Capítulo XXIII
A la mañana siguiente, todos los chicos y chicas estaban en la suposiciones que habían tomado esa noche de plática entre ellos.
Las 7 chicas reunidas en un círculo, algunas abrazadas una a la otra, después de haber tenido su conversación conversación de chicas sobre el Mundo Digital y aquellas palabras para molestar a Hikari, quien de alguna forma terminó abrazando a Misti.
En el otro grupo, los 3 chicos y Valeria, quienes hablaron de cosas de chicos, más aún con los sentimientos que tenían con respecto a las chicas. Heishi por Maya y la sensación de que Nikoru no estaba nada feliz, Sakeno con sus extraños y crecientes sentimientos por Misti, y por último Taiki con su romance concreto no revelado por Akari.
Y Valeria Nakahara. La chica que hizo un completo plan para confabular entre Taiki, Tsuyo y Hikari; provocar problemas entre los 3 chicos, únicamente por diversión.
La chica de cabello castaño sintió un peso extraño y adicional aferrado a su pierna, como si hubiera una piedra sobre éste; esto provocó que se despertara, en especial de mal humor.
- No puedo... ni siquiera tener... Un momento para... ¿¡Dormir en paz!?
Tras haberse sentado quiso levantar su pierna para ver que tenía, pero era un objeto tan pesado que no pudo hacer nada. Por ello bajó la mirada y se dio cuenta de inmediato de quién era.
- Oh... Good fucking morning!
- ¡¡Ahhhhhhh!! ¡¡Un maldito borracho!!
Agitó las piernas con severidad, consiguiendo en el proceso patear el rostro del Shoutmon de Sakeno, que sujetaba su pierna como si fuera una almohada. Dicha patada lo arrojó un par de metros y terminó por rodar en el suelo para golpear con su cabeza una roca, que rompió al choque.
El momento tan frenético despertó de inmediato a todos, quienes voltearon sorprendidos a ver qué había ocurrido. El siguiente en actuar fue Sakeno, al reconocer la chaqueta negra en su cuerpo.
- ¡Shoutmon! ¡Eres tu!
El Digimon rojo se levantó tambaleándose de lado a lado, con ambos ojos como fuera de órbita. Se sacudió un par de veces y con la cabeza más establecida prestó atención a su alrededor.
- Oh... Estoy aquí... - Shoutmon parpadeó un par de veces confundido - ¿En dónde rayos estoy?
- Sin lugar a dudas es el mismo.
- ¡El mismo pervertido! - Valeria gritó muy enojada - ¡Me tocó mientras estaba dormida!
- ¡Que envidia! - desde el Digivice de Heishi se escuchó la voz de Tentomon, a lo cual las chicas le gritaron con enfado.
Sakeno llegó al Digimon y le abrazó por los hombros.
- ¿Eh?
- Nunca creí que me alegrías de volver a ver tu rostro. - sonrió Sakeno de lado.
- ¡Sakeno! ¡Ten cuidado!
El chico no pudo actuar a tiempo, y en cuestión de segundos Shoutmon vomitó sobre su hombro una gran cantidad de plantas y tierra; al parecer lo que había comido desde su pelea contra KaiserGreymon. Sakeno solo suspiró con molestia.
- Me arrepiento de lo que dije.
El chico se separó y fue atentado casi de inmediato por Misti, mientras que Elecmon salió del Digivice de su compañero, al igual que todos los Digimons, y acudieron a Shoutmon con curiosidad y emoción.
- ¡Cuéntanos! - Cocomon fue la primera en hablar, aunque antes de terminar su frase Floramon le golpeó para interrumpirla.
- ¡Shoutmon! ¡Mira, soy yo: Floramon!
- Floramon... - Shoutmon eructó confundido - ¡Cierto! ¡Tú me dabas la hierba de la buena!
- ¿Qué cosa? - la preguntó amenazante de Elecmon asustó a la Digimon, quien cambió de tema al momento.
- Mejor dime, Shoutmon, ¿De verdad peleaste con Agumon? ¿¡Con todo su poder?!
- ¡Meh!
Dicha respuesta seca de Shoutmon los sorprendió bastante a todos los Digimons.
- No creo que... haya sido todo... su poder. Y si lo fue... ¡Qué fucking decepción!
- ¡Ese no es el punto! Dinos Shoutmon... ¿Quién ganó su pelea?
- ¿Acaso no es obvio? - Shoutmon soltó una risa de descaro - ¡Yo fui el ganador!
La mitad de los Digimons rieron en victoria con saltos de celebración, mientras que la otra mitad se deprimió por lo bajo. Nikoru se acercó a Terriermon, que tenía el semblante bajo, para preguntarle de aquello.
- ¿Qué significa esto?
- Una noticia trágica. - confirmó Terriermon con su cabeza baja - La mitad de nosotros habíamos apostado que Agumon era más fuerte y la otra mitad por Shoutmon. Yo perdí.
- ¿¡Qué!? - Niko se sorprendió bastante de esa declaración - ¿¡Se les ocurrió hacer eso mientras ambos luchaban a muerte!
- ¡No lo hicimos ahora! - le aclaró con rapidez - Fue cuando vivíamos en el Reino Celestial, pero nunca se pelearon allá arriba.
- Supongo que tenía razón - Cocomon sonrió complacida - ¡Shoutmon es más fuerte!
- No se puede evitar - Elecmon negó con la cabeza - Pero bueno, asi son las cosas. Lo malo es que aposté por Agumon.
- ¿¡Eh!? - Shoutmon se sorprendió de inmediato, haciendo que desapareciera la mayor parte de su borrachera - ¡¿No apostaste por mi!?
- Eso no debería preocuparnos ahora. - Moosemon habló con voz profunda y seria - Ganó Shoutmon; de lo contrario, ahora mismo tendríamos que volver a pelear contra Agumon. Y esta vez estaríamos todos perdidos; así que dejemos las apuestas de lado.
Los demás Digimons se miraron unos a otros, y terminaron por asentir con la cabeza.
- Si, supongo que tienes razón.
- En definitiva.
- Más importante aún - Izumi intervino en la conversación rápidamente - ¿No estamos en una misión más preocupante?
- ¡Si! - concordó Taiki - Debemos ir a la Ciudad Sagrada. Se supone que es nuestra misión.
- Es cierto. Es más importante eso que ver unas apuestas - Moosemon comenzó a caminar con pasos lentos para adentrarse más en el bosque - ¡En marcha!
De inmediato todos se pusieron a caminar de nuevo. Los Digimons y Elegidos estaban en relativas buenas condiciones, por lo que ninguno cargó a nadie para continuar la marcha; solo algunas excepciones como Cocomon que se montó a la espalda de Moosemon sin pedir permiso.
Misti les miró a sus Digimons, recordando sin evitar aquella conversación que tuvo con las chicas la noche anterior.
« Cualquiera de nosotros… Ya sean los Digimons o nosotros mismos, podríamos morir por esta misión. » La chica apretó su puño con miedo « No… No quiero morir. »
Sakeno le vio y se acercó a ella.
- ¿Estás bien Misti?
- ¡S-Sakeno-kun! - las palabras tan repentinas del chico sorprendieron a la menor - Hola...
- No te veo en buenas condiciones, ¿Te encuentras bien?
- Y-Yo... - Misti se sintió tan nerviosa que solo atinó a abrazar el brazo del chico, que se sorprendió bastante.
- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
- N-Nada. Solo... - la chica pegó su cabeza al hombro del chico - ¿Puedo... caminar contigo?
- ¿Eh? Claro que si.
Misti se alegró con su respuesta mientras que el chico decidió no preguntar más. Poco a poco, Sakeno comenzaba a entender mejor a la chica y sus emociones; entendió que no era tan buen momento para insistir con preguntas.
Cocomon le miró de reojo y bufó por lo bajo. Por otra parte, Maya se quedó junto a Heishi, sorprendiéndole un tanto.
- ¿Qué pasa?
- No es nada. Solo quiero pasar tiempo contigo... - a diferencia de Misti, Maya fue un poco más directa con su petición - Podemos estar juntos, ¿verdad?
- ¿Eh? Si, claro que si. No veo ningún problema.
- Muy bien.
Nikoru le miró de reojo y se molestó muy internamente; tan dentro de su corazón que inlcuso ella misma se asustó, por lo que optó quedarse junto a Sol y a su Pichimon en hombros.
- ¿Te pasa algo, Niko? - le preguntó Sol de inmediato.
- No es nada - negó la chica - Es solo que... No lo sé...
- Yo si lo sé. - Zurumon corrigió corrigió de inmediato - ¡Se trata del "modo chica"!
- ¡Cállate Gotsumon! ¡No se trata de eso!
Niko bufó molesta por lo bajo, ante lo cual Sol atinó a reír en voz baja para después pasar una mano sobre el hombro de su amiga.
- ¡Tu descuida! Puedes encontrar algo mejor que el idiota de Heishi.
- Pero...
- ¡Ya hallaremos al ideal para ti! Recuerda lo que urgente platicamos el otro día... tenemos muchos para escoger.
Nikoru solo atinó a asentir con la cabeza, al tiempo que se acercó otras 2 chicas a su pequeño grupo.
- ¿Qué onda? - les hablo Mizuki con una amplia sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Con qué hablando de chicos sin mi? - Valeria a su lado sonrió de manera pícara - Diablos Niko. Creí que éramos amigas.
- ¡N-No se de qué hablas! - Nikoru desvió la mirada.
- ¡No te preocupes, mi pequeña Niko! Ya he sido la mensajera del amor en ocasiones anteriores. Ayudé a la pequeña Misti para que ella tuviera al amor de su vida, y ahora mira a mi pequeña jovencita; toda una adulta, con Sakeno-kun comiendo de la palma de su mano, como debe ser.
Vale levantó su pulgar en afirmación.
- Tú dime quién es el objetivo y me encargaré del resto.
- Ni siquiera le has ayudado a Misti en nada... ¡Ella lo ha hecho todo! - se quejó Mizuki a su lado.
- ¡Tu no estuviste ahí para negarlo o afirmarlo! De todas formas... - Valeria sonrió con diversión - La oferta sigue en pie. La creadora de shipps, Nakahara Valeria, resolverá tus problemas amorosos; solo debes levantar el teléfono y allí estaré.
Nikoru asintió con molestia, además de un sonrojo en sus mejillas mientras volvía a pensar en Heishi y en todas las cosas que le había estado diciendo desde que se conocieron.
« Si… He estado cometiendo muchas tonterías... Tonterías de "modo chica". »
Hikari caminaba junto a Taiki, ambos callados un tanto.
- Pues... - el primero en romper el silencio fue el chico castaño - ¿Cómo se conocieron Tsuyo y tu?
- ¿Eh? Eso... - Hikari cruzó las manos - Pues... fue algo de hace 9 años.
- ¿9 años?
- Si. Hace 9 años... mi mamá y yo nos mudamos a la misma ciudad donde vive Tsuyo. Mi madre tuvo una amistad con los padres de él, o algo así, y ambos nos volvimos amigos desde la primera vez que nos conocimos. Todo eso hace 9 años...
- Han tenido una amistad muy larga... - comentó Taiki con nostalgia - Me recuerda a una amiga mía.
- ¿Tú también tienes una amiga de hace muchos años?
- No tantos como los tuyos... - pensó un poco, para después soltar una risa ligera - No, mi error. Creo que si nos hemos conocido desde hace muchos años.
- Es bueno tener una amistad de ese... ¿"Calibre" sería la palabra más correcta?
- Me gusta como suena.
- Si - Hikari sonrió por lo bajo - Conocer a Tsuyo desde hace tanto tiempo... Me ha traído una vida muy hermosa que no me pude haber imaginado de otra forma. Estar con él forma... la plenitud de mi vida.
- ¿Eso podría llamarse "amor"?
La respuesta final de Taiki sonrojó a Hikari de tal forma que su rostro se volvió un tomate entre su cabello azul. Se llevo ambas manos a la cara con vergüenza.
- ¿¡De qué hablas!? ¡Y-Y-Yo no siento eso por él! Nada más es gratitud por ser mi amigo, una gran y fuerte amistad que muchas veces he tenido celos irracionales con él, cosa que no debería sentir, más gratitud por ayudarme con algunos... problemas emocionales que he tenido... ¡Pero... "amor" es una palabra fuerte! ¡No croe que debería ser usada tan a la ligera!
Taiki rió con diversión.
- No te preocupes por "ocultarlo". Creo que todos aquí sabemos que Kasai Tsuyo te tiene un tanto loquita.
- ¿¡Eh!?
- O al menos, a todos aquí presentes nos gustaría que tuvieran algo. Yo... creo que empiezo a entender porque así lo quieren.
Hikari se calmó un tanto, para después agachar su mirada al suelo.
- Y... El único que no recibe el mensaje es Tsuyo.
- Así que estás de acuerdo con todos.
- He vivido... por muchas cosas difíciles. En todo eso, él ha sido mi mayor soporte. Ha estado para mi, sin separarse de mi lado, en las buenas y en las malas... - la chica suspiró con franqueza - Antes de darme cuenta, ya estaba enamorada de él.
- Pero... - Taiki complementó, como si ya supiera la respuesta - Como siempre, hay un obstáculo.
- Tsuyo también tiene sus problemas emocionales. No como yo, pero... Siento que, si le llego a confesar mis sentimientos, podríamos perder nuestra amistad. Y yo... no quiero perderlo.
- Sentimientos muy... profundos, diría - comentó Taiki algo sorprendido - Pero te puedo entender. Es muy difícil tomar un riesgo como ese.
- Entonces... ¿No me dirás algo como "Actúa de una vez"?
Taiki rió y le dio una palmada leve en la espalda de la chica.
- Podría decirlo, pero... Tsuyo no está aquí, físicamente. Podrías intentar con algunos mensajes de texto, pero ese no es el punto - Taiki se aclaró la garganta - Lo único que importa aquí son ustedes 2. No creo que debas presionar nada... Si habrá algo entre ustedes, es probable que se dé sin que hagas algo. Es mejor dejar que las cosas florezcan por si solas.
Hikari sonrió con seguridad mientras que Taiki le guiñó un ojo.
- Por cierto, no te preocupes. no les diré a ninguno de ellos; tu secreto está a salvo conmigo.
- Muchas gracias, Taiki...
- ¿Podemos hablar un momento, Taiki?
Izumi separó al castaño de Hikari, tomándolo por aparte para formar distancia. Una vez logrado su objetivo, la chica rubia no dudo en darle un ligero golpe serio al chico.
- ¡Au!
- ¡Recuérdalo que estamos aquí por una misión! No para ponernos sentimentales con ellos.
- Lo sé... Pero no puedo evitarlo. Ella es mi-
- Tienes que evitarlo. TIENES QUE. De lo contrario, estaremos fuera del plan; y no sólo eso, sino que crearemos un desastre.
- ¡Con qué derecho lo dices! Te has involucrado con ellos tanto como yo.
- Si pero no de la misma manera. Yo solo estoy... dejando salir un poco mi lado chica. Por otra parte, tu haces eso mismo con los principales responsables de que estemos aquí. Por favor debes calmar tus emociones.
- Yo.... - el chico castaño respiró hondo y sacudió un poco su cabeza con molestia, para después asentir - De acuerdo.
- Recuerda que todo lo que haremos será-
- Para nuestro futuro y del Digital World. Lo sé. - el chico estiró un poco los brazos - Seremos conocidos como los peores villanos, pero... Todos estarán a salvo.
- Exacto. Sigamos con esto pero sin encariñarnos. Estamos a punto de tocar un punto de evento.
- Tienes razón.
Taiki e Izumi continuaron la marcha, habiendo quedado un tramo significante de diferencia con los Elegidos. Hikari había seguido caminando sola, aunque disimuladamente trató de prestar atención a lo que los chicos hablaron por su cuenta.
« ¿De qué están hablando que solo es entre murmullos? No los alcanzo a escucha- »
Repentinamente sufrió una especie de colapso físico. Como una máquina, sus ojos rojos apagaron un brullo mientras que sus rodillas cedieron a la gravedad y la dejaron caer al suelo pesadamente.
Todos escucharon el golpe y actuaron de inmediato.
- ¿¡Qué!? ¡Hikari!
- ¡Hikari! - los primeros en llegar fueron su Lunamon y Gabumon, quienes le tomaron de los brazos para tratar de levantarla - ¡Hikari! ¡Hikari!
- ¡Lo siento mucho chicos! - la chica peliazul actuó de vuelta a la normalidad - ¡Les pudo disculpas! Me resbale con una roca.
- ¡Debes ser más cuidadosa al respecto! - contestó Moosemon con seriedad - No podemos tener muchos retrasos.
- En efecto - concordó Kokabuterimon - ¡No hay tiempo que perder!
- ¡No necesitamos escuchar un monólogo de tiempo ahora mismo!
La respuesta de Lunamon fue en parte una sorpresa para a los Elegidos. Pero, para los Digimons que llevaban bastante tiempo conociéndola, era una combinación de palabras que se podría esperar de ella.
- En ese caso sigamos.
Los Digimons empezaron a avanzar nuevamente y con los Elegidos; al momento en que quisieron ayudar, Taiki e Izumi que estagan más cerca le tomaron de los brazos para levantarse junto con Lunamon y Gabumon.
- ¿Estás bien Hikari?
- ¿No quieres que usemos el botiquín del Digivice?
- No, muchas gracias - Hikari apartó un poco la mano derecha, lado donde estaba Taiki, para sacudir el polvo en su cara - Supongo que solo duele un rasguño... y polvo en mis ojos.
- ¡Si te sientes cansada no te sobre esfuerces!
- Solo procura tener un poco más de cuidado.
Taiki e Izumi, con la pobre ayuda que les brindaron Lunamon y Gabumon, pusieron a Hikari de pie y comenzaron a andar, mientras que la chica peliazul sostuvo su frente para limpiarse del polvo. Pero, dentro de su mente surgió el origen de dicho problema.
« No puede ser, no puede ser, no puede ser… ¡E-Está cosa está despertando de nuevo! Es demasiado pronto que lo haga... No, debo resistir un poco más... »
Sintió un punzar en su ojo derecho que tuvo que ocultar para que los chicos no la vieran.
« Debo aguantar… Hasta que vuelva a encontrarme con Tsuyo. Él... él podrá solucionar esto... otra vez... »
...
- ¡Achu!
- ¿Qué? ¿Te enfermaste Tsuyo?
El chico se pasó una mano por la nariz con rapidez.
- No lo creo. Tal vez alguien haya hablado de mi.
- ¿Qué? ¿Qué tienen que ver los estornudos con eso?
- ... Olvídalo.
Guiados por la nariz de Guilmon, el equipo en el bosque se movía entre el bosque con cierta rapidez. Aunque, más que eso, todos estaban siendo "arrastrados" por el Digimon rojo que caminaba más rápido que el resto.
- ¡Hey, Guilmon! - Merrick gritó con agitación - ¡Debemos aligerar el paso, ¿no crees?!
- ¡Detente, lagarto rojizo! - gritó Apollomon con molestia.
Guilmon no les hizo caso, sino que seguía con su nariz golpeada al suelo para olfatear todo lo que hallaba. En especial, un rastro.
- ¡Por aquí debemos seguir!
- ¿¡Cómo sabes hacia donde debemos ir!? - BlackGatomon gritó también con la molestia que expresó Apollomon - ¡Ni siquiera llevas un día con nosotros!
- ¡Puedo oler el camino! ¡Hacia la Ciudad Sagrada!
- No lo puedo culpar - Gabumon levantó los hombros - Ese es una de sus cualidades como miembro de la Trinidad Oscura.
- ¿¡Correr sin que le importe nadie!?
- No. Oler el camino con tanto detalle.
- ¡Pero debemos tener un respiro!
Los chicos humanos se detuvieron, apoyándose en árboles y rocas para recuperar el aliento. Los Digimons se reunieron que detener, y en especial Guilmon les miró muy confundido.
- ¿Tan pronto se han agotado? Solo llevamos como 2 horas.
- Siempre ha sido así con ellos - comentó Bearmon - Han tenido mucho problema para seguir el ritmo en ese mundo.
- Después de todo, como dije antes, el Digital World es muy pesado en cuanto a cantidad de datos en el ambiente. Para humanos que llevan más o menos un mes en este mundo, es algo nuevo en sus organismos. Tomará un tiempo para que se acostumbren.
- Creo que la idea no debería ser acostumbrarse - inhala profundo Yami mientras hablaba - La idea es terminar una guerra lo más pronto posible.
- Las guerras no son procesos de 24 horas - bufó molesta BlackGatomon, dándole la espalda a su compañera - Deberían haber estado enterados de eso, ¿No es así?
Yami estuvo a punto de hablar con molestia, pero Gabumon intervino de inmediato.
- Tiene razón Yami. Nuestro objetivo es vencer al Inframundo Digital lo más pronto posible.
- Concuerdo contigo - comentó Gaomon - No quiero pelear mucho tiempo en esta dichosa guerra.
- ¡Nunca has querido hacerlo! - exclamó Apollomon a modo de broma - ¡Siempre has sido quien se queda en casa mientras Gabumon realiza el trabajo pesado!
- ¡Tengo mis motivos! - exclamó Gaomon algo molesto.
Akari se sentó en el suelo pesadamente, y poco después Daisuke se le acercó para imitarla, quedando ambos lejos del grupo principal.
- ¿Cómo has estado? - le preguntó el chico con unos pocos jadeos.
- He estado bien Dai. - la chica soltó una sonrisa detrás de su cansancio - Cómo puedes ver, muy cansada.
- Tal parece que... lo que nos dijeron los chicos...
- Si. Esta diferencia de mundos... se siente muy abrumadora.
- Si... Lo único que quisiera sería... estar cerca de Kari.
- Te entiendo. También me gustaría estar cerca de Taiki. Pero...
- Todo sea por la misión. Lo sé, lo entiendo... O al menos intento entenderlo.
Akari suspiró pesadamente, para entonces tomar del hombro al chico junto a ella. Por otra parte, Tsuyo habiendo recuperado el aliento se irguió por completo.
- Creo que... creo que ya estoy bien.
- ¿Seguro?
- Si. Aguantaré un poco más por unos minutos... ¿Ustedes qué dicen?
Merrick inhaló produndo un par de veces.
- Si. Creo que también podré estar activo.
- Si, yo más que ustedes - afirmó Yami - Yo hago más ejercicio que ambos.
- Tal parece que es así.
- ¿Y por qué no vienen en nosotros? - preguntó Apollomon, con una idea en su cabeza - O sea. Evolucionarnos para que los carguemos.
- Creo que sería mucha carga - comentó BlackGatomon - Tener que cargarlos a todos ustedes.
- ¡Tan solo somos unos pocos!
- Si, tiene razón - Gabumon asintió con la cabeza - Podremos movernos con más rapidez. Pero... debemos ser cuidadosos.
- Mientras más ciudades hayan conquistado los demonios, más control tienen del Digital World. Y es más probable que puedan detectarnos.
- ¡Así es! ¡Si vamos a movernos de esa forma en evoluciones, hay que ser rápidos!
Akari y Dai escucharon a los demás chicos, por lo cual se irguieron a la par mientras la chica se acercaba al grupo principal.
- Si. Será mucho más rápido ir en ustedes evolucionados. Pero deberemos tener cuidado.
- ¡Entonces no perdamos el tiempo!
Apollomon ya estaba presente, por lo que solo Tsuyo subió a sus hombros de una vez. BlackGatomon no quiso cooperar, así que Bearmon se hizo presente y en forma de Marsmon se llevó a Yami. Gaomon entró al Digivice de Merrick y Gabumon en forma de Jupitermon se hizo cargo del asunto. Por sus partes, Ulforce V-dramon se hizo presente para cargar a Daisuke y en la espalda de Dorulumon Akari se acomodó.
- Muy bien - Tsuyo sonrió con emoción - ¡Ahora estamos listos!
- ¡Vayamos a la Ciudad Sagrada! - le secundó Apollomon.
- Pues bien... ¡Allá vamos!
Guilmon era el único que iría con desventaja desde el punto de vista de los demás. Pero fue todo lo contrario.
El pequeño Digimon rojo de una pego su nariz al suelo y con la velocidad de un águila empezó a olfatear el suelo y avanzar sobre las plantas al mismo tiempo, y en cuestión de segundos se perdió en el bosque. Los Elegidos le miraron con gran sorpresa en sus miradas.
- ¿¡Pero qué...!?
- Una cosa más - comentó Jupitermon - Olvidé mencionarlo. Pero, Guilmon es un Digimons seriamente veloz; uno de los más rápidos entre todos nosotros.
- ¿Y tu memoria recordó informarnos de eso hasta ahora?
- ¡En ese caso, no perdamos el paso! ¡Vayamos de una vez!
Los demás Digimons se ajustaron a sus Elegidos y en rápidos saltos comenzaron a correr para alcanzar al dinosaurio rojo.
...
- ¿Qué es eso?
Dobermon olió el aire con curiosidad, mientras que Kingu estaba sentado bajo un árbol. El chico arqueó la ceja con curiosidad.
- ¿De qué hablas?
- Siento... presencias. Moviéndose con rapidez.
- ¿Qué podría ser? Tal vez muchos Digimons moviéndose en manada.
- No. Es algo diferente.
- Creo tener la respuesta.
Una tercera voz asustó a la pareja, quienes voltearon muy sorprendidos para encontrarse con otro Digimon, de gran estatura, con apariencia de dragón oscuro, que entró caminando a la escena. Dobermon se había alarmado, pero en cuanto lo reconoció se relajó un poco más.
- Oh. Solo eres tú.
- Te recomendaría mostrar más respeto ante un Juez Infernal.
- Te recomendaría recordar que yo era tu rey.
- Exacto. Lo fuiste alguna vez, pero ya no más.
Dobermon suspiró y volvió a oler el aire con curiosidad, mientras el chico de la oscuridad se erguía del árbol.
- ¿Tú estás aquí? ¿Te mandaron los Royal Lords a custodiar la obra? No fue buena idea aceptar; es una tarea muy aburrida.
- Vine a respirar aire fresco, por decisión propia con permiso de los Royal Lords. Y ahora que tengo este aire aquí mismo, puedo confirmar lo que estaba oliendo Dobermon.
- ¿Y de qué se trata, si es que lo sabes?
- Un rastro... divino.
Kingu no entendió al principio hasta pensarlo 2 veces y llevarse una sorpresa.
- ¿Me estás diciendo que...?
- Un grupo de Elegidos de JunoKazemon. Ese rastro divino lo he percibido desde que Dobermon y tu son compañeros; es irreconocible.
- ¡Es cierto! - Dobermon ladró con euforia - ¡Puedo oler sus esencias! ¡Creo que es el grupo de Tsuyo y Coronamon, de nuevo! ¡Se mueven con mucha rapidez en el bosque!
Kingu no pudo hacer más que quedar sorprendido y confundido, mientras el Juez Infernal que los acompañaba soltó una risa divertida.
- Al parecer esto ya no será una tarea aburrida.
...
23/04/22
ASFD
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