Capítulo XVIII
- ¡Ayuuuudaaaaaaa!
De repente, entró al campamento una pequeña bola de color azul por encima de la enorme barda que vieron los chicos. Seguido de él, también entró una pequeña bola de color gris que tenía una apariencia de una roca. Ambos, después de entrar al campamento, impactaron en el centro del lugar, muy cerca de donde estaban reunidos los chicos.
- ¿Qué fue eso? - preguntó Taiki con total confusión.
- ¿Qué rayos fue eso? - Ginkakumon se puso muy alerta, manteniendo a Lillymon protegida con su cuerpo.
- Au... Mi cabeza... - del cráter que se había formado por las 2 pequeñas bolas, salió una voz un poco chillona. Con ello, definitivamente todos los Elegidos se pusieron a la defensiva, sacando a sus compañeros Digimon. - Fue... pésima idea caer de cabeza...
- ... Estás en lo correcto... - con la segunda voz, todos comenzaron a acercarse al hoyo. Pero, quien pareció mostrar más curiosidad fue Terriermon, quien se acercó más.
- ¡Terriermon! ¡No te acerques tanto!
- No te preocupes Niko... - le respondió su compañero.
- ¡Ahh! ¡Mi cabeza! - de un solo movimiento, uno de los "invasores" salió del cráter, asustando completamente a Terriermon que estaba a tan solo 20 centímetros del hoyo.
- ¡Ahhh! ¡Golpéenlo! ¡Golpéenlo! - gritó desesperadamente Terriermon, mientras dio un salto del susto y cayó en la cabeza de Niko.
- Ay... mi cabeza. - se quejó Niko; aunque, más que una queja de dolor, parecía una notificación con molestia para informarle a Terriermon que le había golpeado su cabeza.
- ¡Gotsumon! ¡No vuelvo a hacerte caso! - salió la segunda figura del cráter, y entonces todos los chicos apuntaron sus Digivices al par de figuras.
En cuanto ambas levantaron sus miradas y vieron a los Elegidos, el pequeño de color azul volteó a ver al otro de color gris.
- Definitivamente Gotsumon. Eres la peor ayuda posible...
- ¡Esperen! - antes de que los Elegidos hicieran algo, Terriermon bajó al suelo y miró al par de figuras - ¿Gotsumon? ¿Eres tú?
- ¡Obviamente soy| - el Digimon de piedra respondió sin ver quién hablaba. Pero, en cuanto volteó, se dio cuenta de quien estaba hablando. La pregunta que hizo a continuación fue simplemente para confirmar sus dudas - ¿Terriermon? ¿Eres tú?
- ¡Si! ¡Gotsumon! - el Digimon conejo corrió hacia su compañero, pero en cuanto estaba a punto de abrazarlo, el Digimon de piedra extendió sus brazos y no le permitió al Digimon acercarse.
- No me toques... - le advirtió a Terriermon - No tuve un buen día que digamos...
- Pero. ¿No te alegra verme?... - preguntó Terriermon con un leve brillo en sus ojos. Niko estaba al pendiente de todo lo que hacía y decía Gotsumon.
- ... Algo... - admitió el Digimon, con indiferencia.
- ¡Oye!
- Espera... - el pequeño Digimon azul comenzó a buscar entre los Elegidos de manera muy minuciosa - ¿Tentomon? ¿Estás aquí?
- ... Oh diablos... - se quejó Tentomon, mientras se ocultaba detrás de Maya.
- ... ¿? ¿Qué ocurre Tento-chan? - preguntó Maya con curiosidad. Estás palabras llamaron la atención de Niko.
- ¿Qué? ¿Tento-chan?
- ¡Sálvame de él! ¡De Kokabuterimon! - le rogó a su compañero.
- ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?
- ¡Ja! ¡Los encontré, bestias!
De repente, una sección del muro que protegía el campamento explotó levemente, dejando a los chicos muy asustados. Y, del agujero que se formó en la pared inmensa de madera, apareció un demonio que tenía una apariencia muy semejante a la de una cabra antropomorfa. Los chicos se asustaron aún más en cuanto vieron a esa criatura.
- ¡Ahhhh! - gritó Lopmon con mucho miedo en sus ojos; miedo combinado con algo de sarcasmo - ¡Una cabra! ¡Una cabra! ¡Una cabra! ¡Alguien mate a esa cabra, que soy cabrafóbica! ¡Alguien que la mate!
- ¿? ¿Qué es todo esto? - el demonio recién llegado se detuvo a examinar a los Elegidos que estaban ahí reunidos con sus compañeros Digimon - No detecto señales de Digicore en esas criaturas... ¿Qué diablos son?...
- ¡Oye! No seas grosero... - le dijo Vale con palabras de molestia.
- ¡E-Ese demonio nos estaba siguiendo! - habló el pequeño Digimon azul que acompañaba a Gotsumon, a quien se habían referido como Kokabuterimon.
- Espera. No estoy entendiendo absolutamente nada - interrumpió Mizuki en la conversación - ¿Qué diablos está pasando aquí? ¿Qué eres, o quién eres?
- ¡La pregunta la debería de hacer yo! ¡No detecto en usted alguna fuente de Digicore! ¡Evidentemente son invasores de algún sitio que, obviamente, no es el Digital World!
- ¡Oh, genial! - habló Valeria con un muy evidente tono sarcástico - ¡Parece que ahora eres capaz de saber quien si es o no parte del Digital World! ¡Eres todo un completo genio, demonio!
- ¿Qué quieres decir? ¿Quieres pelear contra mi? - el demonio se puso en posición defensiva.
- Señor Mephistomon - le insistió uno de los Demonios que estaban detrás de él - Recuerde que los Royal Lords nos asignaron una misión, y es mucho más importante que una simple pelea que vaya a generar sólo por un conjunto de malas palabras en el momento menos adecuado...
- ¡Me viene importando una mierda lo que haya dicho el Inframundo, los Royal Lords, o quién sea que esté al mando, si es que no escucho estás blasfemias! ¡Escucha a esta simple criatura insolente!
- ¿Insolente, yo? ¡Tu eres el insolente, por tratar de ese modo a una simple dama como yo!
- ¿Dama? - susurró Izumi para si misma - ¿U otro demonio?
- ¡Entonces ven aquí, ser extraño! ¡Pelea contra mi, y entonces, cuando te derrote, sabrás a quien debes respetar!
- ¡Esas palabras me las debería llevar yo! - entonces, Valeria habló hacia todos los Elegidos - ¡Chicos! ¡A la carga!
- ¡Argh! ¡Molesto! ¡Demonios, mátenla inmediatamente!
Sin embargo, ni los demonios de Mephistomon, ni los Elegidos de JunoKazemon se movieron para nada.
- ¿Eh?
- Lo siento señor Mephistomon. Pero tenemos órdenes directas del señor Kailmon. Y nos dijo muy claramente que si usted decidía desobedecer las órdenes que nos dieron, entonces nosotros estaríamos absueltos totalmente de su liderazgo.
- Vale, estás exagerando las cosas - le comentó Niko - Deja de decir tanta tontería y quién sabe que más, y deja que esos demonios se vayan... o, lo que sea que quieran, si no es contra este pequeño pueblo...
- Pero... - Vale rápidamente pensó en algo, y lo gritó con todas sus fuerzas sin ninguna discreción posible - ¡Nosotros somos los Elegidos de JunoKazemon! ¡Debemos pelear contra los demonios!
- ¡Hey! - rápidamente le regañó Taiki. Pero, tanto Mephistomon como Gotsumon y el anteriormente nombrado Kokabuterimon escucharon lo que Valeria dijo.
- ¿Elegidos de JunoKazemon? - el par de Digimon que se estrellaron en el suelo estaban un poco confundidos - ¿JunoKazemon cumplió su objetivo?
- Si. - les respondió Terriermon - Es un poco larga la historia...
- ... Entonces, ustedes son los Elegidos a quienes nos mandaron a buscar... - Mephistomon los miró con una sonrisa .
- ... Bueno... - habló el demonio quien estaba discutiendo con Mephistomon - Si ellos son los Elegidos, entonces... no habría problemas con pelear con ellos... Ya que literalmente son nuestro objetivo.
- ¡En ese caso; vengan demonios! ¡Cumplamos nuestra misión y acabemos con los Elegidos de JunoKazemon!
- Y como ven - exclamó Valeria, con un tono bastante forzado de inocencia - ¡Hemos sido descubiertos! ¡Van a matarnos! ¡Y, obviamente, debemos defendernos!
- ... - Los chicos estaban en silencio. Pero, finalmente, sacaron sus Digivices. - Nunca más te dejamos hablar con demonios...
...
- Y bien, Sake-kun... ¿Cómo te sientes?
Ya había pasado una semana (una cómoda semana para Elecmon, pero para Sakeno una semana llena de coqueteos, cariños y demasiados cuidados por parte de LadyLucemon). Sakeno ya presumía sentirse mejor de cuando llegó a ese bar; por ello, LadyLucemon le ayudaba a incorporarse de su cama de reposo, para verificar que estaba completamente bien.
- ... Si no te sientes del todo bien, no tienes que preocuparte - le insistió la Digimon - Puedes quedarte en reposo hasta que estes 100% seguro|
- ... Elecmon y yo... - rápidamente le interrumpió el chico - Debemos encontrar a Shoutmon; es de mucha importancia. Y debemos hacerlo lo más rápido posible.
- Así es - confirmó Elecmon, a un lado de ellos - Shoutmon... nos debe ayudar con una tarea de vital importancia.
- ... ¿? ¿Pero, de qué importancia es, si ni siquiera les importa recuperarse del todo? Solamente quieren ir con él.
- Es... realmente importante - dijeron los 2 al mismo tiempo.
- Okey; eso ya lo entendí. Pero... ¿Qué es? ¿Qué deben hacer con él?
- Es... algo secreto... - fue lo que respondió Elecmon. - Sakeno no lo recuerda del todo, pero yo si: es algo muy importante, pero es secreto...
- E-Está bien... - respondió LadyLucemon un poco confusa.
Entonces, Sakeno se incorporó completamente y comenzó a caminar en la habitación. Y pudo notar que estaba en perfectas condiciones.
- ¡Qué bien! - dijo la Digimon, mientras aplaudía - Veo qué estás muy bien... ¡Casi como nuevo!
- Así me siento - comentó el chico, mientras movía ligeramente sus brazos - Y, todo gracias a tus cuidados, LadyLucemon...
- ... N-No fue nada. - comentó la Digimon, mientras se sonrojaban sus mejillas muy notablemente, aún cuando ella trató de disimular.
- ... Bien. Vayamos a ver a Shoutmon...
- ¡! ¡Espera! - LadyLucemon se puso en la puerta para frenar el paso de los 2.
- ¿? ¿Qué ocurre? - ambos estaban confundidos.
- No pueden salir... porque... porque aún no ha llegado. Shoutmon aún no ha llegado...
- Pero, ya pasó la semana que nos dijiste... - comentó Sakeno - La semana que nos dijiste que teníamos que esperar.
- ¡Si! Pero, Shoutmon aún no ha llegado al bar... ¡Además! Yo les recomendaría que se queden en cama un día más, a lo mucho. Así, se recuperarían completamente, y también esperan cómodamente a qué regrese Shoutmon, ¡Allá abajo es un completo caos! ¡Si bajan, estarán atiborrados de gente!
- ... Tiene un punto - comentó Elecmon - No... soy mucho de estar rodeado de mucha gente...
- ... Si. Y también tienes razón en que deberíamos reposar un día más, al menos. - comentó Sakeno, mientras se sentaba en el borde de su cama - Está bien, nos quedaremos aquí arriba.
- ¡Muy bien! No se preocupen: los seguiré cuidando, si se vuelven a dañar los voy a sanar, les|
- No debes de preocuparte. - le dijo Elecmon firmemente - Ya estamos bien. Podemos... cuidarnos por nuestra cuenta...
- Pero... - LadyLucemon estaba a punto de replicar, pero de inmediato habló Sakeno.
- Si, tiene razón Elecmon. Ya estamos bien, y... con la enorme cubeta de sopa que hiciste. - cuando dijo estás palabras, dirigió su mirada una enorme cubeta (que tenía más apariencia de cacerola) la cual estaba llena de la sopa que había hecho LadyLucemon. - Podemos comer lo que queda de hoy, y mañana entonces veremos a Shoutmon.
- Pero...
- Además - siguió hablando - Nos habías dicho que trabajas aquí, y que en estas fechas, aunque no llegara Shoutmon, se suele llenar el bar... ¿No crees que tú jefe vaya a necesitar ayuda?
- ¿Minotaurmon? O, no lo creo... - dijo la Digimon con cierto nerviosismo en su voz - Yo creo que él va a estar muy|
- ¡LadyLucemon! - inmediatamente una voz femenina le gritó desde el piso inferior, con lo cual los ojos de LadyLucemon perdieron el brillo que tenía al estar con Sakeno.
Por su parte, Sakeno y Elecmon se sorprendieron; no esperaban que sonara la voz de una mujer. Pero, en cuanto habló LadyLucemon, pudieron confirmar de que no se trataba de la persona que ellos pensaban.
- ¿Qué ocurre Rosemon?
- ¿Estás ocupada con los... viajeros?
Esas palabras sonaron demasiado... incómodas, y muy fuera de lugar. Tanto que LadyLucemon y Sakeno se sonrorjaron completamente al entender el otro lado de las palabras; por su parte, Elecmon permanecía en silencio.
- No del todo... ¿Por? - respondió LadyLucemon, con un leve tartamudeo que salió de sus labios.
- Necesito ayuda aquí abajo... ¡Ya se llenó el lugar!
- De acuerdo... ya bajo... - respondió LadyLucemon, con bastante decepción en sus palabras. Entonces, dirigió la vista a los chicos - Sake-kun. Si necesitan algo, solamente llámenme, y aquí estaré lo más rápido que pueda...
- De acuerdo. - el chico se recostó nuevamente en su cama.
Y, con algo de tristeza, la chica se dio la vuelta y salió de la habitación. Una vez afuera, su cara pasó a mostrar un puchero.
- Quería en estar más tiempo con Sake-kun... - dijo, incluyendo en su puchero un tono de decepción - Pero... Sake-kun debe hacer algo con Shoutmon... y, si que debe ser importante... - sus ojos entonces se alegraron - Al menos, estará al menos un día más aquí, ¡Bien! ¡Tengo más tiempo con él! - y, sin pensarlo 2 veces, salió del pasillo hacia las escaleras, para descender al piso del bar.
Mientras, en la habitación Elecmon y Sakeno estaban tranquilos y en silencio. Hasta que habló Elecmon.
- ¿Está bien mentirle? - le preguntó a Sakeno - Nos ha estado cuidando muy bien en esta casi semana y media, ¿No crees que es un poco injusto hacer que siga creyendo que perdiste la memoria?
- Lo sé Elecmon. Todos los días pienso lo mismo... - comentó con bastante pesar en sus palabras. - Pero... debemos hacerlo. Aquella voz me lo pidió...
- ¿Y no te has puesto a pensar sobre la identidad de aquella voz? ¿No te da un poco de... curiosidad, siquiera?
- ... Algo... - comentó el chico. Sin embargo, rápidamente cambió de tema - Pero hablemos de otra cosa. Mejor, háblame un poco sobre Shoutmon. Su apariencia, para que cuando lo veamos mañana, o después, rápidamente lo distingamos.
- ... Está bien... - accedió Elecmon, con dudas debido a las palabras que usó su compañero. - Pues... no te podría dar una descripción muy completa, ya que llevamos mucho tiempo sin vernos. Yo lo recuerdo... exactamente igual al Shoutmon de Taiki... pero, si es cliente frecuente en este bar, simplemente su personalidad explotó en este tiempo...
- ¿Explotó?
- O sea: en el Reino Celestial, teníamos muchas restricciones con respecto a nuestro comportamiento. Y, Shoutmon era quien más tenía restricciones, porque él rápidamente se descarrila. Entonces... estando en el Digital World, es muy lógico pensar que simplemente se ha dejado llevar por sus pasiones, cómo por ejemplo el alcohol...
- ... - Sakeno estaba en silencio, escuchando atentamente las palabras de Elecmon.
- ... Nosotros representamos, como Divinidad, a la Realeza. O más o menos así, no he entendido bien. El punto es que yo represento cosas positivas y serias: responsabilidad, política, diplomacia, pensamiento común, etc. Pero... Shoutmon heredó la otra parte: lujos, fiestas, celebración, descontrol; pero, en especial, él tiene un enorme amor por el alcohol...
- ¿En serio?
- Si, ¡El mismo lo inventó! Pero... con tan solo el olor de su primera copa de vino... eso fue suficiente para volverlo adicto. Pero bueno, en el Reino Celestial se tenía un control muy detallado sobre el alcohol, pensado en él. Ahora que estamos en el Digital World, y que sabemos que Shoutmon es cliente frecuente en este bar... solamente me dice que es muy probable que lo encontremos borracho...
- ... ¿En serio los Digimons pueden tener estado de ebriedad?
- Si, ¿Qué tiene de malo?
- ... Oh nada, es solo que... en realidad no creía que los humanos y los Digimons nos terminaríamos pareciendo tanto... pero, en nuestro mundo, nunca antes habíamos escuchado hablar de los Digimons, y por cómo actuaste tu cuando te conocí; Lillymon, Ginkakumon y los demás en el campamento; y LadyLucemon estos días, tal parece que ustedes nunca habían escuchado de nosotros, ni habían visto a uno...
- Así es - afirmó Elecmon - La primera vez que escuché la palabra "humanos" fue cuando JunoKazemon nos habló de su propuesta de los Elegidos para evitar el caos del Inframundo Digital. Pero, fuera de eso... ustedes son completamente nuevos en nuestro mundo...
- Ya veo... aún así, es curioso que seamos seres de 2 universos completamente distintos, y aún así nos parecemos tanto...
- Si, tienes razón... - comentó Elecmon de manera muy ligera. Después, entró una duda en su mente y habló con el chico - Oye, cuando la tal... Rosemon dijo "Estás ocupado con el viajero", ¿A qué se refería? ¿Y por qué LadyLucemon y tu se sonrorjaron tanto?
Cuando Elecmon dijo esas palabras, Sakeno volvió a sonrojarse; pero, está vez su sonrojo en menor a el que había expresado cuando habló Rosemon. Pero, simplemente dio una respuesta un poco cortante ante la duda de Elecmon.
- Luego te contaré...
...
- Bien, bien bien... bien bien... - un Digimon se movía en medio del bosque, con paso lento pero firme - Bien bien. Bien bien... bien bien... bien bien... bien bien bien bien bien... ¡Bien bien! ¡Bien bien! ¡¡Bien pinches bien!! ¡¡Bien putas bien!! ¡¡A la verga, bien bien!!
Aunque, no estaba en sus 5 sentidos. No del todo.
Caminó largamente en medio del bosque, pero por la oscuridad que producían las sombras de los árboles impactados en el suelo, generaban un ambiente tétrico y oscuro, en el cual era muy difícil distinguir figuras y personas; gracias a esto, más de una vez chocó con un árbol frente suyo.
- ¡Ay! ¡Maldito árbol!
Y no solo le ocurrió una vez: fue algo que le pasó muchas y muchas veces en todo su camino.
- ¡Ahhh! ¡Maldita sea! ¡Malditos árboles! - cerró su puño y golpeó uno de los árboles; este se destruyó completamente, dejando solamente un montón de espinas de madera que cayeron al suelo.
El Digimon respiró hondo, y trató de relajarse para seguir su camino. Pero, en cuanto dio el primer paso para seguir con su camino, se pinchó la punta de su pie con las astillas que generó destruir el árbol.
- ¡Ahhhhhhhhh! - volvió a quejarse el Digimon, mientras levantaba su pie para sacarse las astillas. - Malditas astillas... ¡Muéranse! - en su otro puño, se formó una bola de fuego la cual, al estrellarla en el suelo, de inmediato comenzó a quemar todo a su alrededor en una pequeña área, en la cual estaba el Digimon.
Un par de segundos después, quitó su mano del suelo, y esto provocó que el fuego desaparecía completamente. Solo se podía ver un pequeño círculo, de no más de 2 metros de radio, totalmente negro, y todo lo que había ahí dentro (las astillas, hierba, piedras, partes de otros árboles, semillas, etc) ya no existía para nada: todo había sido absolutamente quemado y reducido a cenizas.
El Digimon miró a su alrededor con cierta satisfacción.
- Lo hiciste bien. - dijo para si mismo. Entonces, de la chaqueta de cuero que traía puesta, sacó un pequeño papel, que desdobló y empezó a ver. - Veamos... oh si, que pendejo... - con su mano libre, prendió una pequeña flama, la cual acercó al mapa para poder iluminarlo - ¡Ahí está! Veamos... yo estoy en el sur, a unas... 150 millas del Castillo de JunoKazemon... creo que... ¡Ahí! - vio un punto fijo - 20 millas en el norte... ahí hay varios árboles de frutos y muchas hierbas, semillas y frutos secos para comer. Ahí estuve varios meses, y creo que cerca de ese sitio podía vislumbrar una enorme muralla de madera, y solía escuchar niños... Espero que haya sido solamente mi imaginación... - volvió la vista a su mapa, y siguió revisando los rincones que había - Veamos... ahí está el acantilado. Y es curioso que haya un acantilado cerca de ese sitio con muros de madera... ¿O es más curioso que haya un sitio con muros de madera cerca de un acantilado? No lo sé, no soy filósofo... - volvió a echar la vista al mapa - Aquí... si no mal recuerdo, ahí, muy cerca de donde está, o estaba, el Castillo de JunoKazemon, me había echado unos buenos madrazos con un Digimon muy grande, poderoso, y... blanco... aunque en sus manos había cabezas de Digimons... ¡Ay, que miedo! - volvió a mirar el mapa, hasta que encontró algo - ¡Ajá! ¡Ahí está el bar de Minotaurmon! ¡Mi bar favorito! Es cierto... ¿Cómo es posible que lo haya olvidado? Está a un par de kilómetros del acantilado que está cerca del sitio de muros de madera... ¡Soy tan| ¡Ahhhhhh! - rápidamente se dio cuenta de que, mientras divagaba en sus pensamientos y palabras, el fuego que estaba en su mano llegó hasta la punta del mapa, el cual empezó a quemar - ¡Diablos! ¡Diablos! ¡Diablos! - golpeó el papel en el suelo un par de veces, hasta que la flama desapareció. Entonces, volvió a mirar el papel - ¡A la verga! Se quemó el pedazo en donde escribí mi nombre... Ya ni modo, de algo se tenía que morir... - volvió a doblar el papel y a guardarlo en su chaqueta. También checó lo que había en ella, hasta que encontró una pequeña botella de color negro - ¡Jeje! ¡Aquí estás! - la abrió u tomó un largo sorbo del líquido que había dentro, hasta que se lo acabó - ¡Refrescante! Ahora, veamos si aguanto hasta llegar al bar... no tengo ni la menor idea de dónde estoy, así que mejor me apuro... ¡Pero espera! Tengo un mapa... - el Digimon volvió a abrir su chaqueta, a sacar el mapa que había guardado, y volvió a prender fuego en su mano - Veamos, ¿En dónde chingados estoy?...
...
- Bien... bien... bien... - dijo alegremente AncientGreymon - Ahora... acaba conmigo, tal como tanto lo presumías... pequeño Sol...
- ¡Hmph! ¡No me llames así! - Apollomon se encendió completamente en fuego, y fue a atacar a su ex-compañero. Pero este, con tan solo un movimiento de su cabeza, logró golpear a Apollomon y arrojarlo hasta un costado de su campo de pelea.
- Yo te llamo como se me dé la gana - Después, apuntó su hocico hacia Apollomon, y al cambio de unos segundos, una enorme bola de de fuego salió de su boca y golpeó directamente a Apollomon, generando una gran explosión - Eres... absolutamente débil...
Del lugar de la explosión se esparció el humo y se pudo vislumbrar a Coronamon completamente herido.
- Oh no... ¡Coronamon!
- Ahora... - dirigió su mirada hacia los Elegidos que estaban en los árboles - O ustedes vienen, o yo voy...
- ... Mierda... Debemos seguir con esto, hasta que se aburra...
- ... O-Okey... - con un leve tartamudeo, Merrick usó su Digivice para evolucionar a Gabumon a su forma de Jupitermon, y juntó con Dorulumon quien estaba muy herido, ambos Digimons fueron a darle cara a AncientGreymon.
- ... Oh, ustedes son tan tiernos... - generó un leve aleteo con sus alas, tal qué el viento generado arrojó al par de Digimon lejos de su presencia - Parecen un par de juguetes.
- Arrow of Apollo! - Apollomon, gracias a Tsuyo quien estaba usando su Digivice aun con sus heridas, logró asesorarle un golpe a su oponente.
- Hmph... ¿Qué no entendiste escoria? No puedes vencerme. - usando su gran cola, la movió para darle un golpe a Apollomon. Sin embargo, el Digimon compañero de Tsuyo logró esquivar el golpe, sorprendiendo un poco al dragón - Impresionante. Fuiste capaz de esquivar mi ataque... ¡Ojalá tuviera en este momento estrellitas doradas que darte!
- ¡Cállate el hocico! - con todas sus fuerzas, saltó esquivando el segundo coletazo que soltó AncientGreymon, y entonces pudo propinarle un golpe a la cabeza del enorme Digimon, lo cual lo desequilibró un poco.
- ¡Bien! ¡Chicos! - habló Apollomon a Jupitermon y Dorulumon - ¡Ayúdenme! ¡Está débil ahora mismo!
- ¡O-Okey! - Jupitermon logró incorporarse del golpe de AncientGreymon, y entonces levantó sus 2 martillos - Mabolt!
Del cielo volvió a surgir la nube de tormenta la cual rápidamente empezó a sacar rayos y truenos sobre el cuerpo de AncientGreymon, quien tan solo estaba... riéndose, mientras recibía cada rayo de la nube.
- ¡Jajajajajajajaja!
- ¡! ¡Necesito más potencia! - Jupitermon aumentó el poder de su técnica; aún así, AncientGreymon no parecía inmutarse.
- ¡Veamos si esto sirve! Dorulu Tornado! - Dorulumon lanzó su ataque sobre AncientGreymon, y del inmediato Apollomon le acompañó.
- ¡Vamos si esto también sirve de algo! ¡Arrow of Apollo! - Apollomon lanzó su ataque hacia el tornado que generó Dorulumon, y ambos ataques se combinaron en un tornado de fuego, el cual impactó sobre el cuerpo de AncientGreymon, creando una gran explosión - ¡Bien! ¡Antes de que haga algo, démosle el golpe final! Phoebus Blow!
- ¡Okey! Punish Judge!
- Drill Buster!
Los 3 lanzaron sus ataques más fuertes hacia el humo que se había expandido por el ataque combinado de Apollomon y Dorulumon. Sin embargo, con un rápido movimiento de su cola, el enorme Dragón de fuego les soltó un coletazo a todos, con el cual los alejó de él unos metros.
Entonces, AncientGreymon se levantó de su sitio para mirar a los Elegidos y a sus compañeros.
- ¡Excelente! ¡Magníficos ataques y defensas! ¡Son muy fuertes! Pero... no para mí...
Todo su cuerpo se envolvió en llamas, las cuales comenzaron a acumularse para formar una enorme esfera. Los Digimons se asustaron completamente.
- Oh no... ¡V-Va a usar|!
- ¡Los 3! - les indicó Jupitermon - ¡Hay que proteger a los chicos!
- ¡De acuerdo!
Los 3 de inmediato corrieron hacia los Elegidos, y con sus cuerpos los cubrieron los mejor posible.
- ¿Eh? ¿Qué pasa?
- ¡Sujétense bien!
- Omega Corona! - una vez que se formó una esfera perfecta de fuego, procedió a lanzarla en forma de una onda de choque, como si el mismo fuera el epicentro de una bomba atómica.
Tal onda de choque fue tan grande y masiva que incineró completamente lo que estaba a su alrededor, y siguió avanzando hasta cubrir más de 2 kilómetros de radio.
Cuando la onda llegó a los Elegidos, sus compañeros usaron sus cuerpos para cubrir a los chicos y a Gaomon, quienes estaban indefensos ante tal ataque masivo de AncientGreymon.
Después de unos segundos, el ataque del Dragón de fuego finalizó, y entonces los Digimons se separaron de sus compañeros.
- ¿Están... bien?... - preguntó Jupitermon, con bastante cansancio en sus palabras.
- ¡Jupitermon! ¡¿Ustedes están bien?! - rápidamente ele cuestionó Merrick.
- Si... - está vez respondió Apollomon. En sus espaldas podía visualizarse datos flotando en el aire - Solamente... necesitamos... dormir...
Los 3 Digimons cayeron al suelo y, a excepción de Dorulumon, regresaron a sus formas previas de evolución: Tsunomon y Sunmon. Por su parte, Dorulumon comenzó a perder datos mientras Akari estaba a su lado.
- ¡! ¡Dorulumon!
- Estoy... bien... - le dijo de manera tranquila - Solo... méteme... al...
- ¡Oh sí! Entra al Xros Loader - la chica extendió su dispositivo, y Dorulumon con entró en este. Merrick fue a atender a Tsunomon y Sunmon.
- ¡Chicos!
- Estamos bien... - respondió nuevamente Sunmon, con una leve sonrisa en sus labios - Solamente ese tonto de allá atrás nos quiso exprimir, ¿No crees?
- Si, así parece... - le respondió Merrick, dejando a Tsuyo con tan solo un sentimiento de vacío al ver esa escena.
- ¡Jajajajajajajaja! ¡Qué débiles son! ¡Simplemente resistieron un ataque mío! ¡Jupitermon lanzó su Wide Plasment, y yo seguí de pie perfectamente! ¡Ustedes recibieron mi Omega Corona, y los he derrotado definitivamente a los 3! ¡Son tan débiles que me dan mucha vergüenza!
- ¡Cállate Agumon! - le gritó Gaomon, con cierto enfado en sus palabras - ¡Simplemente jugaste con ellos! ¡Sabías que no tenían posibilidad, y decidiste aún así pelear con ellos y nunca ofrecerles una rendición!
- Hmph... ¿Y tú quién te crees para hablarme así? - inquirió AncientGreymon con voz arrogante e impotente - Tu, un completo cobarde que nunca ha querido pelear ni arreglar sus problemas de frente... ¿Con qué cara vienes a decirme que debo ser directo con ellos, cuando tú no eres directo ni con tus problemas mentales?
- ... - Gaomon tan solo se quedó en silencio, mientras rechinaba los dientes «Mierda... ¡Es verdad! »
- Bien, inútiles... Ahora ustedes pueden admirarme a mi, ¡El gran AncientGreymon! ¡El verdadero Dios del fuego! ¡El que merece el poder y control absolutos! En cambio, esos... débiles que ustedes guardaron en sus Digivices... ellos simplemente son esclavos destinados a vivir toda su vida como miseria para la grandeza como yo. Están destinados a permanecer como los débiles Digimons que son... ¡No merecen siquiera tener sus propios sueños! Son tan mediocres que simplemente me muero de risa al pensar en que tienen metas esos seres tan débiles. En cambio, yo merezco cumplir con mi sueño: ser el más fuerte y reconocido Dios en el Digital World, ¡Mi meta es digna de mi, considerando mi enorme poder de naturaleza y el poder que he adquirido al obtener a los 3600 espíritus del fuego! ¡Yo merezco cumplir mi sueño!
- ¡Cállate! - con una voz completamente inusual en lo que llevaban conociéndola, Akari habló en voz muy alta para callar el discurso que estaba dando AncientGreymon - ¡Simplemente cállate!... ¿Crees que por tener un enorme poder de cajón eres digno de tener una meta? ¿Crees que con simplemente ser el Digimon más poderoso lograrás convertirte en un Dios para el Digital World? Acaso... ¿Acaso no te importa lo que piensan los demás Digimons? ¿No te importa lo que vaya a pensar y creer tu "futuro pueblo"? ¿No piensan acaso en las consecuencias que podría traer que tú fueras un Dios?
- ¿Pensar en mi futuro pueblo? - AncientGreymon se rió de manera muy fuerte, mientras volteaba la mirada en dirección de Akari y los demás chicos - Soy un Dios. Yo no debo pensar en ese pueblo que vaya a cuidar... Al contrario: yo soy su dios, y ellos deben desvelarse día y noche por mi...
- ¡Si que eres un egoísta! ¡No tienes remedio! ¡No tienes... carácter ni valentía!
- ... ¿Qué se te ocurrió decir? - dirigió todo su cuerpo en dirección de Akari, y mientras avanzaba Akari seguía hablando.
- ¿En serio crees necesario eliminar a tus amigos... o ex-amigos, de una forma tan cruel? ¿En serio crees que atacarme ahora mismo te volverá un Dios? ¿Crees que... tan solo por sentarte en un trono, puedes convertirte en rey? ¡Claro que no! ¡Las cosas no son así! ¡El mundo externo es un lugar... cruel, despiadado, atormentado y oscuro! Pero, aún dentro de todo esto, todos tenemos segundas oportunidades... ¡Si según tu, Coronamon, Gabumon y mi compañero no merecemos tener el derecho de llegar a una meta, pero el mundo elles ofrece una segunda oportunidad! ¡Ellos tienen derecho a escoger sus metas, y su futuro! ¡Y que alguien como tú... maldito dragón egoísta, llegué diciendo que puede hacer lo que quiera: No es correcto! ¡No es un acto que muestra tu osadía, valentía ni carácter: es la actitud de un cobarde que prefiere acabar con sus enemigos antes de siquiera darles la oportunidad de progresar! ¡Tú no mereces tener tu meta! ¡Ni mereces tener la segundas o tercera, o enésima oportunidad para cumplirla! ¡Tú no mereces nada!
Todos estaban completamente atónitos por las palabras que dijo Akari; nunca se imaginaron que la chica tendría ese carácter cuando se enoja (su expresión facial denotaba que estaba completamente enojada por la situación).
AncientGreymon llegó hasta donde estaba la chica, y ambos se miraron fijamente con miradas de seriedad.
- Este... - comentó Merrick, con mucho desaliento en sus palabras - Es el fin...
Ambos, AncientGreymon y Akari, mantenían sus miradas uno en el otro, generando un ambiente de bastante tensión. Pero, al cabo de unos segundos, AncientGreymon comenzó a reírse, lo cual asustó y preocupó, un poco, a los Elegidos.
- ¿Qué? - Akari no parecía mostrar mucha sorpresa.
AncientGreymon se encerró en una esfera de datos, y entonces de esta salió Agumon, quien estaba en el suelo dando vueltas sobre el piso incinerado que creó él mismo. Los chicos estaban confundidos.
- No puedo creerlo - comentó Tsuyo - ¿Él es el Agumon que tantos problemas nos ha generado? ¿El Agumon que tanto prometieron que un día conoceríamos?
- Esperábamos algo mejor... - comentó levemente Merrick.
- ¡Jajajajajajajaja! ¿Quién lo diría? - comentó Agumon, aún con bastante risa en sus palabras - Esta chica... ¡Si que es increíble! ¡Tiene las suficientes agallas para decir lo que siente, aún cuando esté en un estado de peligro.
- ¡Oye! ¡No digas la palabra "agallas" para describir a una dama! - se enfadó bastante Akari.
- Jeje... me ha subido el ánimo, ¡Y si que muy bien! - después de pasar bastantes minutos en el suelo, se levantó, se sacudió la ceniza quemada que estaba en el suelo, y se dio la vuelta. - Me convencieron. Pueden irse sin necesidad de volver a pelear...
- ¿Eh? ¿En serio? - en los ojos de los chicos se vio un poco de esperanza. Pero, rápidamente les "corrigió" Agumon.
- Definitivamente está no será la última vez que nos veamos. Así que... les recomiendo que se consigan mejores Digimons - y entonces comenzó a caminar para dirigirse al lado del paisaje que tenía árboles como bosques. Pero, cuando estaba a unos cuantos metros de ellos, Agumon sonrió ampliamente - Espero con ansias a qué ese día llegue lo más pronto posible...
ASFD
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