Capítulo XXV

- ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! - varios pasos sonaban en el pasto - ¡Ayuda! - un grito sonoro irrumpió en la tranquilidad del bosque.

- ¡Rápido! ¡No podemos perderla!

- ¡Ya lo sé! ¡Hemos estado tras ella durante 2 semanas seguidas!

- ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda! ¡Por favor!

- ¡MirageGaogamon! ¡Hazlo!

- ¡Si, maestro!

- ¿?

Una enorme explosión surgió a mitad del bosque. De la enorme columna de humo y escombros que salieron volando, una pequeña figura de tonos azules voló por los cielos, hasta golpear un costado de una montaña de manera estrepitosa.

Cayó en el suelo, y un par de tipos con capuchas llegaron a su encuentro tras salir del bosque que rodeaba la escena. En el cielo, sobre todos ellos, aparecieron 2 criaturas: un robot con rasgos de perro-lobo de color azul con grandes navajas en los brazos, y una mujer vestida de rosas rojas, y con una en su cabeza como una máscara.

La pequeña criatura azul se levanto con mucha dificultad, mientras los miraba.

« ¿¡Qué es esto!? Se supone... que JunoKazemon había llamado a Elegidos que nos ayudarían... no que nos exterminarían... ¿¡Qué debo hacer?! »

- Este es el final, Lunamon... - dijo uno de los chicos encapuchados que estaban frente a ella.

« No... esas palabras, y toda esta persecución por todo este tiempo... ellos no son Elegidos de JunoKazemon » estaba apoyándose en la pared lisa de la montaña que estaba a un lado suyo « Tal vez sean enviados del Inframundo... o tal vez asesinos mortales... »

- Thoma... yo creo que|

- No debemos dudar. Si lo hacemos ahora, nuestra oportunidad terminará...

« Pero... ¡No debo morir aquí! Este mundo... el Digital World que nosotros hemos estado cuidando por tantos años... el encargo de nuestro maestro... ¡No voy a morir aquí! Pero... Gabumon no está aquí... y los Espíritus de la Luz están desaparecidos... » las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos « No tengo la capacidad de evolucionar por mi propia cuenta... mi poder esta excesivamente bajo. Apenas y puedo mantenerme viva... Aún cuando quiera salvar este mundo, mi mundo, no tengo la capacidad de hacerlo. ¡Soy una inútil! ¡Ni siquiera JunoKazemon me ha dado un compañero con quien pelear! ¡Lo único que puedo hacer es... rogar por mi vida! »

- Por favor... - comenzó a decir, con una voz bastante quebradiza, y ojos repletos de lágrimas - No... quiero morir aquí...

- ¡Aunque no quieras, debe ser así!

- ¡Por favor! ¡Se los ruego! Solo... quiero salvar este mundo... todo el Digital World

- ¡No! ¡No es cierto!

- ¡Thoma! ¡Cálmate, por favor!

- ¡Les juro que es cierto! Mi mundo ha estado en crisis desde hace años... cuando el Inframundo Digital se rebeló contra mi Reino... ¡Quieren destruir de donde vengo, el Reino Celestial, para apoderarse de todo! ¡Quieren consumirlo todo en llamas y oscuridad!

- Thoma...

- Por favor... les ruego que me dejen vivir... ¡Quiero salvar a mi mundo! ¡Les ruego que me dejen hacerlo!

- ¡Cállate! ¡Ahora morirás!

- ¡Thoma!

- ¡Yoshino! ¡No podemos dejar que siga viva! ¡Ella, junto con los otros, crearan un enorme caos!

« ¿D-De qué están hablando? Han estado diciendo todo el tiempo cosas como esas... ¿Acaso son...? »

- ¡Pero no podemos llegar a este extremo!

- ¡Ellos lo harán! ¡E incluso sus acciones serán peores que esto!

- ... - quien estaba acompañando al primero, se quedó en silencio.

- MirageGaogamon. Destrúyela...

- ¡Si maestro!

- ¡No! ¡Por favor! ¡Se los ruego!

- Lo siento... - dijo la segunda - Pero... tiene razón...

« ¿? ¿De qué está hablando? ¿Acaso... también me quiere ver muerta?... »

- Double Crescent Mirage!

- ¡¡Por favor, no!!

Una enorme carga de poder salió de las manos del robot que le llamaban MirageGaogamon, y se dirigieron hacia quien estaba llorando, a quien se habían referido como Lunamon.

« No... ¡Por favor que alguien me salve! Yo... ¡Aún no quiero morir! »

Una enorme explosión sacudió el lugar. Y una gran cortina de humo se levantó, mientras que la montaña que estaba detrás de ellos se desmoronó en miles de pedazos.

- Parece que... ya acabamos... - dijo el tipo, una vez que solo quedaba el humo.

- Parece que es así, Thoma...

- Espere maestro. Creo que veo algo...

« ... ¿? Espera... ¿Sigo viva?... »

- ¡No! ¡No puede ser!

- ¡R-Rápido! ¡Llama a Taiki y a los demás! ¡Diles que lo encontramos!

« ¿? ¿Qué... ocurre?... »

- ¡Aléjense de ella! - una voz verdaderamente gruesa, y con sonido a un gran y poderoso trueno, irrumpió en la escena de confusión. Y fue tanta la potencia de aquella voz, que el suelo se partió en 2, mientras que el viento sopló muy fuerte. Lunamon también sintió un enorme dolor en su cuerpo, y alcanzó a ver que se estaba desintegrando.

« No... al parecer si me dieron, pero mi cuerpo pudo resistir de algún modo, y ahora estoy muriendo... ¡Au! ¡Esto duele demasiado! ¡Este sufrimiento...! ¡¡No lo soporto!!... »

Cerró los ojos, mientras aquel dolor recorría todo su cuerpo y sentía como iba perdiendo los sentidos poco a poco.

« ¡No! Esta muerte es horrorosa... ¡No quiero morir así! ¡No quiero!... ¡¡Por favor, que alguien me ayude!! »

- Tranquila, hija mía...

De un momento a otro, el dolor paró y recuperó todo sus sentidos. Pero, mientras se sorprendía, Lunamon siguió con sus ojos cerrados.

« ¿? ¿Qué? El dolor ya paró... Y me siento bien otra vez... ¡Siento que he recuperado mis fuerzas! »

- Así es, hija mía...

« Un momento. Esa voz... suena igual a la que dijo "Aléjense de ella"... pero, en vez de sonar estruendosa y poderosa, ahora suena calmada y leve, como un susurro... »

- Hija. Debes continuar tu viaje... Te espera un futuro que debes cumplir...

Lunamon empezó a abrir los ojos, llevada por la curiosidad de conocer quién era ese que tanto le estaba hablando. Sin embargo, en cuanto abrió los ojos, solo percibió una luz blanca extremadamente brillante y cegadora, que hizo que los volviera a cerrar. Pero, para cuando los volvió a abrir...

...

Hikari POV

Este día ha estado muy... solitario, desde que Tsuyo ha estado con Mitsuki en clases, siendo el tutor de la tal Akira, y con lo de "los Elegidos" de no sé que, ha estado todo el tiempo ocupado... nos hemos vuelto tan distantes...

¡Un momento! ¿Desde hace cuando me he molestado tanto con Tsuyo así? Solamente... cuando olvidó el aniversario...

Y, hablando de eso... ¡el regalo de Tsuyo es realmente perfecto! Tal como él dijo, todos los juegos de mesa y destreza que tengo ya me los sé de memoria. A excepción de ese cubo Rubik. Lo empecé a jugar una semana después del aniversario, y realmente es muy divertido, aunque a veces me estreso mucho. No puedo entender del todo el cómo funciona, pero eso ha implicado mas que una molestia un muy buen reto para mi.

Pero, aun con un juguete perfecto... no estar con Tsuyo me deprime tanto.

Antes, cuando éramos más pequeños, todo era casi perfecto. Aún puedo recordar el primer día que lo vi: el día del aniversario, hace 9 años...

...

Una niña estaba armando un rompecabezas felizmente en su cuarto. La niña tenía el cabello suelto y muy corto; con esfuerzos le llegaba hasta el hombro. Estaba vestida con un vestido infantil de color rosa. Entonces, escuchó un grito de su madre desde la cocina.

- ¡Hija! Baja a comer...

- ¡Si ma! - inmediatamente la niña dejó lo que estaba haciendo y salió de su habitación.

- Y apresúrate - añadió su madre - Hay un invitado...

Esas palabras prendieron la curiosidad de la niña, quien bajó más apresurada que antes. Llegó hasta la sala, y vio que en la puerta había una pareja de esposos que hablaban con su mamá.

- Buenas tardes. Nosotros seremos los nuevos vecinos de enfrente...

- ¿En serio? Una placer conocerlos. Me llamo Mitri Kibo.

- Un placer, Mitri-san. Nosotros somos los Gaibu.

Detrás de ellos, salió un niño muy pequeño. A lo mucho era de 6 años de edad. En cuanto Hikari lo vio, le dio curiosidad y se puso detrás de su madre para verlo.

- Oh si. - entonces, se hizo a un lado Mitri para que la pareja pudiera ver a la niña - Ella es mi hija, Hikari...

- ¿Tiene una hija? Nosotros tenemos un pequeño sobrino que estamos cuidando. - el hombre hizo lo mismo que Mitri - Su nombre es Tsuyo...

- Si quieren, pueden pasar. Y también nuestros hijos pueden conocerse.

- Me parece buena idea...

La pareja entró y Hikari, aún detrás de su madre, siguió viendo al niño.

- Hikari, mientras yo hablo con los señores Gaibu, ¿Por qué no vas a jugar con Tsuyo?...

- ... Okey mami...

La señora Mitri fue con la pareja, mientras Tsuyo se quedaba sola con ella en la sala.

- H-Hola... - le saludo el chico, mostrando mucha timidez en sus palabras - M-Me llamo... T-Tsuyo...

- Hola - le saludó ella, con más confianza en sus palabras - Yo me llamo Hikari... Ven, vamos a jugar...

- O-Okey...

Esa fue la primera tarde que ambos estuvieron juntos. Estuvieron jugando varios juegos de mesa: serpientes y escaleras, un poco de cartas, incluso ajedrez y damas chinas. A pesar de que Tsuyo no entendía muy bien los juegos (o casi ni lo hacía), ambos se divertían mucho.

- Oye Tsuyo... - le preguntó la pequeña, mientras estaban recostados en el suelo - ¿Quieres ser mi... amigo?...

- ¿Amigo? ¿Qué es eso?

- Pues... no lo sé. Mi mamá siempre dice esa palabra cuando está hablando en el teléfono...

- ¿En serio?

- Si...

- ... ¡Entonces si! Si quiero ser tu "amigo"

- Okey. Entonces seremos... ¿amigos por siempre?

- ¿Por siempre?

- Si. La tele lo dice mucho también...

- ... Entonces también. Seremos amigos por siempre...

...

¡Ja! ¿Quién diría que, 9 años después de ese día, seguiríamos siendo amigos? ¿Quién diría que, aun cuando tan solo tenga 14 años, me enamoraría profundamente de ese chico que hace 9 años entró a mi casa tan solo a presentarse? Que curiosa es la vida...

Sigo caminando por el bosque que esta junto a la escuela. Si; este bosque también me trae muchos recuerdos. Era, para Tsuyo y para mi, como un patio de juegos solo para nosotros...

También recuerdo la promesa que hicimos 5 años después de conocernos por primera vez... Justamente en el mismo día del aniversario.

...

El par de chicos estaban jugando en el bosque de cerezos de manera muy alegre. Llevaban un abrigo ambos, ya que el frío comenzaba a sentirse en el lugar; estaban a muy poco tiempo de que comenzara el invierno.

- ¡A que no me atrapas! - gritó Hikari, de 10 años de edad, mientras corría por el bosque.

- ¿Ah, no? ¡Ya verás! - le respondió Tsuyo, con esa misma edad, mientras la perseguía.

Así estuvieron un buen rato, hasta que en un momento ambos se cansaron y se quedaron sentados a los lados de un árbol. Se miraron el uno al otro, y soltaron una risa de felicidad.

- Ya pasaron 5 años desde que nos conocimos por primera vez... - comentó Hikari, mientras veía el cielo de manera pensativa.

- ¿En serio? ¿Ya son 5 años?

- ¡Si! Desde ese día que te volviste un invasor en mi casa...

- ¡Oye! Ese comentario es demasiado cruel...

-Jeje xd... - ambos quedaron en silencio, hasta que ella volvió a hablar - Oye... de casualidad... ¿Sabes qué son los novios?

- ¿? ¿A qué viene esa pregunta Hikari?...

- ¡A nada! Es solo que... escuché que mi mamá dijo algo sobre "novios" cuando hablaba con sus amigas...

- ... Pues, he escuchado de los compañeros de la escuela que son parejas de enamorados.Que se toman de la mano, se besan, ¡Y hasta dicen que se pasan el chicle!

- ¿En serio? ¡Qué asco!

- Lo sé... Pero, ¿Por qué preguntas?

- Solo... para saber...

Después de quedar un largo rato en silencio ella volvió a hablar.

- Oye, ¿Y si nos hacemos novios?

Tsuyo se confundió completamente.

- ¿Y a qué viene eso?

- No lo sé... Una idea vaga...

- ... No lo sé... Tal ve cuando seamos adultos...

- ¿Y hasta cuándo una persona es adulta?

- Creo que a los 30 años...

- ¡Oye, eso es mucho tiempo! Mejor a los 15...

- ¡Y eso es muy poco! 20...

- 16...

- 19...

- 17...

- ... 17... No suena tan mal... Nos faltan 7 años...

- ... Si... No se ve tan... lejos...

- ¡Entonces si! - dijo finalmente Tsuyo - ¡A los 17 años seremos novios! Es una promesa...

...

17 años... Todas esas preguntas eran porque tenía las pequeñas cosquillas sobre ese tema... y... ¿Quién diría que sería ese día, con esa simple promesa, que este amor profundo que siento por él, empezaría con un simple cosquilleo...? Aún nos faltan 3 años, y esa promesa se cumplirá...

¡De no ser por Akira, Mitsuki, y todo lo demás que está pasando ahora!

Es muy probable que todo esto lo haya hecho olvidarse de todo lo que hemos prometido... Ser amigos por siempre... Ser novios a los 17... ¡Y no quiero que se olvide de esto!

... No... Creo que estoy exagerando...

Observé una banca junto a un árbol de cerezos, y decidí sentarme, mientras comenzaba a jugar nerviosamente con mi cabello largo y azul.

Pero... ¿Qué pasaría si Tsuyo ya se olvido de todo esto? ¿Qué tal si prefiere ir detrás de Akira... o de Mitsuki... o de esos Elegidos, a hacer eso de destruir el Inframundo...? No... No quiero verlo sufrir.

Aunque conozco a Mitsuki tanto como a Tsuyo, Akira no me da razones para confiar en ella. A pesar de que Tsuyo sea su "tutor", no sé para qué, ella siempre tiene que estar en dónde está Tsuyo...

Y con eso de los Elegidos... Solo he escuchado que van a librar peleas y batallas... Y no quiero que Tsuyo salga lastimado en eso. ¡No quiero! ¡No quiero verlo sufrir!

Tan solo pensando en esas cosas... de que podría ver a Tsuyo sufrir, o de perderlo porque vaya a los brazos de alguien más... hicieron que derramara algunas lágrimas; ¡Realmente tengo mucho miedo de que algo malo le pase! ¡No quiero que algo así le pase! ¡No quiero!

- Oye... ¿Por qué lloras?

Una voz chillona a mi derecha me hizo regresar a la realidad. Me sorprendió mucho, pero aún así le respondí como si fuera algo normal.

- Estaba pensando... en alguien... a quien quiero mucho...

- Pero, si lo quieres, ¿Por qué lloras? - excelente pregunta.

- Pues, porque... no quiero verlo sufrir...

- Pero, si realmente lo quieres, entonces harás lo que sea para que esté bien y no sufra. O bueno, esa es mi opinión...

Espera. Creo que tiene razón...

Si quiero protegerlo de que vaya a los brazos de alguien más, solo tengo que dejar claro que él es mío... ¡No! Eso suena demasiado materialista. Pero, no quiero que esté con alguien más... Así que estaré con él, aun si esta con alguien más, y tal vez así lo pueda proteger si llega a salir herido... Y... si va a pelear, o lo que sea, ¡Yo iré con él! ¡Estaré ahí, cuidando de que no salga herido en sus peleas, dándole ánimos para seguir adelante! ¡Ahí estaré, para él!

- Tienes razón... ¡Si que tienes razón! Muchas grac|

En cuanto volteé para ver a quien me había hablado, vi a una extraña criatura: una criatura que, aunque daba aires de ser de color azul, en realidad era rosa, con unas cintas del mismo color pero más uniforme y fuerte sujetando una especie de collar con una luna inscrita. Tenia 4 pares de... ¿Orejas? Un par más pequeño, arriba y erguido que el otro. Y al final de los 4 había una punta de color azul oscuro, con rayas del mismo color.

La criatura me estaba mirando fijamente. Y hasta después de que me di cuenta de que no era humano, grité del susto y salté de la banca; lo mismo que ella, ¿O él? ¿O eso?...

- ¡Ahhhh! - grité.

- ¡Ahhhh! - y gritó.

- ¿Q-Qué eres?

- ¡No! ¿Tú qué eres?

- ¿Y-Yo? ¡Yo soy una humana!

- Espera... - el momento de tensión terminó en cuanto dijo eso - Una humana... ¡Entonces JunoKazemon no se ha olvidado de mi! ¡Realmente me ha dado a una compañera!

La criatura saltó de su lugar y comenzó a andar directo hacia mi. Ahí es cuando me di cuenta que tampoco tenía piernas, lo cual me asustó más.

- ¡Espera! ¿Qué eres?

- Soy una Digimon. Mi nombre es Lunamon - dijo, mientras seguía andando hasta llegar a mis piernas y abrazarlas.

- ¿? - Un momento. ¿Acaso no dijo alguien la palabra "Digimon" en la reunión de Elegidos?

- Y tengo el presentimiento de que mi hermana, JunoKazemon, me haya elegido a ti como una compañera...

- ¿? - Al parecer... así es; ¡Un momento! ¡Si soy una Elegida, entonces eso significa que podré estar cerca de Tsuyo, y podré protegerlo de ahora en adelante! - O-Okey. Suena bien...

- ¿? Okey, entonces, seamos compañeras... - y dicho esto, Lunamon me extendió su mano.

Entonces me agaché todo lo que pude, y le estreché su mano. Y, al momento de hacerlo, apareció un aparato extraño en el suelo. Ya que estaba agachada, aproveché y lo tomé, y cambió a ser totalmente blanco con detalles plateados.

- ¿? Entonces... ¿Ya somos... Elegidas?

- ¡Si! ¡Así es!

- Okey... - eso fue demasiado rápido. Pero, ahora que también soy una Elegida, podré acercarme más a Tsuyo y|

Espera... ¿Acaso... Lunamon está llorando?

- Oye... ¿Estas bien?

- ¡Si! - fue lo que respondió Lunamon, mientras se secaba las lágrimas. - Es solo que... que... ¡Después de tanto tiempo, por fin he hablado con alguien más que no sea yo! ¡Me sentía muy sola!

- ¿? ¿Por qué dices eso?

- Porque... bueno, es una muy larga historia...

- Por eso no te preocupes... ahora que él está en quien sabe dónde, tengo todo el tiempo del mundo...

...

- ¡Ábrelo rápido!

- ¡En eso estoy!

A mitad del bosque, un portal se abrió, y los 2 chicos que perseguían a Lunamon aparecieron cruzándolo, junto con un perro azul con guantes de boxeo, y una pequeña planta de color rosa. En cuanto los 4 lo cruzaron, el portal de inmediato se cerró.

- Eso... estuvo muy cerca... - comentó el chico, mientras jadeaba.

- Esta vez... si que... lo hicimos enfadar... - le respondió la chica, con mucho cansancio en su voz.

- Aun cuando estábamos todos... no fue suficiente...

- Maestro... detecto una señal digital... muy cerca de aquí...

- ¿? ¿Qué?

- Si. Yo también la siento Yoshi...

- No... pude ser...

- Pero... ¿De quién|?

- Es de... Lunamon...

- ¿¡Qué!? ¡¿De Lunamon?!

- SI maestro, y al parecer no está muy lejos de aquí. A menos de 500 metros...

- Entonces vayamos. Aquí no está él... terminemos con esto se una buena vez por todas...

- Okey... vayamos...

...

- Okey; pues... - de tan solo pensar en eso, Lunamon volvió a llorar.

- Tranquila, Lunamon... - le consolé al cargarla en mis brazos para abrazarla.

- ¡Es que!... Era la última de los 15 que aún mantenía su forma. Perdí todo contacto con JunoKazemon hace varias semanas, y estaba sola... me ocultaba en las cuevas, desaparecía de los alrededores cada 3 días, y evitaba todo contacto... aun cuando estaba con Gabumon, me sentía muy sola...

- ¿? - Espera... ¿Está hablando de ese Gabumon que dio explicaciones largas y poco entendibles?...

- Y luego, esas ilusiones... alguien logró burlarse de mi, y casi lograba matarme... también perdí contacto con Gabumon, con los Espíritus de Luz, y de verdad me quedé sola...

- ... - Entonces... ¿No es el mismo Gabumon?

- Y después... unos tipos comenzaron a perseguirme durante días... tenían a otros Digimons más grandes y fuertes contra mi, y me querían matar...

- Espera, ¿Alguien te estaba siguiendo?

- Si; no sé si eran unos asesinos, o... No sé... ¡Pero no tuvieron piedad de mi! ¡Me atacaron aun cuando estaba totalmente indefensa!

- ¡! ¡Eso... es cruel! - no tan solo ver su cara de miedo reflejando la autenticidad de su historia, sentir como temblaba en mis brazos para saber todo lo que le había pasado, y esos ojos tan bonitos que tenía que ahora estaban repletos de ríos de lágrimas me hicieron decir esas palabras; sino que tuve un momento de empatía con ella: el sentimiento de quedarte sola, y aparte sentir como los demás te odian... Ese sentimiento llegó hasta mi corazón. Entonces hablé con voz decidida - Si vuelven a aparecer, yo cuidaré de ti.

- Gracias, Hikari... ¡Realmente necesitaba a alguien con quien hablar! - y apoyó su cara en mi pecho, mientras se aferraba a mi y soltaba largos ríos de lágrimas.

- Puedo sentir... por todo lo que haz pasado... con tan solo verte... - le dije a modo de consuelo, mientras le regresaba el abrazo - No te preocupes. Ahora estás a salvo...

- Double Crescent Mirage!

Una explosión en frente de nosotras nos arrojó varios metros dentro del bosque, y creando un enorme agujero en el suelo. Ambas caímos separadas la una del otra, con heridas en nuestros cuerpos.

- ¡¿!? ¿Qué... fue eso?...

- Oh no... - en los ojos de Lunamon pude ver reflejada aquel mismo terror que tenía cuando me estaba abrazando - ¡S-Son ellos! ¡Ellos me estaban persiguiendo!

- ¿? - entonces, levanté la vista y vi a un par de chicos adolescentes, de tal vez unos 10 años más grandes que yo, acompañados por 2 criaturas muy grandes, de quienes me gustaría pensar que son Digimons: uno parecía un robot azul con rasgos de perro y enormes garras plateadas en sus manos, y la otra era una mujer vestida de rosas.

- Ahí esta Lunamon...

- ¡No! ¡Por favor déjenme vivir!

- Ahora si terminaremos las cosas...

- ¡O-Oigan! - yo me interpuse entre ellos, levantándome del suelo aun con las heridas - ¡¿Qué acaso no ven que está indefensa?! ¡Déjenla en paz!

- Oh no... - comentó la chica que acompañaba al robot gigante - Ella también tiene un Digivice AE...

- ¿? - entonces volteé a mirar y vi que a un lado de dónde me hallaba tirada estaba mi Digivice.

- ¡Entonces ella también es un objetivo! ¡MirageGaogamon!

- ¡Entendido, maestro! - el robot voló directo hacia mi. Sin embargo, estaba decidida a quedarme de pie ahí y proteger a Lunamon. Después de escuchar su historia, y de ver que estos tipos no tienen nada de vergüenza como para matar a una chica y a un Digimon indefenso, no estaba en lo más mínimo de acuerdo con dejar a Lunamon ahí.

Pero, antes de que me tocara aquel robot con sus garras...

- Arrow of Apollo!

Una explosión de fuego golpeo al robot, alejándolo de mi y de Lunamon.

- ¿? ¿Qué fue eso?

- ¡Hikari!

...

Normal POV

Tsuyo apareció corriendo de entre el bosque, hasta llegar a dónde estaba Hikari.

- ¡Hikari! ¿Estás bien?

- Eh... Si... - la chica se sonrojó un poco al verlo. Pero, de entre todas las dudas que surgieron en su mente en ese momento, decidió tan solo sacar una a la luz: - ¿C-Cómo sabías que estaba aquí?...

- ¡Lunamon! - el guerrero Apollomon llegó hasta dónde estaba la pequeña Digimon, quien estaba herida en el suelo.

- A-Apollomon... Viniste|

- Sentí tu presencia cuando llegaste a este Mundo, y luego sentí tu dolor. Pero no te preocupes; ya estoy aquí...

- Otro... elegido... - comentó el llamado MirageGaogamon, mientras se levantaba.

- ¿Lo ves? No son niños indefensos: ya tienen en sus manos a 2 Digimon. Ya es una pelea justa...

- ... Okay...

- Espérame aquí, Lunamon - dijo Apollomon, con palabras de mucha seriedad y reflejando enojo e ira en ellos - Voy a encargarme de esos 2 de ahí...

- Espérame Hikari. Creo que esos 2 quieren pelea; iré a hablar con ellos... - le dijo Tsuyo a Hikari.

- ¡Ellos no quieren hablar! - le advirtió la chica - Han estado persiguiendo a Lunamon por varios días, y la atacaron 2 veces estando totalmente indefensa...

- ¡¿Qué?! ¿¡En serio?! - Apollomon se sorprendió mucho al escuchar eso. - ¡Entonces no los perdonaré!

- Espera, Apollom|

- ¡Cállate Tsuyo! ¡Estos 2 bastardos merecen la muerte si hicieron sufrir a Lunamon! ¡Los mataré con mis puños!

- ¡Hey! ¡Espera!

- ¡Allá voy! - y Apollomon se lanzó contra los 2 Digimons, mientras los adolescentes lo veían.

- Ahora si es un enemigo... - comentó la chica, mientras levantaba un aparato parecido al Digivice AE de Hikari; pero era de color rosa y no tenía su típico aro metálico - ¡Rosemon!

- ¡Allá voy Yoshi!

« ¿? ¿Tiene un Digivice? » pensó Lunamon « ¿Acaso son...? »

- ¡MirageGaogamon!

- ¡Si maestro!

- ¡Espera Apollomon! - le gritó Tsuyo, mientras se acercaba a la escena - ¡No vas a poder! ¡Son 2!

- ¡Los mataré!

Los 3 Digimon estaban a punto de colisionar en un ataque que crearía una gran explosión en la zona; por lo que Hikari acudió hacia Lunamon para sacarla de ahí. Pero, antes de que algo pasara...

- Fire of Darkness!

Una bola de fuego negro impactó en el suelo fuertemente, creando una gran explosión de llamas negras que levantó una gran columna de humo. Tsuyo, Hikari y Lunamon recibieron un daño colateral, y salieron volando varios metros lejos. Mientras que Apollomon recibió un impacto directo, y los 4 atacantes se desvanecieron en cuanto las llamas negras comenzaron a corroer en el suelo.

Con dificultad se levantó Tsuyo y se dirigió a Hikari.

- ¡Hey! ¿Estás bien?

Hikari un poco molesta, con más heridas que antes, se levantó a mirarlo con enojo.

- ¿Qué? ¿Acaso esa es la única pregunta que sabes hacer?

- P-Perdón... - se disculpó Tsuyo, mientras se sonrojaba.

- ¿Ya ves? ¿O acaso no te lo dije hermano?

- Pues tienes razón. La paciencia esta trayendo frutos...

- Además, aunque no tengamos a toda la colmena, tenemos a las abejas reina...

- Si. También tienes razón en eso...

Ambos voltearon a ver hacia atrás de ellos cuando escucharon una conversación ajena a la de ellos. Lo que vieron los dejó estupefactos: vieron a 2 seres demoníacos parados a unos metros de ellos, con el bosque de cerezos ardiendo en llamas rojas y oscuras como fondo. Uno era más alto, fornido y grotesco que el otro, que parecía un simple esqueleto humano con alas. Los 2 tenían alas, pero las del demonio pequeño eran más grandes que las del mayor; además, solo tenía un par, y el grande tenía 3 pares. Éste traía cargando, agarrándolo de la melena, a Apollomon, quien se veía borroso por algunos instantes y estaba cubierto de heridas, con toda su armadura rota, gran parte de su melena quemada, y con una mirada de estar completamente muerto.

- Bueno hermano... - dijo el pequeño, con una sonrisa malévola y llena de dientes filosos que reflejaba un deseo asesino realmente aterrador, y con sus ojos de color escarlata fijos en los chicos y en la Lunamon que estaba a un par de metros de ellos - Es hora de cumplir nuestra misión.

- No hermanito... - le respondió el otro, con una sonrisa y mirada igual a la del pequeño - Es hora de comenzar la cacería...

ASFD

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