Capítulo XVIII

- ¿Otra reunión?

- Quiero discutir algo importante con todos ustedes - declaró Sataniamon con una sonrisa amplia - Bueno, mejor dicho un par de cosas.

- ¿Y de qué se tratan?

- Primero, la participación de los Jueces Infernales. No sé si mandaron o vino en representación propia... pero acabo de hablar con Dark-Dorugoramon. Los Jueces Infernales se han enterado de la construcción de la base militar, y tienen ansias de participar en la misma.

- ... - Todos los Royal Lords se quedaron en silencio.

- Un absoluto no - Shenmon fue el primero en hablar - Los Jueces Infernales son una pieza clave en el Inframundo Digital. Ellos han estado monitoreando y construyendo nuestros ejércitos para las invasiones, y por lo que han reportado los Demonios Mayores ha habido mucho control y orden en los 9 pisos, como no había ocurrido desde hace muchos años. Ellos son indispensables, y están cumpliendo labores. No pueden salir del Inframundo Digital.

- Secundó su negación. Es una decisión para nada relevante - concordó LockDownmon - Nosotros nos estamos haciendo cargo de arriba, y ellos de abajo. Nuestra disposición es pareja.

- Antes de que un tercero de ustedes niegue lo que digo - habló rápidamente Sataniamon al notar como iba el asunto - Debo recalcar otra cosa. De acuerdo con las palabras de Dark-Dorugoramon, ellos... Los Jueces Infernales están aburridos.

- ... - entonces los Royal Lords guardaron silencio.

- ¿Y por qué deberían estar aburridos? - preguntó sarcásticamente Freseyormon - Ellos tienen lo necesario para estar entretenidos. Ejércitos de demonios, miles de muertos que llegan a la mesa en Puerta del Infierno, y uno que otro demonio que pueden usar a su antojo.

- Aún así, Dark-Dorugoramon fue el primer Juez Infernales que ha bajado hasta la Capital por voluntad propia. Los demás también lo harán, y los tendremos detrás de nuestras puertas oyendo nuestras reuniones - a pesar de todo lo que hablaba, Sataniamon permanecía en calma total - Propongo que dejemos salir a uno de ellos. Al menos a Dark-Dorugoramon.

- No creo que sea un buen movimiento. Los demás irán de inmediato a|

- Déjenme terminar mi idea. Dejemos salir a uno por... una semana. Entonces, haremos uno cambio y otro saldrá una semana. En total, nueve semanas, una para cada Juez Infernales, y su turno será de acuerdo con el piso que tengan. Así los mantendremos satisfechos y entretenidos para evitar que hagan alguna locura en el Inframundo Digital.

- ...

Las 7 cabezas, presentes en dicha reunión, del Inframundo Digital, pensaron detenidamente en la propuesta de Sataniamon.

- Ni creo que sea buena idea - protestó nuevamente Shenmon - Los Jueces Infernales son nuestras buenas piezas en el tablero. Si por algún motivo las invasiones fallan, ya sea por el movimiento de los Reinos o por las actuaciones de los Elegidos de JunoKazemon, los Jueces Infernales son nuestras piezas claves para acorralar las rebeliones.

- Yo también estoy en contra - habló casi a la par Freseyormon - Es una locura tener a los Jueces Infernales fuera del Inframundo.

- Bueno... ¿Ante todo esto que opinas Ancestral-Evolutmon? - preguntó Kailmon al único que no había hablado en la reunión - Nosotros podemos realizar todas las opciones y objeciones en esta junta, pero tú tienes el voto final sobre todo este tema.

- ... - Ancestral-Evolutmon se quedó en silencio, mirando a todos los miembros de la sala y pensando en su decisión - De acuerdo con la Profecía...

- ... - Todos prestaron atención cuidadosa con lo que diría.

- ... No... La Profecía no se ve afectada por los movimientos de los Jueces Infernales... - levantó una mano en señal de aprobación - En realidad, los Jueces Infernales no tienen mucha importancia para la Profecía en estos momentos, por lo que no habrá repercusiones si deciden que tengan actividad pronto. Pero... considerando que su aburrimiento ha llegado hasta la Capital, tenemos que actuar para evitar que cometan alguna estupidez que cambie el rumbo de la Profecía. Considero que la opción que nos ofrece Sataniamon es una jugada cuerda y aceptable.

- ... - Los demás miembros callaron.

- Bien... ¿Quiénes están a favor del movimiento de los Jueces Infernales propuesto por Sataniamon?

Sataniamon, Ancestral-Evolutmon y Kailmon levantaron su mano par demostrar su aceptación de la propuesta.

- Y ahora... supongo que los que quedan están en contra, pero levanten su mano para confirmar que no aceptan esto.

Tal como supuso Ancestral-Evolutmon; Shenmon, LockDownmon y Freseyormon levantaron su mano para señalar su negación de la propuesta. Ninguno argumentó nada, ni dijeron algo para que su decisión fuera aceptada por los demás miembros; simplemente levantaron su mano en silencio, logrando que todos se miraran unos a otros.

- La mitad a favor y la mitad en contra... ¿Cómo resolveremos esto?

La puerta de la sala de reuniones se abrió de golpe. Todos miraron con sorpresa hallando a Galvatronmon, quien estaba jadeando con cansancio y pesadez.

- ¿Galvatronmon? ¿De dónde vienes?

- De... planta baja... - habló mientras respiraba con dificultad. - Y... encontré a... a...

- ¿?

- Diablos, hay que hacer un elevador lo más pronto posible... - Galvatronmon camino un poco y tomó asiento en su silla de la mesa de conferencias. Los demás Royal Lords se impacientaron levemente.

- Dinos, Galvatronmon... ¿Qué viniste a decirnos?

- ¡Oh si! Casi lo olvido... - respiró nuevamente, y habló con voz muy seria - Dark-Chaosmon ya apareció. Está en la planta baja.

...

- Tres... dos... uno...

Junomon cayó de rodillas, herida de pies a cabeza por enésima vez. Dejó caer sus armas en el suelo con un sonido estrepitoso, mientras respiraba con mucha pesadez y cansancio, pero tras unos sefudnos regreso a su forma de Sistermon Blanc, forma en la que también estaba muy agotada y herida físicamente. Lúmina a su lado, quien también había resultado muy herida por el daño colateral, se desplomó en el suelo de la misma forma.

Gaioumon por su parte tenía sus espadas en sus manos. Miraba con admiración a la par de guerreras que ahora estaban desplomadas en el suelo por el combate, al tiempo que movía levemente su brazo derecho debido a la herida que la Digimon le había ocasionado, logrando perforar su armadura y liberar datos del brazo dejándolo prácticamente inútil, acto que había tomado por sorpresa en medio del combate.

El Digimon samurai observó a sus rivales, al igual que todo el sitio en donde había estado luchado, el cual estaba casi intacto a pesar del intercambio tan brutal de golpes entre ambos. Parte del techo estaba fragmentado, dejando ver el cielo nocturno que se llenaba más y más de nubes a forma de ocultar las estrellas que levemente iluminaban el campo de batalla.

Pero, lo que ocurrió a continuación tranquilizó al Digimon: casi de inmediato que dirigió sus ojos hacia arriba, comenzó a caer gotas de agua con una sincronía inusual, dándole a entender a todos una única cosa: la lluvia había llegado hasta la Ciudad Desértica, que hace unos momentos se daba a anunciar con truenos lejanos y luces que jugaban a la par de los combatientes que defendían ferozmente la Ciudad de la invasión de demonios. Si hubiera tenido una boca que se moviera más visiblemente, Lúmina y Blanc habrían visto una sonrisa de malicia en Gaioumon mientras la lluvia caía en el suelo.

- Se acabó... para ustedes... - comenzó a hablar - Esta lluvia eléctrica... si los Scarlet Kniffers llegan a esta lluvia, será el final para la Ciudad Desértica... cuentan con mecanismos para convertir la lluvia y los truenos en energía cinética, acelerar su carrera, y llegar en menos tiempo... Y cuando lleguen, la Ciudad estará tan descuidada que no podrán defenderse de esos asesinos perfeccionados...

- ¡! - Lúmina le prestó la suficiente atención a Gaioumon para entender todo lo que estaba diciendo su rival.

- Bien... - Gaioumon miró a las 2 con determinación - Pueden escapar. Han luchado muy bien, sin detenerse ni rendirse en ningún momento. Les aseguro que sus títulos en la historia del nuevo Digital World no serán nada menos que quienes lucharon de inicio a fin... Pueden vivir si ahora mismo se van de este Reino y comienzan una nueva vida, y la historia no olvidará su valor y coraje, pero... si se quedan, serán parte de la masacre que se avecina...

- ... No... no podemos... - Lúmina se arrastró en el suelo con las pocas fuerzas que le quedaban, hasta llegar a una piedra que había caído del techo, la cual uso como soporte para levantarse nuevamente. - No podemos dar la vuelta a esta ciudad...

- ...

- Ellos nos escucharon... nos acogieron y nos han protegido... - Lúmina se levantó completamente, y a pesar de todas las heridas que cubrían su cuerpo su rostro solo emanaba determinación - ¡Cuidaremos de la Ciudad Desértica! ¡Incluso si eso significa morir!

- Yo también... - a su lado Sistermon Blanc se levantó igualmente, aunque se podía ver que su cuerpo temblaba tanto del dolor por el miedo que sentía - Yo también debo seguir... si Lúmina sigue de pie, yo también estaré de pie...

Gaioumon solo miró a ambas rivales con ojos que mostraban admiración mezclado con aburrimiento.

« Es realmente admirable que estas 2 guerreras sigan de pie… Todo mi ser se mueve y remueve escuchando como sus ideales de JunoKazemon siguen firmes y su disposición a seguir de pie me... ¡Me emocionan! ¡Ellas son justamente lo que he estado buscando en la batalla! »

Gaioumon tomó sus espadas con firmeza y tomó una postura de ataque.

« Cumple con lo que he buscado sobre la determinación del guerrero… pero lamento decir que solo les falta una cosa... una única cosa... »

- Si su deseo es perecer con esta Ciudad en vez de vivir como héroes... lo cumpliré perfectamente... - « Les falta filo en su poder para derrotarme... »

- ¡Todos sabrán lo que hicimos aquí!

- ... Probablemente... pero me encargaré de que ustedes sean olvidadas... - « Fue un honor luchar contra ustedes y sus corazones… Sus ideales serán recordados en mi memoria, pero su poder será aplastado por mi ahora mismo... » - ¡Gaia Reacto|!

- ¡Ahhh!

De una ventana entró al pasillo una gran bola de color negro, envuelta casi en su totalidad de llamas pero se podía sentir por las gotas que salpicó que estaba mojada completamente.

Entró por una ventana, situada a un costado de Lúmina y Sistermon Blanc, y rodó por el suelo unos metros y chocó sonoramente con la pared contraria.

Los 3 presentes; Gaioumon, Lúmina y Sistermon Blanc se quedaron en silencio y confundidos por aquella entrada imprevista de un tercer ente.

- ¿Qué?

- ¡Ahhh! - la bola en el suelo se retorció un par de veces al sentirse en llamas - ¡Diablos! ¡No me debió ayudar ese Meramon!

- ... E-Esa voz... - Blanc fue la primera en quedarse paralizada al escuchar lo que decía el ente, especialmente por la tonalidad y sentimiento con que hablaba.

- ¡! - A Lúmina le costó más trabajo reconocerla, pero finalmente la voz activó sus memorias y supo de quién se trataba.

Sistermon Noir. A escasos metros de las 2 chicas, la Digimon con vestido de gato se quitaba las llamas que tenía impregnadas en su cuerpo a pesar de que también estaba mojada por la lluvia que caía a cántaros del cielo.

La Digimon de vestimenta negra, de inmediato al terminar su trabajo, dirigió la vista a Lúmina y Sistermon Blanc, y con un rápido y alegre movimiento la Digimon llegó hasta ellas para abrazarlas.

- ¡Lúmina! ¡Hermana!

- ¡H-Hermana! - Blanc se encontraba demasiado sorprendida por lo que sus ojos estaban viendo. A penas podía moverse, pero sus ojos fueron los primeros en actuar derramando a grandes cántaros, mayores que la lluvia sobre su cabeza, sus lágrimas de alegría y regocijo - ¡Hermana! ¡Eres tú! ¡F-Finalmente eres tu!

- ¡Así es! ¡Soy yo! - Sistermon Noir, a quien Lúmina había conocido como alguien muy seria, serena, tranquila e introverida, ahora la estaba viendo mostrando un sentimiento tan sincero de felicidad que corria por sus mejillas en forma de lágrimas.

La chica tampoco lo pudo evitar, y de manera inconsciente también comenzó a llorar junto con las 2 Digimons. El sentimiento de alegría se sentía presente en el aire.

- ... - Gaioumon era el único que no encajaba en aquel momento.

Y sin esperar ningún movimiento de parte de las chicas, levantó sus espadas y atacó con firmeza.

- No esperaré su respuesta... ¡Mueran ahora!

- ¡Ahhh! - Noir sintió por medio de su vestido el movimiento de Gaioumon de atacar por la espalda a sus rivales, lo que le hizo reaccionar de inmediato y abrazar a las 2, a Blanc y a Lúmina, y hacerlas tirar en el suelo para después rodar y escapar del corte de las espadas que tenía Gaioumon.

Blanc y Lúmina se sorprendieron bastante por el ataque que acababa de realizar el Digimon; durante la reciente pelea que acababan de tener, el mismo no parecía ser uno de los que lanzaba algún ataque por la espalda.

Noir se separó de las chicas, y mostro los dientes de manera violenta a Gaioumon. El Digimon samurai apenas estaba reaccionando cuando Sistermon Noir, con rápidos movimientos llenos de agresividad, se dirigió al Digimon y comenzó a atacarlo.

Gaioumon se sorprendió bastante por la rapidez con la que atacó la Digimon, esperando que en realidad fuera tan débil como lo pintaba su imagen externa.

Aunque no requirió más que los movimientos simples y sencillos de sus espadas para esquivar y contrarrestar cada uno de los movimientos que lanzó Noir, el Digimon estaba sorprendido por los patrones de ataques que usaba; a simple vista eran aleatorios y acelerados, con la intención de derribar la defensa de Gaioumon; pero, después e de estar viendo dicha secuencia por unos cuantos segundos, Gaioumon se dio cuenta que los patrones de ataque de Noir los había visto en algún lugar anteriormente a esa batalla.

Su memoria actuó pocos segundos después, y oído reconocer aquellos movimientos que usaba la Digimon.

« Estos saltos… estos golpes... ¡Son de...! » a pesar de haberlo identificado, se negó a creer lo que su cabeza le dictaba « No, es imposible. Ancestral-Evolutmon había dicho que era imposible algo así a menos que... ¡! ¡Eso es...! »

- ¡Magnífico! - Gaioumon sin mucho esfuerzo hizo un par de movimientos con sus espadas y logró dañar todo el cuerpo de Sistermon Noir, dejándola en el suelo. - ¡Hace mucho que no te había visto luchar!

- ¿Eh? - Blanc y Lúmina Lúmina se sorprendieron - ¿Y-Ya se conocían?

- ¡Claro que no! - gritó Noir con indignación al escuchar lo que decía el Digimon samurai - ¡Por supuesto que no te conozco!

- Es cierto. Tu, exactamente tu, no me conoces... - Gaioumon tomó una posición ofensiva - Pero eso no quita que te he visto pelear... ¡Y he tenido muchas ganas de luchar contra ti!

- ¡! - Noir seguía bastante confundida por las palabras de Gaioumon « ¿Qué diablos dice este tipo? Nunca lo he visto en mi vida, y nunca… Espera... ¿Acaso se refiere a... JunoKazemon? O sea... yo recuerdo haber tomado el mando en JunoKazemon cuando peleaba... entonces, ¿El reconoce mi estilo de pelea...? ¿Y acaso se refiere a pelear con... JunoKazemon? » - Bueno... si quieres pelear conmigo... ¡Falta una!

- ... - Gaioumon se sorprendió levemente, pero dejó hablar a Noir para escuchar lo que diría.

- ¡Si quieres pelear con JunoKazemon, aquí estamos! ¡Pero falta mi hermana! - volteó con determinación a Sistermon Blanc - ¡Ven hermana!

- ¡! - Blanc estaba asustada, de la misma forma que cuando estaba en el Castillo de JunoKazemon.

Estaba a punto de negarse a levantarse para ir con su hermana, pero su mente fue más rápida y recordó todo lo que había vivido en el largo mes que había estado vagando en el bosque, guiando a los siervos del Castillo, su lucha contra Daemon para cuidar a Lúmina y Luminamon, todas las decisiones que había tomado, su trabajo para ser la Digimon valiente que necesitaba la caravana para llegar hasta su destino final: la Ciudad Sagrada.

Apretó su puño determinada, y aun con el miedo que regresaba infinitas veces a su corazón y cuerpo, levantó la vista y tomando su tridente corrió hasta Sistermon Noir.

- ¡Vamos hermana! - gritó con pasión, sorprendiendo más a Noir que a los demás presentes en la habitación - ¡Luchemos hasta el final!

Blanc corrió hasta su hermana y en cuanto sus vestimentas se rozaron por el movimiento de la Digimon, el Digivice AE de Lúmina se iluminó con gran potencia lumínica, dejando de lado la oscuridad de la noche en la que se habían avecinado.

Gaioumon se cubrió con sus espadas para no ver la luz que casi le dejaba ciego, mientras que Blanc y Noir dentro de aquella luz se sorprendieron por aquello, pero Lúmina era quien menos entendía lo que pasaba.

- ¡Esto...!

- ¡... Es...!

- ¡! - Lúmina se sorprendió del mensaje que flotó en el Digivice AE, leyendo su contenido con sorpresa - ¡Esto... ¿Double Shinka!?

- ¡Nuestra evolución! - exclamó Blanc - ¡Lo había olvidado! ¡Nuestra fusión hermana!

- ¡Es cierto! ¡Nuestra evolución en caso de emergencia instantánea! - Noir volteó hacia Lúmina - ¡Lúmina! ¡Haz el Double Shinka!

- ¡O-Okey! - Lúmina levantó el Digivice AE hacia las Digimons - ¡Recarga Binaria: Double Shinka!

La luz entró en el Digivice de Lúmina, y salió disparada hacia Noir y Blanc, quienes se combinaron en una figura femenina. La misma se vistió usando las luces que recorrían del Digivice, y lentamente la armadura de la Digimon fue apareciendo en todo su cuerpo.

Entre sus manos apareció su arma, que agarró con firmeza, y finalmente la luz en todo el sitio desapareció de golpe, dejando de nuevo la oscuridad de la noche y del pasillo. Gaioumon dejo de cubrirse, y pudo contemplar mediante el brillo que despedía la nueva Digimon de quien se trataba su rival.

Desde la cabeza hasta los pies; la Digimon tenía una mirada fija en Gaioumon, con ojos que además de mostrar su decisión, presentaban heterocromía: mientras que el ojo derecho era de color azul turquesa como el mar, el otro era de color rojo como las llamas que envolvían a Noir cuando entró. Una combinación un tanto escalofriante.

Su cabello era completamente blanco con mechones negros en él, que se recogían en una trenza larga que llegaba hasta por debajo de sus rodillas, y los sobrantes de cabello se movían en forma de mechones a los costados de su cabeza y un fleco ligeramente notable en su frente. Sobre su cabeza, como formando un casco, había una diadema cristalina con un par de orejas color negro de gato al frente y detrás unas orejas de conejo de color plateado brillante que apuntaban hacia atrás.

En todo su cuerpo había una especie de traje de cuero de color violeta metálico que cubría todo su cuerpo a excepción de los hombros y debajo de las axilas, y sobre este había armadura de Chrome Digizoid que de una combinación armoniosa entre blanco con negro muy brillantes. Sus brazos, antebrazos, hombros, pecho, abdomen, caderas, muslos, pantorrillas, talones, pies; todo en su cuerpo estaba cubierto de aquella armadura, y lo que no tenía como "respaldo" el traje de cuero que lo cubría.

El arma que cargaba en sus manos era una especie de reguilete gigante, que combinaba los colores plata con violeta de una manera armoniosa y muy agradable a la vista, y cada una de las hojas de dicho reguilete terminaban con un filo bastante notable por el brillo que emitía. En su cadera había una funda de color negro metálico que portaba una Katai a sin desenfundar.

Finalmente en la espalda la Digimon detenía tatuado con color violeta metálico en su armadura correspondiente a esa zona un par de alas estilo mariposa, un par mayor en la zona alineada con los brazos y cercana a los hombros y cuello, y un par pequeños en la zona lumbar cercano a las caderas.

Lúmina se quedó completamente impresionada por la evolución que había surgido, mientras que Gaioumon parecía mostrar decepción en su mirada.

« Creí que aparecía JunoKazemon o al menos… Bueno, no puedo quejarme del todo. Esa mirada... me refleja el mismo sentimiento de valentía y determinación que tenía esa Junomon antes, y... luce mucho más fuerte que antes... »

El Digivice de Lúmina sonó con una alarma que a la chica se le hizo familiar. Vio el mismo, y un contenido holografico surgió del mismo, el cual leyó en voz baja para si misma.

- AncientJunomon. Nivel Ultimate III. Tipo Diosa menor...

- Muy bien, AncientJunomon... - murmuró Gaioumon con una sonrisa de emoción en su cara, mientras preparaba sus espadas en sus manos - Parece ser que tu eres más interesante que Junomon...

- ¡Por supuesto! - exclamó la Digimon presente, mientras apretaba el reguilete en sus manos - ¡Ahora somos mi hermana y yo!

- ... - Gaioumon notó como el ojo de color rojo brillaba con un ligero tono mayor que el azul, al igual que las orejas emanaban un aura negra y leve, en el instante que la Digimon había hablado. Su mente fue rápida para sacar conclusiones: « Su ojo brilla, las orejas también y ella habla, además de que sigue el término de "hermana" como si fueran 2… Parece ser que ese Digimon es como un robot que cada una de las 2 Digimons controla, y quien tiene el mando en un determinado momento brillará su ojo y sus orejas... Un dato que probablemente sea muy necesario » - Magnífico. Tu voz solo me dice que tiene un buen deseo de pelear contra mi... a pesar de que no me conoces...

- No te conozco, pero solo se una cosa sobre ti... - apuntó las puntas filosas hacia Gaioumon - ¡Lastimaste a mi hermana! ¡Después de haber despertado, sentí como tu presencia atacaba a mi hermana con agresividad y maldad! ¡Además, osaste atacarnos por la espalda! ¡No te lo perdonaré!

- ¡Excelente espíritu y corazón! ¡Bien, dame la diversión que necesita mi alma!

Gaioumon con las 2 espadas por delante saltó y se dirigió hacia la Digimon y a Lúmina. La chica seguía impresionada y confundida por el Double Shinka que acababa de realizar, pero sabía que debía actuar de inmediato.

- ¡AncientJunomon! ¡Ve!

ASFD

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