Capítulo XIII

- … ¿? ¿Qué? - Sakeno se revolvió en su cama, mientras sentía su frente mojada. Tardó unos cuantos minutos en despertar, y así pudo ver el exterior del lugar en donde estaba: una habitación, no tan pequeña y de madera; de color café madera (o algo así) y sin tanta decoración, en lo que respecta al techo. - ¿En dónde estoy?

Se tocó la frente, y encontró un pañuelo de tela completamente mojado y, hasta cierto punto, cómodo. Pero su cabeza comenzó a doler le y a darle vueltas en cuanto se lo quitó.

- ¡Ah! Mi cabeza...

- ¡N-No te lo quites! - en ese preciso momento entró alguien a la habitación quien, en cuanto vio que Sakeno se había quitado la venda de su cabeza, acudió para volvérsela a poner - Esta remojada en una infusión medicinal que te hará sentir adormilado. Si te la quitas, el dolor volverá a ti... - con mucho cuidado, quien había llegado le puso el trapo en la frente, y recostó al chico de nuevo en su cama - Debes descansar. Cuando te hallé, estabas muy herido...

- ... Okey... - Sakeno se sentía tan cansado y fatigado que simplemente le dijo que si. Y alcanzó a notar algunos aspectos de quien estaba atendiéndole (no pudo identificarlo completamente ya que el dolor de su cabeza no le permitió enfocar la vista), y pudo ver que tenía una cabellera de color amarilla, lo que hizo que el chico la identificará como Izumi - ¿Izumi? ¿Eres tú?  

- ¿Izumi? No sé quien sea; nunca había escuchado ese nombre... - comentó mientras se sentaba a un costado de la cama del chico.

- ¿? ¿Quién eres? -pregunto el chico con mucha confusión,  mientras lentamente iba recuperando todos sus sentidos.

- Oh, es cierto. No me he presentado - el chico pudo entonces recuperar del todo su vista, y así contemplar a la chica rubia que estaba ahí: era alta, delgada y con buena figura; su cabello, como se mencionó antes, era de color rubio, pero de un tono más oscuro que el de Izumi, y con apariencia más limpia. La chica vestía con un largo vestido blanco, el cual no eran tan opción pero tampoco era transparente; eran de un a tonalidad promedio. Algo que sorprendió mucho al chico cuando la vio eran las alas: las pequeñas alas que reposaban en su cabeza, y el par más grande que, a parte de parecer hechas de cristal, permanecía "oculto" detrás de su espalda. Los ojos un tenía eran de un color azul turquesa muy profundo; demasiado brillante, y uniformemente perfecto. Un par de ojos muy bellos - Mi nombre es LadyLucemon. Y, bueno, te hallé ayer perdido y herido en el bosque...

- Ayer... - comentó Sakeno para si mismo. Entonces, cayó en la cuenta - ¡Elecmon! ¡Mi comp|!

- ¿Elecmon? - le interrumpió la chica - Si; él también está aquí. Está... en la otra cama...

El chico asomó la vista, y pudo ver a su compañero Digimon recostado en otra cama, una que estaba frente a donde estaban ellos, y parecía estar durmiendo plácidamente.

- Okey... - volvió a recostarse, mientras LadyLucemon ponía sus cálidas y suaves manos en sun cuello y frente, midiendo su temperatura. Sakeno se estremeció un poco.

- La fiebre ya bajó. Es muy buena noticia... - comentó, mientras se volteaba para tomar un pequeño plato redondo y hondo - Siéntate, para que te pueda dar de comer...

- Eh... Okey... - respondió Sakeno, al tiempo de que se sentaba apoyándose de la cabecera. LadyLucemon se le acercó teniendo en sus manos aquel plato y la cuchara.

- Di "Ahh"… - le pidió, mientras tomaba una cucharada del caldo.

- … ¿Ahh? - el chico le imitó, y en cuanto abrió su boca, la chica depositó la cuchara y su contenido dentro. Sakeno probó el caldo que venía de la cuchara, y entonces emitió una sonrisa - ¡Hmm! Esto es delicioso…

- ¿En serio? ¡Me alegra que te haya gustado! - dicho esto, LadyLucemon preparó otra cucharada.

- … ¿Qué es? - preguntó Sakeno con curiosidad.

- Es una sopa que yo misma hice… - comentó mientras se acercaba al chico - Di "Ahh"…

- ¡Ahh! - obedientemente, Sakeno dejó que LadyLucemon le diera otra cucharada de aquella sopa.

- ¡Me alegra que te haya gustado! Tenía un poco de temor de que no lo hiciera… por eso me esmeré mucho en hacerla. Además, con la conducta pesada de Minotaurmon, realmente le agradezco que me haya dejado tomarme una hora para prepararla…

- ¿Minotaurmon? ¿Quién es?

- ¡Oh sí! ¡Ni siquiera sabes en dónde estás! Teóricamente… - dicho esto, le dio al joven otra cucharada de la sopa - Bueno, pues te explicaré sencillamente: estamos en el bar donde trabajo, en un cuarto de hospedaje que me permitió usar Minotaurmon para ti y tu compañero. Y él, Minotaurmon, es mi jefe, y dueño del bar…

- ¿Cuarto de hospedaje, en un bar? - preguntó el chico con curiosidad - ¿Los bares tienen cuartos de hospedaje?

- … Si… - dijo LadyLucemon con confusión - Todos lo tienen…

- … Que… loco… - comentó, mientras se tocaba la cabeza.

- Bueno… - LadyLucemon dejó el plato en la mesa de noche y dirigio suw ojos turquesa hacia Sakeno - ¿Recuerdas algo de lo que te pasó anoche? Me refiero… ¿Sabes por qué estabas tan herido?

- … - Sakeno se tocó la cabeza varias veces, tratando de recordar aquello que LadyLucemon le pidió. Pero simplemente no pudo - No lo recuerdo bien… Recuerdo que había salido de viaje, del… - volvió a sobar su cabeza, mientras seguía pensando - No lo puedo recordar. Creo que… esas heridas de las que hablas me generaron pérdida de memoria. Realmente no recuerdo como llegué ahí, pero si recuerdo… que estaba buscando a alguien…

- ¿A alguien? ¿Y recuerdas a quien era?

- No lo recuerdo muy bien. Recuerdo… que era una chica a quien buscaba. O, eso creo…

- Ya veo… - comentó LadyLucemon - Realmente perdiste tu memoria…

- No toda: recuerdo que Elecmon es… mi amigo… y que… - los ojos del chico se iluminaron - ¡Ya lo recuerdo! ¡No estaba buscando a una chica! Estaba buscando a un Digimon…

- ¿A un Digimon? ¿A quién?

- … Si no mal recuerdo… su nombre… es Shoutmon…

En cuanto dijo ese nombre, LadyLucemon se puso casi más pálida de lo que era su tez. A Sakeno le pareció curioso eso.

- ¿? ¿Qué tiene?

- Ese Digimon… - siguió hablando - De casualidad… ¿Le gusta el alcohol?…

- Si… - cuando estaba a punto de responder Sakeno, Elecmon despertó de su sueño y tomó la palabra - Digamos que… le fascina…

- Ya veo… - comentó con cierta cautela en sus palabras - Entonces, en cuanto ambos se recuperen… podrán bajar al bar; pero hasta eso yo los cuidaré…

- ¿Bajar al bar? ¿Para qué? - preguntó Sakeno.

- Si… - al tiempo que me respondía, LadyLucemon tomó el plato de sopa y tomaba de ella una cucharada para Sakeno - Lo que pasa es que… creo que el Shoutmon que están buscando… es el cliente más frecuente de este bar…

- Bien, ¿Podemos continuar?

- Si; ya fui al baño, ¡Sigamos!

Yami y su amigo, Kino y Takeshi estaban en marcha, buscando en donde se podrían haber perdido Misti y Sakeno. Después de que estaban discutiendo en el campamento si buscarlos o no, Lillymon les había informado que muy probablemente la invasión de los Jawmons ya no ocurriría. Entonces, los 4 tomaron la firme decisión de salir de una vez para buscar a los chicos. O, mejor dicho… partieron la mañana siguiente, ya que era de noche cuando iban a salir.

Y después de haber desayunado y haberse despedido de los demás chicos, los 4 salieron para buscar a Misti y Sakeno desde hace poco más de media hora; apenas empezaban su búsqueda.

- Bien… ¿Alguna idea de por dónde empezar? - preguntó Takeshi, mientras los cuatro formaban un círculo.

- Pues… ¿Alguien recuerda por dónde se fue Sakeno y Elecmon?

- ¿? ¿Y Misti?

- Bueno… - comenzó el chico pelirrojo - Yo creo que deberíamos empezar a buscar a quien tenemos más idea de dónde podría estar: lo vimos salir ayer en la mañana. A Misti no. No sabemos ni a dónde se dirigió en la noche, así que no podríamos saber nada de ella. Pero de Sakeno sabemos un poco más…

- … Estoy de acuerdo contigo… - le respondió Yami - Creo que sería mejor empezar a buscar a Sakeno. Pero... ¿Alguien recuerda por donde se fue?

- Más o menos yo - admitió Palmon - Se fue... creo que al otro lado del campamento :v.

- ... Cierto. Salió por la puerta principal.

- Bien, ¡Andando!

El grupo empezó a andar; pero, antes de seguir, los chicos dejaron que Yami y Kino fueran al frente.

- Primero las damas... - ofreció caballerosamente Takeshi, con lo cual se molestó Kino.

- ¿Y para que quieres que vaya al frente? ¿Para ver mi trasero, pervertido?

- Para nada - ante ese comentario, Takeshi seguía actuando con respeto y tranquilidad - Simplemente… por caballerosidad, y para protegerte. A ti y a Yami…

- … ¿Sabías que antes ese gesto de "caballerosidad" era usado por los los reyes para que la reina entrara primero a una habitación, y si había algún peligro, entonces la reina se moría pero no le pasaba nada al rey? ¿Entonces, cuales son tus verdaderas intenciones, pervertido?

- … Tu mismo lo dices: "era usado". Ahora ya no… Ahora es usado como signo de respeto, admiración y lealtad a una chica. O sea: a ti… Quiero mostrarte mi lealtad a ti dejándote pasar primero…

- ¡Ya Kino! - le rogó Yami - Acepta el gesto y continuamos con el viaje…

- … De acuerdo… - aceptó Kino rendida.

Así, el grupo comenzó a caminar hacia el otro lado del campamento; lo iban a rodear, ya que no era un campamento tan grande que digamos. En el trayecto, Yami empezó a platicar con Kino.

- ¿? ¿Por qué estabas actuando así? Él solo quería ser amable…

- ¿? ¿Por eso? No, no es por eso… - respondió - Es otra cosa…

- ¿Qué cosa?

- Bueno… - Kino comenzó a explicarle a Yami - Es probable que no me creas sobre lo que te dije ayer, de que tengo sospechas y casi pruebas de que Taiki no es quien dice ser…

- … No me lo habías planteado así, pero tienes razón en algo: no te creo…

- Okey. Pero hay algo por lo que si me vas a creer… mejor dicho, alguien…

- ¿? ¿Alguien? ¿Otra persona sabe sobre esto?

- Si; en realidad son 2 personas quienes podrían sustentar mis sospechas, pero solo conozco el posible paradero de una.

- ¿? No te entiendo.

- Verás: cuando vi a Taiki hablar con otra persona ayer, o sea, el otro Elegido, mencionaron un nombre: Tagiru. Y, según quién estaba hablando con Taiki, ese tal Tagiru estaba muy cerca del campamento, o al menos merodeaba cerca. Si logro encontrarlo, entonces le preguntaré todo sobre Taiki, y podré confirmar quién es realmente. Si realmente es un Elegido como nosotros, o si se trata de alguna otra persona…

- … Eso parece ser un plan… hacia cierto punto complicado. - le comentó Yami - ¿Qué tal que el Tagiru del que hablaban no es un humano? ¿Que tal si es… un perro?

- ¿Un perro, en el Digital World? ¿En serio?

- Pues… se supone que una jauría de perros infernales iban a atacar ayer el campamento. Así que no me sorprendería que un perro de nuestro mundo estuviera vagando en el Digital World…

- Bueno… el chico con quién hablaba Taiki dijo que el tal Tagiru tenía dudas sobre una misión, que no se sentía bien con respecto a ello, y que por eso estaba viajando mucho… ¿De cuándo a acá los perros tienen esos sentimientos?

- … Buen punto… - le respondió Yami. - Es un buen argumento…

- Entonces. ¿Quieres ayudarme a investigar si Taiki es un impostor, o algo así?

- … Eso es muy random. Pero… no pierdo nada en intentarlo… - le respondió.

- ¡Yami! - le gritó Bearmon a su compañera, estando a un par de metros lejos - Detecté algo aquí; creo que es de Sakeno.

- ¿? ¿Tú qué haces allá? - inquirió Yami.

- Pues. Cuando vi que estaban platicando, decidí adelantarme junto con Palmon…

- Así es. - Palmon apareció a un lado de Bearmon, lo cual sorprendió mucho a Kino.

- ¿? ¿Cuándo llegaste allá?

- Hace rato…

- ¡Veamos! - intervino Takeshi, quien junto al chico pelirrojo alcanzaron a Kino y Yami. - ¿Qué tenemos aquí?

- Pues… - comenzó Bearmon - Creo que detecté el olor de Sakeno y de Elecmon muy cerca de aquí.

- ¿Qué? ¿Puedes hacer eso? - le preguntó Yami a su compañero.

- Siempre he podido :v. Pero, como les iba diciendo: aquí el rastro de Sakeno y Elecmon, aunque sea casi invisible porque ya pasó un día completo, es muy perceptible. Así que creo que por aquí se fueron.

- ¡Bien hecho Bearmon! - le felicitó con Takeshi con gran entusiasmo - Bien, entonces… creo que por aquí podemos comenzar.

- Este es un buen sitio para descansar. Quédense aquí, y… traeré algo de comer…

Coronamon y los demás se quedaron a descansar en medio del bosques. Ya llevaban mucho tiempo simplemente caminando y descansando; los chicos ni siquiera tenían idea de hacia donde iban.

Ya llevaban haciéndolo todo el tiempo, que Coronamon se acostumbró rápidamente a ser él quien iba a buscar semillas y fritos para los demás. Así que, en cuanto todos se sentaron, él se adentró rápidamente en el bosque.

- Bien… - comentó Tsuyo - Coronamon se le ha quitado un poco su molestia y enojo…

- Tienes razón. Este tiempo ha estado más tranquilo que de costumbre.

- Si… creo que empezó así cuando encontró a Gaomon… - comentó Merrick pensativamente.

- Cierto. Tal vez… no le gustó verlo en ese estado, y decidió entonces ayudarlo…

- ¿De qué tanto están hablando?

Los chicos se sorprendieron por la voz que oyeron detrás de ellos, pues era completamente nueva para ellos. Para saber de quién se trataba, voltearon para ver a su propietario (por la tonalidad, parecía ser hombre quién hablaba), y pudieron entonces ver a un enorme hombre, que media tal vez 2 metros de altura, y que portaba una armadura de dragón, con tonos rojos, naranjas y amarillos por doquier, que cubrí todo su cuerpo. En su espalda había una enorme espada plateada. Los chicos se asustaron al verlo.

- ¿? ¿Q-Quién eres?

- Oh. Disculpen ustedes… debo de presentarme, tienen razón… - dicho esto, hizo una reverencia - Mi nombre es KaiserGreymon…

- KaiserGreymon - murmuró Gabumon. En cuanto el nuevo Digimon vio al compañero humano de Merrick, emitió una sonrisa.

- No… puede… ser… ¡El gran Gabumon! O mejor dicho… ¡JupiterWisemon! ¡El señor de la sabiduría, la inteligencia e, irónicamente, la guerra!

- … Entonces eres tú, Agumon… - en cuanto los chicos escucharon eso último se sorprendieron.

- ¿Agumon? ¿O sea… el compañero bestia de Coronamon?…

- … El término "bestia" es muy inapropiado para mí. Pero, pueden llamarme… "la perfección del dragón"…

- … Okey… - los chicos se quedaron perplejos.

- ¿¡Qué demonios haces aquí!? - Coronamon apareció de dónde se había ido, mientras expresaba molestia y enojo al ver a KaiserGreymon.

- ¡Oh! ¡Coronamon! ¡Cuánto tiempo sin vernos!

- No vengas con tus hipocresías… ¿Qué diablos haces aquí? ¿Nos has estado siguiendo?

- ¿Siguiendo? - los chicos no entendían nada.

- Algo así… - comentó KaiserGreymon, mientras reía. Pero, después de pensar unos segundos, se quedó en silencio, y finalmente volvió a hablar ahora con más seriedad - Ahora que lo pienso y recuerdo… Ya te había preguntado Coronamon sobre los Elegidos de quienes tanto hablan los demonios hoy en día…

- ¿Ehhh? ¿Los demonios nos buscan? 

- ¡No! ¡Ustedes cállense y no digan nada! - les advirtió Coronamon a los chicos. Pero ya era tarde; KaiserGreymon soltó una sonrisa.

- Esas palabras… solamente confirmarían mi duda: - Coronamon suspiró con decepción y molestia - Ustedes son los "Elegidos" que tanto están buscando los demonios, los Jawmons, ¡Están en boca de casi todo el Digital World!

- ¿Los Jawmons? - Tsuyo se sorprendió por ello.

- Así es: unos perros estúpidos que se la pasan de un lado para otro, haciendo encargos del Inframundo Digital y comiendo a cualquier Digimon con que se encuentren. Una basura de seres vivos…

- Entonces… - pensó Akari en voz alta :v- ¿Es probable que los Jawmons que iban a atacar al campamento, nos estuvieran buscando?

- De todos modos… - siguió hablando KaiserGreymon, ignorando las palabras de los chicos - Admito que en masa son casi imparables, ¡Pero no para mí! ¡Hace algunos días maté a toda una jauría que me encontré en el bosque!

- ¿? ¿Q-Qué dijiste? - le preguntó Tsuyo a KaiserGreymon.

- Lo que dije, "Elegido": yo me tope con una manada casi infinita de esas porquerías hace unos días; más o menos siete u ocho, y aunque me tardé mucho en acabar con ellos finalmente logré matarlos a todos. Si que eran infinitos: acababa con uno y llamaban 2…

- … - Tsuyo quedó en silencio, mientras pensaba « Esa fecha es muy cercana al día de la invasión de los Jawmons… Entonces… ¿También es probable que la manada de Jawmons que amenazaban al campamento hayan estado muertos antes de invadir el lugar? »

- ¡No me has respondido, KaiserGreymon! - gritó Coronamon con molestia - ¿¡Qué diablos haces aquí!?

- Hmph. Eres muy grosero; yo creo que tu deberias ser el compañero bestia de ApolloGreymon, y no yo… - sicjo esto, desenfundó su espada, y rapidamente la uso para cortar un árbol a un lado suyo, lo cual asustó y sorprendió a los chicos.

- ¡!

- Mi hermosa espada… Yo la llamo "The Dragon's Killer". Es tan poderosa que incluso un Digimon de nivel Ultimate se vería afevtado gravemente por un corte de esta belleza. Un ser sin poder sigital, como el que siento que ustedes "Elegidos" emanan, se vería en sus últimos segundos si es dañado por mi espada.

- Oh, mierda… - comentó Coronamon, lo cual sorprendió a los Elegidos.

- Bien, parece ser que ya sabes de que hablo Coronamon - hablo firme KaiserGreymon - Entonces, vayamos al grano: estoy completamente aburrido, así que a ustedes, los "Elegidos" que buscan los demonios; a los 3 que veo frente mío los desafío a una pelea… A ver si así se me quita este maldito aburrimiento…

ASFD

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