que le estaba causando a su hijo.

         —Mi querida Mi'ite—dijo Tonowari con solemnidad.

         El rostro preocupado no se hizo esperar. Había escuchado en algunos chicos que el ganador de la competencia que había hecho su padre era Lo'ak. Pero aun así tenía cierta esperanza en que esos rumores fueran completamente falsos.

         Esperaba que aquello no fuera cierto, porque si no ella... ella... ¿Qué haría?

         —Ya se ha tomado una decisión importante para nuestro futuro—el hombre sonrió en grande—. Se te comprometeré con Lo'ak, el hijo del mismísimo Toruk Makto. Su unión fortalecerá nuestras conexiones y nos asegurará un futuro próspero y estable, ¿no te parece?

         Mi'ite sintió un nudo en la garganta. Si le decía que con quien quería pasar el resto de sus vidas no era con Lo'ak sino con Neteyam, ¿Lo entendería? ¿No la obligaría a casarse con Lo'ak?

         Sin embargo, Mi'ite no podía simplemente decir la verdad sobre sus sentimientos por Neteyam. Temía la reacción de su padre, quien había mostrado su desaprobación hacia muchachos que no podían domar un Skimwing en el pasado. En lugar de expresar sus verdaderos deseos, Mi'ite dijo: —Padre, no quiero comprometerme con Lo'ak. Siento que no es la persona adecuada para mí.

         —Ya hemos hablado de esto, Mi'ite—murmuró el hombre con voz tosca—. Creía que todo había quedado claro.

         —Pero-

         La decepción y el enojo llenaron los ojos de Tonowari.

         —¡No comprendo cómo puedes ser tan terca, Mi'ite! Lo'ak es un buen partido, y esta unión es lo mejor para nuestra familia. Debes pensar en el bienestar de todos nosotros y no solo en tus caprichos emocionales.

         El corazón de Mi'ite se rompió ante las palabras de su padre, pero el miedo a su desaprobación y a los conflictos familiares la llevaron a ceder. Temerosa de enfrentarse a las consecuencias de negarse a su padre, Mi'ite aceptó el compromiso con Lo'ak, reprimiendo sus verdaderos sentimientos por Neteyam.

         Fue entonces que a medida que los preparativos para el compromiso avanzaban, Mi'ite se sintió atrapada y triste. La ausencia de amor y conexión con Lo'ak pesaba sobre ella, y su corazón anhelaba la felicidad que solo Neteyam le había hecho sentir.

         Aunque Miite intentó adaptarse a su nueva realidad, siempre existió una sombra de pesar en su corazón. Tonowari, por otro lado, se mostraba satisfecho con su decisión, sin darse cuenta del dolor que había causado a su hija.

         Irónicamente, esta historia comenzó sin una pisca de amor, pues solo eran dos adolescentes manipulados y chantajeados por sus progenitores. Quien diría que después de siglos, las canciones que narraban su amor serían cantadas por las más finas voces.

         —Mañana se hará la unión, mi niña—murmuró Ronal mientras acariciaba la mejilla de su hija mayor, sin darse cuenta de la tristeza en sus ojos mostraban ni el decaimiento de sus hombros.

         Sin embargo... ella todavía podía fingir una sonrisa.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Sé que no he tocado el tema a profundidad, pero Ronal haría lo que sea por sus dos hijas. El hecho de que haya aceptado a una de los Sully como su yerno da mucho que decir.

Me pregunto, cómo reaccionaría Ronal si se da cuenta de que el matrimonio de su hija no es por amor

Estoy casi segura que Tonowari tendría los días contados

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