Capítulo XXX

- ¡Que asco Shoutmon!

- What the fuck were you expecting for me?

- ¿Pero... ¡Dormir cerca de tu vómito!?

- ¿Qué te digo?... Mejor no digo nada. Puede que nos desmonetizen... si es que no estamos en YouTube...

- ¡Sal de ahí!

Shoutmon se arrastró sobre su ropa hasta quedar frente a Sakeno. El chico estaba bastante asqueado después de haber visto una imagen muy grotesca de que tan cínico y sinvergüenza puede llegar a ser Shoutmon.

- ¿Por qué te enojas conmigo? Yo ni me acuerdo porque esa mancha esta en el suelo...

- ¡Deberías...! - Sakeno solo guardó silencio.

- Oye, Sakeno... - comentó Shoutmon, con palabras... bastante serias para su estado de ebriedad - ¿Te gusta Misti?

- ¿? ¿Qué diablos? ¿Qué con ese cambio de actitud?

- I could perceive it... a feeling... - comentó con seriedad. Entonces Sakeno recordó lo que Elecmon le había comentado el día anterior.

- Estás... teniendo un delirio poético o algo así... ¿Verdad?...

- Una larga noche de descanso permite a la gente pensar las cosas... - Shoutmon sacó una botella de su sacó, y tomó el contenido de ella hasta acabárselo - Por ejemplo, los sentimientos pequeños pueden resultar los más peligrosos para el corazón. Suelen crecer hasta ser incontenibles; hasta volverse un deseo puro e irrefrenable. Por su parte, si a los sentimientos superficiales les pones algo de tiempo y paciencia, se pueden volver joyas de las más hermosas vistas... Sería una lastima que las manos que tengan esa joya no conozcan ese valor...

- ¿?

- ¿No te parece lindo? - preguntó hacia Sakeno. Pero cuando el chico iba a responder, Shoutmon habló con una amplia sonrisa, y su personalidad cínica volvió de golpe - ¡Eso lo escribí en el Reino Celestial! ¡Pude haber conseguido un harem completo gracias a eso, pero no! Elecmon me prohibió que lo usara para esos "fines con poco pudor"... En realidad, era dirigido a la novia de Elecmon... ¡Pero entonces Hyperionmon nos separó, y yo me quede con el poema!

- Vaya... Ya volviste a ser el de antes... Me alegra saberlo... - Sakeno suspiró. Pero unas palabras taladraron en su cabeza, y entonces miró a Shoutmon con sorpresa - ¡Espera! ¿¡Dijiste novia de Elecmon!?

- ¡Oh si! ¡Su novia! - comentó el Digimon, mientras miraba al cielo - Pequeña de estatura, con piel suave, muy plana por cierto. Pero, solo por delante, ya que por detrás se cargaba con un|

- ¡No quiero saber eso! - le interrumpió Sakeno - ¡Lo que quiero saber es si Elecmon tenía una novia!

- ¡Te estoy diciendo que si! - continuó el Digimon - Su nombre era algo de... - pensó seriamente, pero tras unos segundos se rindió - No me acuerdo de su nombre, aunque recuerdo que era muy fácil de aprender... Pero, si. Tiene, o tenía, una novia. Aunque, no estoy muy seguro de si su relación continúa a pesar de estar exiliados...

- ¿¡Elecmon tenía una novia!?

- ¡Si! Ya sé que es bastante difícil de creer, pero era capaz de ligar a alguien ese Digimon serio y anciano... - habló Shoutmon - Ella vivía, o vive pero no estoy seguro de que siga viva, en el Reino Celestial. Ya te decía sobre sus cualidades físicas: unas caderas tan bien curvadas que puedes hacer que|

- ¡No quiero saber eso! - le interrumpió - ¿Lo que me dijiste... el poema ese... era algo que Elecmon le diría a ella?

- ¡Ja! Elecmon sigue siendo lo suficientemente cobarde para hablarle a una mujer que le guste. Incluso a ella, aunque no era nada nuevo el que le gustaba y que a ella le gustaba él. Así que, un día me permitió embriagarme para poder escribir ese poema. Y luego, yo se lo diría a ella...

- ¿En serio? - Sakeno estaba muy interesado. Tanto por la noticia que estaba recibiendo como por otras razones - Saliendo un poco del tema... Me sorprende que hayas estado ebrio en esa ocasión y te hayas acordado de eso.

- No lo recordé... - declaró, mientras sacaba un papel doblado de su chaqueta - Acabo de leerlo...

- ¡! No sé por qué me sorprende esto... - Sakeno tomó el papel, y en efecto estaba escrito todo lo que había dicho Shoutmon sobre lo que ocurrió ese día. Lo demás del amorío de Elecmon no venía escrito en dicho papel.

Pero, también observó todo lo demás que estaba del poema. Y le sorprendió mucho ver la gran cantidad de palabras que estaban dirigidas únicamente al poema, aunque se tenían que omitir muchas correcciones hechas en la hoja misma, y las notaciones ya que todos los versos tenían por lo menos alguna palabra o idea vulgar. Dobló el papel y se lo regresó a Shoutmon, quien estaba a punto de guardarlo dentro de su boca.

- ¡Hey! - Sakeno se lo arrebató y lo guardó dentro de su chaqueta de cuero - Creo que ahí dentro estará más cómodo.

- Whatever... - tomó una segunda botella de su ropa y bebió su contenido en un instante.

- ¿Entonces... El trato que hicieron tu y Elecmon tiene que ver con ella?

- That's fucking right... - concluyó Shoutmon - Si él hace lo que estoy esperando, entonces ayudaría con todo este desorden de Inframundo Digital y demonios...

- ¿Y... que has estado esperando?

- Jeje... - se río Shoutmon - Mi condición es que Elecmon|

- ¡Suficiente por este día! ¡Toma tu galleta!

- ¡! A cookie! - Shoutmon dejo dejó a Sakeno, y corrió hacia la dirección de la voz de Elecmon, quien estaba sosteniendo una roca para que el dragón rojo la comenzara a comer.

- ¡Bien! ¡El espectáculo ya terminó! ¡Hora de despertar a todos!

- ¡! - Sakeno se sorprendió mucho por ver que Elecmon seguramente había prestado atención a toda la conversación, pero decidió quedarse en silencio por alguna razón.

Así que, ayudando al Digimon, ambos despertaron a todos los Elegidos, y tras varios minutos todos estaban despiertos en sus 5 sentidos, y reunidos para discutir lo que habría de venir después de aquella bastante movida noche.

- Bien. Hay que salir de aquí lo más rápido posible - declaró firmemente el Shoutmon de Taiki - Fuimos atacados demasiado pronto, y no sabemos si vuelva a ocurrir.

- Viendo lo que paso en la noche, puede que su siguiente movimiento sea muy pronto - continuó Kokabuterimon - Debemos irnos de aquí.

- C-Chicos...

- Pero primero... - habló Moosemon - Requerimos de un plan. No podemos divagar día y noche sin rumbo alguno.

- Tiene razón Moosemon. - habló Elecmon - Necesitamos saber hacia donde nos dirigiremos. Pero, creo que por consenso general, todos estamos de acuerdo con que iremos hacia la Ciudad Sagrada.

- Claro que si. Iremos hacia allá, sea la decisión de nuestra hermana o no - habló rápidamente Gotsumon - Esa Ciudad será capaz de defendernos del siguiente ataque de los Demonios.

- Por supuesto que si... - continuó Mizuki - ¿Y cómo llegaremos hasta allí?

- Tendremos que usar a los Pixiemon - habló Taiki hacia Moosemon - No me hubiera gustado decirlo así pero... No tenemos ningún mapa con que guiarnos, y tampoco tenemos idea de los puntos cardinales aquí.

- No hay problema. Solo deberemos darles un descanso regular cada cierto tiempo, y ellos nos ayudarán lo necesario... Aunque, no se muy bien a que te refieres con "puntos cardinales".

- Ese no es un problema aún. - habló esta vez Heishi - También debemos medir entonces la cantidad de recursos alimenticios usaremos, y como nos iremos moviendo por el bosque.

- Puede que nuestras cosas, lamentablemente, se hayan quemado y desaparecido en los ataques al campamento - habló Sol - Pero, debemos seguir adelante; y a pesar de lo anterior, siendo muchos de nosotros, puede nosotros mismos seamos un estorbo en un cierto sentido.

- A pesar de que sea sea una forma pésima de vernos a nosotros mismos, tienes razón Sol - le respondió Moosemon - Siendo muchos Elegidos, nuestro número será un problema de transportar.

- Podemos avanzar como una fila india, o algo así - habló Maya con timidez.

- Lamentablemente no será así. - explicó Kokabuterimon - Estamos tan expuestos en el bosque, que debemos formar un grupo en donde nos concentremos.

- Tal vez no así literalmente - expuso Terriermon - Cuando estábamos en un círculo, en el momento en que Lopmon nos curarla a todos, Abigarmon y Bahatminmon estuvieron a punto de hacernos daño significativo.

- ... Honestamente, creo que esa decisión fue muy estúpida objetivamente hablando - declaró Pichimon, desde los hombros de Sol - Pudimos haber muerto todos en ese momento.

- El punto no es irnos de una determinada forma. Podemos ver eso en el camino - habló Kokabuterimon - Pero, como decía Heishi, hay que comenzar a recolectar recursos.

- Yo me ofrezco para comenzar... - dijo Heishi - Puedo ir con Tentomon, y algunos otros, para buscar algo que podamos comer.

- ¡Oigan todos! - Lunamon volvió a gritar para llamar la atención de los chicos - ¡Tenemos que buscar a Hikari!

Los chicos iban a decir algo, pero prefirieron estar en silencio. Sabían que la chica aun seguía en algún lado, pérdida en medio del bosque.

- Lo sabemos pero... - Moosemon quiso hablar pero Lunamon no lo dejó.

- ¡No pienso dejar a Hikari por pérdida solamente porque tenemos que irnos de aquí! ¡Si ustedes no me ayudarán, yo lo haré!

- Nadie dijo que no te ayudaremos - aclaró Niko, acercándose a ella - Pero, tenemos que pensar en un plan para buscarla y no volver a perdernos, como pasó cuando se perdió Misti.

- ... Cierto... Muchos se perdieron por mi causa - dijo Misti con un sentimiento de culpabilidad, hasta que Sakeno le abrazó el costado para tratar de confortarla.

- ¡Yo te ayudaré!

Izumi apareció de entre las chicas, y se acercó a Lunamon.

- Todos ustedes pueden seguir planeando lo de la huida - habló hacia el grupo central. Y de inmediato se dirigió a Lunamon - Yo te voy a ayudar a buscar a Hikari.

- ¡! ¡Y-Yo también les ayudo! - habló Sakeno, separándose de Misti y sorprendiendo a los demás - Shoutmon y Elecmon podrían ayudar... - « También quiero saber… ¿¡En dónde diablos se metió durante todo este tiempo!? ¡Desapareció de la nada, y reapareció de la nada! »

- ¡! ¡E-Entonces yo también iré! - habló Misti, poniéndose de pie - Entre mas manos mejor... - « ¿¡Qué rayos hace esa rubia aquí de nuevo!? ¡Creí que desapareció para siempre, pero volvió! ¡Tengo que averiguar cómo rayos apareció de nuevo! ¡Y tampoco la voy a dejar sola con Sakeno! »

- Bien... Entonces ustedes acompañarán a Lunamon para buscar a Hikari - declaró Moosemon firmemente - También tenemos que tener un grupo para recolectar comida.

- Yo me ofrezco. Junto con Tentomon.

- Shoutmon y yo iremos también - habló Taiki.

- Gotsumon y yo nos ofrecemos - dijo Terriermon, sorprendiendo a Gotsumon.

- ¿Y por qué me estás colando en tus decisiones?

- Bien...

- ¡Espera! - habló Kokabuterimon - Se van a ir muchos rápidamente. No podemos dejarnos tan vulnerables.

- ... Cierto... - habló Moosemon - Entonces, ¿Cómo nos hemos de repartir?

- Yo saldré primero... ¡Izumi, Sakeno, Misti y yo! - declaró rápidamente Lunamon - ¡Y no me detendrán!

- ... De acuerdo... - concluyó Moosemon - Pero por favor... regresen antes de que anochezca.

- No problem... - habló el Shoutmon de Sakeno - ¡Bien! ¡Movamos nuestros culos y vayamos por LadyLucemon!

- ¿? ¿LadyLucemon? ¿Quién es ese Digimon? - preguntó Misti, antes de que el grupo se adentrará al bosque completamente.

...

- ¿Tu sentido del olfato en serio es tan bueno?

- Algo así... - dijo pensativamente Gabumon, mientras caminaba entre las rocas del pequeño risco que ambos trataban de descender - Por ejemplo, siento que tu olor es algo perperceptible en este risco...

- Seguramente aquel... jinete subió por aquí, después de hacerme caer dormida... - dijo pensativamente.

- Y dime, Hikari... ¿Qué quería ese jinete de ti?

- Oh eso... - Hikari le había comentado al Digimon los pocos recuerdos que tenía después de que fuera secuestrada por el jinete y lo que había ocurrido en los escombros - No... no estoy del todo segura... - « No quiero involucrar a Gabumon en… mi horrible pasado... » - Dijo algo de que quería algo mío, pero... no recuerdo del todo lo que pasó.

- Dijiste que había alguien aparte de ustedes, ¿Verdad?

- ... Creo que si... - pensó un poco - Había un... caballero rojo... y una mujer amarilla...

- ¿Qué? - preguntó incrédulamente Gabumon - ¿Un caballero rojo y una mujer amarilla?

- Trataron de evitar que el jinete me hiciera lo que fuera que me quería hacer... - dijo pensativamente - Pero después de que llegaron, y comenzaron a pelear con él, me desmayé. Y desperté cerca de dónde me encontraste.

- Si, me contaste eso... - suspiró Gabumon, con cansancio por estar esforzando a su nariz para detectar el olor - Si que es cansado tener que seguir un rastro... Y más cuando está desapareciendo...

- ¿? ¿Desapareciendo?

- No sé exactamente cuanto tiempo pasó entre él que pasaste aquí y ahora, pero... - comentó pesadamente Gabumon, mientras se sentaba en el suelo - El rastro tuyo que estaba siguiendo está comenzand a perderse, y creo que se me hará más difícil seguirlo... A este paso, aunque me sobreesfuerce, llegaremos a un punto en donde ya no habrá rastro...

- Tranquilo - comentó Hikari, mientras se arrodillada a la altura del Digimon para acariciar su cabeza levemente - Tal vez su seguimos esta dirección, podamos llegar a una zona conocida.

- Tal vez... - Gabumon bostezó pesadamente - No sé tu, pero yo me iré a dormir. Fue un día bastante agotador.

- Tienes razón. - se sentó tranquilamente la chica - Pero yo no dormiré aún. Me quedaré despierta para evitar que algo se nos acerque.

- De acuerdo... De todos modos, despertaré lo más pronto que pueda para que... tu puedas descansar...

- Oh, no te preocupes Gabumon. Yo... - Hikari estaba a punto de replicar, pero se dio cuenta de que Gabumon ya estaba durmiendo y no le estaba escuchando. Así que solamente soltó un suspiro - Yo puedo quedarme vigilando...

Rápidamente la chica se quedó aburrida. Sin Gabumon, se dio cuenta de que él era quien movilizaba las conversaciones y los temas entre ambos. Apoyo el brazo en su rodilla, y a su vez la mano en su barbilla, y se quedó pensativa por un largo rato.

- Bien... ¿Qué haré entonces?...

Hikari se recostó pesadamente sobre las rocas, a contemplar el cielo que comenzaba a generar varias nubes grises a su alrededor.

- ¡! Parece ser que aquí también llueve... - se quitó su chamarra, y la puso sobre Gabumon, a modo de cubrirle lo más que podía el cuerpo entero.

Lentamente, del cielo comenzó a caer la lluvia, en forma de una brizna bastante suave y distinguible entre el aire de aquel lugar. Hikari se acostó en el suelo, esperando paciente a que la lluvia comenzará a tener un efecto más notable.

Tras largos minutos de espera, la lluvia se volvió más fuerte y notable, de forma que rápidamente la chica se quedó empapada por la lluvia. Pero, a pesar de estar completamente mojada, su rostro no borraba la amplia sonrisa que tenía dibujada.

- ¡Hace mucho tiempo que no había una lluvia como esta! - respiró con algo de dificultad el aire mojado que estaba transmitiéndose en el aire, y su sonrisa fue aun más grande - El olor a tierra mojada... la cara empapada, y este frío... ¡Me encanta!

Se levantó de un salto, con bastante emoción por estar ahí, rodeada de la lluvia y el frío. Pero, su sonrisa desapareció cuando distinguió algo entre algunos árboles, a una distancia no mayor a 10 metros. Un par de... humanos...

Por la forma en que estaban parados, y en que miraban a Hikari... realmente parecía que la chica estaba viendo fantasmas. Y ella, al no saber distinguir muy bien las figuras, se quedó congelada de miedo, mirando a aquellas figuras. Y más fue su sorpresa al ver que ambos comenzaron a caminar hacia ella.

A su espalda, Gabumon dormía profundamente. Sorprendemente, la lluvia no había sido capaz de despertar el sueño del Digimon, y la chica estaba sola, sin Digivice, teléfono ni a Lunamon. Estaba completamente indefensa en ese preciso momento.

Conforme se fueron acercando, la chica pudo entonces distinguir a los chicos y algunas características del par. Uno de ellos era castaño, además de que usaba unos... ¿googles? ¿Googles de natación? Y a su lado alguien con cabello casi rojo, como un castaño rojizo, amarrado en una extraña coleta. Por la distancia que aún mantenían, Hikari no era del todo capaz de distinguir el sexo de la persona.

Un par de minutos después, los chicos llegaron a un metro de Hikari. Entonces, la chica pudo ver que se trataba de una pareja de chico y chica, quienes estaban frente a ella. Alcanzó a notar que en la mano de cada quien había un extraño dispositivo pequeño y circular. Hikari pensó que podía tratarse de un Digivice, aunque descartó la idea al ver que eran bastante pequeños.

- ... - Ahora que los había visto tan de cerca, la chica ya no sentía tanto miedo. Aunque inexplicablemente, le invadía un sentimiento de familiaridad.

- Hikari... Kibo Hikari - la primera en hablar fue la chica - Elegida de JunoKazemon. Te pedimos que vengas con nosotros.

- ¿? ¿Cómo saben mi nombre? - preguntó en voz alta, para superar el sonido del agua golpeando las rocas sobre las que estaban.

- Somos Elegidos... - declaró el chico - Y necesitamos que vengas con nosotros. Si es que quieres seguir con vida...

- ¿Eh? - Hikari no entendía muy bien lo que ocurría.

- Te explicaremos en el camino... - habló la chica, mientras le extendía su brazo a Hikari.

- ... - Hikari, por algún motivo, desconfiaba bastante del par - ¿Y-Y que le ocurrirá a Gabumon? - preguntó seriamente, mientras se hacia atrás para llegar a la altura de Gabumon.

- Pues... traerlo también...

- ¿? Pero, no me han dicho sus nombres... - Hikari se confundía más y más.

- Yo me llamo Matsuda Takato. Ella es Nonaka Ruki...

- Te pedimos que vengas con nosotros. Así... podemos decirte lo que ocurre...

- ¿? ¿Lo que ocurre?

- Si... JunoKazemon les ha mentido a ustedes... a sus Elegidos...

- ¿Qué? No... no puede ser... - habló Hikari, tratando de transmitir incredulidad. Pero, la confusión por su sentimiento de familiaridad crecía más y más.

- Es verdad... Déjanos mostrarte...

- No... ¡No! - de repente, Hikari se sacudió violentamente, logrando sujetar su cabeza. Takato y Ruki, por su parte, se hicieron hacia atrás un par de metros y se pusieron en posiciones defensivas.

Hikari, abrió los ojos de golpe, y miró hacia Takato y Ruki. Por un momento, sus ojos brillaron con un destello inusual en aquel par de ojos rojizos: un brillo azul turquesa, que mancho su vista y rápidamente se esfumó. Y, como si de agua que limpia un cartel viejo se tratara, la chica entendió su sentimiento de familiaridad.

- Ustedes... ¡Son ustedes! ¡El caballero rojo y la mujer amarilla!

- Parece que acabas de recordarlo - habló Takato con seriedad - Y parece que no nos queda otra opción...

- ¡Esperen! - Hikari se agachó a la altura de Gabumon - ¿Qué es lo que quieren de mi? ¿Por qué me atacaron, junto con aquel jinete?

- Bueno... nosotros queremos lo contrario a ese caballero... - habló seriamente Ruki - Queremos eliminarte...

- ¿Caballero? ¿¡E-Eliminarme!?

- Así es Kibo Hikari. No permitiremos que los Elegidos de JunoKazemon y tu destruyan nuestras vidas...

- ¿Qué? ¿De qué hablan? ¡Yo no los conozco!

- Y lamentablemente no lo harás... - ambos cerraron sus ojos y levantaron unos dispositivos pequeños y circulares - Matrix Evolution...

- ¡! ¡Gabumon, despierta!

...

Coronamon y los Digimons se quedaron a vigilar en la noche, mientras los demás Elegidos dormían tranquilamente. Estaban fuera de los Digivices, alrededor todos formando un pequeño círculo en el cual comenzaron a discutir en voz baja sobre lo que iba a ocurrir de ahí en adelante.

- Bueno, Gabumon... - habló BlackGatomon con seriedad - Dinos que vamos a hacer de ahora en adelante.

- Debemos de encontrar nueva,ente el camino de piedra al que hemos estado apegados - habló Gabumon - y hallar el Castillo de JunoKazemon.

- De acuerdo, pero... - comentó Bearmon - Tú, que sabes mucho de todo...

- ¿? ¿Gracias?

- ¿Cuánto tiempo crees que tendremos que esperar a los chicos? No porque quiera presionarlos, pero... si ellos están muy malheridos, evidentemente no podremos avanzar mucho hasta que se recuperen.

- Hemos gastado demasiado tiempo buscando el castillo. Y, aunque no quiera aceptarlo, durante este tiempo Coronamon tuvo razón en algo.

- ¿? ¿Algo en lo que tuve razón pero no quieres confesar? - preguntó sarcásticamente Coronamon - me gustaría escuchar de qué se trata aquello.

- Los continuos descansos que estuvimos realizando durante todo el camino han afectado severamente nuestro ritmo de camino. Puede que ya hubiéramos llegado al castillo de no haber hecho tantos descansos.

- Tal vez si. Tal vez no.

- Además, no sabemos nada de los chicos del campamento - habló seriamente Dorulumon. - Durante estos 2 días, no hemos tenido ningún contacto con los chicos.

- Tienes razón... ¿Y si les habrá pasado algo malo? Y si...

- ¡Ay! - Coronamon se quejó repentinamente, mientras se adentraba al bosque - ¡Tengo que ir al baño!

- ¡! - los Digimons iban a responder algo, pero para cuando se dieron cuenta, Coronamon ya se había adentrado en el bosque.

Coronamon se adentró en el mismo un poco, para tener un poco de privacidad.

- Vamos... ¡Ahhhhh! - suspiró largamente con satisfacción - Por fin... Ahhh...

Una vez que concluyó, una pequeña piedra le golpeó la cabeza, llamando su atención.

- ¿Eh?

El silencio inundó el ambiente, por lo que hizo caso omiso a la piedra.

- Seguramente fue un Digimon haciendo un nido, y una piedra que arrojó me golpeó...

Se estaba retirando hasta que una segunda piedra le golpeó, ahora con más fuerza que la anterior.

- ¡Hey! - gritó molesto, volteando a su alrededor - ¿Quién anda ahí?

Una tercera piedra salió volando de un arbusto, pero esta vez no lo golpeó, sino que su camino terminó a escasos centímetros de Coronamon. El Digimon miró con desconfianza el área de la que había salido la piedra.

- ¿? ¿Quieres que vaya hacia allí... seas quien seas...?

El silencio se formó, y Coronamon lo tomó como una respuesta positiva. Camino hacia el arbusto, con curiosidad, y se encontró con una pequeña parte del bosque, sin árboles dentro de ella sino como un muro que rodeaba dicha zona circular. En medio de ella, la luz lunar se hacia presente, y caminando hacia el otro lado de la luz una figura humana, el cual al pasar por el haz luminoso Coronamon rápidamente pudo distinguir que era una mujer de quien se trataba.

Una vez dentro de las sombras de nuevo, la mujer volteó y fijo la mirada con Coronamon. Sus ojos eran penetrantes y bastante fríos, pero Coronamon no se inmutó.

- ¿Quién eres? - preguntó Coronamon seriamente.

- Soy una Elegida - habló con tranquilidad la mujer.

- ¿Por qué te cubres en las sombras? Acabo de ver tu espalda por la luz. Ya no tiene caso que te cubras.

- Para ti no tiene caso. Para mi si lo tiene...

- De acuerdo... - suspiró pesadamente - Pero, no me has dicho tu nombre.

- Me llamo... - el silencio se formó por algunos segundos - Jouhou...

- Mientes - declaró rápidamente el Digimon - Nadie piensa tanto tiempo su nombre.

- ... Tienes razón. Estoy mintiendo, pero no te puedo decir mi nombre verdadero.

- ¿Tiene una maldición escuchar tu nombre? - preguntó sarcásticamente.

- En algún momento lo entenderás.

- ... - Coronamon se sintió molesto, pero se rindió mediante un suspiro - De acuerdo... ¿Entonces, eres una Elegida de JunoKazemon, o algo así?

- Creo que te diste cuenta de que puede haber muchos Elegidos fuera de la jurisdicción de JunoKazemon.

- Entonces viste nuestro combate contra Plutomon y los Elegidos de la Oscuridad, si es que así se llamaban... - comentó - ¿Así que... eres parte del Inframundo Digital?

- Lo que quise decir es que no pertenezco a JunoKazemon. Y, respondiendo a tu pregunta, no. Tampoco formo parte del Inframundo Digital. Soy una Elegida independiente...

- ¿Elegida independiente? ¿Cómo se forma eso?

- Digamos que... hubo un tercer agente intermediario, que me permitió llegar hasta aquí. No lo conoces, pero puede que en algún momento lo conozcas.

- ... - Coronamon caminó un poco en círculos - Esto se está alargando demasiado. No conozco nada de ti, y te estoy tratando como una igual... - dirigió su mirada hacia la chica, que en ningún momento despegó su vista del Digimon - ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué has venido hasta aquí?

- Tengo que hablar contigo... - dijo con una voz bastante seria - Tengo que conocer algo de ti, para cumplir algo de mi.

- ¿? ¿Algo de mi?

- Si... quiero conocer... lo que está ocurriendo aquí...

- ¿Ocurriendo aquí? No te entiendo...

- Quiero hablar de la guerra entre ustedes, los Dioses, con el Inframundo Digital.

- Oh, eso... - habló seriamente el Digimon - ¿Y qué quieres saber? Tu duda es demasiado abierta.

- En general, quiero saberlo todo - la mirada de la chica descendió, tal que el Digimon entendió que la chica se había sentado - Desde el comienzo hasta ahora...

- Trajiste una silla, que no me compartiste... - comentó sarcásticamente Coronamon, tomando asiento en el pasto - De acuerdo... Entonces,  comencemos con esta bastante larga plática...

...

El grupo decidió moverse. A pesar de que todos los Elegidos estaban en malas condiciones, y eso que los tratamientos que habían seguido los Digimons de los instructivos del kit habían mejorado notablemente su condición.

Decidieron caminar lento, para evitar que algún otro miembro se lastimara más de lo debido. En esos momentos no sería muy conveniente que les ocurriera algo así; de lo contrario,  podrían estar bastante desprevenidos ante un posible ataque de regreso del Inframundo Digital.

Caminaban todos en silencio. Daisuke seguía cargando a Yami,  a pesar del que la chica continuamente se quejaba del sus actos y replicaba que la dejará caminar por su cuenta; Merrick y Tsuyo se turnaban para apoyar a Akari, quien también se quejaba de que podía caminar por su cuenta. El silencio se alargaba bastante, lo cual llegó a incomodar a los Digimons, que iban fuera de sus Digivices para estar más alertas de su alrededor.

- Bien... - habló BlackGatomon - ¿Qué haremos... una vez que lleguemos con JunoKazemon? Y me refiero a una rutina...

- Debemos presentarnos con ella... me gustaría pensar - comentó sarcásticamente Tsuyo, pero Gabumon le corrigió rápidamente.

- No habrá mucha necesidad. JunoKazemon los investigó a cada uno de ustedes minuciosamente, para designarles sus Digimons correspondientes. Así que se podría decir que... Los conoce muy bien...

- ¿En serio? ¿Eso no es muy... anti-privacidad? - preguntó Yami.

- ¿Anti-privacidad? ¿Que clase de mala palabra es esa? - se burló BlackGatomon abiertamente.

- Lo primero que haremos será, definitivamente, una ducha - dijo Merrick firmemente - Hemos estado como por 2 semanas con esta ropa. Luchando contra Digimons, una que otra vez en el lodo y en medio del pasto y arbustos...

- Me sorprende que la ropa pueda llegar a ser tan resistente... - comentó Yami - Con todo lo que hemos hecho, debería... dejar de existir...

- Quién sabe - dijo BlackGatomon - Tal vez en el proceso en que ustedes pasaron del Mundo Humano al Digital World su ropa se haya hecho más resistente al volverse digital, o... no lo sé, Gabumon es el que sabe de esas cosas...

- Bueno... - comentó el aludido - Puede que su ropa haya adquirido características de Digimons a la hora de materializarse en este mundo... ese proceso se le llama Digitize, o mejor dicho, ese es el nombre que decidimos darle JunoKazemon y yo, ya que el proceso es completamente nuevo...

- ¿? ¿Nuevo? - preguntó Daisuke curiosamente.

- Exacto. En todos los registros que tenemos de la historia del Digital World, este proceso nunca fue llevado a cabo.

- Espera - habló Yami - Si nunca antes lo habían hecho... ¿Cómo diablos sabían que terminaríamos de este lado con éxito? Me refiero a que nuestra materia se convirtiera en materia Digital de manera exitosa, sin ninguna dificultad, complicación o algo así.

- No te quejes - le interrumpió BlackGatomon, con serenidad - Deberías estar contenta por el hecho de que estás aquí, viva y caminando hacia el Castillo de JunoKazemon.

- Pero es muy importante lo que está diciendo Yami - comentó Akari - si es algo nuevo, muchas cosas pudieron salir mal...

- En realidad... - habló Gabumon - El proceso para verificar que hicimos las cosas bien no fue muy difícil. Solo tuvimos que hacerlo a la inversa, para conocer la composición de la materia en su mundo, y entonces regresarlo a su estado de data. Los resultados fueron satisfactorios y suficientes para que pudiéramos... llamarlos...

- ... Tu respuesta no me dejará dormir... - concluyó Yami, aferrándose un poco más al cuello de Daisuke.

Por su parte, Tsuyo caminaba a la par con Coronamon. El chico aprovechó el momento en que Merrick tomaba su turno para ayudar a Akari, y decidió ir con su compañero.

- ¿Qué haces, Coronamon? - preguntó casualmente, mientras si compañero estaba caminando silenciosamente.

- ... ¿Caminando? - Coronamon se sorprendió mucho ante esa pregunta - De hecho, es una pregunta muy... Olvídalo...

- ... Si, tienes razón. Fue una pésima pregunta - habló Tsuyo.

Los 2 siguieron sus caminos en silencio por unos cuantos minutos. Tsuyo, tratando de hallar algún modo de poder hablar tranquilamente con su Digimon, mientras que Coronamon meditaba en silencio absoluto todas las cosas que había hablado con la chica Elegida la noche anterior. Esa conversación realmente le había dejado helado, además de que estuvo pensando durante toda la noche en sus palabras.

- ¡! - Tsuyo fue el primero en romper el silencio, junto con los pensamientos de Coronamon - Me debes una explicación.

- ¿? ¿Eh?

- Recuerdo perfectamente que... hace un par de días, yo había hecho un trato contigo para que estuvieras fuera del Digivice. Habíamos quedado en posponer nuestra plática entre tus problemas y yo para nuestro camino hacia el Castillo de JunoKazemon, y... en efecto, fuiste tu quién hizo esa promesa... o trato, como le quieras llamar...

- Diablos, aún te acuerdas de eso... - suspiró Coronamon nerviosamente, de modo que el chico no escucho nada. Luego, elevó su voz, y se dirigió al chico - Veamos... entonces... ¿Qué quieres discutir?

- Me gustaría conocer... por tu propia boca... sobre tu relación con Agumon... Tu pasado con él...

- Y tenías que comenzar con la parte que más odio - volvió a susurrar con voz muy baja. - Pues... verás|

- ¡Buenas noticias! - exclamó Bearmon en voz bastante alta, para que todos prestarán atención - ¡Hemos encontrado el camino de piedra de JunoKazemon!

- ¡! - el par dejo de poner atención, y entonces se fijaron en otro elemento que debería estar en su atención.

- Mala noticia... Un gigantesco muro de rocas apareció de la nada... - volvió la mirada el Digimons, y se encontró con un alto muro de piedras, como si todo una parte del bosque estuviera amontonado en largos montículos: árboles, rocas, hierbas, y varias cosas acumuladas. Y justamente el camino de piedra, que daba una vuelta desde el interior del bosque hacia lo que sería el otro lado del montículo de piedras, estaba enterrado en dicha acumulación.

- Bastante raro... - comentó Gabumon - Debería continuar el camino desde aquí, a menos que...

- Tal vez unas cuantas obras de remodelación le afectaron - comentó BlackGatomon - Iré a revisar que está ocurriendo allá..

BlackGatomon, usando sus garras, comenzó a trepar por el muro, teniendo cuidado de no tocar algo que haga que se caiga o algo que tire el muro y aplaste a todos, debido a plate que en cuanto subió pudo sentir que el muro no estaba del todo hecho para resistir su peso.

« ¿? ¿Este muro es bastante… débil? ¿Entonces, como rayos fue que terminó aquí? »

- ¡Por cierto! - habló en voz alta, para que la distinguiera Gabumon - Nunca visité el Castillo de JunoKazemon, así que no tengo ni la menor idea de siquiera cómo luce... ¿Qué se supone que tengo que ver?...

- ¿? ¿Y tu pregunta?

- Bueno... ni siquiera sabemos si el Castillo está aquí. Tal vez y si este del otro lado, o tal vez a alguien le gusta gastar bromas pesadas, o tal vez tengamos que seguir caminado. Pero, en el caso de que sea real y este aquí... ¿Qué se supone que tengo que ver?

- Buena observación - habló Gabumon en susurro, y luego le respondió - Pues... es una construcción con un techo del cristal y bordado con dorado. Parece más una especie de casa gigante que un castillo...

- Entiendo... - dicho eso, la gata siguió subiendo por la cuesta, hasta llegar a la cima.

Se paró en 2 patas, para ver mejor el paisaje, pero la cara de emoción e intriga que tenía la Digimon, se convirtió en una cara llena de miedo y sorpresa.

- ¿Qué ves? - le preguntó Merrick, gritando ya que por la lejanía no los podía oír del todo ni tampoco ver.

Pero, sus oídos y demás sentidos de la Digimon se resquebrajaron de un potente golpe al ver lo que tenía en frente de sus ojos: un cráter, de unos 200 o 500 metros de profundidad, y completamente esférico, con un radio que evidentemente cubría por lo menos unos pares de kilómetros A su alrededor, los muros de piedras se erigían, y entonces la Digimon supo que se trataba de materia de una muy probable explosión que arrastró muchas cosas a su paso. Dentro del cráter, habían 2 cosas que la identificaban. En primer lugar, el sitio estaba completamente quemado y el suelo se hallaba negro completamente,  como si se hubiera tratado de un incendio... pero tan grande que toda la zona del cráter estaba negra desde su punto de vista. La segunda cosa era la ausencia: estaba tan solitario el lugar, que la Digimon se removió un poco debido a los nervios que sintió, que seguramente se oiría un eco si algo se llegaba a arrojar dentro.

La Digimon quedó completamente atónita al ver tremendo paisaje desolado, que la voz que produjo las siguientes palabras inevitablemente se quebraron en un estridente aviso.

- Parece que... no habrán duchas por un tiempo...

ASFD

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top