Contra la balanza PT2
En el pasado yacen momentos dolorosos que marcan nuestra existencia de forma imborrable, como cicatrices en el alma que perduran eternamente.
En medio de la desesperación, un diminuto Óscar permanecía en completo silencio, mientras un siniestro individuo se aproximaba a su madre debilitada. En un acto de valentía desgarrador, el pequeño lanzó un grito pidiendo clemencia, pero desafortunadamente, ninguna ayuda llegó. Los hombres, armados con una diminuta daga, tomaron el delicado cabello de la madre de Óscar. Con la intención de hacerle daño, el niño se lanzó hacia ellos, solo para recibir una brutal patada que lo dejó rápidamente sin aliento.
"Óscar, no te interpongas", susurró la valerosa madre.
Sin embargo, los últimos suspiros de la madre estaban cerca tras apuñaladas salvajes y en sus postreros momentos de vida, Óscar se acercó a ella, tomando sus delicadas manos. El pequeño infante se hallaba desgarrado, mientras la sangre de su progenitora llenaba sus manos y los hombres se mofaban entre risas.
Con sus últimas fuerzas, la madre tomó las manos de su hijo en el suelo y le dedicó un tierno beso en la frente antes de pronunciar sus postreras palabras.
"Sé tan fuerte como tu padre, Óscarsito".
"Perdóname por mi debilidad, si tan solo pudiera defenderme. Pero soy solo un niño, incapaz de protegerse", balbuceó el pequeño entre lágrimas.
Trágicamente, la vida de la chica fue arrebatada. Óscar fue segado por la pérdida de sangre. En ese instante, mis pensamientos se tornaron en un susurro insistente: "Mátalos". Las voces en mi mente me instaban a tomar venganza y a obtener lo que tanto anhelaba.
...
- Mi padre siempre me decía que las guerras no llevan a nada, solo a la muerte de tus seres queridos - resonó en mi mente como un eco de sabiduría perdida.
Dentro de la perdida madurara y con las desgracias despertara.
/"Capitulo cuatro"/
"Contra la balanza"
TEARRLAD "La vida de un demonio"
Regresemos
Ingresamos entre temblores por el frio sin saber qué encontraríamos, mientras mi mente se llenaba de pensamientos desagradables al recordar muchos de estos lugares. Después de caminar un trecho, hallamos un fragmento del laboratorio y, con una leve sonrisa, decidimos entre todos forcejear para abrir un hoyo el cual ingresar.
Al observar el estado desvastado y desolado del lugar, me embargó una sorpresa inicial. Se percibía como un espacio abandonado y olvidado.
- Recuerdo este sitio - mencioné al tocar las mesas cubiertas de polvo - Aquí es donde tuvieron lugar todos esos momentos complicados. Aun así, no logré comprender la razón detrás de ellos.
A pesar de que mi semblante no denotaba tristeza, sino más bien madurez, parecía que los últimos meses me habían permitido crecer más de lo que hubiera imaginado.
- Tranquilo, Óscar, estamos aquí contigo. Prometo liberar y proteger a las personas que puedan ser halladas atrapadas - expreso Rita con inocencia.
Nuestros dedos se entrelazaron y un cálido roce provocó una sonrisa en mí al observar los recuerdos que afloraban.
- Seguiremos avanzando. Tómate un momento si lo necesitas - dijo Ruffi, quien tocó el hombro del valiente Óscar con una sonrisa.
- Cuidado - comentó un indiferente Scorpio.
- Igualmente - agrego la madura Betty - Recuerda que estoy aquí para ayudarte. A pesar de ser tu hermana mayor adoptiva, te amo como a un hermano y sobre todo perdón por ser tan egoísta, leo nos amenazó y el único que tiene la destreza eres tú o Rita... Y dolería perder a papá - expreso Betty un poco preocupada.
- tranquila Betty, entiendo.
Las palabras de Betty me llenaron de un breve momento de vergüenza y, a pesar de que Brandon sonreía con ternura, fue quien más demostró su interés.
- Óscar Sword, confío en tu capacidad. Te pido que me veas no como a un profesor, sino como a un amigo o incluso un miembro de la familia - expresó el profesor mientras me abrazaba.
Tras aquel abrazo breve, la mano de Rita volvió a tomar la mía, y con una sonrisa tierna, rompió el silencio con sus palabras.
- Te prometo proteger como solía hacerlo en nuestra infancia. Estaré ahí cuando me necesites e incluso daría mi vida por ti, porque te amo tal y como eres, Óscar.
A pesar de las promesas de un futuro brillante, la vida nos reservaba una desagradable sorpresa detrás de ese abandonado lugar, donde un hombre observaba con sigilo a dos individuos, Óscar Ugedark y Rita López. La suave respiración me hizo voltear en busca del origen, solo para descubrir una bata de laboratorio colgando en un perchero.
- Ya me siento mejor, Ri. Vamos a alcanzar a los demás - expresé con una leve sonrisa.
- Por supuesto, sigamos adelante - respondió Rita.
Mientras nos acercábamos a nuestros compañeros, Rita encontró un enorme hoyo aparentemente sin fondo. Hice una broma de mal gusto sobre caer en él, lo que asustó a Rita, quien rápidamente me agarró para evitarlo. Yo, por otro lado, no pude contener la risa.
- Parece que el destino nos tiene preparada una sorpresa - dijo un chico, tras esto sale de su escondite y empuja hacia la gran caída a los protagonistas. Su rostro reflejaba alegría y risas - Lo logré, no esperaba que Jessie y Jhonatan cayeran tan fácilmente en la trampa - exclamó victorioso.
- escuché un grito - susurro la impecable Betty.
Durante la caída interminable, intenté agarrarme a las paredes empapadas de un extraño líquido, sin éxito. Al divisar una tenue luz al final, caímos más profundo en una cueva submarina, los hermosos colores y la pequeña salida que brotaban chorros grandes de agua el cual era extrañamente agradable. Al salir del agua junto a Rita, nos miramos, desconcertados.
- ¿Dónde estamos? - pregunté
- ¿Qué fue eso? - Inquirió Rita
La caída parecía ir a peor pero por buena suerte de nosotros caímos en un lugar cubierto de agua lo cual nos salvó de una muerte instantánea.
Al escuchar una voz la cual nos toma por sorpresa y de esta manera nos interrumpe con un tono de voz alto y casi tranquilo, siendo una extraña combinación
- Están en nuestro territorio - dijo el hombre de pelo blanco - Soy Edgar López, conocido como "Libra", el protector de la balanza.
Al mirarlo, identifiqué a un hombre de pocas palabras que adoptó una postura de combate desafiante. Tomé mi daga, que Rita me ofreció tras sacarla de un pequeño bolso y me preparé para el enfrentamiento.
- Pareces creer que tengo miedo - le dije con orgullo.
- No es eso, quiero ver de lo que eres capaz, veo que eres incapaz de comprender que esto lo hago por ti - expresó Libra.
A pesar de las razones absurdas, rechacé la ayuda de Rita quien me quería ayudar y me enfrenté a Libra con determinación, Pero el chico que nos empujó intervino, preocupado por mi temeridad.
- Ten cuidado, Libra, Jessie Ugedark es una fuerza a tener en cuenta - advirtió Capricornio.
Ignorando las palabras de Capricornio. Rita mantuvo su distancia, mientras Libra y yo nos preparábamos para el desafío. A pesar de las interrupciones del chico que gritaba a lo lejos, nos dispusimos a enfrentarnos.
- no cambiaste nada, libra - le dije arrebatando mi suéter con una sonrisa macabra - mataste a mamá.
- Quiero ver de lo que eres capaz nuevamente, flor roja - respondió Libra.
Aunque seguimos hablando, la intervención de los demás personajes aumentó la tensión. Capricornio exponía la naturaleza de los pecados y sus consecuencias, instando a Rita a reflexionar sobre la situación.
- Los seres humanos son simbolizados por los vicios más oscuros: la soberbia, la avaricia, la lujuria, la gula, la envidia, la pereza y, finalmente, la ira. Estas emociones son tan poderosas que dieron origen a demonios capaces de desafiar a los propios seres divinos. En este contexto, Jessie Ugedark personifica la ira, convirtiéndose en el epítome de este pecado. ¿Comprendes, Rita, cómo la ira puede transformar a Óscar también en un ser similar? Rita, comprende la importancia de esta lucha - dijo Capricornio, mientras yo intentaba tranquilizar a Rita.
- Mantengamos la calma, no pasará nada - le aseguré.
A pesar de la confusión y la intriga que rodeaba la situación, la batalla parecía ser inevitable. Con unas palabras finales, Capricornio imploró por la paz y la reflexión antes de embarcarnos en un conflicto que parecía inminente.
Las protestas de Capricornio no solo llevaron a Libra a ignorarlo, sino también a gritarle:
- ¡Cállate! ¡Ya te dije que no pienso tomarme en serio esto! Solo quiero saber si recuperará el brillo que Jessie Ugedark alguna vez tuvo.
Entre quejas y quejidos, el retraído Capricornio continuaba expresando su descontento.
- Oh, mi Dios, que tu hijo divino, Libra, pierda ese orgullo - habló Capricornio.
- Simplemente ignóralo, flor roja. Tienes el privilegio de empezar, así que te esperaré - dijo el afable Libra.
- Entendido, gracias por eso.
Al escuchar esto, respiré con suavidad, recordando los meses en los que Scorpio me instruyó sobre la maldad que emana del alma. Como demonio, debo extraer esa maldad de mi ser demoníaco y utilizarla en mi propio beneficio.
A diferencia de mí, no fui agraciado por la generosidad de la madre naturaleza al nacer, sin embargo, poseo en mi interior una cualidad diferente y misteriosa: una especie de oscuridad que en tiempos remotos fue empleada en campos de batalla, pudiendo ser utilizada como una forma alternativa de energía, distinta a la que brinda la naturaleza.
La energía maldita.
- Respira profundamente - hablé con calma dando respiraciones con esfuerzo.
Mi pecho subía y bajaba mientras mi corazón dejaba de latir, transformando toda mi sangre de mi interior en un líquido negro como el petróleo que se extendía por todo mi ser. Una sonrisa macabra se dibujaba en mi rostro y mis ojos se inundaban de un rojo intenso.
La magia, creada por los mortales como sistema de defensa, solo trae desgracias, ya que para utilizarla se debe sacrificar sangre. Sin embargo, demonios y ángeles tenemos algo distinto en nuestro interior, algo similar a la sangre pero extraído directamente del alma. Llamada "maldad y bondad" el alma debe estar en armonía total en el caso de los angeles y para los demonios se necesita impurezas e intenciones de hacer daño.
- Respira profundamente, Óscar - me dije a mí mismo.
Cuando la quietud se apoderó de mí y mi cuerpo parecía carecer de signos vitales, en tanto mi respiración cesó, mi pecho repentinamente comenzó a inhalar y exhalar de nuevo, mientras mi corazón retomaba su latir.
- ¡Jessie Ugedark prevalece en mí! - exclamé, desencadenando una tormenta de sangre en el exterior de la cueva.
Libra se sorprendió, y entre risas hablo de la leyenda la cual se siente tan orgulloso.
- hace quinientos años una leyenda fue susurrada desde los confines celestiales y está decía que el amor de un ángel y un demonio serían capaces de acabar con la guerra eterna. Nunca creí que los mortales pudieran superar la perfección de los dioses, pero esto es sorprendente. Ahora entiendo por qué Leo te atrajo a mí, Pero dejame hacer esto por ti ¿No querrás que la guerra de mortales vs dioses continúe o si? Déjame hacer esto por la sangre que se derramó.
- ¡tu no tienes el derecho de eso! - interrumpí al glorioso dios libra.
Yo me encontraba respirando fuertemente cuando un rayo proveniente de mi cuerpo divino fue arrojado hacia Libra, quien logró esquivarlo en el último momento. Aproveché ese instante y al acercarme con rapidez golpeé el rostro de Libra, haciéndolo caer al suelo. Intenté apuñalarlo, pero él se movió hábilmente, cortándose al agarrar la daga de manera incorrecta. A través de la herida, un líquido negro se escurrió de la daga, quemando brevemente la piel de Libra. Él me pateó, mostrando una gran fuerza y flexibilidad.
- La daga de las impurezas, esto es horrible. ¿Cómo es posible que la poseas? - el Zodiacal parecía algo asustado, pero luego recuperó la compostura.
- ¿Hay algún problema con ello? - pregunté entre risas y movimientos bruscos de lado a otro, como si me encontrará jugando.
- Todo lo contrario, esto parece ser igualmente desafiante para ambos bandos.
Angel contra demonio
Edgar López (libra)
Edad: 59 años.
Estatura: 1.92
Entre golpes y desgarros, la situación dio un giro inesperado cuando el dios Libra se abalanzó hacia mí. Intenté defenderme con mi daga, pero por caprichos del destino, Libra golpeó mi muñeca, no solo haciendo que la daga cayera al suelo, sino también doblándome la mano y con firmeza me arrojo al suelo tomándome desde atrás. En esta posición, traté de liberarme, pero Rita rompió las reglas al tomar la daga que Libra había tirado y colocarla en su espalda.
- Hey, Libra, ¿cuántas apuñaladas puede recibir un dios? - la pregunta de Rita desconcertó al dios, quien rió levemente y liberó a Óscar de sus ataduras. Mostrando sus manos hacia arriba en acto de rendición.
- Deja eso, quítame la daga de la espalda - dijo Libra con calma.
- Parece que no estamos listos todavía. Hagamos algo - respondio. Rita sonriendo ante la situación.
Al verse presionada por el destino, sonreía al notar que Capricornio se encontraba detrás de Rita con un hacha, sintiendo su respiración en su cuello. En un acto de inmadurez, susurro:
- Parece que el caballo finalmente mueve sus alas - bromeó Rita intentando ocultar el miedo evidente de su rostro.
- ¿Los peces decidieron salir del agua, verdad, Piscis? - pronunció capricornio de manera elocuente desde atrás de la chica - no te entrometas Rita López, quiero ver cómo termina la lucha que Jessie dejo al pendiente con Libra.
Ante el comentario de capricornio, Libra interrumpió:
- Te dije que no te entrometieras, solo me distraje un segundo. Déjame en paz de una vez Capricornio, solamente son unos niños con claras incoherencias en sus acciones.
Reía con intensidad Rita al escucharlo, mientras Óscar jugaba con su largo cabello demostrando también su falta madurez en ese momento grave.
- ¿Escuchaste, estúpido caballo? - mencionó Rita en su característico tono inmaduro - está vez la hermosa Rita tuvo la razón... Cómo siempre - susurró en sintonía de su perfección absoluta.
A pesar de las dudas, decidio actuar sin esperar más y clavo la daga en la espalda. Libra reaccionó dándole un fuerte golpe en el rostro. Óscar intentó intervenir desde atrás al levantarse, pero fue rápidamente detenido por Libra, quien lo arrojó al suelo. Una vez más, intervino nuevamente Rita clavando la daga en la espalda de Libra, justo donde la impureza de la daga se incrustaba en su piel, derramando algunas gotas de sangre.
- Eres una mala hermana, piscis - dijo el dios Libra con reproche y dolor.
"Esto lo hago por ti"
Última edición
4/12/2024
Gracias por leer
❤️❤️❤️
Sigues teniendo esa determinación Jessie, cada vez que caes te levantas con más fuerza pero adivina siempre te esperaré con una sonrisa.
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