Capítulo 3: Escaparme

—Bueno Jason, puedes elegir el disfraz que desees —el señor Sullivan le acarició la masa de cabellos rojizos mientras el pequeño sonreía.

Tomó la mano de Christopher y salieron corriendo juntos a buscar un disfraz.

Jason estaba demasiado feliz, se sentía por primera vez como un niño normal, disfrutó de su disfraz, de los dulces que compartió Chris con él, de la deliciosa cena de la señora Sax, sonrió y fue feliz como si al llegar a su casa no le esperara un infierno.

{Jason Sullivan}

Caminaba distraído por los pasillos de la preparatoria, con la mirada fija en el suelo viendo las rayas pasar y mis converse desgastados impactar de forma suave y desganada contra el suelo.

Sentí un impacto de frente y solo fui consciente de mí cuando estaba de nalgas sobre el suelo y un montón de libros arrojados por todo el suelo.

—¡¿Estás bien?! Lo siento, me distraje mirando el móvil —el chico frente a mí no paraba de hablar mientras mi mente se había quedado en blanco al verlo.

Nunca antes le había visto por la escuela, su cabello rubio le llegaba a mitad del cuello, sus mejillas estaban cubiertas por pequeñas y lindas pecas, sus ojos verdes eran pequeños y redondos, sus labios carnosos y su cuerpo delgado.

Me ayudó a ponerme de pie y pude apreciar que era un poco más alto que yo y que olía a uvas.

—¿Estás bien? ¿Te golpeaste la cabeza? —tomó mi rostro entre sus manos y lo movió hacia los lados buscando algún golpe mientras yo me dejaba hacer como una marioneta.

—Estoy bien... gracias. Nunca te había visto por aquí.

—Me acabó de transferir, papá se volvió a casar y vino a vivir con su esposa — volcó los ojos haciendo una mueca de desagrado que a mí me pareció tierna—. Me llamo Charlie, Charlie Greene.

—Jason Sullivan —sonreí de lado.

—Bueno, ya que eres la primera persona que me agrada, serás quien me dé un tour por la "gran escuela Loona"—pasó su brazo por encima de mis hombros riendo.

—Créeme que no tiene nada de grandiosa. Creo que hay un partido de baloncesto ¿Quieres ir a ver?

—¿Chicos sudorosos con shorts apretados pateando una pelota para anotar gol? ¡Claro que si!

—En verdad no la patean —reí al ver que el chico ni siquiera me prestaba atención pues ya se iba, emocionado.

Recogí mis libros y le chiflé.

—No es hacia allá Greene, es por acá — él llegó corriendo a mi lado y me siguió.

—No me digas Greene, siento que me está regañando un profesor.

—Si quieres que te llame Charlie tendrás que ganártelo.

—¿Cómo podría ganarme que el gran Jason Sullivan me llame por mi nombre?

—Ya veremos, Greene.

Entramos al lugar y nos sentamos en una de las gradas libres, frente a nosotros los chicos corrían y encestaban la pelota haciendo gritar a todas las chicas.

A mi lado Charlie miraba todo embobado y boquiabierto lo cual me hizo reír ligeramente.

—Ese chico es bueno —Charlie señaló a Christopher el cual se había detenido a tomar a agua.

Efectivamente era bueno en el basquet.

Y estaba bueno.

Negué ante tal pensamiento y me puse rápidamente de pie cuando escuché el timbre de la salida sonar.

—Esto ya terminó, deberíamos irnos — Charlie asintió poniéndose de pie y me siguió.

—¡Jason! ¡Jason! ¡JayJay! —A pesar de oír a Christopher llamándome seguí avanzando.

—Creo que te llaman —comentó Charlie algo dudoso.

—No soy el único Jason en la escuela — avisé sin ganas.

—¡Jason Sullivan! —el grito de Christopher se escuchó más cerca.

—Pues no creo que haya muchos Jason Sullivan en el mundo —comentó divertido mi compañero.

Sentí un tirón en mi brazo y quedé cara a cara con Christopher, este respiraba agitado, sus rizos negros se pegaban a su frente debido al sudor, sus ojos negros miraban directo a los míos mientras mordía su labio.

—Te estoy llamando.

—No te escuchaba —Traté de soltarme de su agarre.

—¿Tienes tiempo? Quiero llevarte a un sitio.

—Tengo planes, con Charlie —Señalé al rubio y este sonrió metiendo sus manos dentro de sus bolsillos.

—¿Son amigos? —Su pregunta salió en un susurro desconfiado mientras miraba de forma extraña al rubio.

—No te interesa lo que seamos ¿Podrías soltarme? —El contrario asintió y me soltó alejándose un poco de mí y se quedó cabizbajo.

Yo no le presté mucha atención, tomé el brazo de Charlie y nos alejamos de allí.

Sin darme cuenta caminé sin detenerme hasta ver el cartel que decía "Cafetería Satori"

—Lo siento...—. Susurré avergonzado mientras soltaba su brazo.

—¿Qué se suponía que hacías hace un rato?

—Escaparme.

—¿De qué o quién y por qué?

—Es una larga historia.

—Puedes contármela mientras tomamos y comemos algo —Señaló la Cafetería.

—No tengo dinero.

—¡Yo pago! Hay que celebrar nuestro primer día de amigos —Agarró mi mano y entramos.

—¿En qué momento acepté ser tu amigo?

—Hace un rato me llamaste Charlie — comentó con simpleza y ambos reímos.

(...)

—¿Entonces ese guapetón fue tu mejor amigo o como dices tú "la persona que más amabas"? —asentí bebiendo de mi malteada— ¿Y qué pasó luego?

—Se marchó... sin avisar, sin despedirse, sin decir la razón. Me prometió qué siempre estaría a mi lado y en serio creí que así sería, pensé que estando a su lado todo estaría bien. Pero se marchó en mi peor momento y estuvo todos estos años lejos. Y ahora vuelve como si nada esperando que todo siga igual

De pronto me sentía triste y melancólico. Extrañaba a Christopher, le extrañaba cada día de mi vida.

Pero a veces mi estúpido orgullo podía más que las ganas de tirarme a sus brazos.

—Ahora me tienes a mí —la voz de Charlie me sacó de mis pensamientos, su mano sobre la mía me dio una sensación de calidez demasiado agradable—. Sé que no puedo compararme con el guapetón.

Ambos reímos por su comentario.

—Pero no te dejaré solo, sé que ya oíste eso antes y no confías, pero lo digo en serio.

Ambos nos miramos a los ojos sonriendo.

Dejar entrar a alguien de nuevo me aterraba.

Sabía que podría destruirme.

Pero aun así tomé el riesgo.

Tenía mucho que ganar y mucho que perder.

El tiempo diría si fue una buena o mala decisión.

(...)

El día había estado tranquilo así que para mantener esa tranquilidad decidí sentarme en el campus bajó la sombra de un árbol alejado de todos en mi hora libre.

Estaba concentrado en mi dibujo cuando sentí a alguien tirarse a mi lado.

—¡Spiderman! ¿Dibujas? ¿Lo hiciste tú? ¡¡Esto es genial!! —Charlie me quitó el cuaderno y lo miraba asombrado mientras yo lo fulminaba con la mirada.

—¿Puedes regresarme el cuaderno?

—¡Esto es tan increíble!

—¿Qué tiene de increíble?

—¡Eres un prodigio del arte! —Comentó como si fuese la cosa más obvia del mundo— ¡Y yo soy tu amigo! —de nuevo ese tono...— ¡Osea que si te vuelves famoso todos me conocerán como el mejor amigo de Jason Sullivan! — comentó emocionado—. No te olvides de tu pobre amigo, tienes que mantenerme.

Se me tiró encima y yo lo alejé riendo.

—Ya quitate, tonto. No es la gran cosa —tomé de regreso mi cuaderno.

—En serio es genial, créeme. ¿Cómo aprendiste?

—Solo... lo hacía para despejar, para olvidarme de todo lo que me rodeaba, era mi método terapéutico y luego se volvió mi pasión.

—Hasta tienes una gran historia que contar. Definitivamente seremos famosos.

—¡Ya basta! —reímos juntos

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¿Qué les parece Charlie?

Recuerden que pueden encontrarme en facebook e instagram como Minnie Writter (Les dejaré por allá fotos de Charlie) agradecería el apoyo 💖

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