Capítulo XXII

La caravana avanzaba constantemente en medio de la arena blanca que cubría con totalidad el paisaje frente a ellos. A pesar de que en un principio todos se quejaron por el gran calor que irradiaba la misma debido a su exposición con el sol, ahora, casi a medianoche, ya no era un impedimento.

Sobre los lomos de Sleipmon, estaban quienes estuvieron guiando todo aquel movimiento que había durado bastantes semanas: Lúmina, Sistermon Blanc, Yuine, Kudamon, Luminamon, y a un costado de modo que no se cayeran estaban Gryzmon, Lunamon, Sistermon Noir y May, todos aún inconscientes. Tanto Lu como Yuine estaban sorprendidas de que estuvieran tanto tiempo dormidos; habían llegado a la conclusión de que realmente la batalla que enfrentaron contra ZekeGreymon Burst Mode había sido espantosamente dolorosa y larga como para dejarlas, prácticamente, en coma.

A ambas les preocupaba eso, y el hecho de que un demonio como ZekeGreymon Burst Mode, junto con su compañero humano Kiriha quien ya era completamente identificado como enemigo, anduvieran libremente en el bosque; también era muy probablen que aún anduvieran detrás de May y Noir, buscándolas, y que en algún momento las encontrarían junto a toda la caravana. Estaban dispuestas, todas y Sleipmon, a darle pelea a aquel demonio, sin importar cuánto esfuerzo requiera, para que May y Noir estén a salvo. Después de tanto tiempo sin haber sabido nada de ellas, no se permitirán el volver a perderlas.

A los costados de la caravana, protegiéndola de los posibles ataques que podrían llegar de los lados, se encontraban distribuidos el grupo BAN-TYO: a los costados, más cercanos al frente, estaban BanchouLillymon y BanchouStingmon, los más rápidos del grupo; por si se presentara un ataque frontal o incluso algún disparo lejano. Más en medio estaban BanchouMamemon y BanchouGolemon, los más fuertes físicamente y la pareja más eficiente (a la hora de trabajar juntos) en el grupo, de modo que podrían pelear ambos contra cualquier objetivo, literalmente cualquiera, que se presente. Finalmente, hasta el final, estaban BanchouLeomon junto a Sleipmon y las chicas. Ellos estaban pensados en el hipotético caso de que los demonios o incluso ZekeGreymon Burst Mode atacarán por la retaguardia, de modo que ellos (los Elegidos de JunoKazemon junto con el miembro más fuerte y con mayor resistencia en el grupo BAN-TYO) serían capaces de enfrentar aquella amenaza mientras los demás huyen en el desierto.

Todos se movían a velocidad constante; no corriendo para evitar tener que descansar en medio del desierto, y sin protección alguna; y tampoco caminando para evitar que el sol llegué a ellos antes de que lograsen encontrar un refugio; ya fuera un oasis lo suficientemente grande, formaciones rocosas donde evitar que el sol les diera directamente. El frío desértico desde hace mucho se había hecho presente, pero todos los Digimons ya habían sido capaces de acostumbrarse, después de tener que dormir por varias noches en medio del bosque frío y, además, un tanto húmedo.

A lo lejos, Sleipmon alcanzó a visualizar algunas rocas en medio del desierto. Habló hacia Yuine que estaba en sentrada en su hombro derecho.

- Yuine. Hay unas formaciones rocosas al frente.

- Entonces no estoy teniendo alucinaciones aún - habló firmemente. Entonces, con mucho cuidado, se asomó hacia Lu, que restaba en la espalda del Figimon, y le informó - Lu. Sleipmon ve unas formaciones rocosas al frente.

- De acuerdo. Hay que quedarnos ahí unos momentos para reposar.

- ¡Ohhh! - habló Luminamon a los demás - C-Creo que tengo un plan...

- ¿? Te escuchamos. - dijo Lu hacia la Digimon, haciendo que Blanc, Yuine, y los oídos de Sleipmon le prestaran atención.

- Oh, bueno... - pensó por un momento, y entonces se quedó congelada de la pena con su rostro sonrojado.

- ¿?

- C-Creo que sería bueno... Q-Que llegando a-a esas fo-formaciones... man-mandaramos un equipo d-de investigación, para ver s-si más al frente hay l-lugar p-para refugiarnos. Y-Y s-si no ha-hay uno cer-cercano, e-entonces nos quedáramos a-ahí en el día, y la s-siguiente noche... a-avanzaramos...

- No me parece mala idea - comentó Sistermon Blanc - Así, evitaríamos mejor que la luz del sol canse a la caravana, y nos deje más indefensos ante el ataque de algún Digimons o demonio.

- ... No está mal - habló Yuine - Pero creo que es arriesgado. Si nos quedamos todo el día en esas formaciones, estamos perdiendo tiempo que podemos aprovechar en acercarnos a la Ciudad Sagrada. Además, si nos quedamos por tantas horas en un mismo sitio, hay más probabilidades de que algún enemigo nos encuentre, y podría salirnos contraproducente tener que luchar con el calor del desierto.

- Tienes razón en esa parte, pero creo que también hay que pensar en el descanso de todos los Digimons que tenemos cuidando - habló Blanc.

- Antes que la comodidad, debemos procurar seguridad. Y más aún si estamos hablando de la posibilidad de que ZekeGreymon Burst Mode esté persiguiendo a May y a tu hermana.

- No estamos del todo seguras de eso. Solamente lo estamos suponiendo, ya que en ningún momento sido textualmente "Estoy cazando a May y a Sistermon Noir".

- Aún así, estaban detrás de ellas antes de que nosotros las encontráramos. Y es muy probable que sigan detrás de ellas al ver que no tuvieron éxito la primera vez.

- Tal vez su objetivo fuera simplemente debilitarlas. Y en definitiva ya lo consiguieron.

- Por algo peleé mano a mano contra él. Por algo me arriesgué a buscar las, y terminar enfrentándome contra ese monstruo: es más que claro que quieren hacerle algo a ambas.

- ¿S-Señorita Lúmina? ¿Q-Qué opina usted?

Para tratar de calmar la tensión que se generó entre Sistermon Blanc y Yuine, Luminamon decidió preguntar directamente a Lu, quien podría decirse que era la líder del equipo entero. Ella solamente estaba pensativa, mirando hacia el bosque que estaban dejando atrás, y echando una mirada a May y Noir, dejándose en la débil respiración que tenían, y en sus cuerpo aún heridos a pesar de haber usado el poder curativo que tenía en su Digivice. Hablo firmemente.

- Usaremos el plan de Luminamon - dijo, mientras miraba hacia las demás - No es malo, y creo que es bastante práctico para el momento.

- ... De acuerdo - habló Yuine, con una visible molestia.

- Pero... - continuó - Es imperativo que el equipo que mandemos encuentre un lugar donde refugiarnos más adelante. Quedarnos cerca del bosque es muy peligroso, y no solo por ZekeGreymon Burst Mode. Hay que recordar que Beelzebumon, cuando combatimos contra él y Daemon, logró escapar, y aunque no ha pasado nada desde entonces, es muy probable que nos estén buscando los demonios; esto también sin contar a los Elegidos oscuros que enfrentaron a May y Noir en el Castillo de JunoKazemon, y de quienes no sabemos nada y gracias a ellos estamos en esta situación, por lo que también podría estar detrás de nosotros. Si el equipo no encuentra nada cercano, con la pena deberemos seguir avanzando aún de día, hasta hallar un lugar donde refugiarnos.

- De acuerdo. - con aquellas últimas palabras, Yuine y Blanc se quedaron en paz.

A los BAN-TYO se les informa o de la situación, y tras unos largos minutos de caminata, llegaron a las formaciones. Eran altas rocas, dispuestas a modo de que tenía mucho parentesco con un castillo, o una especie de templo. Aunque, era muy extraño que hubiera una construcción como esa a mitad de un desierto.

La caravana entró en ella, y rápidamente cada quien fue tomando un sitio para reposar mientras el equipo de investigación se dirigía hacia un segundo refugio. Sleipmon y BanchouLeomon llegaron al último, y del gran Digimon caballo descendieron las chicas y sus Digimons. De inmediato regresó a su forma de Kudamon, y fue a enrollarse en los rostros de su compañera.

- Después de toda la expedición que tuvimos para hallar a May y Noir. Adoptar esa forma ha sido más agotador.

- Entonces, supongo qué no estarás involucrado en la expedición de ahora - comentó Yuine.

- Definitivamente no.

- No hay problema - habló Lu - De todos modos yo tenía ganas de ir.

- Entonces te acompañaré - habló rápidamente Blanc - Para que no estés desprotegida.

- De hecho... contaba con eso desde el principio.

- ¡S-Señorita Lúmina! ¡P-Por favor permítame acompañarla! ¡M-Me gustaría estar junto a usted!

- ... - Lu y Blanc se miraron la una a la otra, como esperando una respuesta de la contraria para aceptar o rechazar la propuesta de Luminamon. Pero, cómo ninguna dio una respuesta negativa, ambas asintieron y hablaron al unísono - De acuerdo.

- ¡! ¡G-Gracias!

Las 3 salieron del lugar, en donde Sistermon Blanc pudo evolucionar en Junomon, dejando en cada uno de sus hombros a cada una de sus acompañantes.

- Regresaremos lo más pronto posible y les daremos noticias - informó Lu a Yuine y Kudamon.

- De acuerdo, y tengan mucho cuidado.

Dicho esto, las 3 salieron y Junomon comenzó a levitar a unos pocos metros del suelo, para evitar ser vista con facilidad por alguien externo. Comenzaron su viaje, continuando en la dirección hacia la que se estaban dirigiendo en un inicio. Su viaje fue bastante tranquilo y silencioso, siendo solamente acompañado por el viento frío del desierto que extrañanlemente le daba a Lúmina una sensación agradable, como si estuviera recibiendo aire fresco. Las montañas al fondo del paisaje parecían muy lejanas debido a la gran oscuridad del la noche; con verlas, se podía deducir que nadie vivía en esas montañas, por lo que sería "seguro" cruzarlas.

- ... - las 3 estaban en silencio totalmente hasta que Lu habló levemente.

- Que paisaje más lindo - dijo, refiriéndose a la combinación entre las montañas oscuras de fondo, la arena que tenía un color blanco por la luz lunar, el cielo estrellado que cubría la bóveda celeste, el aire frío que daba una sensación de humedad muy parecida a la del bosque, y el silencio total que daba calma total a su viaje.

- ... Tienes razón, señorita Lúmina. Este ambiente es bastante agradable a la vista - le respondió Luminamon desde el otro hombro.

Nuevamente el silencio gobernó la conversación, hasta que unos leves tarareos muy extraños sonaron en el viento, como si fuera un silbido. Junomon y Luminamon se quedaron en total silencio, para lograr escuchar el origen de aquella música leve, al tiempo que también escucharon unas palabras dulces y amables que acompañaba dicha melodía. Y escucharon con mucha atención.

- Sin que nadie me lo impida, yo haré mi propia vida... No voy a dejarme cambiar, descalza si quiero voy a caminar... - Lu lucía bastante animada al cantar aquellas palabra.

Una pequeña ventisca interrumpió su canción, haciendola más lenta por unos segundos. O así les pareció a las Digimons, pero en realidad la canción era lenta en esas palabras.

- Más allá hay un lugar, en el que yo busco; a equivocarme dispuesta ya estoy. Aunque vaya a tropezar, mi mañana será. - alargó esa última "a", hasta hacer creer a las Digimons que su aliento nunca se agotaba, y que aquel sonido sería eterno.

Pero no era así. La siguiente estrofa daba inicio en cuanto terminó su alargamiento.

- La promesa que guardo en mi ser, juro que la cumpiré. La luz será la que me guiará... - tomó un poco de aire, y continuó la canción como si estuviera frente a una multitud que no debía de decepcionarse - El tiempo es preciado para gastarlo todo llorando. Por eso yo prefiero sonreír junto a ti...

« ¡Las palabras de la señorita Lúmina son tan hermosas, y acompañadas por aquella bella canción la hacen aún más linda!... Y, no solo eso... ¡También reafirma su promesa a la señora JunoKazemon! ¡Está claramente dispuesta a continuar con su promesa de ayudarla para salvar el Digital World! » Luminamon estaba fascinada ante sus palabras.

- Sentimientos de amor hay en mi, la pasión de mi interior va a iluminar las estrellas al volar - una sonrisa muy extraña abarcó sus labios. Una sonrisa que combinaba un sentimiento de alegría y felicidad, pero también... aquella sonrisa también albergaba una desconocida y ajena amargura inexplicable para las Digimons - Soy feliz de haber nacido, y de buscar mi destino. Mis sueños deberé poder lograr, sin temer, con mis manos...

Lúmina paro por un momento, y dirigió su mirada la horizonte del desierto. Lo único con que se encontró su Kiriha era con aquella arena infinita que chocaba con el fin del mundo. Un sentimiento de nostalgia la invadió, y continuó con su canción.

- Cuando era un poco más joven, yo luchaba contra el miedo. - las Digimons sintieron que su voz se quebró un poco, pero aún así continuó cantando - Pero eso muy lejos está; días tristes he dejado atrás... - una nueva sonrisa, radiante de felicidad y esperanza, invadió su rostro para continuar con su voz molestar ahora más aguda y penetrante que antes - Tantas veces yo pensé en detenerme. Pero ahora a no voy a dudar; voy a pararme y veré que lo puedo hacer...

Se detuvo unos segundos para respirar, logrando armar un vaho bastante pronunciado debido al frío. Pero, nI siquiera el ambiente fue capaz de detener su canto.

- En este mundo tan lleno de amor, siempre estuviste ahí; confiando en mi, mirándome brillar... Empuñe la luz como un hilo; así tejí mi destino. Y usé tijeras para cortar la oscuridad... Las estrellas me van a guiar; en el cielo bailarán. Mi corazón ahí me llevará - una mirada de determinación, dirigida a las montañas de enfrente, cubrió su rostro - Siempre apuntaré a lo alto. Nadie va a detenerme - y esas palabras, que demostraron ser el coro, se repitieron - Mis sueños deberé poder lograr, sin temer, con mis manos...

« Que letras tan lindas, y su acomodo solamente le dan un muy bello y lindo significado... Parece que esta contando su propia vida » Junomon se quedó un poco pensativa con sus palabras « Ahora que lo pienso, Lu nunca ha comentado ni hablado nada acerca de lo que le pasó en su vida antes de que fuéramos Elegidas... Me gustaría conocer la historia de mi compañera Elegida... Y tal vez esa canción lo que hace es expresar esos sentimientos. »

El silencio reino nuevamente, pero Luminamon sin discresión alguna, habló hacia Lúmina.

- ¡S-Señorita Lúmina! ¡Que canción tan bella, aunque sea una lástima que sea corta!

Lúmina se asustó completamente, y volteó a mirar hacia Luminamon.

- ¿Luminamon? ¿De qué canción hablas? - más que asustada, también estaba sorprendida,

- La que acaba de cantar señorita Lúmina...

Las 3 se quedaron en silencio, y entonces continuó Junomon.

- Tienes una voz muy linda, Lu.

- ¡! - Lúmina reaccionó de inmediato « Eso quiere decir... que no estaba cantando en mi mente... ¡Ahhhh!... » Rápidamente se sonrojó de la pena y miró hacia otro lado.

- Me gusta mucho tu voz... hace algún tiempo que no la oía...

- ¿? ¿Hace algún tiempo? - se sorprendió bastante Lu ante las palabras con naturalidad de Junomon.

- Te escuché Lu, desde el primer momento, cuando habíamos salido del castillo y pasamos nuestras primera noche fuera del Castillo, escuché cuando cantaste en la noche... Aunque, tú me habías dicho que era mi imaginación.

- ¡! - el sonrojo de sus mejillas fue en aumentó, a tal grado que de tapó la cara con sus manos. - ¡P-Por favor olviden lo que oyeron! Me da vergüenza que me oigan cantar, ya que no lo hago del todo bien...

- ¡No diga eso, señorita Lúmina! - replicó Luminamon desde el hombro de Junomon en donde estaba - Ahora que escucho su voz, me doy cuenta de que usted no solamente es a Elegida de JunoKazemon, sino que también es una gran persona. Una chica con una voluntad fuerte e invencible y que esta dispuesta a continuar a pesar de los obstáculos y las debilidades. Pero que usted, ambiciona para un futuro, ver lo que ha logrado con sus simples manos... ¡Me parece conmovedor su mensaje! Y su voz. .. su voz es algo que no debe siquiera pensar algo malo... ¡Su voz es cautivadora y hermosa! ¡Me canta poder oírla todos los oídas, pero es un verdadero gozo poder oír su voz cantando tan bella canción! ¡Por favor, me gustaría poder oírla más!

- ... - Lúmina se quedó en esa misma posición, hasta que Junomon volvió a hablar.

- Realmente tienes una voz linda. No deberías decir una crítica tan dura para ti misma. Yo creo que, con todo lo que te conforma, eres más que valiosa. Todo tu, en especial tu bella voz.

- ... ¿Eso creen?- volteó a ambas con algo de desconfianza.

- Es más que una simple creencia, - le habló Luminamon con mucha calidez y amabilidad - Es una verdad que debe de publicarse para todo el mundo.

- ... Muchas gracias a ambas - se quedó en silencio, esperando que su voz no la delatara de nuevo, y que en está ocasión se quedará en silencio. Pero su conciencia la atacó, y entonces ella no pudo contener sus palabras más tiempo - De hecho, la canción que estaba cantando, no termina ahí donde la deje. Tiene unas estrofas más...

- ... ¿Podemos oírlas? - preguntó Luminamon con inocencia.

- ... - Lu asintió con su cabeza, y volteó para mirar hacia Luminamon, y poder cantar la última parte de la canción.

Respiró profundamente, dejando salir un grueso y largo vaho, y entonces pudo seguir cantando. Con un poco de nerviosismo por su secreto recién descubierto, pero no le impidió seguir.

- En las noches donde abrazo mis rodillas, y las mañanas que empecé llorando... Me puse a pensar lo importante que... es para mi... - respiró hondamente y volvió al canto - La promesa que guardo en mi ser, juro que la cumpiré... La luz será la que me guiará... - dio una pausa y siguió - El tiempo es preciado para gastarlo todo llorando. Por eso yo prefiero sonreír junto a ti.

Una sonrisa marcó su rostro, y prosiguió.

- Sentimientos de amor hay en mi, la pasión de mi interior va a iluminar las estrellas al volar - Pero en esta ocasión, la sonrisa no era amarga; ahora estaba llena de absoluta confianza - Soy feliz de haber nacido, y de buscar mi destino. Mis sueños deberé poder lograr, sin temer, con mis manos...

Inspiró nuevamente, y sus siguientes palabras parecieron un grito de júbilo.

- Mis sueños van a ser el uniforme de luz que yo llevo...

...

- ¡Vamos, muévanse herreros!

- ¡Necesitamos esas armaduras listas para dentro de 2 semanas!

- ¡El plan de los Royal Lords ha de cumplirse!

- ¡Todo sea por la utopía infernal!

El grito a coro de miles de trabajadores demoníacos inundó lase calderas u zonas de Herrería que inundaban aquel paraje volcánico. La zona en donde estaban estallaba en calor; por el suelo de carbón del cual emanaban de vez en cuando exhalación es de humo y calor, junto con el aire asfixiante que sofocada la más mínima cantidad de oxígeno; a su alrededor, volcanes activos acompañaban el ambiente, dejando ver cantidades inmensas de humo que oscurecía la cielo, pero gracias a la magma del subsuelo y de sus copas el lugar estaba mas que iluminado.

Dentro de inmensos hoyos en el suelo, se encontraban grandes cantidades de herreros forjando armas y armaduras negras y plateadas, mientras que otros estaban excavando en el suelo para encontrar metal en él.

- ¡Muevanse, demonios del Inframundo! - en una fortaleza construida al borde de una montaña, se encontraba erguido un demonio que a simple vista lucía bastante poderoso, y su apariencia negra con aura a morada lo hacia más temible - Freseyormon-sama y Sataniamon-sama nos dejaron este encargo a nosotros, los habitantes de este anillo infernal... ¡Debemos cumplir con esta orden, para entonces participar con el honor debido en la conquista del Digital World!

- ¡Cómo usted ordene, Dark-Ogudomon-sama!

- Que interesante, señor Juez.

- ¿? - se volteó al oír la voz que provino a sus espaldas. Se encontró con Mephistomon, aquel que había sobrevivió a los Elegidos de JunoKazemon. Para cubrir su falta de piernas, llevaba una especie de silla de ruedas. De inmediato, el portentoso Digimons se mofó - Mephistomon. El Demonio Mayor que perdió las piernas para lograr salir con vida de la mano de los Elegidos de JunoKazemon, ¿Qué se te ofrece?

- Fui designado por mi Juez, Dark-Apocalymon-sama, para dirigir parte de la construcción armamentística y el entrenamiento militar que están llevando a cabo. Tengo aquí el permiso - extendió su mano hacia el Juez, y en ella apareció un cristal de color verde jade.

Dark-Ogudomon la tomó en sus manos, observó el contenido que este desplegó en una lengua muy extraña, y solamente sonrió, junto con palabras de susurro que solamente él escuchó.

- Parece que los Royal Lords y Dark-Apocalymon no quieren desperdiciar las manos que pueden tener disponibles... aún cuando manden a un lisiado al frente de las tropas. - guardo el cristal y se dirigió a Mephistomon - Bien, general, acompáñeme. Le mostraré cual será el ejército que usted comandará hacia la Ciudad Céntrica.

Dark-Ogudomon entró en la fortaleza, mientras que Mephistomon le seguía de cerca usando su silla de ruedas.

- Infórmeme, general Mephistomon - comenzó a hablar con alarde el Digimon - ¿Cuál fue el motivo por el que será parte de la diligencia en la conquista de la Ciudad Céntrica?

- Los Royal Lords no le dieron un motivo oficial a mi Juez, pero... él tiene sus especulaciones...

- Me gustaría escuchar las cosas que puede producir la mente de Dark-Apocalymon, sI no es mucha molestia.

- Especula que debe ser por los Elegidos de JunoKazemon, que se mueven on mucha libertad en el Digital World.

- ¿? Explíquese, general.

- Después de haber sufrido mi derrota, llegaron mensajes al castillo de que él equipo de demonios mayores, entre los que estaba mi camarada Gravimon y quienes eran los designados de espiar la fortaleza en la Ciudad Céntrica para conocer la mejor posición para comenzar la invasión, llevaban bastante tiempo sin reportarse. Su última comunicación fue cuando estaban a unos kilómetros del Desierto del Templo del Sol...

- ¿? ¿Los mandaron caminando hasta allá? ¿Tan crueles fueron sus Jueces?

- En realidad, yo estuve presente cuando los seleccionaron, y aunque les ofrecieron la semilla de la Oscuridad que creó Galvatronmon para la teletransportación efectiva, ellos insistieron en ir caminando, ya que esto podría ser una actitud más natural a que confiaron en ellos una vez entrarán en el castillo.

- Evidentemente, con la semilla de la Oscuridad del Royal Lord Galvatronmon-sama, podían moverse a unos días de la Ciudad, y entrar con esa naturalidad.

- Siempre fue terco y testarudo con sus pensamientos. El punto es que, al no saber nada de él, por un largo tiempo, se tiene la sospecha de que fue asesinado, y por su ubicación algunos creen que fueron los Elegidos de JunoKazemon.

- Sería lo más obvio de pensar. A menos que ande merodeando en el bosque algún justiciero, o un monstruo sin control.

- Además, gracias a los reportes de Orlyn Rose sobre la victoria en la Ciudad del Nacimiento, sabemos que hubo Elegidos involucrados en la ciudad, por lo que debemos tener precaución ante esto. Con ambos eventos, se tiene la sospecha de que en alguna de esas 2 Ciudades haya Elegidos de JunoKazemon. Por ello, Dark-Apocalymon-sama decidió enviarme a la misión, considerando que tengo experiencia con los Elegidos de JunoKazemon.

- Tienes razón. Tus piernas son prueba de ello - rápidamente, Mephistomon bufó con molestia ante ese comentario.

Avanzaron por el pasillo, el cual por su longitud parecía cruzar toda la montaña, hasta llegar a un balcón inmenso, hecho con piedras negras y completamente decorado. Ala bajar la vista por el balcón, se podía razón un gran valle, que se extendía unos cuantos kilómetros había el frente, en donde se podían observar aún más montañas volcánicas junto como sobre la que estaban.

En el valle, hasta el fondo, podían verse múltiples líneas que estaban formadas por múltiples almacenes, que parecían estar todo el tiempo activos. Frente a los almacenes, hilera tras hilera, habían cientos de demonios portando armaduras de prueba y llevando a cabo un entrenamiento militar rutinario: combate cuerpo a cuerpo, con armas, con escudos, en salas o pequeñas secciones que simulaban escenarios en el Digital World, entre muchas otras cosas. Dark-Ogudomon extendió sus brazos con orgullo.

- Contemple, general Mephistomon. Mi ejército designado de 200 000 demonios, llevando a acabo sus entrenamientos para lograr ejecutar la invasión de toda la Ciudad Céntrica. Todos estos demonios fueron desgnados de entre todas las líneas de infantería sobre los que tengo posesión, escogiendo a los 200 000 con características promedio.

- ¿? ¿Características promedio?

- Los mejores guerreros están aguardando para cuando se cumpla la utopía infernal, y comiencen a haber bastantes enemigos en el nuevo imperio demoníaco.

- Entiendo.

- Bueno, querido general. En un inicio estos 200 000 demonios serían dirigidos por algunos de mis Oscuros designados, los cuales deben estar ahora reunidos y discutiendo tácticas de combate o alguna estrategia. Pero, ante la decisión de Dark-Apocalymon respaldada por los Royal Lords, solo le puedo decir esto: le deseo suerte en su campaña de liderazgo, general Mephistomon.

- Muchas gracias, Dark-Ogudomon-sama. Okay, y.... me gustaría saber algo más... ¿Algún Elegido de la Oscuridad estará presente en la invasión?

- ... No soy conocedor de esa información, general. Los Royal Lords no me han informado nada al respecto, además de que escuche rumores por parte de Dark-Dorugoramon que en estos momentos la mayor parte de ellos se encuentran ocupados con misiones especiales, y que es muy probable que sigan con aquella actividad, por lo que considero que será muy posible que no estén presentes en la invasión.

- Ya veo...

- ¿Y, general Mephistomon, se puede saber la razón de su curiosidad?

- Solamente es eso, Dark-Ogudomon-sama. Mera... curiosidad...

Mephistomon se quedo observando el campo ante sus ojos, mientras que Dark-Ogudomon avanzó dentro de la dortaleza, hasta entrar a una sala repleta de generales militares.

- Bien, parece ser que me esperaron, Secret Generals.

- No podíamos continuar con la planeación de este golpe importante si usted ni estaba presente, Dark-Ogudomon-sama. - habló uno de ellos.

El Juez tomó asiento, y habló a los demás generales.

- Bien, la planeación de "La Ascensión" es algo realmente importante, como lo sabemos desde el hecho de que el Royal Lord Ancestral-Evolutmon-sama me pidió personalmente la planeación de esta táctica militar y la creación de esta junta secreta. Y bien... ¿En qué nos quedamos, Secret Generals?...

...

Una sombra se movía por la oscuridad, junto a un pequeño gato con alas que lo seguía de cerca. La luz de la luna iluminó a aquel muchacho, y se alcanzó a distinguir un mechón de pelo rojo entre una cabellera castaña, junto con un gato morado con alas de dragón que estaba volando atrás de él.

Caminaban apresuradamente por el bosque, hasta llegar a una pequeña parte del bosque que estaba al descubierto. Un pequeño círculo cubierto de pasto, que estaba libre de árboles en él; al contrario, los árboles eran quienes definían sus límites.

Agotados por el cansancio, los 2 caminaron hasta estar completamente rodeados por la luz lunar, y ambos se acostaron sanamente sobre el pasto. Suspiraron al mismo tiempo, dejando salir una nube de vaho, y miraron al cielo.

- Lúmina ya se escapó de su posición anterior, y no sabemos en dónde está ahora.

- Podríamos volver a revisarlo, y tal vez hallaríamos la dirección a la que se fue después del ataque de Daemon.

- Podríamos, pero... "Él" detectaría nuestro movimiento, y nuestro plan estará arruinado.

- Te entiendo, pero... - susurró un poco su compañero - Si queremos ayudarla, Tagiru, tenemos que encontrar en dónde está.

- Tienes razón. Pero, es más conveniente ir entonces a la base, buscar la información que necesitamos, y volver a este sitio.

- Pero, los demás sospecharían.

- No deberían. Les diremos algo como "La misión es complicada, necesitamos más recursos" o algo así para justificarnos.

- Suponiendo que pasemos esa primera defensa. Ahora falta la segunda: la contraseña de la computadora central.

- ... Mierda, lo había olvidado.

- Necesitamos esa contraseña para acceder al fichero y lograr localizarla. Pero, después de que tener burlaste de Jian, Koushiro, Thoma, los gemelos de cabello oscuro, y todos ellos, dudo mucho que ahora estén dispuestos a darte la contraseña.

- Mierda, tienes razón. Diablos, realmente no debí haber hecho eso - se lamentó el chico, como si estuviera haciendo un puchero. Entonces, su cabeza se encendió. - Ya se quién podrá ayudarnos.

- ¿? ¿Quién podría ser?

- Norn, la chica Yggdrasil... ella tendrá fácilmente acceso a la computadora central de la base, y me ayudará a tener el fichero, ¡Soy todo un genio, Gumdramon!

- Gran idea - comentó Gumdramon casi sin ganas - Pero, se te olvidó una cosa, genio. Lleva varios meses encarcelada por esos caballeros.

- ... Cierto... - volvió a pensar largamente - ¿Qué hay de Nene? Ella me quiere, y podría ayudarme a encubrirme.

- Hace más de 3 semanas que salió a investigar por su cuenta lo que ella dijo que sería el fin de la batalla.

- Tienes razón. Podríamos buscarla...

- No tenemos ni la menor idea de dónde está. Ni siquiera todos los chicos juntos han logrado saber un sitio específico de su paradero. Mucho menos nosotros 2 seremos capaces de hallar siquiera una pista de dónde estuvo.

- ... - Tagiru seguía pesando - ¿Qué tal Yuu?

- Yuu estuvo ocupado con el reabastecimiento de provisiones. Y es demasiado honesto: nos delataría.

- ¿Y sobre... Sayo? ¿La chica con su Dianamon?

- Ha estado enfrascada en la batalla contra los caballeros en la terminal Skuld desde que descubrieron nuestra jugada, por lo que no está disponible.

- ... ¿Y Barbamon? ¿O Daemon? Hace tiempo escuché que eran buenos con las computadoras.

- Dime por favor qué en serio no pensaste que sería buena idea meter a 2 Demon Lords a la base de los Elegidos.

- ... Diablos, tienes razón. - suspiró Tagiru - Me gustaría que Mirei siguiera con nosotros. Ella confiaba en mi, y nos podría ayudar a tener esos archivos.

- A mi también me gustaría. Pero, sabes que muerta no puede hacer mucho que digamos.

- ... ¿Y, tal vez... si vamos y les decimos la verdad?

- ¿Cuál de las 2? ¿Qué estamos pensando traicionar al grupo para ayudar a Lúmina Haato, quien se supone que es nuestra enemiga? ¿O que la perdimos de vista, y que necesitamos su ubicación, aunque eso implique que probablemente no vuelvan a confiarnos ninguna misión?

- ... Terrible idea - volvió a mirar al cielo, y concluyó - Al final tenemos 3 opciones...

- ¿?

- Una: salir a campo abierto y buscarla, aunque eso implique que tal vez algún demonio nos encuentre y nos quiera hacer algo, comprometiendo nuestra posición. Dos: regresar y buscar la manera de que nos den esos archivos, arriegando de igual manera nuestra posición. O tres...

- ¿Tres?

- Literalmente desobedecer nuestras órdenes, y liberar a Norn de los caballeros. Eso haría que su confianza en nosotros aumentara para que nos ayudará a desbloquear la computadora, además de que los demás Elegidos cambiarían su punto de vista sobre nosotros. Y así, sin tener algo de que acusarnos, nos dejarían regresar a esta misión con los archivos.

- ... La 3 suena bastante arriesgada. No tenemos evolución más allá del Superior Mode, los caballeros son bastante poderosos, y acudir a su ubicación será un camino bastante peligroso, sin contar que dado un punto de nuestro camino, ellos sabrían que iremos hacia allá y se prepararían para recibirnos - Después de su seriedad, una sonrisa se dibujó en su rostro - Me hiciste cambiar de opinión: me gusta la idea.

- Excelente. Hace algún tiempo que no peleábamos contra algún Digimon.

- Okey. No hay que demorarnos mucho... - el Digimon pensó algo, y se silenció con algo de vergüenza - Olvida lo que dije. Tenemos todo el tiempo del mundo.

- Bien Gumdramon. Sujétate de mi mano. Iremos a salvar a Norn...

ASFD

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