Capítulo XXIV

Mizuki POV

La alarma de mi cuarto comenzó a sonar de manera muy molesta, despertándome de sopetón de mi cálido sueño. Rezongué un poco al darme cuenta de que tenía que despertar para ir a la escuela.

- ... Ya ni modo... - fue todo lo que me dije a mi misma - Es tiempo de comenzar otro nuevo día - y dicho esto, salí de mi cama.

Por cierto, me llamo Mizuki Kinomoto, y tengo 14 años. Y ahora mismo me estoy alistando para ir a la escuela.

Primero, pase al baño y mientras me veía en el espejo, comencé a cepillar mi largo cabello negro que llegaba hasta mi cintura, comenzando por la raíz y llegando hasta las puntas color celeste del mismo. Oh, cierto. Había olvidado que hace un año me había pintado todo el cabello de color celeste, y cuando lo descubrieron mis padres, un par de horas después, me castigaron severamente. No me puedo quejar, creo que me lo merecía. Ahora, lo único que queda de ese recuerdo son estas pintas de color celeste que tiene mi cabello.

Después de que lo cepillé, proseguí a bañarme. Bien pude primero bañarme y luego cepillar mi cabello, pero digamos que es un tanto rebelde si hago esto; lo hice un par de veces, y me arrepiento haberlo hecho.

Entonces, salí de la dicha, sequé toda mi piel (suave y bonita UwU, pero muy, muy clara. Demasiado), y comencé a vestirme con mi outfit mas común: una polea de tirantes celestes, con una minifalda de color blanco y un short negro por debajo, para evitar miradas pícaras UwU; un poleron azul, el cual acomode de tal modo que quedo una manga colgando; zapatos deportivos color blanco, y, para terminar mi vestimenta, me puse un collar de plata que tiene inscrito mi nombre. Fue un regalo muy especial que me dedicaron hace muchos años, una persona especial...

Después de este pequeño show que les he dado sobre mis mañanas, tomé mis cosas, agarré un sándwich que estaba en la mesa (no tengo ni la menor idea de para quién era, pero ahora es mío >:3), y corrí hacia la escuela, mientras me lo comía.

No es como si fuera a legar tarde; al contrario, iba con varios minutos de adelanto. Además, ya estamos muy cerca de las vacaciones de invierno (demasiado cerca, creo que solo falta una semana), así que no habría problema incluso si llego tarde.

¿Entonces, para qué voy apresurada? Solo diré una cosa: con honor hasta el final.

Una vez que estaba ahí, busqué mi salón rápidamente mientras zigzageaba en los pasillos y entre los últimos sobrevivientes de la primera mitad del año escolar (osea, los que están tan mal en materias que deben ir en vacaciones, o lo "ñoños" que van porque no tienen nada mejor qué hacer, ¿Y en cuál de las 2 entro?... En las observadoras del juego final...).

~♦♦♦~

- ¡Jefe! ¡Ahí está! El enlace Hielo está a punto de quedarse sola, por aproximadamente 33 minutos con 13 segundos, hasta que sus demás compañeros de clase aparezcan...

- Si... esta es nuestra mejor oportunidad para evitar el enlace... Si lo hacemos, los demás estarán debilitados en sus demás batallas, y así impediremos|

- ¡Si jefe! ¡Habremos ganado toda esta guerra!

- ¡Lo sé Agumon! Y... ahora que lo pienso... ¿Quién va a clases estando ya casi en vacaciones? ¡Yo me quedaría a dormir en mi casa!, o lo que sea, pero no estaría aquí...

- Pero jefe... tú me contaste que una vez casi repruebas, y que tuviste que quedarte en la escuela para hacer exámenes, ¡En el cumpleaños de tu hermana!

- Si... no me lo recuerdes, que estar en la escuela ese día no me fue nada agradable...

- Okey, ¡Mejor pongámonos en marcha!

- ¡Si! ¡Vamos!

~♦♦♦~

Entré a mi salón de clases, después de dar varias vueltas por toda la escuela. Y, me encontré con lo miso de siempre: vacío. Como siempre llego temprano, siempre, entonces estoy acostumbrada a estar varios minutos sola; ¡Y comencé a jugar aquí!

Las ventajas de estar sola en el salón de clases, es que puedes hacer todas las cosas que siempre quieres hacer estando en la escuela, sin que estén tus amigos dando su opinión, ni los tipos mala cara que dicen que eso está contra las reglas, ni los profesores que quieren poner reporte, ni los prefectos que castigan sin razón aparente (tal vez por que les falte... ya saben... diversión nocturna) ni nadie de nadie. ¡Un espacio solamente para mi!

Entonces, comencé a andar de arriba para abajo: hice una enorme pila de sillas, hasta el punto en que todas se caigan. Pero, no puedo llegar a ese punto, ya que me descubrirían y mi tiempo libre se arruinaría. Después, ordené las sillas lo más rápido que pude, viendo que conseguí un récord de 5 minutos, ¡Yey!

Luego, saqué toda la basura que estaba en mi mochila y comencé a jugar que estaba en un partido de baloncesto, y procedí a probar mi puntería. Al final, me di cuenta que no soy buena para tal deporte :'v

Y después de estas cosas, me quedé en un estado de aburrimiento. Sip, y es muy normal que me pase esto. Es más, se me hizo muy raro que este sentimiento llegara tan rápido: normalmente me siento así más tarde, tal vez unos 10 minutos después de esto. Miré mi reloj y me di cuenta que solo había estado jugando por 25 minutos. Y faltaban unos 8 minutos para que la primera persona entrara por esa puerta.

- ¡Rayos! ¿Y ahora, qué voy a hacer?... ¿Eh?

Se asomó por la ventana del salón y alcanzó a ver como había un tipo en el jardín que estaba dando brincos, estirando los brazos, y haciendo cosas de loco. Y, parecía estar llamando mi atención, porque miraba justamente en mi dirección. Pero, lo que más me sorprendió fue que nadie lo veía, o parecían estar ignorándolo de una manera perfecta, ya que absolutamente nadie veía que estaba ahí.

- ¿Pero que|?

- ¡Jefe! ¡Aquí está!

- ¿? - una voz chillona me hizo voltear a la dirección de ésta: la puerta del salón. Miré y me encontré con algo... no sé si llamarlo espantoso o curioso:

Un pequeño dragón, con largas garras blancas, ojos verdes, muy cabezón y con unas extrañas cintas rojas en sus garras estaba parado bajo el umbral de la puerta, junto a un tipo que se parecía mucho a un profesor: cabello largo y café que llegaba hasta sus hombros, barba y bigote que no descendían más allá de la base de su cuello, una mirada penetrante, ropa muy maltratada, y con una cara de "me quiero morir".

Pero no fue la apariencia del tipo, sino la presencia de la criatura rara.

- ¡¿Ehhh?! ¿¡Qué es eso?!

- ¡Espera! ¡Te lo puedo explicar! - me respondió el tipo, dejándome más en duda.

- ¿? ¡Lo conoces!

- Obvio que me conoce. Somos casi como hermanos...

- ¡! ¡P-Puede hablar!

- Hey. Espera un segundo. - y, sin darme cuenta de en qué momento entró al salón y llegó hasta estar en frente de mi, me tomó de los hombros como si quisiera tranquilizarme - Puedo explicártelo, pero necesito que también oigas otras cosas que debo decirte...

- ¿? ¿Q-Qué cosas?

- Ven siéntate. Debemos charlar un poco...

...

- Tan solo míralos Abigarmon, hermano mío... - comentó Bahatminmon, mientras sobrevolaba la ciudad donde vivían los Elegidos - Son tan... estúpidos, primitivos... Tan humanos...

- Hermano, lamento arruinar tu perspectiva. Pero no puedes definirlos como "tan humanos" si ni siquiera conocemos su especie.

- Hmph. Arruinas la diversión hermano...

- Además, ya viste lo que pudieron hacer solo 2 de ellos: destruyeron todo un equipo de 20 demonios que, según Dark-Dorugoramon, son de los mejores guerreros de la Puerta del Infierno... ¿Y me oíste bien, no? 2 de ellos derrotaron a 20... Y, al parecer, son más de 10, y su número tan solo está en crecimiento... ¿Qué podría hacer un ejército de ellos? Tan solo piensa en 50... si hacemos cálculos, derrotarían a 50 como mínimo, o a 100 a lo mucho... ¿Y 100? ¿O 1000? Serían capaces de hacer que todo el Digital World arda en llamas si siguen habiendo Elegidos...

- Entonces, explícame hermanito, ¿Para qué estamos aquí? ¿Para ver esta "función de sangre"?, ¡No! Estamos aquí para eliminar a las ratitas de JunoKazemon que vayan asomándose...

- Si... pero no podemos hacerlo tan deliberadamente. Si llegamos a causar mucho alboroto, nuestra invasión a este planeta podría verse obstaculizada por la tecnología de este lugar. Podría llegar a parecer muy primitiva, pero de acuerdo a una investigación profunda que hice, al parecer estos humanos tienen la capacidad de romper esos límites, y podrían dar una vuelta demasiado inesperada en nuestra invasión...

- Pero nunca podrían vencernos...

- Eso no lo sabemos...

- ... Entonces, ¿Cuándo los mataremos?...

- Ya habrá una oportunidad. Tal vez en cuanto salga una nueva "ratita" como tu les llamas, o tal vez en otra reunión, como la que tuvieron hace una semana...

- ¡Oye, es cierto! Ahí estaban todos. Los teníamos en nuestras manos, ¡Y ahora están por ahí, viviendo como las ratitas que son, con tanta tranquilidad! ¡Debimos haberlos asesinado!

- Lo sé... Pero la llamada de Dark-Dorugoramon era más importante; la de destruir a esos intrusos que se inflitraron en la Puerta del Infierno y que casi seguían avanzando hasta el Atajo de Picos Rojos...

- Pero, sabes perfectamente que, aún si hubieran pasado por el Atajo, no hubieran podido salir de Viento Oscuro. Ni siquiera con todo el poder que demostraron en Puerta del Infierno serían capaces de sobrevivir en ese paisaje helado...

- Lo sé. Pero, si por algún motivo lo hacía, no tendrían nada que los separara de ahí hasta Elysian y La Capital...

- ... No... No concuerdo contigo del todo...

- Aun cuando seas el mayor de ambos, tienes muchas cosas que aprender... Con el tiempo lo harás, hermano...

...

- Entonces, ¿Entiendes todo lo que te dije?

- ... Si... - « Aún después de que tú y tu criatura rara me han dado una explicación larga sobre el fin del mundo, yo no te entendí en lo absoluto... »

- Okey... Ahora, espero que puedas llevar a cabo el encargo que te dimos...

- ... - « Espera, ¿Me dieron un encargo? »

- Jefe. Faltan 35 segundos...

- Cierto - entonces, se dirigió hacia mi - Bueno, debo dejarte. Voy a ir a otro lado, y no puedo llegar tarde...

- ¿? Okey. No te preocupes... - « Espera, dime que encargo me diste... ¡Es cierto! Estoy pensando; ni modo que me estuviera escuchando xd »

- Entonces, adiós - y dicho esto, el tipo se levantó de su silla y caminó rápidamente hacia la puerta. - ¡Agumon! ¡Vamos!

- Cierto jefe... ¡Nos vemos Mizu! - entonces, ese pequeño dinosaurio se despidió y corrió hacia el tipo barbudo

« Vaya... ese tal Agumon es muy amable, educado y gentil... ¡No! ¡Debo saber el encargo que me dieron! »

- Oye...

- ¡Nos volveremos a ver, Mizu! - dicho esto, ambos cruzaron la puerta y doblaron a la esquina.

- ¡No! ¡Espera! - corrí hacia la puerta y me asomé en cuanto llegué. Pero, me sorprendió mucho el hecho de que, en cuanto volteé, ya no estaba. Solo se veía un grupo de compañeros de mi salón caminando hacia el salón.

- ¿? Hola Mizu... - me saludó una chica en cuanto me vio; creo que se llama Nikoru, y creo que hace poco fue su cumpleaños. Creo.

- Si, hola - la saludé casi sin pensarlo: tenía la cabeza puesta en el tipo que acababa de desvanecerse - Oye, Niko, ¿Acaso no viste a un tipo, como de 30 años, con barba, bigote y cabellos largos, ropa toda maltratada, y acompañada por una criatura tipo dinosaurio, que acaba de pasar por esta puerta?

- ¿?

- A menos que te refieras al profesor de filosofía que nunca se pasea por aquí, pero que cumple con tu descripción, no. No lo hemos visto. - me respondió otra chica, que creo que se llama Hikari. Aguarda un segundo, ¿Desde cuando ambas se juntan tanto como para ser amigas?... Es mas, ¿Desde hace cuando ellas 2 se juntan con toda la bola de personas que están ahí detrás de ellos?...

- ... Okey... - « Estoy segura de que lo vi... »

...

Las siguientes clases pasaron casi rápidamente, pero yo seguía pensando en el tipo barbón con su dinosaurio de... ¿Mascota?...

Vi como los profesores fueron dando su clase, algunas aburridas y otras tan interesantes que me hicieron olvidar esa conversación que no entendí nada. También vi que, en cada cambio de clase (o mejor dicho, casi en cada cambio) entraban al salón varios compañeros de otras edades a juntarse con el grupo de Hikari y de Niko. Espera... ¿Desde hace cuándo los de 13 y 15 años se juntan con los de 14 años? Estos son tiempos muy confusos...

Entonces, sin darme cuanta llegó la última clase y acabó :v. Creo que era clase de historia, porque no escuché nada de nada. Entonces, decidida a regresar a mi casa, metí mi mano en el pequeño espacio que hay en nuestras bancas (osea, un pequeño compartimiento, para guardar cosas, libros y material de la escuela), pero en cuanto yo creí que había tomado mi libro, en realidad sentí algo frío y metálico.

- ¡Ahhh! - grité tan fuerte que el grupito de Niko y Hikari, que estaban reunidos a un par de metros de mi, voltearon a verme con cara de confusión. Pero, en lo personal, no sentí nada de vergüenza por haber gritado así. Así que, decidida, seguí con el "unboxing" de mi banca, para conocer que había.

Nuevamente tomé el objeto frío y metálico, y lentamente lo saqué, para darme a mí misma suspenso sobre qué era. Lo terminé de sacar y vi que era una especie de celular, pero que contaba con un pequeño teclado y con un aro metálico que sobresalía del objeto. El mismo era de color blanco; completamente blanco.

- ¿? ¿Qué es esto?

- Oh... ¡También eres una Elegida!

La voz de una chica de tez morena y con cabeza trenzado se me acercó y me vio con sus ojos negros (¿O eran cafés?) de manera muy curiosa.

- ¿? ¿Elegida?

- Si... ¡Como yo! ¡Y como Misti! ¡Y como todos nosotros! - acto seguido, ella me mostró un aparato exactamente igual al mío; incluso los colores eran exactamente iguales. 

- ¿?

- Vale, estás siendo muy agresiva... - inmediatamente otra chica, con cabello largo, ondulado y con puntas decoloradas la apartó y se acercó a mi. - Hola - lo rpimero que hizo fue presentarse. Que elegancia la de Francia - Creo que no nos conocemos... me llamo Misti...

- Hola Misti... ¿La que mencionó esa tal Vale?... - teóricamente no tendría por qué estar asustada, pero lo estaba. Tal vez por la horda demás d 10 adolescentes que estaban observándome.

- ¡Oh si! Ella misma... - luego se fijo en el aparato que aun estaba en mis manos - Veo que tienes... un Digivice AE....

- ¿? ¿Esto... se llama Digivice AE?...

- Sip. Y, ahora que lo tienes, creo que eres parte de nosotras - dicho esto, los demás me mostraron que tenía un aparato exactamente igual al mío: vi bastantes colores en la multitud: negro, dorado, verde, amarillo, café, azul muy claro, morado y rojo oscuro. Fue lo principal que llegué a notar. Pero algo que noté más que nada era que...

- Oye, Misti, ¿Y tú no tienes un Digivice AE?...

- ... No... - respondió ella con mucha calma - No tengo uno... Aún no me ha llegado - A pesar de eso, sentí que sus palabras salieron de su boca con cierto dolor; como si ese tema fuera muy personal.

- ... Oye, lo siento, yo no| - inmediatamente me disculpe.

- No tienes que lamentarlo... - dijo ella con una sonrisa sincera - Algún día me llegará. Pero, en vez de preocuparme por mí, me alegra que tú tengas uno y te puedas unir a nuestro equipo...

A pesar del presentimiento que tenía de que no tuve que haber hecho esa pregunta, ella habló con tanta sinceridad que no quise contradecirla ni decir nada para arruinar el momento. Simplemente asentí; ni siquiera sabía para qué era ese Digivice, ni entendía por qué se llamaban a sí mismos un "equipo". Pero, la sinceridad con que me dijo eso, hizo que aceptara tener ese Digivice AE.

Inmediatamente, una luz salió de mi Digivice e iluminó el espacio que había entre Misti y yo.

- ¿? ¿Qué es esto?

Y, junto con esa luz, se encendió mi Digivice, y del aro metálico que tenía apareció una luz que formó un pequeño holograma. Al parecer, tenía forma de un bloque de hielo.

- ¿? - E, inmediatamente, cambió de forma a lo que parecía ser a simple vista una pequeña bola blanca - Nieve... - fue lo primero que dije, porque... pues... parecía una bola de nieve. Para que les digo más: eso parecía. Y, una vez que lo dije, la luz que formaba el holograma de aquella bola de nieve, entró a mi Digivice, y éste cambió de color blanco a celeste. entonces, salió una vocecita del Digivice que dijo.

- Enlace Hielo: completado.

Entonces, ambas nos miramos con cierta confusión en nuestras miradas.

- ¿? ¿Qué fue eso?

- No tengo ni la menor idea... 

- Oigan... - comentó Niko, con una cara de curiosidad - ¿Alguien vio a Heishi?...

...

Normal POV

- ¡¿?! ¡Hola Maya!

- ¿? ¡Heishi-kun! Hace tiempo que no te había visto...

- Si... estuve ocupado con algunas cosas... - « Como conocer a mi Digimon, Tentomon, que es un pervertido y un caliente en todo momento... » - Por cierto, ¿Ya te vas?...

- Si. Ya me voy a mi casa...

- Pero, vas a andar sola...

- No te preocupes. Desde que me protegiste aquel día, ni Kingu ni sus amigos me han molestado en lo absoluto... ¡Te lo agradezco mucho! ¡He estado en paz todos estos días!

- Bueno... Pues no tienes que agradecerme de nada... - « Entonces, ¿Mi amenaza surtió efecto?... Ahora que lo pienso, no he visto ni a Kingu ni a su bola de amigos desde que ocurrió aquello. Pero, no importa: lo bueno es que pude salvar a Maya de ese bastardo...» - Pero... ¿No te gustaría que te acompañe?... Digo, por si las dudas o|

- Ok. Si quieres hacerlo, no hay problema...

- ¿? Okey... Pues, vamos a tu casa...

Y, sin que lo viera venir, Maya se abrazó al brazo izquierdo del chico, haciendo que el se sonrojara.

- Pues vamos - dijo ella, con una enorme sonrisa en sus labios. Entonces, ambos comenzaron la marcha.

« A ver, Heishi. Si la vas a llevar hasta su casa, debes de comenzar a tener una conversación con ella. Una conversación normal, yo digo... » fue lo que pensó Heishi al comenzar la caminata.

- Y, pues... - comenzó a hablar el chico - ¿Como te ha ido en la escuela...? - « ... Vaya... solo a ti se te ocurre empezar a hablar con ella con ese tema. Eres todo un genio... »

- Pues... yo diría que bien. - respondió ella, mientras miraba por el camino que ambos tomaban - Aunque estuve sufriendo en los exámenes, yo creo que para la otra mitad del año puedo librar las materias... Tal vez con un 9 como mínimo...

- Oh, vaya...

- ¿Y a ti? ¿Cómo te ha estado yendo?...

- Pues... - « A ver, que ni se te ocurra mencionarle que tienes unas 5 materias en riego de reprobación, que harás extraordinario de 3 materias y que has estado recursando 2 desde hace un año... » - Yo diría que bien. Tal vez no saque todas con 9 o 10, pero al menos las pasaré. Y eso importa, ¿no crees?

- Jeje - rió la chica, sonrojándose un poco - Supongo que tienes razón...

- Si... - « Y ya se acabo el tema de conversación. Realmente soy pésimo en esto... »

Entonces, ambos permanecieron en silencio el resto del camino. Un silencio que comenzó a incomodar a Heishi, hasta que...

« ¡Rayos! Es cierto... Tengo a Tentomon en mi cinturón; si por algún motivo llega a decir algo descaradamente, como lo hizo en la fiesta de Niko, será un verdadero problema. No quiero tener ningún problema con ella, ni con las demás chicas del grupo, que por cierto son muchas, por el comportamiento de Tentomon| »

- Bueno, pues... cuéntame algo sobre ti...

- ¿? ¿Sobre mi?...

- Si... O sea, cosas que te gusten, o cosas así...

- Oh, ya... - « Bueno, pues que tanto le puedes decir... » - Pues...

- Mejor, comencemos con algo: ¿Cuál es tu música favorita?...

- Oh; si, comencemos con algo - « No repitas lo que te dice; se ve raro... » - Pues, en general escucho un poco de todo. Pero me gustan mucho las bandas de rock: Bon Jovi, Pynk Floyd, AC/DC, The Beatles, Aerosmith, Led Zeppelin, Queen, Guns N' Roses, The Rolling Stones...

- Ya veo. Te gusta más la música de antes que la de ahora...

- Si... considero que... era muy buena... - « Mierda, tenía que tocar ese tema... y yo que soy muy fanático del rock... » - ¿Y a ti? ¿Hay algún genero de música que te guste?...

- Pues... no tengo uno en específico. Me gusta un poco de todo... - « Ya veo. Más sencilla que yo » - Y dime, sobre las cosas que te gusta hacer...

- Cosas que me gusten hacer... - « Debo controlarme; o podría decir algo inapropiado... » - Pues, no tengo muchas cosas que me gusten hacer...

- ¿En serio? - ella no parecía creerlo.

- Si, en serio...

- Pues, no sé: tal vez toques algún instrumento, o te gusta dibujar, reparar autos descompuestos o estudiar...

- ¿Estudiar? ¿A quién le gusta estudiar? ¡Jaja! - « Como que tiene muchas ideas sobre mi... »

- Si... ¿A quién le gusta? Jeje... - dijo, mientras miraba hacia otro lado.

- ¿? - « Oh, mierda... creo que a ella le gusta. Rápido, di algo »

Pero, antes de que Heishi dijera algo, apareció una luz frente a Maya, que la asustó mucho.

- ¡Ahhh! ¿Qué es eso?

- ¿? - « Espera. Ella... ¿También es una Elegida?... »

Entonces, aquella luz se materializó en un aparato extraño, muy parecido a un teléfono, con un anillo metálico, un pequeño teclado. Todo el aparato era de color blanco.

- H-Heishi-kun... ¿Qué es eso?... - preguntó la chica con miedo, mientras se aferraba al brazo del chico.

- ... - « Eso me recuerda... al día que me encontré con Tentomon en aquel callejón... » - No lo sé... - « Pero, si es una Elegida de JunoKazemon, entonces debería tomarlo... » -¿Por qué no... vas y lo tomas?...

- ¿? ¿Estás seguro? ¿No crees que me haga daño?

- No te preocupes - le dijo el chico con mucha seguridad y confianza en sus palabras - Si algo llegara a pasar, yo te protegeré...

- ... Gracias, Heishi-kun...

La chica comenzó a caminar hacia el aparato, y en cuanto se acercó al aparato, este emitió un holograma, que salía del aro metálico, con un símbolo de un trueno.

- ¿? - y, en cuanto ella lo tomó, este cambio a ser de color amarillo, y lanzó otro holograma: el mismo símbolo que había visto antes, pero ahora de color amarillo (el anterior era de color azul) - Un... ¿Rayo?... - en cuanto lo dijo, el holograma entro en su dispositivo y el mismo soltó un pequeño audio.

- Enlace Trueno: completado.

Ella tan solo se le quedó mirando un buen rato. Y, en cuanto volteó, vio que Heishi estaba con un aparato exactamente igual al que tenía la chica; a excepción de los colores.

- ¿? ¿Tú... también tienes uno?...

- Sip... Ahora, creo que tenemos un buen tema de conversación...

...

- ¿Qué hacemos aquí?

- Te dije que tenía que estar en casa de mis... molestos padres... hace más de una hora...

- ¡Oye! ¡Tengo mucha hambre!

- Mas te vale que esto sea rápido...

- ¡Si! ¡Ya cállense todos! Y todas, para que no se sientan ofendidas...

- Jaja, que gracioso eres...

- Okey... Y, ¿Para qué nos quieres aquí?

- Unos tipos me llamaron... Dijeron que me querían a mi y a mis amigos más cercanos, para un encargo...

- ¿? ¿Un encargo?

- ¡Wow! Me siento tan halagada de saber que soy una de tus amigas más cercanas...

- Jaja. Me encanta mucho tu sarcasmo, Nanami...

- Y, ¿Sabes de qué es ese encargo?

- Me dijeron que iba a incluir venganza y recompensa...

- ¿Venganza y recompensa?...

- ¿Esa combinación de palabras no suena demasiado buena para ser cierta?...

- Sea lo que sea, los llamé a ustedes para que viniéramos a ver de qué se trata...

El grupo de 6 llegaron hasta un especie de almacén junto a una bahía.

- ¿En serio? ¿Un almacén abandonado en una bahía? ¿Y te pareció buena idea traernos aquí?

- Vengan. En esa llamada me dijeron que debíamos tocar el timbre del almacén.

- ¿Acaso escuchaste algo de lo que dije?

- Oye, Zedrik. Cierra la boca.

- Veamos... - el grupo llegó al almacén y, quien parecía ser el líder, comenzó a palpar en la pared que tenia la entrada del almacén. - ¡! Aquí esta el timbre...

Lo tocó, dejando sonar un leve sonido. Y, después de ello, hubo un largo silencio; tanto que los otros 5 se incomodaron y molestaron con el principal.

- ¿Y luego?

- Debe de haber... un error. Me dijeron que tocaría el timbre, y alguien saldría... - el chico tocó desesperadamente el timbre como 5 veces.

- Dude. Esto no es divertido...

- Esperen - entonces, tocó de manera desesperada el enorme portón del almacén. - ¡Hey! Soy yo, al que llamaron hace un par de horas, ¿Me dejan entrar o qué?

Y, un par de segundos después, se abrió una puerta oscura de madera al lado del portón, y salió una persona, pero que por la oscuridad de la noche y la luz del portón que no llegaba hasta la puerta, aparecía como una sombra.

- Buenas noches, señor Shi.

- Solo Kingu... - dijo el chico, haciéndose paso entre el grupo.

- Y, puedo ver que trae a los amigos que se le pidieron...

- Creo que, sea lo que sea que quieren, es mejor con más gente.

- Sabias palabras, señor Kingu... Bueno, pasen: mi jefe los está esperando.

- ¿? ¿Acaso usted no me había|

- Si: fui yo quien lo llamó, pero el verdadero encargo es por parte de mi jefe. Así que, acompáñenme...

- O-Okey... - en cuanto vieron que Kingu se encaminaba hacia la puerta, los demás le siguieron.

Entraron a lo que se suponía que era un almacén, pero vieron que frente a ellos había un enorme y largo pasillo estilo gótico, con una altura no mayor a 2 metros, decorada en el piso con una larga alfombra negra con detalles escarlata y bordes dorados; las paredes estaban completamente vacías; o sea, sin pinturas, retratos ni adornos; era de color púrpura oscuro, y sobre el techo había una vela que colgaba para iluminar un pequeño tramo; mas o menos una vela cada 5 metros, así hasta extenderse a lo mas profundo del pasillo. Lo más sorprendente era que las velas, a pesar de que se veían muy pequeñas, iluminaban el pasillo no de forma perfecta, pero lo suficiente para poder vislumbrar los detalles generales del pasillo.

- Okey... ¿Cómo apareció un largo pasillo así dentro de un almacén?

- Cállense y entremos - ordenó Kingu, con voz seria.

Entonces todos le siguieron a paso lento, y aquel tipo que los saludo cerró las puertas a sus espaldas. Y comenzaron a andar.

Prácticamente todo el trayecto estuvieron en silencio. Oyendo sus pisadas sobre la alfombra, y las pisadas realmente pesadas de quien los había saludado hace unos momentos. Los chicos se sorprendieron por el sonido pesado de sus pisadas, ya que, aunque no lo veían, era como sentir a un gigante de 3 metros detrás de ellos.

- Bueno, y... - comentó Kingu - ¿Donde esta tu jefe?

- Frente a esa puerta a la que acabamos de llegar.

- Oh. Cierto...

Kingu abrió la puerta y entró, junto con todos los que iban con él En primer lugar, vio una sala con un techo muy alto, que, por la forma, parecia ser cónico. Y, en medio de aquel escenario, había una persona, muy parecida a un niño rubio, que estaba usando una toga, sentada en una silla que en su mayoría era de color escarlata, la cual estaba llena de decoraciones de oro y de púrpura.

- Buen trabajo, Beelzebumon - le dijo aquel tipo - Puedes retirarte...

- Yes, my Lord... - Y, dicho esto, se fue.

- Bueno, jóvenes humanos... - aquel se dirigió a los chicos con mucho respeto - Iré directo al grano: ¿Les gustaría... conocer otro mundo?

- Un momento - interrumpió Kingu - ¿Quién es usted?

- ¡Cierto! Mis modales... - y, sin levantarse de su asiento, siguió hablando - Mi nombre es Sataniamon...

- ¿? ¿Por qué sus nombres terminan en "mon"? Osea... "Beelzebumon", "Sataniamon"... ¿De qué se trata esto?

- Bueno - siguió hablando Sataniamon - Esos son temas que tocaremos en un momento. Pero, primero me gustaría que me respondieran: ¿Les gustaría ir a otro mundo?...

- Pues... - los chicos estaban dudando entre ellos.

- ¿Si o no? - preguntó de manera muy firme y seria Sataniamon, quien hace unos segundos se mostraba más dócil y gentil.

- ¡Okey, si! - gritó Kingu, silenciando la habitación.

- Dude...

- Pues, en ese caso - siguió Sataniamon - les tengo una noticia: existe un mundo llamado Digital World, gobernado por seres llamados Digimons. Y este es el encargo que quiero que hagan: conquístenlo para mi...

- ¡Wowowow! - aquel al que habían llamado Zedrik cortó la conversación - ¿Y para qué o qué?... 

- ¿Y con qué nos pagaras el hecho de que vayamos allá...?

- Oigan, esto se está poniendo|

Sataniamon sonrió ampliamente hacia los chicos.

- Excelentes preguntas: Zedrik... y Tiván

- ¿? ¿Cómo es que sabes|?

- Ahora, tomen asiento. - detrás de él, aparecieron 2 tipos: uno parecía ser un robot de 4 o 5 metros de altura, realmente fornido; el otro parecía un guerrero samurai, de unos 2 metros de altura, con toques en su armadura que lo hacían lucir como un pavo real. Los 3 miraron fijamente al grupo de Kingu, mientras desde el suelo se materializaban, de una sustancia oscura y viscosa, 6 sillas para los chicos - Tenemos muchas cosas de que hablar...

ASFD

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