Capítulo IX

- Ella se llama Lunamon. Y Lunamon, él es Dracomon…

- Oh, hola Dracomon; un gusto conocerte…

- ¡El gusto es mío!

Ya habían pasado 2 días desde que May y Noir habían llegado a ese árbol por las heridas de la Elegida. En ese momento, May estaba presentándole a Dracomon, y a los pequeños Digimons dragón que le acompañaban, que según el dragón se llamaban Gaossmon, a sus compañeros: principalmente a Lunamon, su compañera Digimon más directa, por así decirlo, y a Gryzmon, quien había estado con May en el combate.

- Y, bien. Él es Gryzmon - le dijo la chica al pequeño dragón y a sus acompañantes - Él fue el segundo Digimon que encontré en el Digital World, y fue él quien me recomendó crear al Shining Moon. También es el superior del Shining Moon: solo está debajo de mí.

- ¡Es… grandioso! ¡Justo como él!

- ¿Él? - May sintió curiosidad.

- Un amigo que conozco… también tienen a muchos amigos Digimons que le ayudan en sus misiones…

- Ya veo…

- ¡Ya llegué! - Noir apareció a mitad del bosque, cargando en una extraña bolsa, hecha con parte de las prendas de la Digimon y con varias hojas de árboles, las cuales aún mantenían su color verde y su consistencia. - Aquí está la comida de hoy…

- ¡Oh, gracias!

La Digimon se sentó en un espacio que había entre May y Dracomon, y del bolso sacó unas 3 frutas que repartió con los presentes: Lunamon, Gryzmon, Dracomon, May, los Gaossmon y ella misma.

- Gracias Noir…

- No hay de qué…

- ¡Mmm! Rico… - dijo Lunamon, después de darle la primera mordida - Que bien se siente comer algo nuevo a… la comida predefinida del Xros Loader…

- ¿? ¿Los Xros Loader tienen comida predefinida? - a Noir le entró curiosidad.

- Si, ¡Y no es tan buena que digamos!… - se quejó Gryzmon.

- ¡Tiene razón! - le apoyó Dracomon, y los demás Gaossmon, lo cual sorprendió a las chicas.

- ¿Eh?

- Bueno - quiso corregirse Dracomon, pero terminó hablando - El amigo del que te digo May… también es un humano… y un Elegido con un Cris Loader, como el tuyo.

- ¿¡En serio!?

- ¡Si! Yo, junto con los Gaossmon, vinimos hasta aquí… para buscarlo, porque hace tiempo que nos perdimos…

- Okey, déjame ver si entiendo - dijo la chica - ¿Tú eres compañero de otro Elegido, que tiene un Xros Loader como yo?

- Bueno, en sí no soy su compañero. Él tiene 2 compañeros "principales", por así decirlo. Son un Greymon y un MailBirdramon…

- Greymon… MailBirdramon… - Noir susurró con mucha cautela los nombres de esos Digimons.

- Si, ¡Y ambos se fusionan, para convertirse convirtiéndose en un MetalGreymon, y luego pueden evolucionar en un ZekeGreymon!

- ¿¡Qué!? ¿¡Un ZekeGreymon!? - la reacción de Noir asustó a la chica y a Dracomon.

- ¡Oye! ¿Qué te pasa?

« ¿¡Realmente dijo ZekeGreymon!? ¡E-Emtonces está hablando del mismo que fue al cráter de la explosión la noche que May y yo llegamos aquí!… Pero… » - L-Lo siento mucho Dracomon - se disculpó la Digimon - Es solo que… hace mucho tiempo que no escuchaba de los ZekeGreymons, ¡Creí que se habían extinto!…

- ¡Oh! No, aún no se extinguen… - comentó el dragón - De hecho, creí que era único en su especie…

- ¡Oh, no! Antes, había muchos ZekeGreymons por todos lados. Ahora son muy escasos… - « Si sigo pretendiendo… puede que obtenga información sobre por qué estaba volando directo a la explosión esa noche… »

- Ya veo… como les decía, ¡Mi compañero humano también tiene un ejército de Digimons, como el tuyo May! Antes de llamaba Blue Fare; recuerdo perfectamente que ellos peleaban en la tierra donde yo vivía, para liberarnos del poder oscuro de Dorbickmon, que gobernaba con mucha maldad. Yo lo admiraba mucho; de hecho, lo sigo admirando: su fuerza, determinación y firmeza ante las adversidades, ¡Es un gran líder!

- Wow… - comentó la chica con asombro - Me gustaría poder ser como él algún dia… Poder ser una buena líder para el Shining Moon…

- Ya lo eres May… - le respondió Gryzmon de manera amable - Aunque tengas tus actitudes pesadas, y a veces se te vaya la onda. Pero eres una buena líder…

- … Gracias, Gryzmon…

- Pero bueno - continuó el pequeño Digimon - Todo eso… nunca lo hubiera logrado, de no ser por Kudou Taiki…

- ¿? ¿Otro humano? - preguntó May.

- Así es: él le ayudó a mi compañero para que pudiera ser mejor líder…

- Ya veo… - comentó Noir « Kudou Taiki. Debo aprenderme ese nombre; tal vez y sea importante »

- Pero, bueno: a pesar de que mi compañero sea un buen líder gracias a Taiki, hay muchos otros que conozco que también son buenos líderes: Takuya, Masaru, Takato, Tadashi, Tsurugi…

- ¡! ¡Increíble, tantos nombres! - comentó May - ¿Todos ellos son Elegidos?

- ¡Absolutamente! ¡Todos y cada uno de ellos!

- Increíble… - suspiró la chica.

- Entonces, May - le respondió su compañera Lunamon - ¡Tal vez y sean los demás Elegidos de Blanc y Noir!

- ¡Es cierto! - entonces la chica se dirigió a Noir - ¿Todos esos nombres… son los chicos que mandaron a llamar para salvar a este mundo? O sea: tu como JunoKazemon…

- … - Noir no respondió. Seguía en silencio, mientras meditaba todas las palabras que Dracmon decía, en especial los nombres.

- ¡Pero, bueno! ¡Tambien no hay que olvidar a los 2 grandes líderes, quienes fueron de los primeros Elegidos en llegar al Digital World: Taichi y Yamato!

A las chicas, Lunamon y Gryzmon se les heló la sangre en cuanto Dracomon dijo esos nombres. Lentamente, voltearon a ver al dragón, quien tenía una amplia sobrisa en la cara.

- ¿Q-Qué dijiste? - a ambas les costó decir esas simples palabras: en cuanto Dracomon dijo esos 2 simples nombres, a las chicas les llegó el recuerdo de su reciente pelea. En un segundo, recordaron toda la desesperación, frustración, y miedo de estar peleando contra ese par de Elegidos, quienes tan solo les bastó un par de Digimons para destruir el Castillo y a la mitad del Shining Moon.

- … ¿Cuál de todas las cosas?…

- ¡L-Lo último! - se apresuró Lunamon.

- Oh. Pues… sobre los 2 que yo considero los mejores líderes: Taichi Yagami y Yamato Ishida, ¡Realmente son 2 grandes líderes!

- … - las chicas temblaron, y se miraron entre sí. Despues de algunos segundos de permanecer así, Dracomon notó el cambio de humor.

- ¿? ¿Qué ocurre?

- ¡N-Nada! Es solo que… ¡N-Necesito ir la baño!

- ¡! ¡Y-Yo te ayudó May! - se ofreció Noir, al ver que la chica se levantaba - Aun no estas en condiciones de hacer tu sola las cosas, sigues herida…

- ¡Y-Yo te acompaño! - se ofreció Lunamon - Oara que no estes sola entre los arbustos…

- ¡Y-Yo las cuido! - se ofreció Gryzmon - Si hay alguien cerca, Noir y yo nos encargaremos…

- Bueno, ¡En un momento regresamos! - dijeron todos, mientras rápidamente desaparecían entre los arbustos y los árboles del bosque. Dracomon se quedó totalmente confundido.

- ¿Qué acaba de pasar? ¿No se supone que hace rato fue al baño ella sola? - los Gaossmon se le quedaron mirando feo. Después de varios segundos, Dracomon cayó en la cuenta.

- ¡Ah, si! Ya me acordé que no debía decir esos nombres… Ya la regué, y Kiriha se va a enojar muchísimo…

En cuanto estuvieron muy alejados de dónde estaban, rapidamente May se soltó del agarre de Noir y se aferró a un árbol. Gryzmon y Lunamon se pusieron alertas.

- Bien - dijo el Digimon con forma de oso - Iré a dar una vuelta por la zona para vigilar que no se acerquen ellos ni nadie… - dicho esto, el oso salió corriendo. Lunamon se quedó con las mayores, quienes estaban muy exaltadas.

- ¿E-Escuchaste l-lo que dijo? - May seguía sin poder creerlo.

- ¡Si que lo escuché! Ese Digimon, y sus compañeros… ¡Al parecer son espías de Tai y Yamato!

- No tanto así… - le corrigió May - Pero, ellos conocen a Tai y Yamato, y, al parecer, desde un punto de vista más lindo…

- ¡Te dije que eran muy sospechosos! ¡Que eran espías, pero tú no me hiciste caso!

- ¡Aguanta! ¡Si son sospechosos, pero no sabemos del todo si son espías! Solo… sabemos que han tratado con Tai y Yamato…

- ¿Entonces, crees que hayan aparecido casualmente estos Digimons que conocen sobre los 2 atacantes del Castillo, justamente unas horas después de ese ataque?

- Pues… dijeron que se perdieron…

- ¡Obviamente es una trampa! ¡Querían verse los bonitos para que les cayéramos bien y confiáramos en ellos, pero les salió mal la jugada! ¡Son espías de Tai y Yamato!

Del mismo lado dónde se habia ido, apareció rápidamente Gryzmon, con una faceta de preocupación.

- Tenemos que irnos de aquí. Y rápido.

- ¿? ¿Qué ocurre? - le interrogó Lunamon.

- Bueno… como dije, salí a ver si había alguien cerca, y pude asomarme a ver el lugar en donde estábamos descansando, y noté que… Dracomon y los Gaossmon ya no estaban…

- Oh, mierda… - dijo Noir - Ya se fueron a avisarles a Tai y Yamato…

- O… a alguno de los Elegidos que el mencionó - respondió May - Se supone que Tai y Yamato deberían estar bajo escombros desde hace unos 3 días, y si ya salieron, entonces seguramente están muy heridos. Por lo tanto, teóricamente no tendrian razón alguna para avisarles a ellos de nuestra posición, si tal vez ni puedan pelear.

- Pero… todos los demás Elegidos que mencionó - le respondio Noir - Takato… Takuya, Masaru, Tadashi, Tsurugi… Taiki… y también ese compañero suyo… ¡A todos también ellos los conoce! ¡Entonces tal vez a alguno de ellos le avisará!

- Emtonces… - finalizó Lunamon - Eso significaría… que muy probablemente hay más de 2 Elegidos oscuros…

- ¡Oh mierda! - exclamó Noir - Tai y Yamato nos dijeron que venían por JunoKazemon… ¡Entonces, tal vez todos ellos quieran matar a JunoKazemon! ¡O a todos nosotros!

- ¡Mierda! ¡Hay que largarnos de aquí lo más pronto posible!

Gryzmon y Lunamon entraron al Xros Loader de May, y las chicas, como pudieron, salieron corriendo hacia el interior del bosque, hasta perderse entre las sombras…

- Mamá, tengo miedo…

Un pequeño Choromon se hallaba en los brazos de una Kotemon, mientras en la ciudad que, hace un par de minutos estaba siendo atacada por un ejército demoníaco, ahora estaba en completo silencio. Solo se escuchaba el arder de unas que otra casa que estaba incendiándose, el sonido del viento soplando de un lado a otro, y, de vez en cuando, los pasos del trote veloz de un pelotón demoníaco cruzando la ciudad que se dirigían al castillo que estaba en medio de la ciudad.

- No te preocupes. Estaremos bien…

En cuanto hubo silencio, los Digimons que estaban refugiados en varias partes de la ciudad comenzaron a salir, a ver qué estaba pasando a su alrededor. Y entonces, comenzó el embrollo de toda la población.

- El ataque… se detuvo… - comentó un Coredramon

- ¿Qué fue lo que pasó?

- ¡! ¡Mi casa está completamente en llamas!

- ¡Que alguien me ayude! ¡No encuentro a mis hijos!

- Los demonios dejaron de atacar…

- ¿En dónde está la guardia real?

- Mi negocio… está en pedazos…

- ¡Oigan! Encontré a un Knightmon muerto…

- ¿¡Qué!?

- ¿Qué ha pasado?

- Escuché algunos rumores del otro barrio… - a ese mismo sitio, llegaron varios Digimons de otros lugares de la Ciudad.

- ¿En serio? ¿Qué tan mal está ese lado?

- Este barrio está más destruido que el nuestro…

- Escuché que alguien estaba diciendo que nuestro Rey, LordKnightmon, está muerto…

- ¿Qué? ¡No puede ser!

Los Digimons seguían saliendo de todas sus casas y refugios, por lo cual Choromon se asustó mucho.

- Mamá, estaremos bien, ¿Verdad?

Antes de que pudiera hablar, una alarma comenzó a sonar en las calles.

A todos los habitantes de la Ciudad Sagrada, se les solicita su presencia en la plaza central, en las afueras del castillo sagrado.

- No te preocupes, hijo… - le respondió la Kotemon - estaremos bien…

Y, con paso lento, mientras las calles, o lo que quedaba de ellas, se iban llenando, todos los habitantes de la Ciudad Sagrada iban caminando hacia la dichosa plaza, la cual tardó unos pocos segundos en llenarse. En frente del sitio, estaba la parte delantera del castillo, del cual salía un balcón que estaba a unos 15 metros del suelo, debajo del cual había un enorme portón de madera que permanecía cerrado. Todos se quedaron ahí reunidos, y mientras esperaban, murmuraban los unos a los otros.

- Tengo miedo, BlackGatomon…

- No te preocupes, Orlyn - ambas se hallaban detrás de una enorme cortina que cubría completamente la sala en donde estaban del exterior; o sea, del balcón. Orlyn se hallaba un tanto nerviosa. - ¡Eres muy lista! Sabrás que decir, antes de presentar a los Royal Lords…

- … De acuerdo… ¡Esta bien, lo haré! - la chica se incorporó y, tomando la mano de su compañera Digimon, ambas cruzaron la cortina y llegaron al balcón. Entonces, pudieron ver a la gran multitud de Digimons que estaba presente, los cuales se hallaban entre murmuros y suspiros.

- Silencio. Ya se asomó alguien… - en cuanto notaron que Orlyn estaba en el balcón, todos guardaron silencio.

- Bien, aquí vamos… - dijo la chica para sí misma, y después habló en vi firme y alta - ¡Ciudadanos de la Ciudad Sagrada!

- ¿Quien es ella? - unos que otros comenzaron a murmurar y susurrar, al desconocer a la chica.

- Me presento - habló la chica, sin importarle los susurros que los Digimons decían - Mi nombre es Orlyn Rose, comandante superior de los ejércitos demoníacos del Inframundo Digital. Mano derecha del señor Freseyormon… Y una de las 7 Elegidas de la Oscuridad…

- ¿Qué… dijo?… - la gente comenzó a susurrar, pero ahora en voz más alta.

- ¿Acaso… es parte del ejército demoníaco?

- ¿Dijo… Freseyormon?

- ¿Los 9 Royal Lords están involucrados en este ataque?

- ¡Obviamente estuvieron involucrados! ¡Sus demonios asaltaron mi tienda para matar al Knightmon que se estaba ocultando en mi negocio!

- ¡Si los Royal Lords están involucrados, estamos perdidos!

- ¡Fue Freseyormon quien nos atacó!

- ¡Ciudadanos de la Ciudad Sagrada! ¡Les pido que se calmen! - habló en alto Orlyn, al ver como la masa de Digimons comenzaba a asustarse y desesperarse - Si: todo este ataque fue protagonizado por los planes de los Royal Lords, pero… este plan tiene una buen sustento. Y… - se vio interrumpida la chica cuando BlackGatomon se acercó para susurrarle algo al oído. Entonces, en cuanto su compañera terminó, siguió hablando - Y… me gustaría que ellos mismos se los explicaran…

La chica se hizo a un lado, y detrás de ellas, atravesando la cortina, aparecieron 3 figuras que iban en posturas firmes, y al mismo tiempo amenazantes: del lado izquierdo, había un enorme demonio con una armadura negra llena de picos, con un par de cuernos en su casco y alas de demonio retraídas en su espalda. Del lado derecho había una especie de caballero-samurai, con armadura blanca que estaba muy bien detallada, simulando un plumaje real; en medio de ambos, habia un chico rubio, no mayor a 10 años, con alas de angel en su espalda. Los 3 caminaron hasta llegar al frente del balcón, haciendo que los habitantes de la Ciudad Sagrada se asustaran.

- Esos rostros… - comenzaron a comentar en susurros.

- ¡S-Son Freseyormon! ¡Shenmon! ¡Y Sataniamon!

- Los Royal Lords… están aquí…

- Escúchenme bien - dijo Sataniamon - Sé… que nos tienen miedo. Conozco perfectamente todo lo que saben de nosotros, por parte de los Dioses que controlaban este mundo. Sin embargo, ya no tienen que temernos ni asustarse más… ¡Hemos venido a salvarlos!

- ¡Escuchamos su grito de auxilio! - le continuó Shenmon - Desde el Inframundo, el lugar a donde nos desterraron los Dioses, escuchamos su clamor. Y, pudimos ver lo que vivieron: la opresión, miedo, desesperacion, hambre, traiteza, sufrimiento, injusticia… la falta de derechos… Vimos la tiranía con la que gobernó LordKnightmon: tenía al pueblo con hambre, mientras él comía de los mejores banquetes…

- Si… - comenzaron a comentar - Es cierto.

- LordKnightmon nos trajo varios problemas económicos y sociales…

- Tienen razón…

- Pero, al menos nos protegía…

- ¡Pero, para el modo en que nos protegia, hubiera sido mejor que ni lo hiciera!

- Si… nunca salió a defendernos de los demonios…

- Y, sus caballeros, estaban dispersos en todas partes, ¡Fácilmente los mataron!

- ¡Pero eso ha terminado! - siguió Freseyormon - ¡Porque LordKnightmon está muerto!

- ¡N-No puede ser!

- ¡Entonces es cierto! ¡Nuestro rey está muerto!

- ¡El ilegítimo rey, que tomó el trono de la Ciudad Sagrada por la fuerza, y dejó este hermoso paraíso hecho una ruina, ya está muerto! - continuó Freseyormon - ¡Mandamos este enorme ejército con el único propósito de derrotar a los súbditos cobardes e injustos que servían a LordKnightmon y le ayudaban con su gobierno injusto e imperfecto! ¡El día de hoy, proclamamos el fin de la desgracia en la Ciudad Sagrada!

- El dia de hoy, están a nuestro cuidado… - continuó Sataniamon, de manera muy amable y gentil - Nosotros, los Royal Lords, estamos aquí para salvarlos de la desgracia, a cambio de que… uno de nosotros tomará su trono…

Entonces el pueblo calló. Todos dejaron de rumorear, decir cosas malas y buenas; se formó un gran silencio, el cual Sataniamon decidió romper.

- Conozco este silencio. Esas… miradas que puedo distinguir. Sé… que nos tienen miedo… ¡Pero no deben temernos! ¡A quienes deben temer, es a los Dioses!

- ¿Qué? ¿De qué está hablando?

- ¿Temerles a quienes nos dieron la tierra donde vivimos?

- ¡Son ustedes los mentirosos! - la gente comenzó a turbarse, mientras que abajo del balcón la puerta se abrio, dejando salir a todo el ejercito demoniaco, lo que asusto a todos los reunidos.

- ¡Oh no! ¡Nos quieren matar! - la gente comenzó a gritar y correr en dirección opuesta, pero…

- ¡Choromon! ¡Regresa!

- ¡Mami! ¡Tienen comida!

- ¿?

El pequeño Digimon había escapado de los brazos de Kotemon para dirigirse hacia uno de los soldados demoníacos. En cuanto llegó a sus pies, el soldado se agachó y le extendió al pequeño Digimon un pedazo de pan, lo cual hizo que Kotemon se sorprendiera mucho.

- Toma pequeño - le dijo el soldado a Choromon - Seguramente tienes hambre…

- Pues no mucha… ¡Soy un robot, jeje! - dicho esto, el Choromon se comió aquel pan.

Los demas soldados, de manera amable, gentil y pacífica, se iban acercando a todos los digimons, extendiéndoles comida, sábanas y demás cosas. Todos quedaron sorprendidos.

- Esto… ¡Son las cosas de LordKnightmon!

- Las cosas que el mismo se guardaba para si mismo y sus amigos más cercanos, dentro de su castillo, ¡Esto y muchas otras cosas más!

- ¡Ciudadanos, por favor escúchennos! - habló Sataniamon con gran amabilidad - Nosotros… no somos el enemigo… ¡Lo son los Dioses!

- Por el simple hecho de que todos nosotros hayamos sido creados por los Dioses, eso hace que en ellos recaiga la responsabilidad de gobernarnos a nosotros, su creación, ¡Pero a ellos no les ha importado!

- ¡Los Dioses tan solo pensaron en si mismos, del mismo modo que LordKnightmon! ¡Se quedaron a vivir en el Cielo, gozando de la gloria, riquezas y fama de allá arriba! Y a nosotros. A todos nosotros… nos han dejado a vivir en un mundo imperfecto y lleno de injusticia, corrupción y sufrimiento…

- ¿Eso… es cierto?

- ¿Los Dioses… son tan egoístas?

- ¡Ademas, los Dioses nos han demostrado que no son capaces de gobernar! ¡Tan solo recuerden todo el mal que han hecho aquí! ¡Recuerden los Soles de sangre: cuando ApolloGreymon confesó que, en un momento de ira, descargó su furia sobre varias ciudades, en más de una ocasión, llevando a la extinción total de especies de Digimons!

- ¡Tambien recuerden a DianaGarurumon, la Diosa más salvaje y peligrosa de todas! ¡Recuerden la tormenta blanca: cuando ella enfureció tanto que provocó un invierno total por años en todo el Digital World!

- Recuerden todas las tragedias que han traído… NeptuneMermaimon, MarsSphinxmon, VennusPerlamon, CeresVolcamon, VulcannusBeetlemon… ¡Incluso JunoKazemon, quien hace poco tiempo destruyó su propio castillo!

- ¿Qué? ¿En serio?

- Si… Hace una semana llegó un extranjero comentando sobre esa historia…

- ¡Es cierto! ¡Mi primo me trajo un pedazo del castillo!

- Los Dioses han mostrado indiferencia hacia su pueblo… y, el poco interés que podrían mostrar, no es genuino: solo causan desastres y tragedias en el Digital World…

- ¡Ciudadanos! ¡Les pedimos que acepten nuestro gobierno! ¡Les rogamos que nos permitan gobernarlos! ¡Nosotros los defenderemos y cuidaremos del modo que los Dioses no lo hicieron! ¡Permítannos ser nosotros quienes los guien hacia la sociedad perfecta!

- ¡La utopía infernal: donde los Digimons puedan convivir con nosotros, los demonios, rompiendo así los límites esteriotópicos que impusieron los Dioses al declararnos como una raza peligrosa! ¡Un sitio donde pueda haber una relación de paz, amistad y confianza mutua, y donde haya seguridad y estabilidad!

- Si… tienen razón…

- No suena tan mal que digamos…

- ¡Un mejor mundo para vivir!

- Mejor que lo que tenemos de los Dioses…

- ¡Qué viva la utopía infernal! - lentamente, todo el pueblo se unía al gritó de declaración, hasta que finalmente, en un coro que hacía temblar hasta los cimientos más profundos de la ciudad, pronunciando las mismas 5 palabras: '¡Qué viva la utopía infernal!'

- ¡Bien, entren ciudadanos! ¡Entren, y juntos coronen a quien quieren como gobernante de su nueva nación!

- ¡Si!

En forma de una gran bola de gentío, toda la población empezó a entrar en el Castillo; para evitar que las cosas se pusiera incluso violenta, los soldados demoníacos controlaban el flujo de Digimons que entraban.

Los Royal Lords entonces regresaron al interior del Castillo; ahí se encontraba Orlyn con BlackGatomon, quienes parecían estar muy emocionadas.

- ¡Lo lograron! - exclamó la chica con gran alegría - ¡Hemos salvado a la Ciudad Sagrada!

- ¡No, tú lo hiciste! - Freseyormon abrazó a Orlyn y la cargo, mientras que BlackGatomon subía a su hombro - Tu dirigiste a todo el ejército hasta aquí, comandante el ataque para que tuviera las menores consecuencias posibles, y mataste a quien había generado todo este caos, a LordKnightmon… ¡Gracias a ti es que pudimos salvar a la Ciudad Sagrada!

- ¿Lo ven? - Sataniamon y Shenmon se acercaron a los chicos que estaban detrás de Orlyn: Kingu y sus 5 amigos - Así es como debemos hacer las cosas.

- ¿En serio? ¿Así de aburrido será todo? - preguntó Nanami con fastidio.

- Creí que peleariamos, justo como Orlyn…

- A su tiempo - les informó Shenmon - Ya tenemos planificado para dentro de un mes las conquistas de la Ciudad Céntrica y de la Ciudad del Desierto. Para ese entonces, deberán aprender a controlar a sus compañeros Digimons, para que puedan ir a liberar a ambas ciudades…

- De acuerdo… - replicó la chica con molestia.

- Me hubiera gustado pelear de una vez - comentó Kingu, acompañado de un enorme perro.

- Y recuerda… - le respondió Shenmon - Tu y Dobermon son los más fuertes de nosotros. Si quieres pelear, deben aprender a llevarse mejor, y conocerse bien el uno al otro. Solo así lograrán ser un buen equipo.

- Como sea… - respondió el perro referido como Dobermon.

- Bien… - Sataniamon estaba hablando con un soldado demoníaco que estaba cerca - Ve con Ancestral-Evolutmon e infórmale sobre esta victoria: la Ciudad Sagrada ya es nuestra…

ASFD

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