Capítulo XX

- Buenos días, Sakeno… - ya era casi mediodía, o al menos eso podían distinguir por la luz que entraba por una de las ventanas de la habitación, y el chico apenas había despertado. Al abrir los ojos, se dio cuenta que había un bulto a su lado, y al voltear a ver se encontró con su compañero Elecmon.

- Oh… buenos días, Elecmon…

- Ahora si ya pasó el día que nos prometió LadyLucemon… - le informó su compañero - Hay que bajar a la barra, para que por fin conozcas a Shoutmon…

- ¡! ¡Oh si! Por fin voy a conocer a Shoutmon… el tan mencionado Shoutmon… - lo último pelo dijo casi sin ganas: ya habían estado semana y media esperando la aparición de Shoutmon, y por fin había terminado la espera.

- … Y, tal vez hasta podrías llegar a llevarte muy bien con él…

- ¿En serio? - Sakeno se sorprendió un poco - ¿Tú crees eso?

- Si; normalmente Shoutmon tiene mucho carisma para hablar con otras personas. O, mejor dicho, con otros Digimons… Así que, es mi probable que te lleves muy bien con él.

- ¡Chicos! - después de un leve par de golpes en la puerta, LadyLucemon habló a los chicos - Ahorita el bar está vacío, y se llenará en un par de horas, ¡Así que pueden bajar!

- ¡De acuerdo!… - le informó Sakeno desde su sitio. Después, se sentó en el borde de su cama y habló a Elecmon, que se paró de su sitio y corrió a un lado del Digimon - Me visto y bajamos…

- ¿? ¿Por qué no bajas con lo que traes puesto?

- ¿Estás loco? ¡Estoy medio desnudo! - Elecmon iba a replicar, pero rápidamente Sakeno le detuvo - Y no. Tu concepto de tener solamente un par de calzones, que no me quiso quitar LadyLucemon por… pudor, o yo que sé, no cuenta como estar vestido…

- ¡Ustedes los humanos son tan raros! - le comentó Elecmon - Bien podrías bajar con lo que tienes, y nadie abajo te dirá nada de nada…

- ¡Pero yo me siento completamente incómodo! ¡Y desprotegido! - le respondió Sakeno - Además, te recuerdo que allá afuera haya tal vez más de una Digimon femenina, contando a LadyLucemon, y que tal vez no le agrade a Minotaurmon perder la atención de su empleada o de sus empleadas por mi…

- ¡Ay, si! ¡Como si estuvieras tan bueno!

- Oye, eso me dolió :'v

- Está bien. Vístete; creo que hay algo de ropa en el armario de aquí enfrente.

- … ¿Ese armario siempre estuvo ahí?

- ¿? ¿Acaso nunca lo habías visto?

- Olvídalo. Déjame ver si hay algo que me quede…

El chico se levantó de la cama dinde había estado reposando por más de una semana y se dirigió al armario para buscar algo que le quedará. Encontró muchas cosas dentro de este, cosas que en su mayoría no iban a quedarle.

- ¿Qué hace esto aquí? - se preguntó mientras sacaba un sombrero rosado que tenía un par de listones - Esto parece que fue usado por alguien de… 12 años, a lo mucho…

- ¿Y eso que tiene? Busca algo para ti…

- De acuerdo, de acuerdo… - dejó el sombrero en un lado y siguió buscando en el armario, y los siguientes artículos que fue sacando eran cada vez más curiosos: una espada rojiza con detalles azules, una enorme chaqueta de cuero y su respectivo sombrero, unos caparazones que parecían haber pertenecido a unos caracoles, y otras muchas cosas - Este armario si que tiene cosas muy extrañas…

- ¿Ya encontraste algo para ti?

- … Creo que ya… - sacó un conjunto de ropa que, muy casual o coincidentemente estaba completo: una playera roja y sencilla, un pantalón de mezclilla, una chamarra sencilla; estás 2 últimas eran de color negro. Además, venían un par de tenis blancos que parecían ser de la talla de Sakeno - Esto es… muy raro…

- ¿? ¿Es raro que hayas encontrado ropa para ti en ese armario donde encontraste hasta una espada? - Elecmon no parecía muy sorprendido.

- Es raro que haya ropa para humanos en un armario de Digimons cuando se supone que no nos conocen… - aclaró Sakeno. Pero, antes de que su compañero replicara, prosiguió Sakeno - Bien, voy a probarme esto…

El chico se puso toda la ropa que había sacado y, coincidentemente, era ropa que le quedaba exactamente a él; no tan solo era la talla correcta, sino que quedaba bien en Sakeno. Entonces, volteó a ver a su compañero, ya que no había espejos grandes en la habitación para que el mismo se viera.

- ¿Y bien? ¿Se me ve bien?

- … Honestamente, parece que esa ropa ya estaba preparada para ti, lo que ya me dio miedo…

- Y, ahora que lo pienso, ¿No habrá sido LadyLucemon quien dejó esta ropa en el armario?

- … Muy probablemente si haya sido ella… Tal vez le preguntemos después… ¡Ahora mismo hay que bajar!

- Cierto… ¡Vamos!

Elegido y Digimon salieron del cuarto donde LadyLucemon los había mantenido por esa semana y media, y por primera vez vieron el pasillo externo: tenía un piso de madera que iba de lado a lado, y junto y frente a su habitación habían otras puertas; los chicos supusieron que serían otros cuartos de hospedaje.

Salieron y caminaron por el pasillo, poco iluminado, en busca de las escaleras que llevarían al bar (ambos suponían esto ya que cada que hablaba LadyLucemon sobre el bar, había referencia a bajar para llegar a este). Después de algunos minutos de buscar, hallaron las dichosas escaleras (que eran como las escaleras normales en el Mundo Humano) y comenzaron a descender por ellas, oyendo el sonido de un rechinar con el peso de sus pies.

- ¡Hey! - le regañó Sakeno a Elecmon, al momento en que los escalones comenzaron a crujir - Te dije que no comieras mucha sopa de LadyLucemon…

- ¿Eh? ¿Tú de qué me quieres culpar?

Siguieron descendiendo (solamente eran unos 10 escalones) hasta que por fin llegaron a la zona del bar: una sala de tamaño promedio, con mesas (en total, los chicos podían distinguir un total de 12 mesas) y sillas (más o menos 4 sillas por inmueble), distribuidas uniformemente en la sala. Del lado izquierdo, junto a las escaleras de dónde bajaron, estaba la barra típica en los bares, con su armario lleno de botellas, vasos, caballitos, y jarrones de vidrio, y hasta el fondo del armario, bajo unas botellas que parecían ser vino, un kit de primeros auxilios. En la barra había un total de 10 pequeñas sillas con formas de bancos.

Todo lo que veían estaba hecho solamente de madera (a excepción de los alcoholes y sus vasos), y, tal como lo había dicho LadyLucemon, el local estaba vacío, a excepción de un par de Digimons que estaban al fondo de la sala tomando jarras de cerveza.

- ¡! ¡Hola chicos! ¡Buenos días!

Enfrente de ellos llegó LadyLucemon, vistiendo su traje de mesera que consistía en un vestido negro con telas más gruesas que su vestido blanco que siempre usa, y encima de este un delantal que se suponía que debía ser blanco, pero estaba lleno de polvo y manchas de dudosa procedencia. La Digimon estaba usando zapatillas blancas y calcetas del mismo color que llegaban más arriba de la rodilla, y en sus manos traía puestos guantes finos y delgados del mismo blanco, pero estos eran mucho más limpios que su delantal. Traía su cabello rubio recogido en una pequeño chongo que envolvía todo su cabello en una liga, formando una pequeña bolita que decoraba la parte alta de su cabeza.

Aún con todo el uniforme de mesera, la suciedad del delantal, y la bandeja llena de tarros vacíos que cargaba en su mano izquierda, Sakeno se sonrojó levemente al verla: seguía manteniendo aquel estándar de belleza que había notado en ella la primera vez que la vio, cuando despertó del accidente.

- Buenos días Elecmon… - saludo se manera muy amable al compañero de Sakeno. Y después, con una mirada pícara y sonrisa coqueta, dirigió sus palabras a Sakeno - Buenos días Sake-kun…

- ¡! ¡B-Buenos días! - le respondió el chico, con su notable sonrojo.

- Hola LadyLucemon… - le saludó Elecmon - No es por parecer pesado ni nada pero… ¿En dónde se encuentra Shoutmon?

- Llegará más tarde…

Una voz mucho más gruesa que la cálida y amigable voz de LadyLucemon interrumpió en la conversación, asustando a los chicos. La Digimon fue la única que no pareció inmutarse.

- Oh, hola Minotaurmon…

Los chicos, con algo de miedo, voltearon a ver a quien sea que se encontraba detrás de ellos. Y entonces pudieron por fin conocer al tan mencionado Minotaurmon: un enorme Digimon, de una altura de más o menos 2 metros o un poco más (el techo era lo suficientemente alto para que el Digimon se moviera con facilidad), y, tal como su nombre lo decía, el Digimon tenía una gran cabeza de toro, y en su nariz había una arracada (o sea lo que fuera, Sakeno no pudo distinguir que objeto tenía perforado en su nariz), y un par de botas de color verde pantano cubrían sus pies; pero, fuera de eso, el Digimon era completamente normal. No tenía armas en ningún lado, ni una armadura que cubriera su cuerpo, casco, alas, ni nada extra: solamente un minotauro muy grande.

- Me alegra por fin conocerlos… - anunció Minotaurmon, con una gran sonrisa en su cara - LadyLucemon nunca para de hablar de ustedes… ¡Hasta parece que los idolatra!

- … N-No es tanto así… - respondió LadyLucemon, mientras sus mejillas adquirían un sonrojo muy leve de vergüenza y pena.

- Bien, jovencita… ¡A trabajar! Qué me debes muchas horas de trabajo…

- ¡! ¡Oh sí! - LadyLucemon tomó la bandeja de metal que traía en sus manos, y se dirigió hacia la parte trasera de la barra (que parecía ser la cocina), mientras que Minotaurmon entraba al bar; impresionantemente, para los ojos de Sakeno, el enorme Digimon podía entrar a ese espacio un poco concurrido.

- Y bueno, cuéntenme, Elecmon y Sakemon… ¿Esos son sus nombres, verdad?

- ¡Si! Así nos llamamos… - afirmó Sakeno.

- De acuerdo… y cuéntenme, ¿Los trató bien LadyLucemon en su estancia?

- Definitivamente… - afirmó Elecmon, mientras tomaba asiendo en una de las bancas de la barra. Pero, al ver que no alcanzaba a la barra, decidió saltar para estar sobre la barra - Nos cuidó muy bien en esta semana y media… En especial a Sakemon… - dirigió una mirada pícara al chico, que lo hizo sonrojarse y a Minotaurmon soltar una carcajada.

- Bueno, es algo nuevo de LadyLucemon que ustedes hayan captado tanta atención de ella. Ella solía ser… un poco más tímida y reservada con sus necesidades y deseos… pero esa noche, que llegó con ustedes 2 en brazos. Nunca la había visto así…

- ¿Y… cómo estaba? - quiso saber Elecmon.

- En primer lugar, estaba muy alterada. Venía con sus cuerpos, los dejó a ambos en una mesa, y de inmediato corrió por el kit de primeros auxilios, que tengo aquí abajo, y les curó las heridas que tenían. Después, al ver que estaban inconscientes, o mejor dicho al confirmarlo, me pidió y rogó que la dejara usar una de las habitaciones de huéspedes que tenemos para que se quedarán ahí para que los cuidara. En un principio… - al decir esto, Minotaurmon soltó una leve risa - En un principio creí que era una trampa, y que ustedes eran ladrones. Pero, ahora que los veo mejor… simplemente me da risa haberme imaginado eso…

- No sé que es más triste… - murmuró Sakeno para si mismo - El que haya pensado que somos ladrones, o que ahora que nos ve confirma que no lo somos…

- Y finalmente, después de tanta insistencia con eso, y con prepararles comida exclusivamente para ustedes, llegamos a una especie de acuerdo. Pero… lo que más me sorprende de ella es el hecho de que, en cualquier otro día que estuvo trabajando conmigo, nunca hubiera hecho eso… 

- Ya veo… - comentó Sakeno, con algo de nostalgia en sus palabras.

- Y bueno… hablando de LadyLucemon, ella también me dijo que ustedes están buscando a Shoutmon… ¿Es verdad?

- ¡Oh si! - esta vez respondió Elecmon - Tenemos algunos asuntos importantes que atender con él. Algo que nos tiene que ayudar, para regresar de donde vinimos, y|

- ¡Jajajajajajajaja! - la risa de Minotaurmon sorprendió a los chicos - ¿Shoutmon y ayudar? ¿Realmente están seguros de que hablamos del mismo Shoutmon?

- Si, sé que suena muy incoherente, pero… tengo esperanza en que lo pueda hacer…

- Bueno, les podría ayudar si es que llega a estar ebrio… ¡Realmente pierde la noción de todo cuando está borracho!

Las ultimas palanras de Minotaurmon asustaron a Elecmon, tal que preguntó a Minotaurmon.

- Espera… ¿Shoutmon ha estado ebrio?

- ¡Por supuesto! - la forma en que lo afirmaba Minotaurmon asustó aún más a Elecmon - Ahora que lo pienso… desde la primera vez que llegó a este bar, no recuerdo haberlo visto sobrio ni una sola vez…

Elecmon se pasó la mano por la cabeza con bastante pesar, lo cual asustó un poco a Sakeno.

- ¿Elecmon? ¿Qué ocurre? ¿Por qué esa preocupación?

- Bueno, no quiero parecer entrometido ni nada - aclaró Minotaurmon, antes de preguntarles a los chicos - ¿Qué clase de relación tienen con Shoutmon? Porque… no recuerdo que haya mencionado que conoce a un Elecmon y a un Sakemon…

En ese mismo momento, entró un grupo de unos 5 Digimons al bar de Minotaurmon. Pero, en cuanto entraron, y Sakeno y Elecmon los vieron, ambos se dieron la vuelta para evitar que los miraran: el grupo eran un conjunto de demonios. Los 5 tomaron asiento en la barra, a un lado de donde Sakeno y Elecmon estaban sentados.

- Bueno, permítanme un segundo… - les dijo Minotaurmon a Sakeno y Elecmon, y entonces se dirigió a atender a los demonios que había llegado - Buenas tardes caballeros, ¿Qué les gustaría tomar?…

- Bien… - habló quién parecía ser el líder del pequeño equipo, que tenía apariencia de hombre muy alto, delgado, y con una tez demasiado pálida, acompañando un par de alas en su espalda. Mientras hablaba, dejaba sobre la mesa una pequeña cantidad de lo que parecían ser monedas de plata - Queremos… 5 cervezas, una para cada quien… Y, también… - dicho esto, con su otra mano depositó una moneda dorada mucho más grande que las demás - Algo de información…

- … - Minotaurmon le echó una mirada a la cantidad de dinero que había depositado el demonio, y después de meditarlo por varios segundos, tomó el dinero y lo dejó caer en una cubeta que estaba a un lado en la barra - De acuerdo… hablen…

Sakeno y Elecmon al parecer terminaron siendo totalmente desapercibidos por el grupo de demonios, ya que sin mucha censura alguna los demonios comenzaron a hacer plática con Minotaurmon. El siguiente en hablar fue ulo que parecía ser un hombre, con brazos muy largos y, literalmente, delgados, unos tentáculos en sus hombros y con una cabellera negra bastante larga.

- Nos mandaron a buscar a unos Digimons especiales. Según los informes de nuestros superiores, hace una semana, o un poco más, unos Jawmons fueron a investigar en el bosque para hallar a estos Digimons especiales…

- ¡! - Sakeno entonces cayó en la cuenta: hace una semana iba a ser el ataque de los Jawmons al campamento, y además perdió su teléfono por lo que en ese momento no podría estar en contacto con ellos, ¿Les habrá pasado algo malo? ¿Habrán sobrevivido al ataque? Pero en especial… ¿Cómo estará Misti?…

« ¡Un momento! » pensó Sakeno, al darse cuenta de otro elemento « Este demonio dice que los Jawmons estaban buscando a unos Digimons especiales… ¿Se estarán refiriendo a nosotros, los Elegidos de JunoKazemon?… »

- Ni que lo digas… - comentó Minotaurmon - Esos perros estuvieron a nada de saquear mi bar. Lo bueno es que, cuando llamaron a su superior, les informó que yo era completamente inocente en el asunto…

- Bien… - continuó aquel Digimon - Desaparecieron más o menos unas horas después de tal informe, y nos gustaría saber si de casualidad|

- No - habló rápidamente Minotaurmon, tal que interrumpió las palabras del demonio - No he visto a sus Jawmons deambulando por esta zona, de lo contrario los hubiera corrido de aquí…

- Tal vez, tal vez… - comentó el primer demonio que había hablado.

- Lo que si sé… es hacia donde se fueron el día que atacaron mi tienda.

- ¿? ¿Y dónde es esa dirección?

- Subiendo el acantilado que está aquí afuera - indicó Minotaurmon con cierta tranquilidad - Cuando comenzó a entrar la noche, mandé a una de mis empleadas a recoger futos para sostener el bar, y después me informó que vio a los Jawmons correr hacia la subida, y desaparecían tras entrar en la parte alta del bosque…

En ese momento, un nuevo Digimon entró al bar. Era de baja estatura, y cargaba consigo una chamarra de cuero. Pero, debido a su poca estatura, ni los 2 digimons que estaban desde un inicio, ni los 5 demonios que acababan de llegar, ni Sakeno y Elecmon, ni nadie en el lugar le hizo caso. El Digimon solamente se dirigió hacia la barra; en específico, hacia una de las sillas ocupadas por los demonios.

- ¿Qué más me puedes decir? - volvió a hablar el primero.

- No lo sé… - respondió Minotaurmon, mientras veía con detalle la moneda de oro - A veces… mi memoria falla…

- ¿Y ahora? - un tercer demonio sacó una moneda de oro, y la extendió hacia Minotaurmon. El Digimon vio la moneda, y en cuanto la tomó aquel demonio siguió hablando - También hay una característica especial en estos Digimons especiales…

Aquel Digimon que entró al bar caminó hasta la sección de la barra (por su andar, parecía que estaba ebrio), pero al llegar a las bancas, se paró frente a una en especial, en la cual estaba sentado el Digimon de cabellera larga.

- Me cago en mi puta madre… - murmuró el Digimon.

- ¿Y… se podría saber cuál es esa característica especial?…

- ¡Oh si! Aquellos Digimons vienen acompañados de lo que se hacen llamar… humanos…

- ¿Humanos? ¿Qué es eso?

- … - con algo de cordura, el Digimon levantó su mano y jaló al digimon que ocupada el asiento. Permaneció en esa acción hasya que el demonio volteó a verlo - Oye, muévete. Esta es mi silla…

- Son seres muy parecidos a nosotros los Digimons - siguió hablando el primer demonio - Esas criaturas podría estar en cualquier lugar, ¡Son realmente parecidos a Digimons, solo que son muy sencillos físicamente hablando, y no cuentan con accesorios extras, como por ejemplo armadura! ¡Podrían estar en tu bar!

- Ya veo… - comentó Minotaurmon en voz leve y apenas audible.

- Consíguete otro lugar - respondió el demonio al que le había hablado el Digimon nuevo, y entonces se dio la vuelta para seguir en la plática.

- ¡Agh! ¡Me lleva la chingada! - en ese momento, el Digimon nuevo le quitó la silla al demonio, de tal forma que lo tiró al suelo.

Cuandi se cayó el demonio, todos prestaron atención en el suceso, pero más les sorprendió ver al nuevo Digimon acomodando la silla y sentándose en ella como si nada hubiera pasado.

- Hola Mino. - habló de manera muy tranquila para como había actuado - Por favor sírveme…

- ¡Tú! ¡Bastardo! - el demonio se incorporó se su caída, y usando una sola mano y con todas sus fuerzas, tomó de la chamarra al Digimon que acababa de llegar y lo arrojó al suelo. Por la fuerza que uso, el Digimon rodó hasta llegar al otro lado del bar - ¡Infeliz! ¡¿Cómo te atreves a tratarme de este modo?!

- Un momento. - Elecmon se vio muy interesado en la escena, al igual que Minotaurmon.

- ¡Hey! ¡Si van a pelear, lleven sus asuntos a otro lado!

- ¿Llevar mis asuntos a otro lado? - el Digimon rió - Lo único que tiene derecho a llevar algo mío es la verga… - después se dirigió al demonio que lo arrojó - Ven acá, papi… ¿O le tienes miedo a un simple perro?…

- ¡¿Qué tanto dices?! - El demonio se levantó, mientras que los demás lo siguieron.

- Hey, Gravimon. Cálmate…

- ¡Ven acá bastardo! ¡Ven con tu papito! - anunció el digimon, mientras extendía sus manos hacia él.

- Oh mierda. - comentó Elecmon - Eres tú…

- Hey, ¡Gravimon! - los demonios quedaron en línea, caminando hacia el digimon que incitaba al demonio Gravimon.

- Excelente… ¡Excelente! ¡Ahhhhhh! - aquel Digimon tomó su gorra con una mano y saltó sobre las cabezas de los demonios, hasta llegar a la cola de la "fila" que formaban.

- ¿Qué? - los demonios no entendieron que acababa de pasar.

- Xros Burning Rocker!! - juntó sus manos, y de estas salió una esfera de fuego de tamaño promedio que golpeó a los 5 demonios en línea, de tal modo que todos salieron expulsados del bar por la puerta principal.

En cuanto salieron por la puerta y recorrieron bastantes metros lejos, la esfera detonó generando una enorme explosión que alcanzó la onda de choque hasta el bar en donde estaban todos reunidos; sin embargo, la onda era leve y se expresó solamente como una brisa de viento un poco fuerte.

Al ver lo que acababa de pasar, los 2 Digimons que ya estaban en el lugar dejaron unas monedas de plata en la mesa donde estaban y salieron corriendo del bar.

- ¡Hey! ¡No corran! - Minotaurmon estuvo a punto de detener a sus clientes, pero ya era muy tarde. Así que le habló a modo de regaño al Digimon que había ocasionado aquel desastre - ¡Shoutmon! ¡Estúpido, ¿En qué diablos estabas pensando?!

- ¿¡Eh!? - Sakeno, quien seguía muy impresionado por la velocidad en que actuó el Digimon, reaccionó a escuchar las palabras de Minotaurmon - ¿¡Shoutmon!?

- Si… - habló Elecmon, con algo de pena en sus palabras - Tan solo estaba esperando a que fuera una broma, pero veo que esto no es así… - con una de sus manos señaló al Digimon - Este Digimon es Shoutmon… mi compañero bestia…

Sakeno entonces enfocó su atención a Shoutmon para conocer al Digimon que fue tan mencionado por Elecmon; y si: hablando con respecto al cuerpo y apariencia, era exactamente igual al Shoutmon de Taiki. Pero… tenía otros elementos que lo diferenciaban, y a pesar de estar en el suelo con respecto a la posición en que estaban Sakeno y Elecmon, aquellos detalles diferentes eran demasiado evidentes. En primer lugar, tenía su panza muy grande, más grande que la del Shoutmon de Taiki; en segundo, un elemento que no tiene el Shoutmon de Taiki, es que traía puesta una chaqueta negra de cuero, en la cual traía varias insignias abrochadas a los costados del cierre, en su cabeza había una gorra negra, muy parecida a las boinas italianas, pero por el brillo que emitía por la luz de las lámparas parecía ser también de cuero. De su hocico, salían hilos de… ¿Saliva? ¿Algún alcohol? ¿Agua? No era posible identificarlo bien; pero el punto es que salía un líquido de su boca, y en su mirada se le podía ver que estaba de lo más ebrio y mareado posible; Sakeno nunca antes había visto a alguien en ese estado.

- ¿Qué chingados está pasando? - preguntó Shoutmon hacia la nada - Yo llegué por una cerveza, pero ese estúpido demonio me quito mi lugar. Y ahora oigo la voz de Elecmon rondando en el bar. ¿Acaso me he vuelto loco?

- Ya quisiera en realidad yo ser el loco… - se lamentó Elecmon, y en ese momento Shoutmon alcanzó a ver a su compañero.

- ¿? ¿Es cierto lo que mis ojos ven? ¿Eres tú, Elecmon? ¡Elecmon! Here you are! Finally I found you!

- En realidad… yo te encontré… - comentó el Digimon, antes de que Shoutmon corriera hasta su dirección y lo levantara de su sitio por medio de un abrazo. Elecmon tan solo quedó con un rostro lleno de vergüenza - Y Sakeno… lamento mucho que lo encontremos… en este estado… - dijo Elecmon, en medio de las sacudidas que le daba Shoutmon.

- … Ya entiendo… - habló Sakeno completamente impactado por la apariencia de Shoutmon - Yo creí que… bueno, si se parece mucho al de Taiki…

- ¡No sé quién sea ese Taiki! - intervino Shoutmon, con su voz casi inentendible - ¡Pero seguramente es un hijo de perra! ¡Un malnacido! ¡Un enorme pendejo! - dicho esto, Shoutmon soltó a Elecmon y siguió hablando con una postura con poco equilibrio - ¡Minotaurmon! ¡Un barril de cerveza para mi, uno para mi hermano Elecmon, y uno para este flaco que esta sentado junto a Elecmon! ¡Le hace falta carne!

- … - Elecmon se tapó la cara de vergüenza.

- ¡Elecmon! - Shoutmon dio la vuelta hacia su compañero, pero al ver que tenía la cara tapada, comenzó a actuar de manera natural con mucho sarcasmo (más bien, su actuación se debía al estado de embriaguez que tenía) -¡¿Por qué te ocultas de mi?! - Shoutmon volteó para mirar a todos lados - ¡No te encuentro! ¡¿En dónde estás!?

- Hola chicos… - en ese momento apareció LadyLucemon, que parecía haber estado entretenida en la cocina. Cuando vio que Shoutmon ya estaba en el bar, la sonrisa que tenía en un principio se borró de manera casi instantánea - Veo que… Shoutmon ya llegó…

- Veamos… - miró y buscó hacia todos los lados, mientras usaba una voz infantil - ¿En dónde estarás Elecmon? Where are you? Let me find you! - siguió mirando en todo lados, hasta que llegó a Elecmon y con sus 2 manos le quitó las patas que estaban cubriendo su cara. Entonces, emitió una amplia sonrisa ebria - Yes! You are here! - y con sus 2 manos lo volvió a cargar - I miss you! Soo many!

- Ayúdame Sakeno… - le suplicó el Digimon. El chico tan solo suspiró con vergüenza y pesar, con LadyLucemon a un lado suyo viendo el escenario que con poca vergüenza estaba montando Shoutmon.

- Este será… un largo día…

ASFD

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