Capítulo III
- Bueno días, Sakeno…
- Buenos días Elecmon…
Ambos chicos se levantaron de su sitio, y se estiraron un poco para despertar por completo. Los 2 se sentían muy bien.
- … Curiosamente, descanse muy bien anoche…
- Igual yo - comentó Elecmon, mientras estiraba sus pies - ¡Realmente nunca me había sentido de este modo!
- ¿Nunca? - a Sakeno le sorprendió la respuesta.
- … Mejor dicho: hace mucho tiempo que no me siento así… ¡Fue una gran noche!
- Ni que lo digas… - después, Sakeno volteó hacia la cama de Shoutmon, y se llevó la gran sorpresa de que el Digimon rojizo ya no estaba ahí. - Oye, Elecmon… No está Shoutmon…
- ¿Eh? - Elecmon también volteó hacia la cama del Digimon, y tan solo se encontró con el desastre que había hecho la noche anterior: la cama completamente rota, con un enorme agujero en el centro en dónde se supone que estaba su cuerpo reposando. - S-Seguramente está abajo…
- ¿En el bar? ¿Tan temprano?
- … ¿Al menos sabes qué hora es?
- … No :v
- Tal vez sea mediodía, y nosotros apenas estamos despertándonos, ¡Qué vergüenza!
- Está bien. Hay que salir, y comer algo… ¡Qué tengo mucha hambre! - en el momento en que dijo eso, los estómagos del chico y su compañero Digimon soltaron un leve gruñido de hambre.
- Tienes razón… ¿Pero, no sobra comida de la que nos dio LadyLucemon?
- No sé tú, pero comienzo a dudar de que esa comida aún sea comestible: ha estado como por una semana sin refrigeración…
- ¿Refrigeración? ¿Qué es eso?
- ¿?¿Ustedes no tienen refrigeradores?
- Ni siquiera sé que son esas cosas… O bueno, tal vez no lo sepa por el hecho de que no he visto mucho a los Digimons del Digital World; tal vez haya alguno de das cosas por ahí…
- Ok… Entonces… ¿Quieres nuevamente sopa de LadyLucemon?
- … No quiero parecer pesado, pero honestamente quiero comer algo diferente. ¡O sea, su comida es exquisita! Pero|
- Te entiendo perfectamente. Entonces bajemos a comer algo, y a confirmar que Shoutmon está allá abajo…
…
- ¡Otro jarro más Minotaurmon!
Shoutmon estaba muy contento, mientras tomaba un enorme jarro de alcohol; parecía una especie de vodka pero de color rojizo.
En ese preciso momento, Elecmon y Sakeno descendieron por las escaleras del bar, hasta llegar a la barra y sentarse a un lado de Shoutmon.
- Buenos días, Minotaurmon… - saludaron ambos chicos al Digimon que estaba detrás de la barra, limpiando unos vasos de vidrio con un trapo de color gris.
- … Oh, buenos días a ambos…
- … ¿Por qué siempre los 'barman' tienen que estar secando vasos de vidrio con trapos cuando aparecen? - comentó Sakeno para si mismo.
- ¿Eh?
- … Buenos días, chicos… - apareció a su derecha de manera coqueta LadyLucemon, cargando una charola con un par de platos de comida.
- Hola LadyLucemon…
- … Esto es para los 2… - dijo firmemente la Digimon, dejando los platos frente a los chicos - En especial para ti, Sake-kun… - la chica posó en Sakeno una mirada coqueta que hizo a Sakeno sonrojarse y estremecerse levemente - Invita la casa… - y al finalizar, salió a atender a una mesa que recién comenzaba a llegar.
- … ¿Eh? ¿Y por qué yo no tengo comida? - preguntó seriamente Shoutmon a Minotaurmon.
- Porque ya te la comiste. Y porque te di 2 platos grandes, hace un momento. De hecho, los platos están a un lado tuyo.
- … Oh, that's fucking right… - comentó Shoutmon, al voltear a su lado y ver los trastos.
- Y bien, chicos… ¿Este será el adiós? - comentó Minotaurmon a los chicos de manera leve.
- … Yo creo que sí - respondió Elecmon al enorme Digimon, al notar que Sakeno se quedó en silencio por sus palabras - Se supone que vendríamos a buscar a Shoutmon y a… alguien más; un amigo cercano a nosotros… pero, nos desviamos estando aquí, así que debemos regresar por el objetivo al que que vinimos…
- Entiendo - comentó Minotaurmon - Deben hacer algo más en otro sitio… Pues bien, si quieren, pueden quedarse aquí hasta más tarde, y entonces podrán partir con más fuerzas.
- De acuerdo. Y, de nuevo… - está vez habló Sakeno - Muchísimas gracias por su hospitalidad, por habernos dejado quedarnos aquí, y… por todo lo que han hecho. Usted y LadyLucemon… Se los agradecemos tanto.
- Bueno, muchacho. Ella debería recibir tus agradecimientos. Yo tan solo le dejé una habitación para ustedes, y que les hiciera comida… ¿Por cierto, aún sobró?…
- Si, aún hay sopa en esa enorme cubeta que hizo. Está en nuestra habitación - comentó Elecmon.
- Porque, desde el primer día que la hizo, se me ha antojado. Así que, tal vez iré más tarde a robarle un poco.
- … De hecho, no creo que… podamos llevarnos la sopa, si es que LadyLucemon nos la ofrece para llevárnosla - comentó Sakeno - Así que puede quedársela toda…
- Muchas gracias. Pero, como les decía: LadyLucemon fue la que hizo todo por ustedes. Así que, una vez que terminé de estar atendiendo las mesas, le diré que venga para que ustedes puedan agradecerle todo lo que hizo.
- De acuerdo… Por cierto, solo para confirmar… - preguntó Sakeno al enorme Digimon - ¿Realmente está comida la "invita la casa"?
- … - Minotaurmon se quedó pensando por un largo rato - Algo así…
- ¿Algo así?
- Hablaré con ella después…
…
- ¡Hasta luego!
Los últimos clientes, un par de Triceramon, salieron con la puerta del bar, y entonces LadyLucemon, que estaba usando su ropa de mesera y una cola de caballo muy cómoda, lanzó un largo y agotador suspiro.
- ¡Por fin! Este día si que estuvo muy pesado, con todo la clientela que estuvo de aquí para allá… - se pasó una mano por la frente, y entonces se sentó con su gesto agotador en una silla de la sala.
- Ni que lo digas… ¡Hoy estuvimos de arriba para abajo! ¡Sin cesar! - a su lado se sentó Rosemon, una Digimons que, tal como lo decía su nombre, era una chica vestida "literalmente" de rosas: su cabeza, su ropa, una especie de vestido que estaba usando… todo era de rosa; no del color, sino de la flor.
- Tan solo me gustaría dormir ahora mismo… Pero debemos lavar el local…
- ¡No te quejes por eso! Estuvieron haciendo tanto desastre los clientes que a cada rato estábamos limpiando, así que no hay tanto que limpiar ahora.
- En eso tienes razón… ¡Pero Dios! Me duele el cuerpo entero… Mejor dicho, los brazos de tanto cargar charolas…
- Bueno, pues te vas a librar de todo eso por esta vez LadyLucemon… - enfrente de ambas se paró Minotaurmon, asustándolas a ambas.
- ¡Minotaurmon!
- ¿? ¿Qué quieres decir?
- Bueno, todo el día Elecmon y Sakemon han estado esperando para… despedirse. Hoy se van a ir…
- ¿P-Pero a esta hora? ¿No es muy noche?
- … Tiene razón LadyLucemon. Podría ser peligroso salir a esta hora…
- Lo sé perfectamente. Traté de convencerlos toda la mañana, y hace rato. Pero, fueron muy insistentes, por lo que realmente tienen que salir…
- … Ya veo… - el semblante cansado de LadyLucemon pasó a ser uno de tristeza - Subiré en un momento…
- De acuerdo. Y después… podrás tomarte la noche libre, ¡Pero Rosemon! Tú aún no has encontrado a un viajero extraviado para ganarte ese derecho…
- ¡Jaja! Qué gracioso… Está bien, comenzaré en seguida - Rosemon con esfuerzo se levantó, y habló levemente a LadyLucemon al notar su expresión y en cuanto se dio la vuelta Minotaurmon - Oye… ¿Te gusta ese tal Sakemon?
- ¡! - Rápidamente, la Digimon se sonrojó levemente, y tan solo asentió con su cabeza.
- … Ya veo… Pero, después de esto, seguramente encontrarás a alguien más…
- … Eso espero… - comentó con pesadez LadyLucemon, mientras otra cosa rondaba por su cabeza « Pero, es lo que más temía… »
LadyLucemon se quedó sentada en la mesa, con la mirada distante y pérdida por un par de segundos, para después levantarse y dirigirse al vestidor, que estaba detrás de las escaleras por medio de una puerta a un lado de esta: dentro, había otro pasillo parecido al del piso de arriba, pero un poco más espacioso y con algunos cajones formando pequeños "cuartos". Llegó a uno de estos, y LadyLucemon dejó ahí su delantal, se quitó su ropa de mesera y se puso la misma prenda que traía cuando conoció por primera vez a Sakeno. Un par de lágrimas salieron de sus ojos, pero rápidamente las secó y entonces se quitó su cola de caballo, y dejó caer libremente su cabello por sus hombros, formando aquella melena con la que también había conocido a Sakeno. Se pasó por la cara una toalla que tenía ahí cerca, para secarse del poco sudor que le había generado el estar trabajando todo el día (y en especial que habían ido tantos clientes).
Una vez que hizo todo esto, también tomó un trapo que tenía cerca de ella, el cual parecía envolver un objeto cuadrado y pequeño. Y, en cuanto terminó de hacer esto, salió del vestidor y subió por las escaleras, dirigiéndose a la habitación de Sakeno y Elecmon (ya que Shoutmon estaba dormido en la barra desde hace unas cuantas horas).
Minotaurmon y Rosemon vieron cómo la Digimon subió con cierta pesadez las escaleras, y entonces el Digimon se dirigió a Rosemon.
- Le gustaba, ¿No es así?
- Si que se le nota. Nunca la había visto de ese modo… y mucho menos porque alguien se fuera…
- … Va a estar triste en estos días… ¡Pero debemos animarla!
- ¡De acuerdo jefe!
…
- Bien, repasemos otra vez lo que nos vamos a llevar…
- … ¿Por qué insistes en llevarnos cosas? Nuestras maletas se quedaron en el campamento, y aquí solamente llegamos con tu ropa, la cual está en la basura después de nuestro "accidente"…
- De todos modos, nos dejaron llevarnos los necesario para regresar… Y, por lo menos, debo llevarme una muda de ropa por si llega a ocurrir… algún accidente…
- ¡Ustedes los humanos son tan raros!
Elecmon estaba acostado panza abajo en la cama, mientras Sakeno tenía una pequeña mochila guardando cosas que llevarían en su viaje de regreso.
- Mira, necesitamos cosas como está botella de agua vacía…
- No tienes ni la menor idea de por dónde pasó esa botella…
- También, por ejemplo, está espada medio azul que encontré ayer…
- ¿Esa espada? ¿Estás bromeando? ¿Crees en serio que va a caber en esa mochila?
- Puedo llevarla en la mano ;)
- …
- También, aquí hay otra muda de ropa, que es exactamente igual a la que tengo|
- ¿Entonces para que te la llevas? Ya tienes una puesta.
- … Exactamente igual en cuestión de talla. Pero, está es un poco más… blanca…
- ¿Blanca?
- Si - sacó el conjunto, y tal como lo había dicho era más "blanca", aunque en realidad el término que quería usar era "claro": la chaqueta era de color plateado con blanco, la playera azul celeste, los pantalones de un blanco más oscuro, pero todo sin calzado.
- ¿Estás pensado en llevarte esa ropa? ¿Qué acaso no piensas?
- ¡Oye!
- Nos están buscando demonios… ¡Si te pones eso, y te alcanza un rayo de luz, incluso en las profundidades del Inframundo Digital conocerán nuestra posición! ¡Busca algo no tan "blanco"!
- De acuerdo jefe… - respondió Sakeno de mala gana, mientras regresaba el conjunto al armario.
- Oye… ¿Y es cierto que dejarás la sopa de LadyLucemon aquí? ¿No quieres llevarte… siquiera un poco?
- ¿Estás loco? Claro que nos llevaremos… lo meteré en el Digivice, ¡Y nos podremos llevar un poco para el camino! Además de que esa sopa si que es buena para reponer fuerzas…
- En eso tienes razón, pero… ¿Cómo planeas meterla?
Antes de que el chico pudiera responder algo, un par de golpes irrumpieron en la puerta, asustando por un momento a Sakeno y Elecmon, hasta que la voz del otro lado los tranquilizó.
- Elecmon y… Sake-kun… ¿Están ahí?
- ¡Si, LadyLucemon - respondió Elecmon - Puedes pasar…
- Gracias… - la puerta se abrió, y detrás de esta apareció la Digimon que tanto los había estado cuidando por aquella semana y media, desde que los encontró a ambos regados en el suelo frente a la ladera de aquel barranco.
La Digimon, a pesar de traer la misma belleza que siempre presentaba con su cabello rubio, sus ojos turquesa, brillantes y muy expresivos, y su tierna cara redonda, pálida y perlada, estaba mostrando un semblante triste: sus ojos bajos, sus cejas inclinadas, sus labios cabizbajos; todo en ella estaba mostrando un lado mustio, que sorprendió a ambos.
- LadyLucemon… ¿Estás bien?
- ¿Yo? ¡Oh, no es eso! Les pido una disculpa… - se restregó levemente su cara con su mano, y su sonrisa regresó a sus labios - Es solo que me puse un poco sentimental… Minotaurmon me dijo que se van a ir hoy, aún con la hora de salida…
- Lo sé… - respondió Elecmon - Sé que la hora no es favorable, pero tenemos que salir para encontrar a nuestro amigo perdido.
- Si, me lo dijo Minotaurmon… - uno de sus ojos se puso un tanto más brillante, y rápidamente se lo restregó - Quería venir a despedirme de ustedes… antes de tal vez no volverlos a ver…
- ¡Eso no! - está vez habló Sakeno - Te aseguro de que, en cuanto terminemos nuestro deber, vendremos a visitarte… te lo prometo…
- ¡! ¡Muchas gracias! - actuando de manera instintiva, la Digimon corrió a los brazos de Sakeno y se envolvió en él en un abrazo, el cual después de un par de segundos de reacción Sakeno reaccionó y devolvió.
- Te agradecemos todo lo que has hecho por nosotros, LadyLucemon - Elecmon se coló en medio del abrazo - Nos has cuidado, revisado nuestra heridos, estando al pendiente de nosotros, nos hiciste comida, nos ayudaste a "rehabilitarnos"… ¡Has hecho mucho por nosotros! ¡Me gustaría poder verte de nuevo en algún futuro para poder pagártelo!
- Eso no será necesario… - respondió la Digimon, separando el abrazo que generó y entonces tomando a Elecmon en brazos - Todo lo que hice fue… algo que quise hacer de corazón. No es necesario que quieran compensármelo ni mucho menos pagarme…
- ¡Claro que es nuestro deber! Tú nos cuidaste aunque ni siquiera nos habías visto en tu vida… ¡Es un detalle que no podemos ignorar! Así que, en un futuro, te volveremos a ver y podremos compensártelo!
- … Oh… ¡Muchas gracias! A ambos… - otro par de lágrimas salieron de los ojos de la Digimon, los cuales se limpió rápidamente - Yo también les quiero agradecer el haber aparecido, aunque fue tan de repente. Me hicieron… me dieron muchos días de felicidad…
- Fueron… buenos días… - comentó Sakeno, con un poco de nerviosismo.
- Los extrañaré mucho… a ambos… - en ese momento, LadyLucemon se dirigió nuevamente hacia Sakeno, para darle solamente a él un abrazo de despedida - Me dieron muy buenos días estar con ustedes… realmente los extrañaré…
LadyLucemon casi inconscientemente comenzó a soltar más lágrimas de despedida, y entonces Sakeno entendió que necesitaba un momento a solas con ella para despedirse de manera más formal.
Sosteniendo un abrazo con la Digimon que, estando de pie, apenas le llegaba al pecho, salió de la habitación, cerró la puerta detrás suya, y entonces le devolvió aquel gesto de despedida, al cual se aferró más LadyLucemon.
- … Realmente me gustaría que se quedarán más tiempo… - comenzó a decir LadyLucemon, con bastante tristeza en sus palabras - ¡Me gustaría que así fuera! Pero, parece que simplemente no puede ser así…
- … - Sakeno pensó un poco sus palabras antes de decirlas, y mientras comenzó a acariciar el cabello rubio, suave y cálido de la Digimon, empezó a hablar - A mi también me hubiera gustado quedarme más tiempo. Tal vez… para compensarle a Minotaurmon los cuidados que te permitió darnos… quedarnos tal vez a trabajar un poco… estar más tiempo contigo…
LadyLucemon se separó del chico en cuanto dijo esas palabras, y lo miró a los ojos, con sus ojos rojizos por las lágrimas, pero manteniendo aquel azul turquesa profundo y bello.
- Me hubiera gustado quedarnos más tiempo para conocerte más… para pasar tiempo con nuestra cuidadora, ¡Hubiera sido muy divertido! Pero… debemos partir… Hay alguien que hace bastante tiempo que nos necesita, y no podemos defraudarle… Realmente te pido una disculpa por tener que irnos de repente, pero es algo que|
De manera muy repentina, LadyLucemon hizo un rápido movimiento que dejó al chico sin ninguna palabra más que decir: con su mano izquierda, tomó el cuello de la playera de Sakeno y con sus débiles fuerzas, que a pesar de eso eran bastantes, tiró hasta poner la cabeza de Sakeno a su altura. Y, con otro rápido movimiento, LadyLucemon se acercó a Sakeno y chocó labios con él, formando un beso de despedida. Un beso que solamente ella planeó, ya que Sakeno literalmente no sabía que estaba ocurriendo. La Digimon cerró sus ojos, para disfrutar del beso que le dio a aquel chico que, desde el primer segundo que lo vio, se sintió completamente atraída por él, y a quién conociendo mejor en aquella semana y media de descanso, pudo enamorarse aún más.
El momento ella lo mantuvo por unos 5 segundos, mientras que Sakeno no estaba entendiendo nada de nada y no pudo hacer nada para separarse de aquello. Al fin de aquel tiempo, LadyLucemon se separó unos cuantos centímetros para respirar, mientras que a Sakeno se le vio la oportunidad para separarse completamente e incorporarse, mostrando un rostro completamente rojo.
- Por favor… - comenzó a decir LadyLucemon, quien también estaba tan sonrojada como Sakeno - N-No me pidas disculpas por tener que irse… Y-Yo… entiendo que deben partir. Es un asunto muy importante para ustedes, y… no creo que sea de mi incumbencia meterme e interferir con ello… Pero, solo quiero que me prometas una sola cosa, Sake-kun… - nuevamente, LadyLucemon se acercó a Sakeno y juntó su cuerpo con el del chico, de modo que pegó su barbilla en el pecho de Sakeno - Por favor, prométeme que volverán… A visitarnos. A Minotaurmon, Rosemon, las apuestas de Shoutmon… y a mi… Prométeme que nos volverán a visitar en un futuro…
- … Eh… - Sakeno estaba completamente confundido por todo lo que le acababa de decir y el beso repentino que le dio. Pero, sin saber que más decir, solamente pudo con las palabras que muy seguramente estaba esperando LadyLucemon que dijera - S-Si… te lo prometo LadyLucemon… volveremos a visitarlos…
- ¡Muchas gracias! - se envolvió en el chico en otro abrazo cálido - Realmente los extrañaré chicos… en especial a ti Sake-kun… Te voy a extrañar mucho Sake-kun…
- … Y-Y yo te extrañaré, LadyLucemon… - Sakeno le devolvió el abrazo, y así ambos permanecieron envueltos por un par de minutos, hasta que la misma Digimon se separó de él.
- B-Bueno. Te dejo… debes estar preparando tu maleta para salir, al menos con unas cuantas cosas… Por cierto, ¿Te vas a llevar mi sopa?…
- ¡! O, claro que me encantaría, pero…
- Tienes razón, es muy grande… Si quieres, puedo darte un pequeño contenedor donde puedas guardar un poco…
- ¡! ¡Eso sería muy bueno! Muchas gracias…
- Okey, regreso en un segundo… - LadyLucemon se abrió paso entre el chico y las paredes del pasillo, y cuando estaba a punto de descender por las escaleras, recordó algo. - ¡Es cierto! Encontré… aquella cosa rara que me habías pedido… - sacó de su vestido el trapo que tenía, y de este sacó el objeto cuadrado extraño: el teléfono celular de Sakeno - Fue un poco difícil encontrarlo, ya que estaba lejos de donde los encontré. Pero lo conseguí…
- ¡Oh! Muchísimas gracias… - Sakeno extendió sus manos a éste, y lo tomó delicadamente de las manos de la Digimon.
- … Bueno, aquí espérame que regreso con el contenedor… - LadyLucemon bajó las escaleras, y mientras tanto Sakeno comenzó a revisar el dispositivo.
- ¡Oh! Mi teléfono. Realmente creí que lo había perdido… - lo prendió y se sorprendió al ver que aún estaba siendo útil - ¡Increíble! Creí que se averiaría o algo así… Pero está intacto… Oh vaya… - se sorprendió mucho al ver la bandeja de entrada - Mandaron muchos mensajes al grupo de Team Digimon, y tengo como 5 conversaciones privadas sin leer. Si que estaré en problemas cuando regrese…
- ¡Aquí está! - en cuestión de unos cuantos segundos, LadyLucemon regresó con el pequeño contenedor de metal, un poco frío, y se lo entregó a Sakeno, quien antes decidió guardar su teléfono - Toma. Aquí les cabrá sopa para un par de días…
- Muchas gracias… por esto, y por todo lo que hiciste por nosotros…
- No hay de que… yo hubiera podido hacer aún más por ustedes… y, en especial, por ti… - con este gesto, se dio la vuelta y regresó a las escaleras - Te voy a extrañar mucho Sake-kun… Y, por favor, regresen algún día…
- Si, y así será… ¡Lo he prometido!
- De acuerdo… y gracias…
…
- ¿Por qué tarda tanto? - se preguntó una y otra vez Elecmon, mientras daba vueltas en su cama. Entonces, entró Sakeno por la puerta, con el contenedor en sus manos y con la cara muy sonrojada. - ¡Por fin! Ya era hora…
- Oye… ¿Es normal que un Digimon tenga sentimientos hacia un humano?
- ¿? ¿De qué hablas? ¿Sentimientos cómo cuáles?
- Me refiero… a sentir amor…
- … ¿De qué amor me estás hablando? ¿Amor fraternal? ¿Maternal? ¿De amigos? ¿Hermanos?
- … Más íntimo… Amor de… pareja…
- … No lo sé… ¡Oye! ¿Y para qué quieres saber?
- LadyLucemon me dio un beso en la boca, cuando salí de la habitación…
- ¿¡Qué!? - Elecmon parecía muy sorprendido por ese dato.
- Si, lo que pasa es que…
- ¡Espera un momento! En primer lugar… ¿Qué haces con ese contenedor?
- ¡Oh si! Este me lo dio LadyLucemon para guardar un poco de sopa…
- Ya veo, así que lo usaremos en vez de ver si podemos usar el Digivice. Me parece mejor idea… ¡Y segundo! Si me vas a contar algo, será de hasta después de que salgamos del bar y nos adentramos a buscar el campamento y a Misti, que debemos salir lo más pronto posible además de que tendremos mucho tiempo libre como para que me cuentes tus cosas…
- Tienes razón. No en lo del Digivice, de sino en lo de salir… así que me voy a apurar. Por cierto, LadyLucemon encontró mi teléfono en el, tal como se lo pedí…
- ¡Oh vaya! Por fin podremos comunicarnos con los demás…
- Lo sé, lo sé… Entonces… ¿Vemos los mensajes ahora, o prefieres salir de una vez?
- ¿Realmente hiciste esa pregunta? - interrogó de manera sarcástica - ¡Hay que irnos!
- ¡Si! ¡Tienes razón!
Sakeno dejó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, y comenzó a guardar las demás y pocas cosas que se llevarían para su viaje de regreso.
Sin embargo, su cabeza no dejaba de recordar aquel momento en que LadyLucemon lo besó, y después la expresión de tristeza, combinada de esperanza y alegría cuando lo hizo prometer que regresaría al bar. El chico no pudo librarse de esos momentos que rondaban infinitamente en su cabeza, ni siquiera recordando el otro par de ojos azules a quien debía "buscar"…
ASFD
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