Capítulo VIII

Tsuyo y los demás despertaron a la mañana siguiente; todos se veían muy bien descansados, y de hecho despertaron de buen humor, al igual que Coronamon.

- Buenos días chicos. - habló Tsuyo con palabras que rebosaban de mucha alegría y calma - ¿Qué tal durmieron?

- ¡Increíblemente bien! - comentó Gabumon, saliendo del Digivice de Merrick - Hace muchos años que no dormía tan bien como esta vez… ¡Fue realmente espectacular!

- ¡Ni que lo digas! - le respondió Coronamon al Digimon, mientras salía del Digivice AE de Tsuyo - ¡Fue realmente una excelente noche!

La única que no había disfrutado del todo la noche y que más lo estaba mostrando en la mañana era Akari, después de haber visto a esos… jinetes negros andar por el camino de piedra que ellos están a punto de transitar. Sin embargo, cuando se asomó por la hierba y confirmó que en el camino ya no estaban, su humor aumentó un tanto.

- ¿? ¿Akari?

- ¡! Si fue una buena noche… - concluyó la chica, mientras se estiraba un poco.

- Bien, siganme por favor - les indicó Gabumon, cambiando de repente el semblante feliz por uno más serio.

Los chicos, un poco angustiados por el tono en que dijo aquella palabras, le siguieron, junto con los Digimons. Una vez que se situaron en el camino de piedra, todos miraron atentamente a Gabumon.

- Bien… ¡Escúchenme bien! A partir de ahora, las cosas cambiarán…

- ¿?

- Debemos actuar, todos, más serios, firmes y en especial unidos. - esto último lo dijo enfocando su mirada en Coronamon - No sé por cuánto tiempo, pero lo que sé es que ahora seguiremos este camino de piedra, el cual nos llevará a JunoKazemon…

- ¿En serio? - Tsuyo y Merrick preguntaron con curiosidad.

- Si: nuestra hermana, después de que decidió poner su Castillo en el Digital World, quería ser una figura divina que le transmitiera a los Digimons nuestra preocupación y afecto hacia ellos. Por eso, ordenó a algunos de sus siervos a construir por todo este bosque, y en gran parte del Digital World, estos caminos de piedra, los cuales guiarían a los Digimons, ya sea que estuvieran enfermos, heridos, discriminados, siendo atacados o perseguidos, hasta la seguridad, comodidad y protección del Castillo de JunoKazemon.

- Ya veo. Entonces… siguiendo estos caminos…

- ¡Llegaremos al Castillo de JunoKazemon! - exclamó felizmente Gabumon - Y no solo eso… Una vez que estemos allá, y que JunoKazemon nos de más indicaciones sobre nuestra misión, podremos entonces comenzar nuestro ataque para destruir la maldad y oscuridad del Inframundo Digital, recuperar nuestro Reino, y finalmente darle la paz que necesita nuestro mundo.

- Ya entiendo, pero… - comenzó a explicar Merrick - ¿No es peligroso que estén estos caminos de piedra muy… accesibles? Digo: nosotros pudimos entrar con mucha facilidad, y no parece que este camino este protegido o algo así… ¿No existe la posibilidad de que los demonios, o alguien malvado aparte de ellos, haya seguido el camino con el propósito de pelear y vencer a JunoKazemon?

- Si, existe la posibilidad - está vez continuó Coronamon - ¡Pero, ese Castillo está hecho con mineral Fanflong!

- ¿? ¿Mineral Fanflong?

- Un metal bastante abundante en el Digital World. - comentó Gabumon - Ese mineral es bastante usado por los Digimons para crear armaduras, armas…

- ¡O fortalezas como el Castillo de JunoKazemon! - continuó Coronamon - ¡Ese Castillo es tan resistente, que ni todo el ejército demoníaco sería capaz de atravesarlo!

- Y no solo eso. - continuó Gabumon - JunoKazemon es parte de las 15 Divinidades… ¡Es capaz de pelear y defenderse por sí misma!

- En eso tienes razón. - apareció de repente Gaomon detrás de los Elegidos, asustando a los chicos. Pero, entonces habló con tono más serio - ¿Podemos avanzar hacia el Castillo, o seguirán hablando de varias cosas sin "sentido"?

- Gaomon tiene razón; ¡Vayamos al Castillo!

- Y bien… ¿Cómo sabremos a qué lado ir del camino?

- Fíjense bien en estas piedras…

Gabumon señaló unas piedras que estaban en el suelo, y los Elegidos enfocaron su atención en ellas. Aunque en un principio solamente veían piedras, tras un largo rato de observación, lograron entonces distinguir que las piedras estaban colocadas de forma que apuntaban hacia lo que sería el "sur".

- ¿Ya lo vieron? ¿Las fechas?

- … Algo así… - comentó Tsuyo - Parece que están acomodadas… apuntando hacia un lado del camino…

- ¡Es cierto! ¡Las piedras apuntan hacia la dirección a seguir para ir al Castillo de JunoKazemon!

- ¡Excelente! ¡Entonces vayamos de una vez!

Los Elegidos, acompañados de sus compañeros Digimon, comenzaron a caminar en dirección de las fechas de piedra, y así comenzó su segunda caminata hacia el Castillo de la Diosa JunoKazemon.

- ¿Realmente este es el sitio donde KaiserGreymon estaba peleando?

- Absolutamente Kingu. El olor que deja en dónde sea que esté es realmente penetrante.

Kingu y Dobermon se hallaban en el sitio en dónde hace varios días KaiserGreymon había peleado contra el grupo de Tsuyo. Podían ver perfectamente todo el daño que había ocasionado el combate: los árboles de alrededor estaban completamente quemados ya sea en pedazos de carbón pequeños y aún clavados en el suelo, o en cenizas que estaban regadas en el campo.

Algunos árboles lejanos a la zona de combate estaban rotos de las puntas, ya sea parcial o totalmente, que fue el momento en que Jupitermon lanzó su Wide Plasment para tratar de derrotar a KaiserGreymon, logrando tan solo lanzarlo varios metros lejos del campo.

Aproximadamente, aquel campo tenía un radio de unos 15 metros, y se podía aún oler fuertemente la pestilencia de bosque quemado. Lo bueno era que los ataques de ambos se quedaron en el sitio, evitando así arrasar con más partes del bosque.

- Bien. Tienes identificado el olor de KaiserGreymon… ¿Pero puedes identificar los demás? KaiserGreymon había dicho que eran unos… 3 Elegidos…

- Puedo… encontrar los olores humanos…

- ¿¡ !? ¿¡De los Elegidos!?

- No. Me refiero a los Digimons que venían con ellos: Coronamon y Gabumon. Ellos pertenecen, cómo se llaman a su mismos, a la orden de parte humana. Y… se diría que yo también estoy en ese lado…

- Ya veo, ¿Pero si puedes identificar a los Elegidos?

- Ten calma, Kingu - le contestó de manera tranquila - Encontrar olores nuevos en un campo de batalla quemado no es tan fácil como parece… pero si puedo identificar que hay cosas nuevas para mi nariz. Tal vez sean ellos… Además… - siguió oliendo en el aire - Parece ser que la información de KaiserGreymon si es fidedigna: puedo detectar un tercer olor de Digimon dentro de este ambiente…

- ¿Acaso… te refieres al Dorulumon que mencionó en el informe?

- Afirmativo - siguió oliendo el Digimon - Hubo un Dorulumon por aquí, al tiempo que se dio la pelea… Realmente me impresiona que un simple Dorulumon haya tenido la valentía y el coraje de pelear cara a cara contra KaiserGreymon.

- Pues… había dicho que era fuerte. Y parece ser que así es…

- Pero… estoy oliendo algo más… - Dobermon miró a su alrededor con un toque de sorpresa - ¿Acaso… es Gaomon?

- ¿? ¿Quién es Gaomon?

- El… compañero de Gabumon. La otra parte de la divinidad de JupiterWisemon…

- ¿Eh? Eso no lo había dicho KaiserGreymon en su informe.

- ¡Lo sé! ¡Argh! - se quejó amargamente Dobermon - Maldito dinosaurio… ¡No nos dijo sobre su presencia! Si Gaomon está metido en esto, será más difícil encargarnos de ese grupito…

- Bueno, tú eres fuerte y me tienes a mi de compañero. Seremos capaces de pelear contra ellos… Pero como sea, ¿Tienes forma de localizarlos? ¿O de saber hacia donde se dirigieron?

- Déjame ver… - el Digimon comenzó a merodear por aquella área quemada, oliendo en las orillas que chocaban con el bosque. Después, se quedó en un lado fijo y comenzó a oler con más entusiasmo. Al final, soltó una sonrisa - Si… Es por aquí… ¡Por aquí se metieron! ¡Sígueme Kingu!

- ¿En serio? ¿Siempre que estamos caminando por largo tiempo tenemos que estar en silencio?

El grupo de Tsuyo llevaba moviéndose un largo rato durante el camino de piedra, sin notar alguna señal de que se estuvieran acercando al tan mencionado Castillo.

Pero, todo su trayecto lo estuvieron haciendo en silencio casi absoluto, a excepción de todas aquellas veces que Akari, o alguno de los chicos, detenía el viaje para ir al baño. Se sentaron un par de veces a comer algunas cosas que cargaban, y siguieron su viaje. Pero todo en silencio.

Ahora mismo se encontraban sentados en el suelo, reposando un poco para recuperar sus fuerzas, las cuales seguían gastándose tras una media hora de caminata.

- … Pues… - comentó Merrick ante el comentario de su compañero bestia Gaomon - ¿Qué podemos decir?

- ¡Pues platicar entre ustedes! ¡O todos nosotros! ¿Acaso nos conocen a nosotros sus compañeros Digimon? ¿O se conocen entre ustedes cómo Elegidos?

- Pues… sabemos nuestros nombres, y quienes son nuestros compañeros Digimon… - comentó inocentemente Akari.

- … O sea, esas son cosas básicas… - respondió Gaomon - ¿No conocen nada más entre ustedes?

- Pues… - los chicos y los Digimons se miraron entre ellos - ¿Qué más podemos conocer?…

- ¡Cosas básicas de ustedes! - Gaomon se alteró un tanto, lo cual sorprendió a los chicos. Gabumon explicó entonces ese comportamiento, estando sentado sobre la pequeña muralla que dividía el camino de piedra del bosque.

- Gaomon es un Digimon que le gusta… conocer a profundidad a sus amigos y allegados… Así que le desespera la idea de que no se conozcan entre ustedes.

- ¡Siempre has sido así, Gaomon! - comentó Coronamon con algo de molestia - ¡Pero no necesitamos conocernos tanto tan solo para pelear contra el Inframundo Digital! ¡Solo necesitamos conocer quienes son nuestros amigos, y quienes nuestros enemigos!

- ¡Conociéndose entre ustedes pueden saber sus debilidades y fortalezas! - replicó Gaomon - ¡Y con eso podemos trabajar juntos para sacar el mayor provecho posible entre nosotros! ¡Es información vital, tanto para ayudarnos como para protegernos!

- ¿Quieres saber algo de importancia entre nosotros? ¡Bien! - gritó Coronamon con algo de molestia, al tiempo que señalaba a Tsuyo - ¡Tengo un compañero que le gusta ayudar a todos sin importar qué tantas consecuencias pueda traer!

- ¡Oye!

- ¡Y gracias a eso pudimos habernos retrasado en nuestra larga caminata para ir al Castillo de JunoKazemon! ¡Además, prefiere no pelear y solamente hablar con el enemigo!

- ¡Hey! ¡Eso no es para nada malo! - respondió Merrick ante las palabras del Digimon - Al contrario, puede ser bueno hablar para llegar a negociaciones que beneficien 2 partes, y así evitar un conflicto innecesario…

- ¿Cómo qué? ¿Hablar con los demonios para que dejen de lado sus planes? ¡Eso no va a pasar! ¡La única forma de que los detengamos es destruyéndolos!

- Oye… nunca había escuchado que pensarás de esa forma de nosotros… ¡Eres muy cruel!

- ¡Claro que sí Dobermon! ¡Esa es mi|! - antes de que pudiera seguir hablando, Coronamon cayó en la cuenta de quién le había hablado - ¿¡!? ¿¡Dobermon!?

- ¿¡ !?

Los Elegidos voltearon hacia la zona de dónde salió la voz, y se encontraron a unos 5 metros de ellos con un enorme perro negro, que tenía un collar de púas plateado en el cuello, panza de color café, y un par de ojos rojos llenos de furia. Se podía ver que estaba soltando baba de su boca.

- ¡Si, Coronamon! ¡Soy yo, Dobermon! ¡Uno de las 15 Divinidades!

- ¡Dobermon! ¿Qué haces aquí? ¿Quién te dijo que estaba aquí?

- ¿? ¿Dobermon? - los Elegidos no entendían, hasta que habló Gabumon mientras Coronamon y Dobermon comenzaban una discusión de palabras.

- Dobermon forma parte de la Trinidad Oscura… Es uno de nosotros los Dioses; su nombre es KerpyPlutomon.

- Ohhhhh… ¿Y por qué parece llevarse mal con Coronamon?

- … Pues… Coronamon cree que KerpyPlutomon fue responsable de la inminente invasión de demonios…

- ¡No lo creo! ¡Estoy absolutamente seguro!

- ¡Argh! ¡Maldito fuegito! ¡Si tanto te crees bueno, deberías venir hacia aquí y darme siquiera un golpe!

- ¡Jajajajaja! ¿Y por qué no vienes tú? ¿Tienes miedo?

- … Entonces, Dobermon y Coronamon no se llevan para nada bien… ¿Esto podría afectarnos en algún sentido?

- Suficiente provocación, Dobermon. Ya saben que estamos aquí.

Las palabras que salieron por medio del viento asustaron en especial a Tsuyo, quien tan solo volteó mostrando una expresión de total incredulidad.

- ¿Qué?

Del bosque emergió una figura masculina bastante conocida por el chico, y por algún motivo temeraria. Aquella figura caminó hasta posicionarse a un lado de Dobermon, quien de inmediato se tranquilizó.

- Bien… - le dijo el Digimon al chico - He confirmado que Coronamon sigue siendo un cabeza hueca que ataque por instinto.

- ¡! ¡Oye!

- … No puede ser… - tanto Tsuyo como Merrick estaban atónitos.

- Bien… Eso solo reduce la batalla a un 3 Elegidos contra tu y yo…

- Tu lo dijiste, Kingu…

- ¡Kingu! - gritó con sus fuerzas Tsuyo al reconocer al chico que estaba con Dobermon - ¿Q-Qué haces aquí?

- Impresionante Tsuyo… Apenas pudiste identificarme… - sonrió maliciosamente Kingu - Creo que deberías saberlo, considerando que te hacías llamar un genio. KaiserGreymon nos dio su ubicación, para que podamos venir a eliminarlos.

- ¿? ¿¡KaiserGreymon es el responsable de que estés en frente mío, Dobermon!?

- Por supuesto, Coronamon… - contestó el Digimon oscuro - Obviamente, siendo un aliado del Inframundo Digital, debe soltar información para los propósitos demoníacos.

- ¿¡ !? ¿¡Qué acabas de decir!? - Coronamon se alarmó bastante - ¿A-Acaso KaiserGreymon es parte del Inframundo Digital?

- Si, se alió con nuestro imperio hace años… ¡Después de la Traición y del Exilio divino! De inmediato vino a ofrecer sus servicios como ayudante del Inframundo Digital, tales como la localización y neutralización de las Divinidades. - después de decir cosas aquellas cosas, Kingu pensó en algo más y sonrió - Es un aliado de aquel Reino de tinieblas, del mismo modo que nosotros…

- … ¿Eh?

- Pero… ¿Para que te sigo diciendo todas estas cosas? - habló orgullosamente Kingu, al tiempo que sacaba su Digivice AE de color negro matte - Los Royal Lords me ordenaron personalmente venir hasta aquí para hacerlos añicos, en especial a este pequeño grupete que te formaste Kasai… ¡Y es lo que haré! ¡Recarga Binaria: Shinka!

Dobermon se envolvió en una esfera digital de color negro, de la cual al salió una especie de guerrero completamente negro, que emanaba un poder oscuro muy aterrador. Su complexión era totalmente delgada, pero a pesar de esto a simple vista podía verse que era un Digimon bastante fuerte. Sus manos y la punta de sus pies terminaban en garras. Lo que debería ser la zona estomacal solamente era una larga línea de vértebras metálicas. Sus pies y sus brazos estaban compuestos por alambres metálicos negros de un grosor considerables, de los cuales salían picos en algunos lados. La falda que cubría la parte alta de sus piernas era más gruesa en comparación a su demás armadura. En sus hombreras, podía observarse una enorme armadura bastante temeraria: parecía estar usando las cabezas de alguna criatura maligna, de modo que los dientes sobresalían en su mayoría, y mostraban barias capas metálicas en la parte superior. Una capa roja, bastante desgastada y pequeña, rodeaba su cuello, de modo que lo sobrante volaba en el aire para mostrar su poder sobresaliente, oscuro y aterrador.

Los Elegidos rápidamente se asustaron al notar la presencia de aquel ser malvado. Incluso los Digimons de los Elegidos miraron al guerrero con ojos llenos de miedo; conocían bien a aquel caballero oscuro como para imaginarse lo que podría hacer a partir de ese momento. El único que no se inmutó fue Coronamon, quien miró con más odio al nuevo guerrero oscuro.

- Oh rayos… - comentó Gaomon, de tan solo ver al nuevo guerrero presente - Estamos jodidos… 

- ¡Plutomon! - ordenó Kingu con voz bastante firme, al tiempo que reflejaba estar llena de odio y rencor - Cumplamos la orden de los Royal Lords: ¡Destruye inmediatamente a los Elegidos de JunoKazemon!

ASFD

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