Misti POV

Como todos los días, hice mi rutina diaria y salí de mi casa lista para ir a la escuela. Mi camino a la escuela fue tan normal como todos los días, pero... Sucedieron cosas raras...

Primero, desde que salí de mi casa, un tipo raro comenzó a seguirme. Al principio creí que era una simple coincidencia, o que tal vez fuéramos en la misma escuela, aunque se veía como de 3 o 4 años más grande que yo. Ahora que lo pienso con mayor claridad, ese chico se veía un poco guapo. ¡Argh, me arrepiento de no haberme quedado a hablar con él!

Pero, estaba un poquito loco: en cuanto me paré en una esquina para esperar a que el semáforo indicará verde para que pudiera pasar a la siguiente calle, el chico llegó y me tomó de la mano, con un tono algo brusco.

- ¿¡!? ¡Hey! - traté de gritar para que alguien me rescatará,  pero me di cuenta de que la calle estaba totalmente sola; y traté de decirle algo, pero en cuanto estaba a punto de hablar con él, me jaló del brazo, alejándome de la esquina - ¡Oye! ¿Qué haces?

Pero, en vez de hacerme algo raro... Si, por un momento pensé que me quería hacer algo raro, y no lo mencionaré... pero, en vez de eso, me tomó de los hombros y habló con claridad.

- ¡Escucha! En unos momentos, te darán un artefacto. Pero, pase lo que pase, no lo aceptes. Es por tu bien, y por el de todos...

- ¿? ¿Qué?

- Así como te lo estoy diciendo. Si lo aceptas, caerá un gran desastre...

- ¿De qué rayos estás hablando? - Pero, en vez de preocuparme por entender al chico, traté de sacarle plática, ¡Porque en serio que está guapo! - Oye, mejor dime otra cosa... ¿Vas en la escuela?

- ¡Oh no! ¡Ya no tengo tiempo! ¡Y debo ir a otro lugar urgentemente!

- ¿?

- ¡Ya te lo dije! Por favor no lo aceptes... Te lo ruego, no lo aceptes...

Y, dicho esto, se marchó rápidamente. En verdad, no había entendido nada, ¡Y ni siquiera pude sacarle plática! ¡Me siento como una basura en el amor :"v!

Luego de que pasó todo eso, ocurrió una segunda cosa rara: comencé a escuchar una extraña melodía.

- ¿Eh?...- volteé hacia donde se supone que surgió aquella melodía, pero no había nada - Tal vez fue mi imaginación...

Y seguí andando hacia la escuela. Pero cuando llegué a un cruce, la melodía volvió a sonar, pero más fuerte. Tanto que me tuve que tapar los oídos.

- ¿¡Qué es eso?!

Y entonces...

‹ ¡Ya déjenme! ¡Ya les di lo que querían! ›

Aquella voz, que acababa de sonar detrás de mí, parecía ser de una niña. Me volteé en busca de su origen y vi un extraño punto negro y pequeño flotando en el aire, y al ser la única en la calle, era la única que lo veía.

‹ ¡No es suficiente! ¡Suelta toda la sopa! ›

‹ Argh... Me lastimas... ›

‹ ¿¡Crees que a un demonio le importa eso?! ¡Estás muerta! ›

‹ Arg... Suéltame... Ahhh...›

Entonces, comencé a escuchar como si estuvieran asfixiando a aquella voz. E, involuntariamente, le hablé a aquel agujero.

- ¡Suéltala!

‹ ¿Eh? ¿Quién es? ›

¡Wow! Parecía que, a pesar de que eso fuera algo como del otro mundo, si me escuchaban desde allá... Así que volví a gritar.

- ¡Suéltenla!

‹ ¡Abigarmon! ¡No importa quién es! ¡Lo que importa es que esta maldita coneja muera! ›

‹ Que... Me... Sueltes... ›

‹ ¡Como digas! ›

Y aquel punto negro se convirtió en una especie de portal, del cual salió una bola café chocó conmigo.

Al otro lado del portal habían 2... bueno, cómo estaba en el suelo, solo pude distinguir que eran 2 formas como humano. Pero, no pude verlos bien...

- ¿¡Qué?! ¿¡Qué es eso?!

- ¡Mejor vámonos hermano!

Y escuché como el portal se cerró. Por cierto... ¡Es cierto! ¡Aún tengo dolor por ese golpe!

- Au...- me sobé la cabeza.

En mis brazos estaba esa extraña coneja (como la habían llamado), la cual estaba inconsciente. La miré detalladamente, y en cuanto me dí cuenta, me asusté mucho.

- ¡¿Ehhh?! ¡Esto no es una coneja! - y tiré a aquel ser al suelo. E inmediatamente se despertó.

- ¡Au! Pero que te pasa mal...- al verme se calló al instante.

Y nos miramos mutuamente.

- ¿Q-Qué... Qué eres...?...

- ¿Tu qué eres?...- me preguntó la coneja, también asustada. ¡Espera!...

- ¡Hablas!

Aquel conejo, o coneja, se tapó los oídos, mostrando una cara de molestia.

- ¡Oye! ¡No me grites, si te escuchó! Y si. ¡Sí habló! ¡Todos los digimons podemos!

- ¡¿Di-Digimons?!

- Si. ¡Soy un Digimon! ¡¡Al igual que esos malditos Abigarmon y Bahatminmon!!- pone cara de enojo.

- ¿Abigarmon? ¿Bahatminmon?

- ¡Si! ¡Esos malditos querían el Elemento Hielo! Pero... - sacó una sonrisa diabólica - ¡No saben que lo que les di no es el Emblema! - y rió.

- ¿Emblema del Hielo? - eso si que me había interesado: me recordó al símbolo con el que había soñado muchas veces.

- Sí, el Emblema del Hielo, con el cual existe mi poder, o algo así. Ya no recuerdo para que era... ¡Un momento! - y se detuvo unos segundos para mirarme - ¿Eres una humana?

- Emmm... Si, ¿por?

Entonces, esa "coneja" gritó alto y me abrazó con todo su cuerpo y sus enormes orejas.

- ¡Eres la Salvadora del Digital World! ¡Nos ayudarás a destruir el Infierno!

En cuanto escuché esas palabras, la separé de mi cara

- ¿? ¿Salvadora de qué? ¿¡De qué hablas?!

- JunoKazemon y JupiterWisemon lo dijeron. ¡La profecía de la salvación se va a cumplir contigo!- y me volvió a abrazar.

- ¡Wowowow! Te equivocaste de humana - la separé de mi cara y dejé en el suelo.- Soy solo una estudiante de primer año de secundaria. No sé de qué me hablas... No te puedo ayudar...

Me di la vuelta y seguí mi andar hacia la secundaria, pero la coneja me agarró la pierna y se aferró a ella.

- ¡NO ME DEJES! ¡AYÚDAME A SALVAR A MI MUNDO DE LOS DEMONIOS POR FAVOR!

Estiré mi pierna y comencé a jalar a la coneja para que se suelte de mi pierna, pero se aferraba muy fuerte.

- ¡Suéltame!

- ¡Nop! ¡Hasta que me digas que me ayudes!

- ¡Que no!

- ¡Qué si!

- ¡Que no!

-  ¡Qué si!

...

Seguimos haciendo eso como por unos 10 minutos más, hasta que logré separarla de mi pierna.

- ¡Entiende Digimon, o lo que seas! ¡No te puedo ayudar!- la dejé en el suelo, y me alejé un poco más para evitar que me agarrara.

- ¡Espera! ¡No me llamo "Digimon, o lo que seas"!

- ¿? Y... ¿Cómo te llamas?

Ella se tranquilizó y se paró frente a mí.

- ¡Me llamó Lopmon! ¿Y tú?

- Me llamó Misti Takenaka| ¡Au!- me agaché y ví mi rodilla: una cortada. Nada grave, pero me dolía. Un momento... ¿En qué momento|?

- ¿Qué te pasa?

- Una cortada... Nada grave

- ¡Déjame ayudarte! - se ofreció la coneja. Entonces, se acercó a mí (yo ya no me alejé) y puso su mano sobre mi.

- ¿Qué podrá hacer algu...- me quedé callada al ver como una luz verde salió de sus manos, y después rompí mi silencio con un grito de miedo - ¡¿Eh?!

- No te muevas - me ordenó, mientras se concentraba en su tarea, y luego quitó sus manitas - ¿Ya estás mejor?

Y ví mi la rodilla: ¡Wow! Como nueva.

- ¿Cómo...?

- Es una de mis habilidades Misti

- Muchas gracias... Por cierto... - entonces, un detalle me vino a la mente - Esos Abigarmon y Bahatminmon... ¿Por qué te seguían?

- Ya te dije: querían el Elemento Hielo del Reino Celestial...

- ¿Reino Celestial?...

- Sip. Te explico: de dónde vengo, tenemos un lugar sagrado llamado el Reino Celestial. Estábamos todos felices, pero un día, el Inframundo Digital, un lugar lleno de oscuridad, decidió atacarnos. Ahora, necesitan los emblemas para apoderarse del Digital World...

- Entonces, de dónde vienes... ¿Están enfrascados en algo así como un... Golpe de Estado?

- Si, más o menos...

Entonces, de repente me quedé pensando... La voz de Lopmon... Se me figuraba mucho a...

- Misti, ¿Estás bien?

- ¿Eh? ¡Ah si! Estoy bien. Solo pensaba...- miré a Lopmon - ¿Sabes algo? No te ves tan mala cómo esos tipos... - le estiré la mano - ¡Seamos amigas!

- ¿En serio? ¡Gracias! - y sin pensarlo 2 veces, me dio la mano. Y...

No pasó nada. Creí que, cuando nos diéramos la mano, iba a pasar algo extraño, sobrenatural o fantasioso que ni yo misma podría creérmelo. Pero nada. Solo fue un momento tan rutinario como cualquiera.

- ¡Vamos a ser grandes guerreras!

- ¡Espérate! Quiero ser tu amiga... Pero no quiero hacer eso de luchar a favor del Digital World ni destruir a un tal Inframundo.

- ¡Por fa!

- No. Tengo cosas que hacer en este mundo - y sin pensarlo, tomé a Lopmon y la subí a mi hombro - ¡Pero no significa que no podemos ser amigas!

- Okey... ¡Pero no me rendiré hasta convencerte!

- Jeje... De acuerdo. Como digas Lopmon - y comenzamos a andar hacia la secundaria.

La última cosa "rara" que pasó fue que, en el camino, accidentalmente, me tropecé con un chico, y Lopmon se cayó.

- Au... ¡Oye!...- estando en el suelo, iba a reclamarle a aquel chico, pero de tan solo ver su cara me quede totalmente embobada: ¡¡¡ERA GUAPÍSIMO!!! ¡¡Incluso más que el otro tipo!!

- ¡Eh! ¿Quieres que te ayude? - me estiró su mano. Sin pensarlo 2 veces se la di, sintiendo su suave y bonita mano - Lo siento, no te vi.

- No te preocupes- le dije embobada- Me tropiezo muy seguido. ¿Cómo te llamas?

- Sakeno Kami... Soy de 2º. Si quieres, cómo compensación, podemos comer juntos a la hora del almuerzo... ¿Te gusta la idea?

- ¡¡Me encanta!!|Digo... Si...

- Y tú... ¿Cómo te llamas?...

- Ah si, perdón... Me llamo Misti Takenaka... y también soy de 2º. - simplemente estaba hablando por hablar. No estaba prestando mucha atención en la plática; solo quería verlo a él.

- Que raro. Pareces de primero.

- Jeje... Me lo dicen muy a menudo... - la vergüenza recorrió mi cuerpo cuando hizo ese comentario.

- ¡Bueno, nos vemos más tarde! - y siguió con su marcha.

- ¡A-Adiós!- me despedí mientras el desaparece. Y una vez que se fue, me derretí en el suelo, y Lopmon llegó conmigo.

- ¿Por qué no me ayudaste? ¿No se supone que éramos|?

- Jeje... Que guapo...

Ella volteó a mirar, y solo vio la espalda de un chico caminando, y entonces, cuando regresó su mirada a mi, puso una sonrisa en su carita de conejo.

- ¡TE GUSTA!

Yo me sonrojé y regresé a la normalidad.

- ¿De qué hablas? Ni lo conozco.

Se puso las manos en su cara.

- ¡Te gusta!¡Te gusta!¡Te gusta!

- ¿Cuándo me dejaras de molestar Lopmon?

Ella sonríe malévolamente.

- ¡Hasta que aceptes que tienes que salvar al Digital World!

Yo palidecí.

- Este va a ser un largo día...

ASFD