Capítulo XVI

- Creo que… sería buena idea quedarnos a descansar… - habló Lu, con tranquilidad.

- Pero… ¿Y Yuine? ¿No salió a investigar si es que había alguien allá afuera? - preguntó uno de los Digimons de la caravana.

- ¡Si! ¡Salió, y no ha regresado!

- Ya volví…

La voz serena de Yuine tomó a todos los Digimon, y al "grupo líder" de la caravana por sorpresa. BanchouLeomon se le acercó.

- ¿Qué ocurre? ¿Está todo bien?

- ¡Claro que sí! - exclamó Kudamon en el cuello de su compañera - Salimos a investigar un largo rato, pero no hay nada ni nadie cerca… Y el Digivice AE no marca que haya algún registro de que haya vida digital peligrosa en esa zona.

- ¿¡Vida digital peligrosa!? - preguntó asustada Sistermon Blanc.

- O sea… nada con lo que no podamos lidiar - comentó Yuine, sentándose en una rama alta - Estamos seguros en este lugar.

Los Digimons de la caravana entonces se pudieron calmar, y todos de inmediato comenzaron a recostarse y acomodarse en el pasto que aún estaba debajo de la sombra de los árboles.

- ¿Y bien? - le preguntó la chica a Lu - ¿Qué ocurrió mientras estaba fuera?

- Pues… Mi Digivice ya tiene el mapa para ir a la Ciudad Sagrada…

- ¿¡Qué!? ¿¡En serio!? - Lúmina le extendió a Yuine su Digivice, con la pantalla mostrando el mapa. Ella lo tomó, y comenzó a revisar la ruta - ¡Increíble! - comentó con bastante emoción - ¡Significa que llegaremos allá más rápido de lo que creíamos! - miró con emoción a la chica, pero esos sentimientos se fueron rápidamente cuándo vio que los demás Digimons estaban tomando la siesta - ¿Pero por qué no se mueven? ¿No se los has dicho?

- Ya lo saben… - comenzó a explicar Lúmina - Pero, será un viaje bastante largo. Decidí que vamos a descansar unas horas, después de todo lo que hemos tenido que correr en medio del bosque, aparte de que también vamos a prepararnos con más suministros. Los que logramos tomar del Castillo, y lo que hemos recolectado del bosque prácticamente está agotado, y será un largo viaje de aquí hasta la Ciudad Sagrada… a través de este inmenso desierto…

- Lo mejor que podemos hacer por el momento es prepararnos - continuó Blanc - Es la mejor opción que tenemos. Así, llegaremos mejor a la Ciudad Sagrada.

- Tienen razón - comentó Kudamon - Si quieren, puedo ofrecerme para comenzar a recolectar suministros…

- Yo te acompaño - de inmediato se ofreció Yuine, mientras le regresaba a Lúmina su Digivice - Eres muy pequeño. Alguien allá afuera podría llegar a confundirte con comida, y no regresarías…

- Eso es un comentario muy cruel… Pero tienes toda la razón.

- Yo también iré… - habló BanchouLeomon.

- ¡Nosotros también! - de inmediato se ofrecieron BanchouMamemon y BanchouGolemon, pero Yuine los detuvo.

- Por supuesto que no. La caravana necesita protección en estos momentos. Y, aunque no dudo en lo más mínimo de la capacidad de Lúmina para poder enfrentar alguna amenaza, será mejor si hay más manos que puedan ayudar.

- … - Lúmina en ese momento recordó cuando habían enfrentado a Daemon; cuando prácticamente se habían quedado sin manos para poder enfrentar al demonio, sino hasta que llegó BanchouLeomon para solventar la situación. La decisión de Yuine le pareció de lo más correcta posible.

- Tienes razón, Yuine… - dijeron los 2 del grupo BAN-TYO.

- Además… aún tiene que pagar por no haber estado presentes en la caravana, o cerca de ella, al momento en que un grupo de demonios, dirigidos por Daemon y Beelzebumon, se les ocurrió atacar a Lu y los demás.

- … Cierto…

- No quiero que lo vean como castigo - habló Yuine - Pero, por haber permitido tal cosa, se quedarán aquí, y no podrán combatir hasta nuevo aviso…

- … De acuerdo, Yuine… - los 2 de inmediato bajaron el semblante.

- Bien, nosotros salimos. - habló Yuine, y rápidamente fue seguida por BanchouLeomon. Ambos entraron al bosque, y desaparecieron de la vista de Lu y Blanc.

- Bien… - habló Lu - ¿A qué hora sería la más… adecuada, para salir de aquí?…

- Podríamos comenzar a avanzar en la noche… - comentó Blanc - Pero, honestamente, no sé que tan frío se vuelva ese sitio en la noche, por lo que no lo considero una opción viable. Conozco, por mi hermana, que los desiertos en la noche pueden llegar a ser muy helados.

- Pero, debemos decidir si salir en la noche, o cuando el sol se comence a ocultar - comentó Lu - Aunque… tenemos suficiente tiempo para decidir cualquiera de las 2 opciones. Podemos indagar un poco, y saber que decidir.

- ¡Se… Señorita… Lúmina!

Blanc y Lu se volvieron hacia la dirección del desierto, y vieron que, entrando al bosque, se hallaba Luminamon.

- ¡Luminamon!

Rápidamente, en cuanto entró al sitio y llegó hasta ellas, la pequeña Digimon se desplomó hacia el suelo.

- ¡! - rápidamente reaccionó Blanc, y tomó a la Digimon en sus manos. Entonces, puedo sentir todo lo que tenía la Digimon: su cuerpo estaba bastante caliente, por haber estado debajo del sol por tanto tiempo, y también sintió que estaba empapado de sudor. Su carita estaba bastante sonrojada, y su cuerpo temblaba de vez en cuando.

- Señorita… Lúmina… - habló levemente Luminamon - No pude… medir la distancia… ¡Es mucha!

- ¿? ¿La distancia? - como Lu no había prestado suficiente atención a las palabras de la Digimon, debido a que estaba revisando el mapa a la Ciudad Sagrada, no tenía ni la menor idea de lo que se refería Luminamon.

- Si… - Blanc le susurró en el oído de la chica lo que había pasado, y ella rápidamente entendió la situación.

- ¡! ¡La distancia! - volvió su vista a Luminamon - Bueno, creo que de principio eso es una tarea bastante difícil… ¡Pero agradezco el esfuerzo que mostraste! ¡Ahora, puedes descansar!

- G-Gracias… - habló Luminamon, con bastante cansancio. Cerró sus ojos lentamente, lo cual asustó mucho a Lúmina.

- ¿? ¿Luminamon? ¡Reacciona!

- ¡Tranquila! - habló Blanc, aún con el cuerpo de la Digimon en sus manos - Estoy sintiendo su respiración; aún está viva. Pero… supongo que le dio un golpe de calor por haber salido al desierto tan apresuradamente…

- Ya veo… - rápidamente se tranquilizó la chica, y se sentó en un árbol - Me siento nos por no haberle hecho caso… ¿Hay alguna forma en que pueda curarla?

- Creo que si… - habló levemente Blanc - Creo que el Digivice AE tiene una función para curar…

- ¿? ¿Qué?

- Déjeme ver - Lu le extendió el Digivice a Blanc, y ella, con una mano, comenzó a tocar los botones, buscando alguna opción que logrará su cometido - ¡! ¡Aquí está! - le extendió el Digivice a Lu, el cual mostraba en la pantalla una especie de cámara, por la cual todo a lo que estaba apuntando se mostraba de color verde - Apunta la cámara a Luminamon, y entonces te aparecerá una frase en la pantalla. Dila en voz alta, y podrás curarla…

- Veamos… - apuntó la cámara a Luminamon, quien estaba en las manos de Blanc, y una frase apareció de inmediato en la pantalla. Entonces, Lúmina la dijo con voz firme - Recarga Binaria: Salud. Nivel 1.

Una leve aura de color verde rodeó a la Digimon, quien apareció en la cámara de su Digivice. La misma pantalla le mostraba el procentaje de vitalidad que tenía la Digimon (aparecían en la pantalla un total de 78%, lo cual sorprendió a la chica) el cual aumentó, conforme pasaba el tiempo en que Luminamon estaba iluminada por la aurora, hasta que, tras largos minutos, llegó su barra al 100%.

Después de ello, la chica apagó su Digivice, y pudo ver qué el estado en el que se veía Luminamon era, definitivamente, mucho mejor a cómo estaba hace unos segundos.

- Entonces… Parece ser que el Digivice es capaz de curar heridas…

- ¡En efecto! - hablo Blanc - Mi hermana pensó que sería una gran idea incluir una funcionalidad tan vital que podría definir la balanza de una batalla.

- Entonces, explícame algo… - Lúmina miró con una curiosidad bastante… amenazante, a la Digimon - ¿Por qué no me habías dicho de esto desde el inicio?

- Oh, es que… - Blanc comenzó a emitir un poco de sudor en su cabeza - C-Cuando estábamos varadas en el Castillo, y comenzaste a conocer tu Digivice… C-Creí que habías encontrado eso… Además, me había olvidado de aquella función hasta que Yuine mencionó que usó aquello cuando encontró a May y mi hermana…

- … Entiendo… - habló Lu, poco convencida, mientras su cabeza pensaba en otras cosas « ¡Blanc me ha demostrado ser alguien muy despistada! ¿Qué otra cosa se le ha olvidado acerca del Digivice… O, incluso, de nuestra misión… ? » - Bien, usaré esto para curar a los BAN-TYO.

- Si quieres… - habló Blanc - Aunque, te tardarás mucho tiempo.

- ¿? ¿En serio?

- El Nivel de está Recarga Binaria depende de qué tanto tiempo he usado mis evoluciones, o algo así me explicó mi hermana. El punto es que con el nivel más bajo, Nivel 1, te tardarás mucho tiempo en terminar de curar a los BAN-TYO, que son Digimon… "bastante grandes".

- Okey… De todos modos. No quiero que nuestros… compañeros, estén heridos todo el tiempo…

- Está bien… - concluyó Blanc, mientras se sentaba en el pasto - Yo trataré de ver la manera en que podamos ir a la Ciudad Sagrada, y cuándo deberíamos comenzar…

- De acuerdo… - le respondió, por última vez antes de dirigirse a los del grupo BAN-TYO.

El frío de la noche comenzó a recorrer su cuerpo, de modo que rápidamente se despertó. Miró a los lados, y en cuanto sus ojos se acostumbraron a la oscuridad realmente densa que emanaba la noche, se dio cuenta de qué estaba en un lugar completamente distinto a lo que haya visto en el tiempo que llevaba en el Digital World.

Respiró profundamente, un poco preocupada por la situación en la que estaba. Entonces, pudo vislumbrar como una pequeña nube de niebla se formaba desde su boca. Trató de moverse un poco, para liberarse de la posición incómoda en la que estaba; este movimiento hizo que confirmara el hecho de que se hallaba en una especie de pequeño desierto, pues sintió como debajo de sus piernas dobladas se movía la arena fría y seca. También sintió que tanto sus brazos como sus manos amarradas con unas cuerdas gruesas y bastante frías. Trató de mirar hacia ellas, pero la oscuridad que formaba su sombra no le dejaba ver bien las cuerdas. La luz de la luna era bastante débil, aunque sorprendentemente era capaz de ver las enormes piedras que estaban enfrente suyo.

Volvió a moverse, tratando de liberarse del agarre de las cuerdas, pero evidentemente era un movimiento bastante inútil. El agarre de las cuerdas era bastante fuerte, lo cual sorprendió bastante a la chica.

Escuchó pasos detrás suyo, y de inmediato se alarmó. Trató de hablar, pero también sintió algo que estaba reteniendo sus labios. No sentía que fuera alguna clase de adhesivo, pero si que esa bastante fuerte. Volvió a moverse, de manera bastante inútil, mientras que los pasos en la arena subían de volumen, lo cual indicaba que se acercaba alguien bastante rápido.

Un par de minutos después, sintió cómo los pasos movieron la arena que estaba detrás de ella, junto con la sombra de alguien que cubrió la luz que le alcanzaba a ella, y su instinto de inmediato le dijo que había alguien detrás suyo. Volteó de inmediato, y solamente se encontró con aquella capa negra que había visto hace… ¿Hace cuánto fue eso? ¿Horas, días, semanas…? Lo recordaba lejano, además de que no tenía ni una sola referencia temporal para saber cuándo es que estaba ocurriendo todo eso. Levantó la vista, y vio a aquel ser con su capa negra y desgastada, junto con la capucha negra que emanaba una completa y aterradora oscuridad que daban deseos de morir.

La chica se asustó, y se levantó de su sitio, tratando de no caerse en el intento de levantarse sin usar sus manos. Se alejó un par de pasos de aquel ser, y lo miró con miedo. A pesar de que… algo dentro de ella le decía que conocía a aquel ser, su consciencia le decía que evidentemente nunca lo había visto, a excepción del momento en que fue capturada por él a mitad de la batalla que estaba librando contra los Elegidos de la Oscuridad.

- ¡! - trató de hablar, o gritarle, pero entonces recordó que no podía hacerlo.

- Nnio toerogouk… Hikari keioshk… - habló a modo de susurró el ser, mientras extendía sus manos hacia la chica y caminaba levemente hacia ella.

Por el otro lado, Hikari solamente lo miró con sorpresa. Pero… No era una sorpresa que alguien emanaba al ver a una nueva persona en su vida, o al escuchar un idioma nuevo y, obviamente, muy inentendible. La sospresa de sus ojos era de otro tipo… un tipo de sorpresa que, en teoría, ella no debería de haber expresado.

- ¿? - la confusión en su mirada también era de aquel tipo que no debería tener. El ser llegó hasta ella, y usando su mano, cubierta por un guante metálico que, bajo la luz de la luna, emanaba un leve brillo plateado y dejaba de lado las muestras de suciedad, corrosión, oxidación y desgaste que tenía, tocó los labios de la chica, los cuales de inmediato se liberaron. Ella respiró por su boca profundamente, y de inmediato dijo sus primeras palabras: primeras palabras que ella no debería de haber dicho… - ¿Qué fue… lo que… dijiste?…

- Nnio toerogouk… Hikari keioshk…

- ¿? ¿¡"M-Majestad"!? - las palabras de Hikari estaban llenas de temor. Pero, de inmediato su tono de voz cambió drásticamente - ¡S-Si es así, te exijo que me sueltes!

- Nnio kanarack… Oriae morishion muuruukuur phromishghue… - caminó hasta la chica y la tomó de las cuerdas.

- ¿? ¿Una promesa? ¿De qué diablos hablas?

- … - en silencio comenzó a caminar, mientras llevaba a la chica a lento paso hasta las ruinas. Entraron en ellas, y comenzaron a zigzaguear, esquivando las enormes piedras, bloques de metal, cristales, estatuas destruidas, ventanales y telas desgarradas (y evidentemente mostrando el desgaste del tiempo).

Caminaban a paso lento, el cual solamente era acompañado por el sonido de las pisadas en la arena tanto de aquel ser como de Hikari. La chica, debido a ese paso tan lento, entonces pudo observar detenidamente las ruinas que le rodeaban. Distinguir que algunas de aquellas estatuas, las que aún mantenían su forma a pesar de todos los escombros y devastación que presentaba el sitio, tenían forma de ángeles como… con alas y auras de fuego.

Hikari estaba bastante sorprendida, pero simplemente permanecía en silencio mientras observaba el lugar, y era llevada por aquel ser.

- ¿A… dónde vamos?…

- Oriae muuruukuur krogofrigje… Kyubu…

- ¿¡ !? ¿¡Qué dijiste…!? - los ojos de Hikari pasaron rápidamente a mostrar un profundo miedo y terror; algo que la chica nunca había mostrado en su vida - ¿¡Qué vas a qué!?

- … - en silencio siguió avanzando, pero Hikari repetidas veces se retorcía, con tal de liberarse del agarre que le ocasionaba el ser.

- ¡Por favor suéltame! ¡Te lo ruego! ¡He vivido con eso por años; apenas pude someterla, y no estoy dispuesta a dejarla salir! ¡No te lo permitiré! ¡¡No!! - movía sus piernas, a modo de enterrarlas en la arena para frenar el avance del ser fantasmal; trataba de tirarse al suelo para aferrarse a una piedra, y también trataba atorando sus piernas en algún agujero de una roca, escombro o lo que estuviera al alcance, para evitar que siguiera avanzando.

Pero, a pesar de que se moviera, detuviera, retorciera tanto como podía, simplemente no podía detener el avance de aquel fantasma. No lograba, por ningún medio, detenerlo para evitar que hiciera lo que sea que fuera.

- ¡Escúchame! ¡Por favor, detente un segundo a escucharme! - exigía, mientras notablemente se notaba el cansancio que su cuerpo comenzó a sentir, debido a no haber comido alimentos por mucho tiempo y por estar esforzándose demasiado para detenerlo - N-No sabes lo que hablas… ¡No sabes lo que vas a hacer! ¡No tienes ni la menor idea de lo que estás a punto de hacer! ¡No sabes a lo que te vas a tener que enfrentar! Yo he vivido con ello prácticamente toda mi vida… ¡Sé perfectamente que lo que más nos conviene es no hacerle nada! ¡No solo para ti y para mí; incluso la integridad de miles podría desaparecer! ¡Por favor, suéltame y termina con esta estupidez!

- Oriae… phisirettu… Oriae iligtirig argeki…

- ¿Q-Qué?… - sus ojos se llenaron más aún de miedo - ¿Y-Ya lo sabes? ¿E-Entonces… p-por qué…? ¿¡Por qué vas a hacer esto!? ¿¡Por qué!? - las lágrimas comenzaron a correr por sus ojos, mientras nuevamente pataleaba de manera inútil para librarse - ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué!? ¿¡Quién carajos te informó sobre esto!? ¡¿Quién te mandó a tal atrocidad!? ¿¡Por qué lo vas a hacer!?

- … - siguió el ser en silencio, hasta que llegaron a una pequeña sección que aún estaba intacta (en el sentido de que las ruinas aún sostenían de manera "firme" la mayor parte de aquel sitio); parecía una especie de cuarto circular, el cual tenía un techo esférico, aunque no era posible definirlo del todo bien por el pésimo estado en el que estaban las ruinas.

El fantasma tomó a Hikari, quien total y visiblemente cansada solo pudo seguir el camino que dirigía aquel ser. Éste, por su parte, se alejó unos 5 metros, mientras tomaba su espada, metálica, sucia, desgastada pero notablemente bastante afilada, y enterró la punta en el suelo.

- … Por favor… escúchame… - comenzó a hablar Hikari, con todo el esfuerzo que aún conservaba, mientras sus lágrimas corrían por sus ojos abundantemente - He vivido con esto… toda mi vida. Conozco toda… toda la maldad que puede existir. Todo a su antojo, solamente para divertirse… - las lágrimas eran ríos largos - Y-Yo he sufrido mucho por ella… me ha generado mucho dolor y sufrimiento, dirante años, solo para reírse y burlarse de mi…  N-No quiero esto… Por favor, no quiero volver a vivir todo eso… Y no quiero que nadie más la viva… - sus ojos se dirigieron al ser - P-Por favor, no lo hagas… Te suplico que no lo hagas…

- … - el ser solamente observó atentamente a Hikari. Y, después de unos segundos, bajó su mirada con un sentimiento de pena - Lo siento, Majestad… - habló con una voz áspera y más gruesa que la que tenía hace unos minutos.

- Entonces sí hablas mi idioma… Que bueno saberlo… - ella cayó de rodillas, dirigiendo su rostro al suelo y cerrando sus ojos para no sentir… aquello que estaba a punto de ocurrir…

- Tamashii… ijekutaa… - extendió sus manos hacia Hikari, y entonces comenzó a emanar de ella un aura de un color negro bastante oscuro, con toques de rojo escarlata, los cuales emanaban un sentimiento de maldad.

Hikari comenzó a retorcerse del dolor que sentía recibir aquello, mientras sus ojos lloraban bastante para tratar de expulsar todos sus sentimientos.

« T-Tsuyo… » Aún en aquellos momentos, su mente solamente podía fijarse en él « Espero… que pueda volver a verte… Después de esto… »

- ¡Royal Saber!

Un poderoso ataque de una lanza de energía destruyó las ruinas que estaban sobre Hikari, lo cual hizo que el fantasma terminara con su "hechizo", al tiempo que la aura oscura que posaba sobre Hikari desapareció completamente, y el dolor en su cuerpo también.

Sorprendido, el fantasma volteó hacia la dirección del ataque, y se encontró con su escenario bastante indeseado: un par de Digimons grandes y atemorizantes. Uno era un caballero blanco, con un enorme escudo dorado, en su espalda una capa roja, y su mano derecha sustituida con una lanza hecha de energía luminosa. A su lado, una mujer con una extraña armadura blanca con amarillo que recordaba a un zorro, y una especie de báculo dorado en su mano. Ambos, estaban en posiciones ofensivas apuntando sus armas hacia el fantasma.

- Debiste haber dado en el blanco, cariño… - habló la mujer hacia el caballero, sin dejar de mirar al fantasma y a Hikari.

- Si dábamos en el blanco, esto terminaría muy rápido… Y sé perfectamente que a ti no te gusta eso…

- En eso tienes razón…

- ¡! Arkadi arrandki… ¡Nnio naphar khargrpaal Hikari keioshk!

- … - Hikari alcanzó a escuchar las palabras del fantasma, mientras comenzaba a incorporarse lentamente - Tienes que estar… jodiendo…

- Veamos… No podremos contra ese maldito fantasma en nuestras condiciones… - habló el caballero - Lo único que podemos hacer es distraerlo lo suficiente para eliminarla…

- Podemos combatir y hecharlo de aquí. Tengo fe en ambos.

- La vez que les pateamos el trasero, a todos, no se detuvieron de perseguir a Juri… Si así fueron aquella vez, no creo que quiera separarse de ella.

- Tienes razón… Había olvidado que casi perdemos a Juri…

- Bien. Entonces, ¿Cómo nos separamos?

- ¡! - lanzando un aullido parecido a los gritos de muerte que emitía una mujer en sus momentos más dolorosos, el fantasma empuño su espada y se dirigió hacia los 2 guerreros.

- ¡Nos separamos en un solo equipo! - ambos guerreros corrieron a toda velocidad hasta llegar frente a frente contra el fantasma.

El choque que se generó por sus armas dio como resultado una onda de choque que se extendió a varios metros de radio, haciendo colapsar fácilmente a todas las ruinas en las que estaban. Del mismo modo, una enorme piedra estaba a punto de caer sobre Hikari, quien estaba de rodillas en el suelo jadeando por el total cansancio que sentía su cuerpo. Ni siquiera fue capaz de escuchar cómo unos escombros estaban a punto de caer sobre ella.

El fantasma, al escuchar los escombros a punto de caer sobre Hikari, dio un poderoso empuje con la espada, de modo que alejó a los 2 guerreros frente suyo, y rápidamente corrió hacia la zona de Hikari. Con un rápido movimiento, el fantasma tomó a Hikari del abdomen, y corrió a un lado seguro, así evitando que algo le pasara a la chica. Finalmente, se paró de forma decisiva, dejando a Hikari en la arena fría, y volviendo a empuñar su espada con determinación.

- Si que tienes razón… esa escena acaba de confirmarlo… - comentó la mujer.

- Ruki, abriré una puerta… ¡Atenta! - el caballero apuntó la cara de su escudo hacia el fantasma - ¡Final Elysian!

Un potente rayo de energía fue lanzado de su escudo, el cual rápidamente fue detenido por el fantasma con tan solo la punta de su espada. Pero, la potencia era tal que logró hacer que el fantasma, aunque enterró sus pies en la arena, terminó varios metros lejos del lugar dónde se había quedado.

El fantasma resistió bastante bien el ataque, mientras el caballero ponía todas sus energías para mantener ese ataque.

- … ¡Sakuyamon X! ¡Ahora!

- ¡! - el fantasma observó cómo la llamada Sakuyamon X corría hacia la posición de Hikari, quien estaba tirada en el suelo, invadida totalmente por el sueño. El fantasma reaccionó, y concentró energía oscura en su espada - ¡All Darkness!

De su espada, surgió un monstruo de materia oscura, que comenzó a devorar ferozmente la técnica del caballero. Él rápidamente se dio cuenta de eso, junto con el hecho de que entre más devoraba, el monstruo se volvía más grande.

- Un Shademon… ¡Hace mucho no veía uno! - saltó hacia atrás, mientras el Digimon Shademon comenzaba a lanzar ataques aleatorios al caballero - ¡Pero no es asunto para mí! ¡Royal Saber!

Mientras ambos atacaban, el fantasma flotó rápidamente hacia la posición de Hikari, y usando su espada, dio una estocada al suelo para hacerle daño a Sakuyamon X, quien estaba a unos pocos centímetros de la chica. La Digimon rápidamente se dio cuenta del movimiento del fantasma, y entonces retractó su movimiento, retrocediendo. La espada logró rozarla; solamente le cortó unos 3 cabellos, mientras que su piel sintió levemente el frío que emanaban el arma de aquel ser.

- Entonces, no me dejarás pasar… - habló divertidamente Sakuyamon X, mientras tomaba su báculo y retrocedía otros tantos metros - Tengo que exterminar a esa chica, sin importar lo que cueste. O, al menos, lo que sea que tenga…

- ¡Nnio arkadi grrpass! - puso su espada hacia el frente, mientras se ponía en posición ofensiva.

- Vero que le tienes mucho afecto, o lo que sea… Aún cuando sea una amenaza - elevó su báculo - ¡Izuna!

Del báculo dorado en sus manos, aparecieron 4 espíritus formados de DigiSoul con colores diferentes casa uno. Los cuatro se pusieron en posición defensiva, mientras el fantasma levantaba su espada.

- ¡All Darkness! - de su espalda, surgieron otros 4 Shademon igual al que estaba teniendo una pelea fuera contra el caballero.

- ¡Ahhhh! - Sakuyamon X corrió hacia el fantasma, seguida de sus espíritus zorro, mientras el ser hacia lo mismo con sus 4 Shademon.

Al momento de encontrarse, los 5 comenzaron a intercambiarse golpes (los espíritus contra los Shademon, y Sakuyamon X con el fantasma), mientras en el viento salían varias ráfagas de viento, debido al choque de armas que tenían los combatientes.

- … - Hikari estaba inconsciente en el suelo, completamente ajena a lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Uno de sus dedos tenía un leve espasmo de vez en cuando, lo que indicaba que, a pesar de estar en su límite, aún permanecía viva.

- ¡Arrgh! - Sakuyamon X lanzó un fuerte golpe con su puño a la capucha del fantasma, haciendo que perdiera el equilibrio - ¡Ahí! - con su báculo, lo usó como si se tratara de un bate de béisbol, y golpeó muy fuerte al fantasma, tal que logró arrojarlo varios metros lejos.

- ¡Ruki! ¡Te lo dejó! - lanzó otra estocada hacia el enorme Shademon que tenía enfrente, logrando cortar un pedazo del Digimon, el cual rápidamente lo regeneró - ¡No tenemos mucho tiempo!

- ¡Allí voy! - con su báculo, lanzó un poderoso golpe a la arena en dónde estaba Hikari.

- ¡! - el fantasma vio cómo Sakuyamon X, al tiempo que los Shademon que peleaban contra los espíritus de la Digimon se veían en severos problemas.

Pero…

- ¿? Qué divertido…

ASFD

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