Capítulo 8: Don't wanna cry
[Jason Sullivan]
Salí de casa y volqué los ojos a ver a Chris esperando fuera con una sonrisa enorme.
—Qué puntual —ironicé.
—Sé que odias que te hagan esperar.
Comenzó a seguirme al ver que yo emprendía camino sin palabra alguna, la noche anterior me había escrito pidiendo vernos luego del colegio para ir a un lugar especial, acepté solo porque tenía sueño, pero él lo tomó cono lo mejor del mundo y todo el día estuvo hablando de aquello.
Suspiré y le miré, me molestara que luciese tan guapo, ahora que los años pasaron por ambos se puede notar la gran diferencia en nuestros estilos, él es más de vestirse elegante y yo mientras más roto oscuro esté, mejor.
—Puedes mirar sin miedo —comenta de la nada con una sonrisa engreída adornando su rostro—. No es necesario que me veas de reojo.
Bufe apartando algunos mechones rebeldes de mi rostro.
—¿A dónde vamos? —gruñí entre dientes, ligeramente molesto por su actitud.
—Solo deseo pasar un rato agradable contigo Jayjay.
Suspiré, por ahora debería ser paciente.
Unos minutos después nos detuvimos frente a una heladería, reí mirándolo, mis ojos le decían un claro "¿En serio?", que él entendió a la perfección. Su respuesta solo fue encogerse de hombros y mirar a la señora de edad Avanzada.
—Dos helados —pidió—. Fresa y vainilla.
La señora sonrió al vernos y comenzó a preparar los helados.
—¿Por qué siento que los conozco? —Su voz era baja y amable.
—Porque lo hace, un par de años atrás éramos dos pequeños traviesos que venían cada día a comprar helado luego de meterse en problemas.
La señora nos miró, sus ojos verdes opacos brillaron y sonrió enternecida mirando a Christopher.
—Vaya... —Me miró manteniendo la sonrisa— Han crecido mucho, también han cambiado. —Nos dio los helados—. Me dio mucho gusto volver a verlos.
Chris y yo nos despedimos y avanzamos lejos del lugar comiendo nuestros helados, al cabo de unos segundos le miré y suspiré.
—Me trajo recuerdos —confesé y él sonrió.
—Lo sé... hermosos tiempos. —Me miró—. Me alegra tanto estar juntos de nuevo.
Llegamos a un parque y nos sentamos bajo la sombra de un árbol, comía mi helado en silencio, sinceramente no sabía qué decir a continuación.
Miré a mi derecha, Christopher lucía totalmente ajeno a su alrededor, había terminado de comer su helado así que se había arrecostado al árbol, cerró sus ojos y allí estaba, sus rizos negros eran mecidos por la fresca brisa de la tarde, su expresión era tan relajada que me contagiaba de paz.
Terminé mi helado de forma apresurada y saqué el cuaderno que siempre llevaba conmigo junto a un grafito, comencé a trazar sobre la hoja en blanco, concentrado en mi trabajo, disfrutando cada línea y sombra, ansioso por el resultado.
—¡¿Wao, ese soy yo?!
Di un salto al escuchar su voz y giré a verlo bruscamente ¡¿En qué momento estuvo tan cerca?! Ni siquiera fui consiente de su cercanía.
—¿En serio me veo tan hermoso? —Me miró buscando una respuesta.
—No te ilusiones, es que mis manos hacen magia —comencé a recoger todo y me puse de pie.
—Eso pude ver —me siguió rápidamente.
[♤]
El timbre sonó avisando la hora de merienda, recogí mis cosas con pesar y me puse de pie, caminé perezoso por los pasillos, había quedado en encontrarme con Christopher y Charlie para merendar juntos.
Unas manos tapando mi boca de forma brusca hicieron que mi corazón se agitara, solté un grito ahogado y comencé a intentar soltarme, sostuvieron mis pies y me metieron al baño, me tiraron al suelo y jadee, eso dolió...
Alcé mi vista y a través de los mechones rojos que trataban de impedir mi visión pude ver a mis agresores de siempre, respiraba agitado, no hoy, por favor.
Matthew se agachó frente a mí, tomó mi cabello en su puño obligándome a alzar la cabeza entre quejidos y rio.
—¿Nos extrañaste, perrita? —Me soltó y se puso de pie.
—No estés triste, ya te daremos atención —Dominic estira su cuerpo como si se estuviese preparando para matar a una bestia.
Instintivamente, comienzo a retroceder asustado.
—Oh no, no. No te pongas tímido —Recibí la primera patada en un costado, luego otra, otra y... sí, perdí la cuenta.
Mi cuerpo temblaba en el suelo, los golpes no se detenían, me sentía mareado y no paraba de escuchar un horrible e intenso pitido.
La puerta sonó violentamente, vi a Matthew ser empujado al suelo, alcé mi vista, Dominic intentaba golpear a alguien, pero no lo conseguía, fue Jace quien consiguió dar el golpe y fue entonces que supe de quién se trataba.
—Christopher.
Él me miró, con una mano en su mejilla, me sonrió intentando calmarme, pero fue pateado por Dominic y acto seguido ambos chicos se le tiraron encima.
Matthew intentó ir hacia ellos también, pero me agarré de su pie impidiéndoselo, no, no lo lastimen a él, prefiero seguir recibiendo yo los golpes.
—¡Malditos hijos de puta con vidas frustradas llame a un profesor y viene para acá, espero que los pongan a limpiar salones por una semana! —Charlie entró agitado y gritó aquello queriendo lucir intimidante.
El profesor entró corriendo y golpeó la puerta.
—¡Todos a la dirección! —al fin soltaron a Chris—. ¡Ahora!
Cuando ellos salieron Charlie corrió hacia mí y me abrazó fuerte.
—¿Cosito mío estás bien? —Reí y asentí para luego mirar a Chris quien había llegado hacia nosotros.
—¿Tú te encuentras bien...? —Acaricié su rostro preocupado, él asintió, tomó la mano que acariciaba su rostro y la llevó a su boca besándola.
—Supe que algo estaba mal al ver que no llegabas y no contestabas tu teléfono.
—Casi se vuelve loco, te buscó en cada salón —comentó Charlie burlón.
—Vamos a la dirección —asentí ante lo dicho por Chris, me puse de pie con su ayuda y los seguí.
[♤]
Tapé mis oídos ante tantos gritos y suspiré, Chris golpeó la mesa del director y se puso de pie.
—¡Exijo que esto acabe! ¿Cuándo van a darle la importancia que merece? Cuando golpeen su cabeza y tengan un estudiante muerto o cuando ya sea demasiado tarde.
—¡La próxima vez tomaré justicia por mis propias manos! —Charlie lanzó un par de puñetazos al aire—. Con mi amigo nadie se mete.
—Entiendo su enojo, chicos —el director suspiró—. Tomaremos medidas, por ahora pueden retirarse.
Chris tomó su mochila enojado y fue hacia mí tomando mi mano, me levanté para seguirlo, Charlie les sacó la lengua infantilmente y tomó mi otra mano moviéndola de adelante hacia atrás.
Al llegar afuera nos sentamos bajo el mismo árbol de siempre, Chris sacó un sándwich y una coca cola y me lo dio, sonreí inconscientemente, recordó mi merienda. Comencé a comer en silencio.
—¿Seguro que estás bien? —Chris no dejaba de verme preocupado, sonreí para aliviar sus nervios y asentí.
—Estoy bien —afirmé.
—¿Se han dado que somos como las chicas superpoderosas versión chicos? —comentó Charlie de la nada, ambos le miramos frunciendo el ceño—. Cabello rojo, cabello negro y cabello rubio, duh —comentó en tono de obviedad—. Y encima pateamos traseros.
No pudimos evitarlo más y echamos a reír. Sinceramente, Charlie no estaba bien de la cabeza, pero gracias a él con sus locuras y a Chris con sus lindos gestos podía sentirme bien.
Ellos eran mi calma en medio de esta enorme tormenta.
[♤]
Me encontraba en cama, envuelto en una bruma de depresión, sin ánimo de absolutamente nada, el dolor de los golpes había aparecido, a pesar de no ser tan intenso me hace sentir miserable, me recuerda lo débil que soy.
Alguien tocó a la puerta, maldecí enojado y me puse de pie a mi pesar, bajé sin ánimos y abrí la puerta.
La sonrisa enorme de Christopher me hizo suspirar y querer cerrarle la puerta en la cara, pero me contuve.
—¿Qué quieres?
—Salvarte de ser un amargado desde la adolescencia —entró a la casa—. Me lo agradecerás cuando seas un viejito.
—No espero vivir tanto —hice una mueca.
—Cállese señor emo, vaya a arreglarse. No tienes opción —aclaró al ver mis intenciones de negarme. Volqué los ojos y subí a prepararme, tener a un Christopher Sax en sus vidas significa no poder apreciar el tiempo de soledad y depresión.
[♤]
Al estar frente a la tumba de mi madre cerré con fuerza mis ojos y apreté mis manos en puños, miré a mi lado, Chris asintió y tomó mi mano.
—Si te sientes mal deberías hablar con ella —mordí mi labio y dejé de mirarlo a él para observar la lápida con su nombre grabado.
—¿Cómo supiste dónde estaba?
—Tuve que hacer algunas investigaciones... Adelante, si te sientes cohibido por mi presencia puedo dar una vuelta y luego vuelvo —negué.
—Quédate —pedí. Solté su mano y me acerqué a la lápida poniendo mi mano sobre esta mientras me agachaba—. Mamá... ha sido muy difícil, desde que te fuiste... cada día se siente como una maldición, incluso abrir los ojos se siente difícil...
La voz se me quebró y las primeras lágrimas comenzaron a resbalar por mis pálidas y frías mejillas, recordaba cada momento, cada dificultad, la enorme soledad que provocó su ausencia.
—Yo te necesitaba... te necesito... desearía tanto que estuvieras a mi lado, guiándome. Mamá crecer es confuso, da miedo, tengo tantas preguntas sin respuestas...
Seque mi rostro, tomé aire y lo dejé salir suavemente.
—Pero no todo es malo, mamá, no te preocupes, Chris está a mi lado —sonreí sin poder evitarlo—. También hice un nuevo amigo, Charlie, seguro lo adorarías. Aquí sigo, luchando...
Sentí unos brazos rodear mi cuerpo y mi alma entró en paz.
—Llora si lo necesitas JayJay, yo estoy aquí —le miré brindándole una pequeña sonrisa.
—No quiero llorar más Chris... estoy cansado de hacerlo...
—Entonces te tengo otra solución —rio de lado y sacó una botella de su mochila—. ¡Tachan!
—¿Christopher Sax de dónde sacaste alcohol? —le miré juzgante.
—La tomé prestada de mi papá... pero si no quieres la devuelvo.
Se la quité rápidamente y me di un gran trago, mierda esto sí que es fuerte, podía sentir la risa de Chris por mis muecas, terminé contagiado y reí a su par.
[☆]
Jason se encontraba algo ebrio, reía y decía estupideces mientras movía sus brazos como alas.
—¡Es el baile más popular del momento! —insistió entre risas.
Christopher por su parte solo lo observaba con una enorme sonrisa y ojos brillosos, como si aquellas locuras fuesen lo más increíble del mundo, como si estuviese adorando una alineación perfecta y jamás antes vista de brillantes estrellas.
Con una idea en mente el de cabello negro se puso de pie, se acercó de forma peligrosa al contrario, que se tambaleó ligeramente y rio torpe.
Chris acarició las mejillas de Jason, aquellas que siempre estaban extremadamente pálidas y golpeadas, pero esta vez estaban adornadas de color rosa por el alcohol.
Acercó sus rostros, suspiró al sentir el aroma a menta ligado con el alcohol proveniente de la boca contrario, cuyos labios permanecían abiertos de forma leve, ambos orbes negros se observaban de forma intensa.
Una gota cayó sobre la nariz del más bajo, haciéndole reír y cerrar sus ojos, Chris miró al cielo y la lluvia no se hizo esperar más, cayó sobre ellos con fuerza empapándolos en segundos.
Se tomaron de las manos con fuerza y comenzaron a correr entre risas, saliendo del cementerio y atravesando el bosque para llegar a la casa de Christopher, que era la más cercana desde donde estaban.
[....¤....]
Hola, ha pasado tiempo, meses... estuve alejada de la escritura por completo, muchas veces me sentí tentada a retomar, pero nunca lo hacía, hasta que al fin escribí este capítulo.
Extrañé mucho a estos chicos, disfruté demasiado desarrollar cada escena de este capítulo, deseaba hacerlo más extenso, pero al fin creí que era mejor que el capítulo tuviera ese lindo final.
Si sigues aquí, gracias por leer y esperar. Nos vemos pronto
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top