❥︎ 13 de abril 2009: Jason Sullivan

Gritos.

Aquel incesante ruido en la cocina no me deja descansar bien.

—¡Estoy tan harta de ti, de esta casa, de que seas un estúpido alcohólico estoy harta de tus golpes!

Era la voz de mamá ¿Estaba llorando?

Me bajé de mi cama y el suelo frío contra mis pies descalzos me hizo estremecer. Despacio y con calma bajé las escaleras para ver a mamá y papá en la cocina.

—¡Todo esto es tu culpa por ser una puta de mierda! —Golpeó tan fuerte su rostro que la hizo caer al suelo. Escuché sus sollozos y corriendo fui a abrazarla

—Mamá no llores yo estoy aquí —Me miró aterrada y temblando.

—Jason corre... enciérrate en tu habitación ¡Corre bebé!

—Ni lo intentes mocoso, ¿Te crees hombrecito? ¿Tienes los pañales bien puestos? Bien, aguantarás tú los golpes de tu puta madre.

—Matt dejalo, solo tiene 5 años. Matt por favor no lo hagas, es tu hijo ¡Matt!

❥︎ 7 de noviembre 2023: Jason Sullivan

Desperté agitado y bañado en sudor, las pesadillas cada vez eran peor, odiaba viajar cada noche a ese horrible pasado, las pastillas me ayudaban a sobrellevarlo un poco, pero ya se me habían acabado.

De mala gana me levanté de la cama y fui hacia el baño, abrí la regadera y dejé que el agua fría corriera por mi cuerpo y despejara mi mente.

Media hora después salí con la toalla envuelta en mi cintura, me miré al espejo y suspiré detestando mi reflejo, era pequeño, delgado, pálido y ojeroso. Mi cabello cobrizo estaba mojado y se pegaba a mi frente, mis labios estaban dañados por las constantes mordidas que me daba a mi mismo debido a la ansiedad, y millones de cicatrices dibujaban mi cuerpo.

Me apresuré a ponerme unos jeans negros ajustados, una enguatada negra y encima un pulóver ancho blanco. Tomé mi mochila y bajé sin deseos. Abrí el refrigerador notándolo completamente vacío, solo había un pedazo de pizza viejo y una lata de cerveza.

Genial, pronto moriré de hambre.

En el aula todo permanecía aburridamente igual, las chicas se maquillaban excesivamente mientras hablaban de cosas que ni siquiera tenían sentido, los chicos estaban muy ocupados viendo cuál conquistaba a más chicas y quien tenía más músculos.

¿Y el cerebro para cuando?

—Alumnos, hoy tendremos un nuevo estudiante con nosotros, su nombre es Christopher Sax y acaba de volver al pueblo, sean amables con él.

Mi vista conectó con la de el de cabello azabache, nuestros ojos negros se miraron fijamente por lo que me parecieron siglos, vestía elegante, su cuerpo era mejor que el de cualquiera de esta aula, aquellas venas que se marcaban en sus brazos se veían jodidamente bien y...

¡Concéntrate Jason!

Entonces me sonrió, esa sonrisa que sanó tantas veces mi corazón, la misma que ponía mi mundo de cabeza, aquella que me hacía sentir seguro.

Desvié la vista y él tomó asiento al final del salón junto a uno de los imbéciles del aula.

Al terminar el día me puse de pie y salí del salón, estaba tan agotado, quería llegar a casa y dormir un poco, me habían echado de mi trabajo así que no tenía muchas opciones.

Sentí como chocaban con fuerza contra mi cuerpo, unos fuertes brazos rodearon mi cintura y me levantaron dándome vueltas en el aire, su risa me hizo saber que era él, pero yo me encontraba enojado ¿Quién se creía?

Me puso de vuelta en el suelo y lleno mi rostro de besos.

—¡Te extrañé tanto JayJay! —Todos nos miraban raro y yo apreté mis puños con rabia.

—¿Christopher qué te crees que haces?

—Saludar a mi mejor amigo, me hiciste tanta falta JayJay

Tú también me hiciste falta y no estuviste aquí.

—¿Mejor amigo? Ya no tenemos 5 años Christopher, yo no tengo amigos.

—Alguien está enojado hoy ¿La tía Sullivan no te hizo tu jugo de duraznos y por eso estás tan enojado? —Contuve las lágrimas e hice una mueca

Te has perdido tanto Christopher...

No dije nada y comencé a alejarme de él mientras le escuchaba quejarse de que "su mejor amigo" no se emocionara al verlo.

8:44 PM ⏰

Repetidos y obstinantes golpes en la puerta me hicieron levantarme de la cama, mi humor estaba peor que nunca, abrí la puerta con enojo y me tope con esos ojos negros y una enorme sonrisa.

—¡Sorprise! —gruñí y azote con fuerza la puerta dejándole afuera.

Subí de nuevo a mi cuarto y me tiré a la cama sin ganas, extraños ruidos me hicieron fruncir el sueño, un golpe fuerte en el suelo me hizo levantarme de un brinco viendo al pelinegro en el suelo sobándose el trasero

—Christopher Sax ¿Qué mierda haces en mi habitación?

—Traje pastel —mi estómago gruñó, no había comido en todo el día—. Alguien tiene hambre

Me extendió el pedazo de pastel mientras yo lo devoraba con ganas.

—Al menos mastica —rio sentándose a mi lado— ¿No habías comido nada? —negué alborotando mis cabellos naranjas— ¿Dónde está la tía Sullivan? —trague duro y le miré sin expresión

—Está muerta, Christopher.

—Jason, hombre no juegues con eso —rio, pero al ver mi expresión seria frunció su ceño

—No estoy jugando, te fuiste y todo cambió, ya no somos amigos Christopher, pasaron 14 años, pase por cosas horribles y tú no estuviste allí como prometiste, ahora no te necesito y no te quiero. Largate de aquí

—Jason yo...

—¡Que te vayas! —lo miré entre lágrimas con la respiración agitada.

—En serio lo siento tanto... —se levantó cabizbajo y salió por donde mismo entró, la ventana.

Me tiré a la cama mirando hacia el techo desgastado y mohoso, las lágrimas comenzaron a bajar por mi rostro empapando mis mejillas, extrañaba muchísimo a mamá, tenía tanto miedo.

Mi vida dependía de mí y lo único que yo deseaba era terminarla.

Me acosté boca abajo ahogando los sollozos contra la almohada, otro día de mierda para la vida de Jason Sullivan.

{8 de noviembre 2023}

Caminaba de forma perezosa por los largos pasillos de la preparatoria, cabizbajo viendo el andar de mis pazos y el como mis tenis converse desgastados sonaban contra el suelo de la prepa.

—¿A quién tenemos aquí? El niño Sullivan —alcé mi vista encontrándome con Dominic, el de cabello morado me miraba con burla.

—No quiero problemas —Suspiré cansado.

—Esos ya los tienes —Jace apareció al lado de Dominic, él era más alto, moreno y de cabello rubio. Su cuerpo bien ejercitado y repleto de músculos intimidaba a cualquiera de mi estatura y complexión—. Agárrenlo.

Por detrás Matthew y Alexander me agarraron con fuerza, Matthew era alto y de cabello castaño, mientras que Alexander tenía mi estatura y su cabello era rubio.

Me arrastraron por los pasillos mientras yo forcejeaba para soltarme y gritaba. Al llegar al cuarto del conserje abrieron la puerta riendo con malicia, me empujaron dentro y trancaron la puerta.

Comencé a entrar en pánico golpeando esta, gritando desesperado.

—¡Ten cuidado con eso de querer salir del armario, Sullivan! —gritó Jace mientras daba un golpe en la puerta haciéndome caer hacia atrás.

La respiración la tenía descontrolada a tal punto en que a veces sentía que me ahogaba, llevé mis manos a mis oídos tapando estos con fuerza cuando comencé a escuchar las voces.

—Jason, papá está aquí.

—¡Estoy cansada de tus golpes!

—¡Eres una puta!

—¡Está familia es una mierda!

—Jason

—Los monstruos son reales, cariño.

—Nunca podrás huir de mí.

—Jason, bebé.

No sé en qué punto todo se volvió negro y dejé de pensar.

(...)

Un sonido aislado como de gotas cayendo lentamente me hizo abrir los ojos, me sentí cegado por la intensa luz que iba directo a mis ojos. Me senté en la camilla sintiendo como todo me daba vueltas.

—Por fin despiertas. Estás anémico, debes alimentarte bien y descansar mejor.

—Ya lo sé —sin dejarla continuar me bajé de la camilla, mis piernas perdieron fuerza y terminé cayendo al suelo y tumbando varias cosas a mi paso.

Me sentía torpe, inútil e inservible.

—Jason —La enfermera se quiso acercar a mí, pero alcé mi mano deteniéndola.

—Estoy bien —Respondí con la voz ronca mientras me ponía de pie tambaleante y salía de allí.

Después de todo ya estaba acostumbrado.

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Perdón la tardanza.
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