Capítulo IX

Valeria POV

Había salido de mi clase cautelosamente. No quería tomar la clase de Inglés, ¡Es odiosa esa clase! Iba caminando hacia los baños cuando... Un extraño sonido comenzó a sonar en mi cabeza.

- ¿? - No sé que es lo que me dice; pero... siento como si fuera una voz... que me habla. Pasaron algunos segundos... Y comencé a entender unas palabras - ¿Qué es esto? - murmuré: estaba a mitad de un pasillo, no quería que alguien me viera hablando ahí como loca.

La voz sonaba cansada, y herida... Parecía que estaba pasando por algo muy malo, cosa que no me agradó.

‹ El... Digital... World... es... mi... hogar... No... les... dejaré... tomarlo... › lentamente, se fue apagando la voz. E involuntariamente grité: lo bueno es que no se veía nadie en el pasillo, así que no parecía tan loca.

- ¡Oye! ¿Estás bien?...

‹ ¿Me... escuchas?... ›

- ¡Si! ¿Te encuentras bien?...

‹ No... Creo... Poder... Sobrevivir... ›

- ¿De qué hablas? ¡Te ayudaré!

‹ ¿En... serio?... Dime... ¿Cómo... Te... Llamas...? ›

- ¡Valeria Nakahara!

‹ Valeria... Nakahara... Por el poder del Emblema de la Realeza... Te concedo mi alma, mi cuerpo, y mi armadura... ›

- ¡¿ ?!

Una gran Aura de color blanco me rodeó totalmente. Esta vez sí que me asusté.

- ¿¡Qué es esto?!

‹ ¡Recarga binaria: Diosa de la Realeza! ›

La Aura blanca entró en mi pecho, hasta perderse dentro de mí.

‹ Ya... puedo... descansar... ›

« ¿¡Ehhhh?! »

~...~

- ¿¡Qué?! ¿¡Qué pasó?!

Una enorme habitación circular, con una mesa de la misma forma. En el centro de aquella habitación, estaban reunidas 4 sombras extrañadas, que veían ansiosamente una esfera de cristal que estaba en el centro de la mesa. También habían 4 cuatros sillas desocupadas.

- ¿Acaso estás ciego o qué? ¡Perdimos comunicación con la señal de VennusPerlamon!

Una de las sombras tocó la esfera.

- ¡Freseyormon! ¡Freseyormon! ¿Te encuentras aún allá?

‹ ¡Si! Acabo de ver cómo la maldita amorosa desapareció, ¡Es tu culpa Sataniamon! ›

- ¿La mía? ¿Por qué lo dices? - la sombra más pequeña, que parecía tener la forma de un niño, habló una voz muy dulce e inocente.

‹ ¡No trates de usar tus trucos baratos conmigo! ¡Si no hubieras terminado con el engaño, no hubiera tenido la necesidad de casi matarla! ›

- ¡Guarden silencio!... Freseyormon, ¿Allá sigue su... creación, o lo que sea?

‹ ¡Si! Solo lo llevo con| ›

- ¿? ¿Qué ocurre?

‹ ¡Maldición! ¡Escapó! ›

- ¿¡Qué?! ¡Ni siquiera puedes capturar a un simple pequeñín!

‹ ¡Cierra la boca LockDownmon! ¿Por qué no mejor tú, el proclamado mejor caza-recompensas en todo el Digital World, viene aquí mismo y atrapa a ese pequeño estúpido? ¿Por qué no lo haces? ›

- ¡Silencio! Debemos mantener la cordura en estos momentos... - habló la cuarta sombra, la cual parecía llevar algo similar a una armadura muy tosca.

Todos respiraron y permanecieron en silencio un momento.

- Ahora un poco más calmados, podemos proseguir: Freseyormon, manda a un demonio a buscar a ese pequeño: no podemos perderlo. Mientras que con VennusPerlamon - y dirigió su mirada hacia la 3º sombra - Galvatronmon: registra la señal de la Diosa... Sea donde sea que se haya metido, no ha de estar lejos...

- ¡A la orden capitán! - y el mencionado se levantó de su silla y se fue.

- Ahora, debemos planear como llevaremos el Inframundo Digital al Digital World...

~ ∆∆∆ ~

- ¿Que? ¡Por favor, dime qué no lo acepto!

- De la chica pequeña no te lo puedo asegurar. Solo hablé con ella un instante... Pero, esta energía que sentí...

- ¡Si! ¡Yo también la sentí! ¡No es un simple Digimon!

- Así que... Es la presencia divina de la que nos contaste. Quién comenzó todo esto.

- Afirmativo. Mis cálculos son correctos.

- Bien... No quiero hacerlo... Pero para salvar todo... Debemos hacerlo...

~∆∆∆~

¿¡Cómo diablos ocurrió esto?!

Estaba siendo una persona normal como cualquier otra, rutina que he llevado 13 años, y 5 minutos después resulta que dentro de mí hay una tal "Diosa de la Realeza", ¿¡Qué diablos significa eso de "Realeza"!?

Entré al baño y me encontré frente al espejo del inmenso baño de damas, y busqué en todo mi cuerpo alguna señal de algún cambio que me haya pasado: en mi cabello, mi cara, mis ojos, mi nariz, mis orejas, mis labios, mi cuello, mi espalda, mi pecho, mi panza, mi abdomen, mis muslos, mis tobillos, mi entrepierna, mis codos, mis hombros, mis manos, mis dedos, mis pies, mis muñecas, mi trasero, ¡Incluso la planta de los pies! ¡Pero nada! ¡No hay ninguna maldita señal de cambio!

Suspiré cansada, me metí a un cubículo del baño, y me senté en la tasa del baño, poniendo las manos en mi barbilla, con expresión de aburrimiento. Ojalá Daniel estuviera conmigo. Aunque le gusta molestarme, en especial con mi estatura, lo quiero mucho...

Pasé varios minutos dentro de ese baño, totalmente aburrida, para que después decidiera salir al mundo exterior.

Así que salí de ese pequeño cubículo y del baño, no sin antes arreglarme frente al espejo del baño para no salir y verme mal, y me dirigí a mi salón, mientras seguía pensando que tal vez ya tenía un cambio respecto a eso de "Realeza".

Llegué a mi salón y, afortunadamente, ingles terminó, para cambiarlo a formación cívica y ética. No era tan malo, podría sobrevivir. Las clases en ese día siguieron pasando, y yo sólo veía a la ventana que da a las afueras de la escuela, observando todo.

De repente, ya casi cuando acababa el día, alcancé a distinguir una luz roja brillando fuertemente, en las afueras de la escuela, en un parque que rodea al mismo. En ese momento no lo estaba viendo directamente, pero mi campo de visión lo distinguió, y cuando volteé a confirmar lo que ví, ya había desaparecido.

« ¿? Parece ser solo mi imaginación... »

Las clases terminaron, y ahora que lo pienso, Misti no se juntó mucho conmigo en todo el día, como lo hacemos normalmente.

Me dirigí hacia casa, tomando como atajo el parque donde vi la luz roja. Caminé hasta llegar dónde creía que había visto la luz: la parte central del parque. Miré a todos lados, buscando el origen posible de la luz, pero no vi nada.

- Parece ser que sí fue mi imaginación...

- ¡Ayuda!

La voz infantil de un niño me llamó, o lo que yo creo que hizo, sacándome de mis pensamientos. Volteé, y atrás mío, más bien, a unos cuantos metros, un niño tenía varias ramas grandes sobre su cuerpo, atrapándolo. Así que corrí hacia el niño.

- ¿Estás bien?

- No... Estaba jugando aquí cuando esas ramas me cayeron encima... Por favor, ayúdeme... - una pequeña lágrima, más de miedo que de dolor, corrió por su mejilla.

- No te preocupes. Te voy a ayudar - con un esfuerzo logré levantar una de las ramas, y el niño pudo salir. ¡Un momento! Ahora que lo recapacito, las ramas no estaban...

- ¡Muchas gracias!

- No me lo agradezcas pequeño...

- ¡Quiero hacer algo por ti!

- ¿Si? ¿Qué vas a hacer?- pregunté, algo curiosa.

Pero, cuando pasó lo que pasó :v, me arrepentí de haber preguntado: el niño sacó una sonrisa malévola, dejando ver una gran colección de dientes afilados, y con una mirada asesina.

- Esto...- en su mano se formaron unas largas garras, con las cuales me atacó rápidamente, causándome un gran corte en la pierna.

- ¿Ehhh? ¿¡Qué eres?!

El niño, entonces, se convirtió en una masa extraña, que se deformó hasta tomar la forma de alguien más adulto, con vestimenta darketta, cómo rock metálico... ¡Ay, no sé de esas cosas!

- Esto... Soy un demonio...

- ¿¡ !? Pero, parece...

- ¿Cómo tú? Si, esta es mi forma de visualizarme ante Mortales...

- Ya veo... ¡Espera! ¿Por qué me atacas?

- ¡Por esto! - y sacó de su chaqueta un aparato parecido a un GPS.

- ¿? ¿Por... Eso? ¿Y yo que tengo que ver con eso?...

- Según este aparato... ¡Tú eres lo que busco! ¡VennusPerlamon, muéstrate!

- ¿¡V-VennusPerlamon!? ¿¡Qué es eso!? - me quedé en total confusión.

- ¿Qué pasa amorosa? ¿Acaso dejaras que está niña, en dónde reencarnarse, muera por tu culpa? ¿Qué harás; te entregaras o prefieres ver como mato a esta niña?

- ¡¿ Q-Qué ?! ¡¿ M-Me vas a matar !? ¡P-Por favor, te ruego piedad!

- ¡Ja! ¡Desde que esa "Diosa de la Realeza" entró en tí, estás maldita!...

- ¿Qué? ¿"Diosa de la Realeza"?...

- Bien, VennusPerlamon. Si no te entregas... ¡Entonces la mataré!

- ¡¡ N-No !!

Tsuyo POV

Caminaba en aquel hermoso parque. Me traía muchos recuerdos de mi infancia... Entonces, escuché la voz de Sunmon desde el Digivice AE.

-Tsuyo... ¿Estás bien?...

Yo saqué el aparato extraño de mi bolsa y por su parentesco con el teléfono celular, supuse que el micrófono estaba en la parte de abajo. Me acerqué y le hablé.

- Si, estoy bien Sunmon. Solo estaba... pensado....

- ¿En qué pensabas? - por la frialdad de su voz, pude suponer que no era muy bueno entablando conversaciones.

- En mi familia... Hace algunos años la perdí...

- ¿Familia?...

Me sorprendió su respuesta.

- Si... La gente con la que compartes tu vida; tus padres, hermanos, tíos, primos... ¿Acaso no tienes?...

- Bueno, no. No tengo una familia... Nací como un Dios para mi mundo... Fui despojado de algo así como una familia, amor de padres o de hermanos... Solo me dieron el poder divino, y a mis compañeros... Así también les pasó a mis compañeros como JunoKazemon y Lopmon... Ninguno tenemos familia que no seamos nosotros mismos...

- Sunmon... Yo... No lo sabía... Lo siento...

- No tienes que preocuparte. De todos modos, no se que es eso de "padres, hermanos" o lo que sea que hayas dicho...

- Jeje... - el tono con que dijo eso hizo que emitiera una pequeña risa. Y de repente escuchamos un grito - ¿? ¿Oíste eso?...

- ¡Si! Parece que hay alguien en problemas...

En cuanto escuché la palabra "problemas" mi mente se activó.

- ¡Vamos a ayudarle!

- ¿? ¿Ayudarle? ¡Tenemos cosas más importantes que hacer, cómo destruir el Inframundo que quiere apoderarse de mi Reino! Mejor vámonos y vemos cómo salvar mi mundo...

Por un momento la duda entró en mí. Pero, el recordar que no salvé a mi familia de ese incidente me hizo tomar una decisión en ese momento.

- No. Vamos a ayudar.

- ¿Qué? ¿Qué rayos estás diciendo?

- Te lo dije: perdí a mi familia. Y fue un horrible dolor el que sentí. No quiero que nadie pase por ese dolor. No, mejor dicho, no quiero que nadie pase por dolor, ¡Así que iremos a ayudarle!

- ¿? ¿Crees que te conseguiste un Digivice AE solo para salvar gatitos atrapados en árboles, o rescatar gente en problemas? ¡Tú tienes otra misión que realizar! ¡Así que no! ¡No iremos!

- Sunmon... ¿Acaso te gustaría que tus compañeros mueran y tu no hiciste nada? ¿Te gustaría ver sufrir a JunoKazemon, o a Lopmon?

- No, pero...

- ¡Entonces no hay que quedarnos aquí! ¿Te sentiría bien que sepas que alguien perdió a un ser querido, sabiendo que tú podías evitarlo?

- ...

- ...

- ... Tú y yo definitivamente no nos llevaremos bien... ¡Vamos!

Sonreí en mis adentros, y nos dirigimos hacia el lugar de aquel grito. También pudimos identificar mejor el lugar porque, seguido de ese grito, hubo otros más. Al llegar, vimos la escena: un tipo extraño, acercándose a una chica, que parecía herida.

- ¡¿Eh?! ¡¿Qué es eso?!

- ¿Qué te dije Tsuyo? ¡Problemas! Y llegamos en un momento muy... Incómodo...

- ... ¿Qué? ¡No! No está pasando eso que tu crees...

- Bueno, sea lo que sea, sácame de aquí. Voy a pelear con ese tipo y le enseñaré buenos modales.

- ¿? - estaba a punto de protestar, hasta que una idea vino a mi mente - Okey... ¡Descarga binaria: Fuego humano!

De aquel círculo bordado de dorado, comenzó a salir un Aura roja con varios números, y comenzaron a juntarse y comprimirse hasta formar al pequeño Sunmon.

- Tu... ¿Eres Sunmon?...

- ¡Así es! ¡Summon, el comienzo del Gran ApolloGreymon, líder de los Dioses!

Estaba perplejo: delante de mí, el gran Sunmon no era más que una bola naranja con una flama en la cabeza.

- ¿Estás seguro?...

- ¡Por supuesto que sí! ¡Las apariencias engañan!

- Pues, ya estamos aquí, así que ya ni modo... ¡Vamos!

La pequeña bola naranja de fuego y yo nos dirigimos hacia el tipo extraño.

- ¡Oye tú! ¡Deja en paz a esa chica!

- ¿? - el tipo extraño volteó, mirándonos a Sunmon y a mí. Y en el momento en que lo vió, Sunmon sonrió.

- Ja... No es un simple humano asqueroso... ¡Es un demonio del Digital World!

- ¿Un qué?

- Oh... Un Sunmon - rió de sorpresa aquel... ¿Demonio? - Absolutamente débil, nivel Baby II... ¡Piérdete si no quieres que te mate!

- ¡Ja! ¿Eso crees? - Sunmon sonrió malévolamente al verlo - Había escuchado que los demonios era arrogantes... ¡Pero al parecer tú eres ignorante! ¿Qué acaso no sabes quién soy? - y de inmediato Sunmon voló hacia el demonio.

Yo me preocupé al verlo volar hacia él: no creía que tenía el potencial de siquiera tocarlo.

- ¡Espera, Sunmon!

- ¿Qué dijiste?

La pequeña bola naranja le dio un fuerte cabezazo al demonio, aturdiéndolo un poco.

- ¿? ¿¡Cómo...?! - estaba totalmente sorprendido.

- ¡Te lo dije Tsuyo, y ahora te lo digo demonio: las apariencias engañan! Además... ¡Soy ApolloGreymon!

- ¿¡A-ApolloGreymon?!

El único que entendía la conversación era el demonio con quien estaba hablando Sunmon. Y, mientras ellos discutían, yo fui a auxiliar a la chica.

- Hey... ¿Qué pasó?

- Ese... Demonio me atacó... - pude ver en su pierna una enorme herida con mucha sangre. Al parecer, ella estaba empezando a perder la conciencia.

- ¡Oye, despierta! Necesitas estar activa...

- Tengo... Cansancio...

- Pero...- río el demonio de forma muy simple - No veo a tu compañero bestia...

Voltee y vi que el demonio estaba riéndose de Sunmon.

- ¡Menos plática y más acción! - Sunmon iba a golpearlo fuertemente, pero el demonio lo detuvo con su mano.

- Débil - el ser infernal arrojó a Sunmon al suelo, y la lanzó una onda cortante, causando una cortina de humo.

- ¡Sunmon! - deje por un momento a la chica para ir a ver a mi compañero. Cuando el humo se esparció, estaba Sunmon gravemente herido.

- ¡No te preocupes Tsuyo! ¡Solo estoy calentando!- iba a ir contra ese demonio nuevamente, hasta que lo agarré y evite que continuará.- ¿¡Ehhh?! ¿¡Qué haces?!

- Ya no te dejaré ir contra ese demonio...- le dije entre serio y triste- ¡Estás a punto de perder tu vida!

- ¡Qué importa! ¡Tú querías ayudar a esa chica! - se libró de mi agarre y voló hacia el demonio.

- No...

Entonces recordé el sentimiento de no poder ayudar a quien está en peligro. Una memoria llegó a mi mente: la muerte de mis padres.

- No... ¡No te salvé para que te vuelvas a morir!

Entonces, sentí una luz saliendo de mi Digivice AE. El demonio y Sunmon se sorprendieron.

- ¿¡Qué?! « Acaso... ¿¡Es Ancestral Evolution?! »

- ¡Tsuyo! ¡Usa esa luz para que pueda evolucionar!

- ¿¡Evolucionar?! - miré el dispositivo, y ví que tenía una frase inscrita - ¡Okey! - apunté el dispositivo a Sunmon- ¡Descarga binaria: Shinka!

Una gran Aura de números salió de mi dispositivo y envolvió totalmente a Sunmon. Entonces vi como el aura tomó forma de hombre, y como iba creciendo.

- ¡¿Nivel Ultimate?! ¿¡Cómo...?!

- ¿?

Entonces, el aura se desvaneció, dejando ver a un guerrero con armadura de León, de colores rojo, naranja y blanco. Era como de 2 metros de alto, más o menos. Mi Digivice AE emitió en sonido y lo ví: tenía una pequeña tabla de información.

- Apollomon. Nivel Ultimate. Tipo Dios Olímpico... ¿?¿¡Dios Olímpico!?

- ¡Ja! - rió Apollomon, viendo al demonio quien tenía un rostro lleno de terror - Ya me diste una paliza... ¡Ahora te toca a ti!

- Apollomon... - murmuró el demonio - ¡T-Tu si eres descendiente de ApolloGreymon!

- ¡Claro que si lo soy demonio! Pero... Te equivocas en algo...

- ¿E-En qué?...

El puño de Apollomon se envolvió en llamas y el mismo miró al demonio con una cara de repugnancia.

- ¡Yo soy ApolloGreymon! ¡Arrow of Apolo! - dirigió su puño hacia el demonio, y de este salieron muchas flechas envueltas de fuego, que quemaron al demonio y lo hicieron datos.

Entonces me acerqué a la escena; y el guerrero Apollomon se envolvió en otra aura de números, y cuando está se deshizó, estaba nuevamente Sunmon. Entonces, dirigí mi vista a la chica, quien estaba desmayada.

- ¡Oh no! ¡Nos olvidamos de ella! - corrí hacia ella y la sacudo del hombro - ¡Hey, despierta!

La chica, con mucha lentitud, abrió los ojos.

- ¿Si...?

- Gracias a Dios que esta viva... ¡Ahora debemos llevarte a un hospital!

- No será necesario...

De los alrededores llegaron una chica que era re baja estatura, con unos ojos celestes (a mi parecer, muy bonitos), y con cabello castaño, ondulado y con las puntas decoloradas que le llegaba hasta la mitad de su espalda. Ella estaba acompañada de una especie de conejo café con morado, que estaba entre sus brazos.

- ¡Eh! Espera, no me quería ver tan misteriosa - comenzó a decir, mientras se sonrojaba y ponía cara de timidez - Estábamos aquí cerca, escuchamos ruidos de pelea, y vinimos a ver qué pasaba...

- Tú... - al verla, traté de reconocerla, pero... - ¿Quién eres?

- Lopmon... - pronunció Sunmon, interrumpiendo la conversación que teníamos la chica y yo.

El conejo saltó de los brazos de Misti y llegó corriendo con la chica que tenía la herida, y puso sus manos en su herida, de las cuales salieron una luz verde.

- Yo me encargo - dijo orgullosamente.

- ¿? ¿Tú eres... Lopmon...?

- Así es... - pronunció el conejo... ¿O coneja?

Cuando Lopmon quitó sus manos de la chica, su pierna estaba curada, como nueva.

- Listo, ya estás fuera de peligro.

- Gracias... Seas lo que seas... - y la chica cerró sus ojos, completamente cansada.

- ¡Hola!- la otra chica se dirigió hacia mí - Me llamo Misti Takenaka - me extendió su mano, la cual estreché.

- Tsuyo Kasai... Y... ¿Qué hacemos con esta chica?...

- En primer lugar: se llama Valeria. Valeria Nakahara. Y en segundo: Lopmon ya la curó. Ya está fuera de peligro.

- Okey... ¿Pero la vamos a dejar ahí, en el suelo?

- ¡Obvio no! - rápidamente me agarró confianza - Ayúdame a cargarla. Sé dónde vive...

- Okey - entonces, fui hacia el cuerpo de la chica, y la cargué. Estaba algo pesada.

- ¡Pues, en marcha!

ASFD

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